Claves para un buen matrimonio

La comunicación constructiva

Clave para un buen matrimonio

 

En 1778, Robert Barron patentó una cerradura de fiador de doble acción, que aún es la base de las cerraduras actuales. Estaba hecha de tal forma que se necesitaba una sola llave para levantar a la vez los dos fiadores.DEL mismo modo, un matrimonio feliz depende de que el esposo y la esposa aúnen esfuerzos. Para descubrir y experimentar las inestimables alegrías de un buen matrimonio, es esencial la comunicación constructiva.

Qué entraña la comunicación constructiva

¿Qué entraña la comunicación constructiva? Se define comunicación como “transmisión o intercambio de ideas, opiniones o información mediante el habla, la escritura o las señas”. Por tanto, implica dar a conocer sentimientos e ideas. Y para que sea constructiva, estos deben ser edificantes, reconfortantes, virtuosos, dignos de alabanza y consoladores (Efesios 4:29-32; Filipenses 4:8).

La confianza y la comprensión mutuas hacen posible la comunicación constructiva. Estas cualidades se obtienen cuando el matrimonio se considera una relación para toda la vida y existe el compromiso sincero de hacer que funcione. Joseph Addison, ensayista del siglo XVIII, escribió sobre esa relación: “Dos personas que se escogen la una a la otra de entre toda la familia humana, con el objeto de consolarse y atenderse mutuamente, se comprometen con esa acción a responder a las flaquezas y las perfecciones de su pareja con buen humor, afabilidad, discreción, perdón, paciencia y alegría, hasta el fin de sus días”. Qué feliz es una unión de ese tipo. Mediante la comunicación constructiva podemos adquirir esas preciosas cualidades, que adornarán nuestro matrimonio.

Estorbos para la comunicación constructiva

La mayoría de las parejas abordan el matrimonio con optimismo, hasta con euforia. Pero en el caso de muchas de ellas, la euforia desaparece enseguida y el optimismo se desvanece. La seguridad tal vez se vea reemplazada por una mezcla amarga de frustración, ira, hostilidad y hasta profunda antipatía. La convivencia marital se ve reducida entonces a una relación en la que no queda más que aguantar ‘hasta que la muerte los separe’. Si se desea mejorar o conservar la comunicación constructiva necesaria para que exista un buen matrimonio, hay que eliminar determinados estorbos.

Un verdadero estorbo es el temor a la reacción del cónyuge a determinada información o deseo. Por ejemplo, alguien tal vez sienta miedo a ser rechazado tras enterarse de que va a acabar sufriendo una discapacidad grave. ¿Cómo se explica al cónyuge que el tratamiento al que se va a someter cambiará drásticamente su aspecto o su capacidad para valerse por sí mismo? En tales casos es más necesario que nunca comunicarse con franqueza y planificar con seriedad para el futuro. Asegurar de palabra a la otra persona que se la sigue amando, aunado a frecuentes muestras de ternura, comunicará un interés personal que contribuirá a conseguir que el matrimonio sea verdaderamente satisfactorio. En la vida de casados, este proverbio debería hallar su máxima expresión: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia” (Proverbios 17:17).

Otro estorbo para la comunicación constructiva es el resentimiento. Se ha dicho con acierto que los matrimonios felices son la unión de dos personas que saben perdonar. A fin de encajar en esa descripción, los casados harán lo posible por seguir el práctico consejo del apóstol Pablo: “Que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado” (Efesios 4:26). Seguir este consejo y no alimentar la ira o el resentimiento exige, sin duda, comunicación humilde. En un buen matrimonio, los cónyuges no sucumben una y otra vez a la ira, las peleas y el rencor (Proverbios 30:33). Procuran imitar a Dios, quien no guarda resentimiento (Jeremías 3:12). De hecho, se perdonan de corazón (Mateo 18:35).

Un estorbo claro para todo tipo de comunicación es retirarse la palabra, lo cual implica, además de que uno de los cónyuges deje de hablar al otro, las expresiones taciturnas, los suspiros profundos y las acciones mecánicas. Quien actúa de ese modo está dando a entender que siente cierto desagrado. Pero hablar de los sentimientos personales de una manera franca y afable contribuye mucho más a mejorar el matrimonio que guardar silencio y estar malhumorado.

Prestar poca o ninguna atención cuando habla el cónyuge es otro obstáculo que ha de superarse si se desea una buena comunicación en la intimidad del matrimonio. Tal vez estar cansados o atareados nos impida disponer de la energía mental y emocional que hace falta para escuchar con atención. Quizá se discuta sobre ciertos planes que para uno de los cónyuges se habían expuesto con claridad, mientras que para el otro es la primera vez que se habla de ellos. Obviamente, la mala comunicación es la causa de esas dificultades.

