Trivializar la sexualidad

Los efectos de la trivialización de la sexualidad

Autor: P. Jorge Loring | Fuente: Para Salvarte (Libro). www.catholic.net

Estamos sufriendo una manipulación del sexo para negocio de los pornócratas que explotan el instinto sexual.

Los efectos de la trivialización de la sexualidad

Hoy se habla mucho de la liberación del sexo; pero de hecho estamos sufriendo una manipulación del sexo para negocio de los pornócratas que explotan el instinto sexual trivializando una de las potencialidades más serias que tiene el hombre: la procreación de un hijo.

Pornografía es la exhibición de actos sexuales.
El placer no es un fin en sí mismo… La pornografía puede convertirse en un atentado permanente contra el derecho que cada uno tiene a que se respete debidamente el pudor con que desea envolver las manifestaciones de la sexualidad. Lejos de ser ridículo, el pudor es una cualidad que pretende comunicar al cuerpo humano la posibilidad de transparentar el espíritu que habita en su interior… De aquí que imponer unos límites a la pornografía sea algo a todas luces razonable e

incluso necesario. No como una concesión a la ñoñez, sino como un afirmación de un sentido que tenemos derecho a conservar en favor de la sexualidad humana.

«La pornografía es una falta grave. Las autoridades civiles deben impedir la producción y la distribución de material pornográfico» 1

El Vaticano alerta sobre el aumento de sexo y violencia en los medios de comunicación.
El Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales ha publicado un documento Pornografía y violencia en las comunicaciones sociales: una respuesta pastoral donde se dice, entre otras cosas: «Los medios de comunicación social han tenido y continúan teniendo un importante papel en cada proceso de transformación individual y social» (no1).

«Si bien es cierto que estos medios -como afirma el Concilio Vaticano II- prestan grandes servicios al género humano, lo es igualmente que pueden ser utilizados contra los designios del Creador y convertirlos en instrumentos del mal» (no4).

«Uno de los fenómenos alarmantes de estos años ha sido la creciente difusión de la pornografía y la generalización de la violencia en los medios de comunicación social. Libros y revistas, cine y teatro, televisión y vídeocasetes, espacios publicitarios y las propias telecomunicaciones, muestran frecuentemente comportamientos violentos o de sexualidad permisiva que casi llegan al umbral de la pornografía, y que son moralmente inaceptables» (no5).

«Es evidente que uno de los efectos de la pornografía es el pecado. La participación voluntaria en la producción y en la difusión de estos productos nocivos ha de ser considerada como un serio mal moral. Además, esta producción y difusión, no podría tener lugar si no existiera una demanda. Así, pues, quienes hacen uso de estos productos no sólo se perjudican a sí mismos, sino que también contribuyen a la producción de un comercio nefasto» (no11).

«También la llamada pornografía blanda puede paralizar progresivamente la sensibilidad, ahogando gradualmente el sentido moral de los individuos hasta el punto de hacerles moral y personalmente indiferentes a los derechos y a la dignidad de los demás. La pornografía, como la droga, puede crear dependencia y empujar a la búsqueda de un material cada vez más excitante y perverso. La probabilidad de adoptar comportamientos antisociales crecerá en la medida en que se vaya dando este proceso» (no14).

«Uno de los motivos básicos de la difusión de la pornografía y de la violencia sádica en el ámbito

de los medios de comunicación, parece ser la propagación de una moral permisiva, basada en la búsqueda de la satisfacción individual a todo coste. Un nihilismo moral acaba haciendo del placer la sola felicidad accesible a la persona humana» (no19).

«La propagación de la pornografía y de la violencia a través de los medios de comunicación social es una ofensa a los individuos y a la sociedad, y plantea un problema urgente que exige respuestas realistas por parte de las personas y los grupos. El legítimo derecho a la libertad de expresión y al intercambio libre de información ha de ser protegido, pero al mismo tiempo hay que salvaguardar el derecho de los individuos, de las familias y de la sociedad, a la vida privada, a la decencia pública y a la protección de los valores esenciales de la vida» (no21).