Cómo fomentar la comunicación constructiva

Es muy importante dedicar tiempo a la comunicación amorosa y constructiva. Hay quienes pasan muchas horas delante del televisor viendo la vida de otras personas y dejan muy poco tiempo para la suya. Por tanto, apagar el televisor suele ser una medida necesaria para conseguir una comunicación constructiva.

Apagar el televisor permite que haya más tiempo para comunicarse

Igual que hay un tiempo apropiado de hablar, lo hay de permanecer callado. Dijo el sabio: “Para todo hay un tiempo señalado, […] tiempo de callar y tiempo de hablar”. De hecho, también hay palabras adecuadas que decir. “Una palabra a su tiempo apropiado, ¡oh, cuán buena es!”, indica un proverbio (Eclesiastés 3:1, 7; Proverbios 15:23). Por ello, determinemos cuál es el mejor momento de dar nuestra opinión o exponer lo que nos preocupa. Preguntémonos: “¿Está mi cónyuge cansado, o se encuentra relajado y fresco? ¿Puede provocar una discusión el tema que quiero plantear? ¿Qué le molestó de mi manera de exponer este asunto la última vez que lo tratamos?”.

Es conveniente recordar que las personas reaccionan mejor cuando perciben cómo les beneficiará a ellas colaborar con la petición o acceder a ella. Si hay tensión entre los esposos, uno de ellos pudiera sentirse tentado de decir: “Hay algo que me molesta, así que vamos a aclararlo ahora mismo”. Es verdad que la manera exacta de expresarse dependerá de las circunstancias, pero sería mejor decir algo así: “Cariño, he estado pensando en lo que hablamos antes y en cómo arreglar las cosas”. ¿Qué manera de abordar el asunto es más probable que agradezca nuestro cónyuge?

En efecto, es muy importante cómo se dicen las cosas. El apóstol Pablo escribió: “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal” (Colosenses 4:6). Procuremos que el tono de voz y las palabras que usamos sean con gracia. Tengamos en cuenta que “los dichos agradables son un panal de miel, dulces al alma y una curación a los huesos” (Proverbios 16:24).

En el caso de algunos matrimonios, colaborar en algunas tareas de la casa propicia un buen ambiente para la comunicación. Tal cooperación fomenta la sensación de estar compenetrados, a la vez que proporciona el tiempo para tener conversaciones edificantes. En el caso de otros matrimonios, es mejor y favorece más la comunicación constructiva estar juntos tranquilamente sin hacer nada.

Normalmente se aprende mucho observando cómo se comunican las parejas compatibles. ¿Qué ha contribuido a que sean así? Es muy probable que su armonía y la facilidad con que se comunican sean la consecuencia de su esfuerzo personal, paciencia y consideración amorosa. Ellos mismos tuvieron mucho que aprender, pues no se consigue un buen matrimonio por casualidad. Es muy importante tomar en consideración la opinión del cónyuge, percibir sus necesidades y distender con una palabra prudente las situaciones que puedan causar tensión (Proverbios 16:23). Por tanto, si estamos casados, hagamos lo posible por lograr que sea agradable vivir con nosotros y que sea fácil pedirnos disculpas. Eso contribuirá mucho a que tengamos un buen matrimonio.

Jehová Dios desea que las personas disfruten de matrimonios felices y duraderos (Génesis 2:18, 21). Pero la clave la tienen quienes se casan. Son necesarias dos personas amorosas que dominen el arte de la comunicación constructiva para conseguir un matrimonio feliz.

La comunicación constructiva contribuye a unir los corazones en un amor duradero

Fuente: http://www.watchtower.org

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Mi hijo es un consumista

Evitar el consumismo en los hijos

 

Proteger a los niños en un mundo consumista

Un nuevo informe insta a que se den cambios en los medios y en los comercios

Por el padre John Flynn, LC

ROMA, 18 de junio de 2011 (ZENIT.org).– La comercialización y sexualización de los niños ha llegado a tal punto que es necesario adoptar medidas para protegerlos.

Esta es la conclusión de un informe hecho público el 5 de junio en Inglaterra. Reg Bailey, el primer director ejecutivo varón de la Mother’s Union, fue designado por el Departamento de Educación para llevar a cabo un estudio independiente sobre las presiones a las que están sometidos los niños y presentar recomendaciones al respecto.

Realizó entrevistas a un gran número de padres, junto a una investigación a fondo de los temas propuestos. Asimismo, 120 empresas y organizaciones presentaron diversas informaciones.

Al presentar sus conclusiones, Bailey comentaba: «Quiero devolver la autoridad de nuevo a manos de los padres para que puedan afrontar mejor las presiones sobre sus hijos y hacerles más fácil criar a sus hijos como ellos quieran».

El informe, titulado Letting Children Be Children: the Report of an Independent Review of the Commercialization and Sexualization of Childhood (Dejar a los niños ser niños: Informe de un Estudio Independiente de la Comercialización y Sexualización de la Infancia), identificaba cuatro temas clave que eran motivo de especial preocupación para los padres y para el público en general.

El tema 1 recibió el nombre de Fondo de las vidas de los niños, con el que se quería hacer referencia a la cada vez más sexualizada cultura en la que viven los niños. Muchos padres manifestaban sentir que esta cultura solía ser inapropiada para sus hijos.

El tema 2 se dedica a la ropa y a los productos y servicios para niños. El informe reconocía que estas cuestiones suelen ser ambiguas.

El tema 3 se centraba en el tema de los niños como consumidores. Sufren la presión de muchas fuentes al actuar como consumidores. Aunque el objetivo no es aislarles del mundo comercial, el informe señalaba que los padres se quejaban de que las empresas habían superado los límites a la hora de hacer publicidad.

El tema 4 intentaba dar voz a los padres. A los padres les falta en ocasiones la confianza para hablar sobre los temas que afrontaba el informe, y sienten otras veces que las empresas no prestan atención a sus preocupaciones.

La respuesta

En un intento de determinar cómo reaccionar a estos problemas, el informe observaba que se pueden adoptar dos enfoques muy diferentes.

El primero está a favor de intentar mantener a los niños completamente inocentes hasta que sean adultos, mediante un aislamiento de cualquier influencia negativa o eliminando completamente las presiones.

La segunda reacción tiende a aceptar el mundo tal cual es y concentrarse en ayudar a los niños a recorrer su propio camino a través de él.

El informe concluía que ninguna de las posturas es realista. Es preferible una combinación de ambas. Esto significa adoptar medidas para limitar la tendencia cada vez mayor a la comercialización y sexualización, y también ayudar a los niños a comprender y afrontar los peligros potenciales a los que están expuestos.

El informe señalaba también que la responsabilidad primera recae en los padres. “Para que los niños sean niños, es necesario que los padres sean padres”, decía. Al mismo tiempo los negocios y los medios de comunicación tienen que mostrarse más a favor de la familia.

De hecho, el informe señalaba que parte del mundo de los negocios y de los medios parece haber perdido su conexión con los padres. «Creemos que hay una marcada sensación de que los medios de radiodifusión actúan en ocasiones y de modo activo en contra de los padres», establecía el informe.

Un ejemplo de ello es la preocupación expresada por los padres de que los programas de televisión considerados tradicionalmente familiares, como los concursos de talento y telenovelas, empiezan a incluir cada vez más contenido sexual.

Esta búsqueda de los límites es un problema incluso mayor en el campo de los nuevos medios en los que hay poca regulación, observaba el informe. El material sólo para adultos es de fácil acceso por internet y a través de pago por vídeo y por medio de los móviles.

Entre las recomendaciones principales del informe estaban las siguientes:

– Poner restricciones de edad a los vídeos musicales para evitar que los niños compren vídeos de contenido sexual explícito, y controlar el momento en que los medios de difusión los emiten. Los vídeos musicales eran señalados por quienes han colaborado en la revisión llevada a cabo durante la preparación del informe y han sido uno de los principales temas en los últimos informes sobre medios. La preocupación se centra en la naturaleza sexual y violenta de las letras musicales y en las formas de bailar, altamente sexuales, que bordean lo explícito.

– Cubrir las imágenes sexuales en las portadas de revistas y periódicos para evitar la facilidad con la que están a la vista de los niños. Las revistas y periódicos con imágenes sexuales explícitas en sus portadas deberían cubrirse con una funda, y se debería animar a todos los puntos de venta a que adoptaran un modo adecuado de exponer sus publicaciones.

– Se debe invitar a los clientes a tomar la decisión de comprar o no contenido adulto en internet en casa, portátiles o teléfonos móviles, en vez de recibirlo automáticamente. Esto hará más fácil a los padres proteger a sus hijos.

– Las tiendas deberían ofrecer ropa a los niños más adecuada a su edad, y firmar un código de conducta sobre el diseño, compra, exhibición y comercialización de ropas, productos y servicios para niños.

– Debería restringirse la publicidad exterior con imágenes sexuales en los lugares en que un gran número de niños puedan verla, por ejemplo cerca de los colegios, guarderías y parques infantiles. Cuando se considere la colocación de anuncios con imágenes sexuales cerca de los colegios, se deberían aplicar las mismas restricciones que ya se aplican para la publicidad del alcohol.

– Dar mayor peso a las opiniones de los padres que a las del público en general a la hora de regular los horarios televisivos. El horario infantil, que se alarga en la actualidad hasta las 9 de la noche, la franja en la que ciertos programas adultos no deberían emitirse, se introdujo para proteger a los niños. Por ello, la programación para esta franja se debería desarrollar y regular dando mayor peso a las posturas y opiniones de los padres, en vez de a las de los espectadores en conjunto.

– Proporcionar a los padres una única página web donde les sea más fácil quejarse sobre algún programa, anuncio, producto o servicio.

– Prohibir el empleo de niños menores de 16 años como patrocinadores de una marca y en su comercialización, y mejorar la sensibilización de los padres ante las técnicas de publicidad y comercialización que se dirigen a los niños.

Reacciones

Las reacciones al informe han sido en general positivas. El primer ministro, David Cameron, se expresó a favor de una página web para que los padres señalaran los problemas, informó el 6 de junio la BBC.

También ha apoyado la recomendación de que sea más fácil bloquear la pornografía en la web y en los móviles.

Cameron anunció que celebrará una cumbre en octubre para ver qué progresos se están haciendo en las cuestiones planteadas por el informe. Invitará a participar a los comerciantes, anunciantes y representantes de los diversos medios de comunicación.

En cuanto las quejas sobre la ropa infantil inadecuada, el British Retail Consortium anunció unas directrices más estrictas, informaba la BBC.

La directora de relaciones públicas del consorcio, Jane Bevis, declaró que las directrices darán la tranquilidad a los padres de que las empresas están preocupadas por lo que visten los niños. Hasta el momento, nueve cadenas de tiendas han anunciado que seguirán estas directrices.

No todos están convencidos de que el informe sea bastante. De hecho, la organización para la que trabaja Bailey, la Mother’s Union, se ha mostrado crítica, informaba el 6 de junio el periódico Telegraph.

«No podemos estar de acuerdo con un estudio que considera que una postura meramente consensual será la más eficaz y que una mayor regulación o legislación debilitará necesariamente a los padres», afirmaba Rosemary Kempsell, presidenta de la organización.

Pidió un mayor grado de intervención del gobierno, afirmando que no deberíamos tener miedo de desafiar a la industria cuando está en juego el bienestar de los niños.

El tiempo dirá si las restricciones voluntarias, junto a la presión continua del público, serán suficientes para solucionar los problemas señalado en el informe

Mi hijo es un pequeño dictador

LOS NIÑOS TIRANOS. ENTREVISTA A JAVIER URRA

Javier Urra nos habla de su libro ‘El pequeño dictador’

FUENTE: WWW.GUIAINFANTIL.COM

Javier Urra es doctor en Psicología, primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y autor del libro El pequeño dictador. Cuando los padres son las víctimas, donde nos habla de los niños tiranos, un problema de conducta al que nos enfrentamos

los padres en la sociedad actual. Saber identificar las causas y poner límites a los hijos en su educación es esencial para frenar esta actitud, que tanto daño puede hacer a los padres.

¿Cuál es el perfil del niño tirano?

El perfil de un niño tirano se inicia a corta edad. Un niño tirano no es solamente un caprichoso, no es el que tiene Déficit de Atención e Hiperactividad (THDA) o se caracteriza por ser hiperactivo. No es solamente un oposicionista, es un niño que, desde muy corta edad, siente placer y disfruta retorciendo la muñeca de su padre o de su madre, para conseguir lo que él se propone. Es un niño que se caracteriza por un principio fundamental filosófico, que es primero yo y luego yo. Piensa que todo el

mundo gira a su alrededor, y que no se tiene que poner en el lugar del abuelo o de la abuela. No muestra empatía y no le importa ponerse histérico o gritar en la puerta de un gran almacén para conseguir sus objetivos.

¿Qué rasgos caracterizan la conducta de un niño tirano?

Su conducta se va haciendo cada vez más patológica a medida que crece. Es posible que a los 7 años tire el bocadillo de chorizo porque lo quería de queso, que a los 12 años empiece a insultar a su madre y a los 13 años, entre a hacer sus necesidades

fisiológicas en el cuarto de baño, mientras su madre se está duchando.

¿Qué pronóstico tiene un niño que se comporta así?

Este es un proceso que se va degenerando, con muy mal pronóstico en poco tiempo. No tiene nada que ver con el adolescente que pega un portazo a los padres, lo cual es natural y sano, sino con alguien que veja, que es muy despótico, injurioso y, normalmente, contra la madre. Un tercio de los pequeños dictadores son ya chicas, lo que supone un mal pronóstico para esta sociedad, pero lo grave es que se trata de una

forma de violencia de género, porque quien la vive siempre es la madre. El chico se caracteriza por agredir a la madre o, incluso, abofetearla porque no le lavó la camisa, por ejemplo, y el riesgo para la futura pareja de ese muchacho es muy alto.

¿Cómo podemos educar a los hijos para evitar la tiranía hacia los padres?

Tenemos que educar a los hijos en la empatía para ponerse en el lugar del otro, en las neuronas espejo, en la sensibilidad, en la compasión, en saber perdonar y saber perdonarse. No se nace dictador.

¿Qué situaciones propician que un niño evolucione hacia la tiranía?

Hay mujeres que están solas en la vida y es difícil educar desde la soledad, hay otras que están con el marido, pero es como si estuvieran solas, hay padres que se separan y malmeten contra el otro o ridiculizan a la madre, hay casos en que la madre aporta dos hijos y el padre otros dos, pero no tienen fuerza moral para instruir al hijo biológico o vemos padres en una hamburguesería sentados frente al hijo de 14 años y sin saber qué decirle porque no lo conoce. En estos casos, los niños crecen en contradicción sin un referente real en su educación.

¿En qué se está equivocando la sociedad con el problema de los niños tiranos?

Hay un aspecto tóxico de la sociedad en general que dice que los niños son lo primero. Vamos a ver, los niños son importantes, pero no son lo primero, lo digo yo, que he sido el primer Defensor del Menor. Me parece esencial que vayan a un hospital a que conozcan a niños enfermos, que vayan con la abuela que tiene Alzheimer, que posiblemente no sepa lo que dice, pero sí sienta, que vayan a un campamento y que sepan lo que es el esfuerzo. Y si no ponemos ese antídoto, esa vacuna, seguiremos con el problema. En el último año, hemos tenido 8.000 denuncias del grupo de 14 a 18

años, que son 1.000 más que el año anterior, y el pronóstico no es bueno, hay que educar desde el primer momento, hay que socializar, y poner límites, aceptar frustraciones y saber diferenciar.

Marisol Nuevo. Editora de GuiaInfantil.com

Educar en el uso de la TV y el ordenador

ENSEÑAR A LOS HIJOS A VER LA TV Y EL PC

Ojos que no ven, corazón que no siente. Si el refrán es verdad, lo es también este otro: lo que ven los ojos afecta al corazón, y a la mente, a la persona entera. Y más todavía si el que mira es un niño.

El “veo, veo” es un juego simple, pero que activa la imaginación, centra la atención y desarrolla el lenguaje. Se puede jugar en cualquier sitio, a cualquier hora, en cualquier situación; no hace falta ningún material, ningún accesorio;

no tiene edad. “¿Qué ves?”, pregunta el que ha de adivinar “la cosita” en cuestión, y esa pregunta resulta decisiva, no sólo para el juego, sino, como veremos a continuación, también para la salud mental del niño.
Según el informe Kids TV Report del panel Eurodata TV Worldwide, cuando un niño español cumple doce años ha estado más de uno viendo la tele. Nuestros pequeños (de entre 4 y 12 años) se han pasado delante del televisor durante 2012 la friolera de dos horas y cuarenta y cuatro minutos al día de media. Además, la relación con las pantallas se ha convertido ya en el principal pasatiempo infantil, algo que va en proporción a la multiplicación de las alternativas digitales y al incremento de canales especializados en el público infantil.

Lo que entra por los ojos acaba en la imaginación y allí revolotea sin parar, se mezcla con las ideas y se filtra en el inconsciente: queda dentro de alguna manera. Si vigilamos lo que se llevan los niños a la boca (piezas pequeñas, cosas sucias, utensilios peligrosos…), cómo no nos va a preocupar lo se llevan a la cabeza. Si dejamos que miles de imágenes bombardeen a diario las retinas de nuestros hijos, hemos de ser conscientes de que su mente y su corazón pueden

verse afectados.

En el nuevo juego del “veo, veo”, no sólo es importante el “qué ves”, sino también el cuánto, el cuándo, el cómo, el dónde y el porqué:

 Para valorar los contenidos de los cientos de alternativas que nos ofrece la televisión, los padres disponemos de muchos medios informativos. Uno, en concreto, nos puede ser de gran utilidad, se trata de la revista y la
web Contraste de la Federación de Teleespectadores que, dentro del Proyecto de educación audiovisual Aprender a mirar, ofrece a los padres materiales de información y actividades de formación sobre el universo audiovisual: televisión, cine, videojuegos, etc.

  •   El demasiado nunca es bueno y, hay algo que nuestros hijos pequeños hacen demasiado: ver la tele. El cuánto se controla con otro cuánto, es decir, poniendo límites, haciendo un horario y manteniendo unos criterios firmes sobre el uso de los medios audiovisuales en nuestra casa.
  •   ¿Cuándo ver la tele? El momento es importante, además repercute en el cuánto y en el cómo; sin embargo, nosotros no nos atrevemos a establecer una situación idónea, sino, en todo caso, podemos aconsejar cuándo no es bueno ver la tele: antes de ir a la escuela, porque se llevan las imágenes en la mochila; a la hora de las comidas, porque impide toda conversación; mientras se hacen los deberes, porque no se hacen, y antes de ir a dormir, porque, según qué tipos de imágenes vean, pueden distorsionar sus sueños.
  •   La tele se ha de ver con unas condiciones físicas adecuadas (distancia, luz, posición, volumen…), pero, lo que es más importante, en compañía de adultos. Que los padres vean los programas televisivos con sus hijos no sólo es una medida de precaución, sino una actividad educadora: se pueden aprender muchas cosas delante de una pantalla, serán positivas si la actitud de los espectadores es activa, pues el poder hipnótico de la tele nos invita a un goce pasivo.
  •   Nuestras casas están llenas de pantallas, de oportunidades para perderse en un universo virtual que puede convertirse en una alternativa peligrosa. Los niños no deben ver la tele en su habitación, sino en un lugar común, no sólo para poder controlar lo que ven, sino también para evitar que conformen un ocio individualista.
  •   ¿Por qué tomarnos tan en serio el nuevo juego del “veo, veo”? Porque el problema de dejar a los niños solos ante el televisor es, fundamentalmente, que los dejamos solos. Convertir la tele en el canguro diario de nuestros hijos o el salón de casa en una guardería infantil dirigida por el programa de turno, es como jugar al “veo, veo” en solitario. Lo importante es que los padres estén con ellos para darles alternativas que “empiecen, empiecen” por la “j” (juegos), la “l” (lecturas), la “d” (deportes), la “v” (visitas), etc.Fuente: blogs.aceprensa.com

El desprendimiento cristiano

EL DESPRENDIMIENTO CRISTIANO, ANTÍDOTO CONTRA LA AVARICIA Y EL CONSUMISMO

 

 

MIRAR A CRISTO MUERTO Y RESUCITADO

 

Tiempo de Pascua. Tiempo de alegría y de esperanza, porque el Señor ha vencido a la muerte. Parece como que en este tiempo no tendríamos que olvidar de la Pasión y muerte de Jesucristo. Eso quedó atrás en el tiempo de Cuaresma y en la Semana Santa.

Y, sin embargo no son separables. Ni en cuaresma nos podíamos olvidar de la Resurrección de Jesús, ni ahora nos podemos olvidar de su Pasión y su Muerte.

En concreto, hoy querría que nos fijáramos en unas palabras de San Josemaría que figuran en el Via Crucis. Se trata de un comentario a la décima estación, que se titula Jesús es despojado de sus vestiduras. Dice lo siguiente:

Es el expolio, el despojo, la pobreza más absoluta. Nada ha quedado al Señor, sino un madero.

-Es muy importante que te contemplemos, Señor, expoliado, despojado, absolutamente pobre. Precisamente ahora que te vemos triunfante, para que nos demos cuenta de que tu victoria pasa por ir libre de equipaje.

 

DIOS ES RICO Y SE HIZO POBRE
Y es que El Señor siendo rico se hizo pobre por vosotros (2 Cor 8,9). Es Dios, el creador del mundo: por Él fueron creadas todas las cosas y nada se hizo sin Él.

Rico no, es que lo tiene todo. Hay un salmo que lo dice de una manera muy gráfica. El Señor está echando en cara al pueblo israelita que le ofrece la sangre de toros y de machos cabríos pero luego se comporta mal. Y viene a decir más o menos:

Si tuviera hambre ¿te lo diría a ti? ¿es que voy a saciar mi sed con la sangre de machos cabríos? Si mío es todo lo que me ofreces. (Cfr. Sal 50, 10-13)

-Todo es tuyo, Señor. No te hace falta nada.

Dios es rico y materialista, muy materialista. Las personas más materialistas que existen son las Personas Divinas. Porque Dios creó la materia. La materia no es mala. Hay una corriente herética dentro de la historia de la Iglesia, que a las cosas materiales las ve como criaturas del demonio.

Lo bueno es el espíritu, afirman, la encarnación del mal es la materia.

Indudablemente existe un materialismo ateo, separado de Dios, y precisamente por eso es malo, por su desorden. ¡Qué difícil es que un rico, un materialista, entre en el reino de los Cielos!

 

Las cosas materiales son para nosotros encuentro con nuestro Señor. Porque las cosas materiales han sido asumidas por Jesús al encarnarse. De manera que Dios es rico y las cosas materiales son buenas, sin embargo…

Y te miramos entrar en el mundo… y no tienes nada. No sólo en tu nacimiento sino el resto de tu vida. En todo el paso del Señor por la tierra brilla el desprendimiento.

Escoge como cuna un pesebre, como casa un lugar donde se refugiaban los animales. Después, la huida a tierra extraña donde pasó todo tipo de necesidades. Durante su vida pública, el Señor pasará hambre (cfr. Mt 4,2), y Él mismo lo dirá claramente a quien le quiere seguir: El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza (Mt 8,20). La muerte en la Cruz, muestra del supremo desprendimiento.

 

LOS VERDADEROS BIENES

Quiso vivir la pobreza para redimirnos y enseñarnos a poner el corazón donde están los verdaderos bienes. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt 5,3). ¡Qué bien se entiende la necesidad de esta virtud para seguir a Cristo! ¡Cuántas veces hemos experimentado nosotros mismos que nos cuesta seguir al Señor porque no tenemos el corazón libre de las cosas! Quizá lo estemos experimentando ahora.

¡Cuántas veces lo hemos visto en la vida de los demás! A pesar de la crisis de la que tanto se oye hablar, ¡qué difícil les es seguir a Cristo! No sólo seguirlo sino, siquiera entenderlo. Como el joven rico (cfr. Mt 19,16-22).

Y el Señor, ante esa experiencia devastadora de las riquezas en aquella alma nos lo advierte claramente. Qué difícil es que un rico entre en el reino de los cielos. Más: Aquél de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo (Lc 14,33).

No hay alternativa, porque Nadie puede servir a dos señores (Mt 6,24).

EL ALMARIO
Porque las cosas materiales que tenemos, casi siempre son reflejo de nuestro interior: el armario es como el almario. Por eso, una revisión de nuestro armario, de las cosas que tenemos, nos servirá para saber cómo tenemos el alma.

Si está lleno de cosas que no sirven para nada, es nos sobran objetos en el alma. Si está lleno de caprichos en los que nos buscamos a nosotros mismos, es que hay mucho egoísmo en nuestro corazón. Si existe el peligro real de desprendimientos cuando abrimos, porque está todo desordenado, es que tendremos que poner orden en nuestro corazón.

Nos conviene hacer limpieza en nuestro armario y en nuestro almario. Desprendimiento de todo lo que sea lastre, peso muerto, que nos dificulte el seguimiento de Cristo. Desprendimiento, sobre todo, en el deseo, en el pensamiento, en la imaginación. Porque, como nos descuidemos, estaremos constantemente pendientes de tener más.

No aspiremos a tener más, por vivir más cómodos; o a estar mejor situados, por vanidad. Ése no es el fin de nuestra vida. Y hay mucha gente que está centrada en eso. Y, cuando ya lo tienen todo, se dan cuenta de que están vacíos.

-¡Señor, queremos imitarte! Tengo posibilidad de tener muchas cosas, pero no quiero tener nada sino a ti. Porque las tengo a mi alcance y reclaman mi atención constantemente. Además las tenemos que utilizar. Por eso cuesta tener el corazón libre.

Y, una vez que tenemos claras las ideas generales tenemos que descender a lo concreto.

-Señor, ¿estás contento con mi pobreza? o me ves como el joven rico, totalmente impedido para seguirte por culpa del peso muerto.

Y, si quieres saber cómo se vive en concreto, te leo el resumen que hace San Josemaría: Señales de la verdadera pobreza: no tener cosa alguna como propia; en contra de nuestra tendencia que nos lleva a hacernos dueños de las cosas que usamos. No tener nada superfluo; y hay tanto exceso de equipaje en nuestra maleta… no quejarse cuando falta lo necesario; o sea, nunca, porque nunca nos falta lo necesario. Lo que nos pensamos que es necesario, resulta que no lo es.

¡Qué bien se entiende cuando entramos en contacto con la pobreza real! Por eso viene muy bien, de vez en cuando hacer una visita de pobres. Cuando se trata de elegir algo para uso personal, elegir lo más pobre, lo menos simpático. Si somos pobres tendremos el hábito de escoger lo peor, en todos los lugares donde nos movamos.

 

EL BUEN OLOR DE CRISTO
¡Cuánto bien hace nuestra austeridad! Tanto bien que nos ayuda a unirnos a los demás. Es lo que leemos en la aEscritura sobre los primeros cristianos:

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. (Act 4,32)

El amor a la pobreza está unido a la confianza en Dios, y al amor a los demás. -Señor, que estemos vigilantes ante la presión del ambiente.

Que el diablo se sirve de muy variadas mañas para solicitar la comodidad, la falta de sobriedad, la vanidad o la sensualidad. Ya que como león rugiente, ronda buscando a quien devorar. (1 Pet 5,8-9). Anda muy interesado en neutralizar la eficacia sobrenatural de los que dedican su existencia a luchar al servicio de Cristo.

Sin embargo, cuando estamos desprendidos, notaremos que nos es más fácil querer a Dios y a los demás. Y entonces nos pasmaremos de la eficacia apostólica de esta virtud. Con nuestro ejemplo de pobreza y de sobriedad en el ámbito profesional y social difundiremos el buen olor de Cristo.

María, pobre: no le pudo dar a Jesús más que un pesebre. Pero así aprendió a valorar lo que realmente vale la pena.

-Madre, enséñanos a vaciar nuestro corazón de chismes que sobran y que retardan nuestro seguimiento de Cristo al paso de Dios.

 

Educar la voluntad de los niños

Educar la voluntad de los niños

Educar la voluntad de los niños se consigue con esfuerzo y motivación

Fuente: WWW.GUIAINFANTIL.COM

Conseguir que los hijos sepan controlar su fuerza de voluntad y tengan la capacidad y la preparación para afrontar las dificultades y los retos de cada día, no es así tan fácil, aunque si los padres les educan en este sentido desde que ellos sean aún muy pequeños, no es tan difícil de conseguirlo.

Los niños deben aprender a dominar sus impulsos, sus deseos y voluntades desde que son muy pequeños. De este modo, aprenderán no sólo a controlarse como también a esforzarse para conseguir lo que desean. Aprenderán que sólo con el esfuerzo se consigue y alcanza lo que se propone. Para lograr eso, es necesario hacer con que los niños conozcan sus fortalezas a través de una motivación positiva. Eso les promoverá una buena autoestima, madurez y responsabilidad, poco a poco.

Exigir también cuesta. La capacidad de exigencia amable de los padres y profesores va a marcar, en buena medida, el desarrollo de la capacidad de trabajo y esfuerzo, y de las virtudes de los niños. Exigir que los niños controlen sus voluntades también cuesta esfuerzo. No se puede exigir que de la noche al día el niño aprenda a controlarse. Es necesario tiempo, paciencia, renuncias y sacrificios. Sin embargo, sin este esfuerzo, no se conseguirá nada con los niños.

Los enemigos de la fuerza de voluntad de los niños
En la actual sociedad es muy normal en muchas familias que los padres pretendan evitar que sus hijos sufran o se esfuercen en demasía. Quieren, por supuesto, una vida mejor para sus hijos, con menos exigencias y más comodidad. Lo que ocurre es que acaban sobreprotegiendo a sus hijos. De este modo, no estarán enseñándoles a superar sus dificultades, a superar los problemas, ni a que se esfuercen por alcanzar lo que desean.

Para que un hábito bueno se convierta en virtud es necesario que los niños entiendan qué hacen y por qué lo hacen, además de cómo lo hacen, si esforzándose o simplemente exigiendo a sus padres sin controlar su voluntad. Las virtudes y los valores son los que pueden ayudar al niño a controlar su voluntad y promover el esfuerzo. Aquí tenéis algunos consejos que pueden ser aplicados en el día a día de la familia:

1- Que los niños acaben las tareas o deberes escolares antes de ir a jugar;
2- Motivar positivamente sus buenos comportamientos e intentar hablar con ellos (positivamente) de los malos;
3- Reconocer su interés y sus esfuerzos (aguantar la sed en un viaje, acabar los deberes, dejar la ropa preparada por la noche…);
4- Dar ejemplos (de no quejarse, ser decidido, de disciplina, de comprometimiento…)
5- No decir jamás frases negativas como «eres un desastre», «eres impaciente», etc.

Fuente consultada:
– Actualidad Docente