«La educación a la vida familiar y a la inserción responsable en la vida social exige la formación a la castidad y a la autodisciplina. La pornografía y la violencia generalizada tienden a ofuscar la imagen divina en cada persona humana, debilitan el matrimonio y la vida familiar, y dañan gravemente a los individuos y a la sociedad» (no29). 2

Los pornócratas, que hacen negocio con la explotación de la pornografía, lanzan al aire, por los medios de comunicación, que «hasta ahora no se ha interpretado científicamente la importancia del sexo, que por fin han cesado los prejuicios creados a lo largo de siglos de represión sexual, que cualquier forma de expresar el amor físicamente es válida, que esto debe considerarse normal entre personas que se aman, y que el sentimiento de culpabilidad es causado por prejuicios morales y religiosos».

En todo esto hay mucha falsedad. Es ridículo decir que hasta hoy no hemos descubierto el sexo. La religión y la moral no reprimen el sexo, lo dominan, que no es lo mismo. Reprimir tiene un sentido peyorativo; dominar, no. El sexo hay que dominarlo. En la vida no podemos hacer todo lo que nos apetece. Hacemos lo que hay que hacer, y cuando hay que hacerlo. Tienes que trabajar, madrugar, etc., aunque no te apetezca. Y otras veces no puedes hacer lo que te apetece. El apetito no es la suprema norma de conducta.

A nuestro instinto sexual le apetecen muchas cosas que no podemos hacer. El apetito hay que subordinarlo a un orden superior. No se trata de poner al apetito sexual una camisa de fuerza, sino de encauzar el apetito sexual para que cumpla la finalidad querida por Dios. Las cosas encauzadas son útiles, desbordadas son catastróficas. El agua encauzada sirve para el riego y la energía eléctrica. Pero si se desborda lo arrasa todo y tenemos una catástrofe. Lo mismo el instinto sexual. Encauzado es fuente de vida y de amor, pero si se desborda esclaviza al hombre, lo animaliza y lo lleva a las perversiones sexuales más monstruosas.

«El hombre que sólo ansía sensaciones placenteras, para colmar su ansia de satisfacciones, se convierte en un obseso de acumular placeres de forma egoísta» 3

El sexo causa adicción lo mismo que las drogas. Así pudimos comprobarlo en el espacio de TELE- 5, La vida alrededor el lunes 17 de octubre de 1994 entre 4 y 4:30 de la tarde: Pablo acudió a una dinámica en Palma de Mallorca para desintoxicarse de su sexo-adicción. También salió en pantalla Elena que hizo el acto sexual con más de tres mil hombres, y nunca por dinero. La doctora Olga Jiménez, sexóloga, habló de la relación entre las adicciones al sexo, drogas y alcohol. También trató de la sexo-adicción, como una enfermedad que anula la voluntad, la doctora Elena Ochoa en el programa Luz Roja el 20 de octubre de 1994 a las 11:30 de la noche.

La sexualidad desbordada es insaciable: cada vez quiere más, cada vez quiere experimentar cosas nuevas, hasta llegar a las aberraciones más indignantes; como aquella casa de prostitución donde hay niñas de siete años! 4, a disposición de los clientes que las prefieren tiernecitas.
En Alemania Federal se cometen cada año cien mil abusos sexuales contra niños 5. En la XVI Conferencia de Ministros de Justicia del Consejo de Europa celebrado en Lisboa en junio de 1988, se habló de los abusos sexuales con niños en “Jardines de Infancia” y que la prostitución

infantil forma parte del decorado turístico de algunas ciudades como Río de Janeiro, Dakar, Estambul, etc. 6

El 6 de Marzo de 1996, a las 12:15 de la noche pudimos ver por la Primera Cadena de Televisión Española un programa sobre la prostitución infantil en Manila. En Agosto de 1996 fue condenado en Bélgica Marc Dutroux como organizador de una red de prostitución infantil. 7
Y en Barcelona la policía descubrió una red de prostitución infantil. 8..

No es raro que los periódicos nos hablen de niñas de nueve y diez años violadas por maníacos sexuales y luego asesinadas. 9
En Septiembre de 1996, todos los medios de comunicación informaron del Congreso de Estocolmo sobre prostitución infantil, pues ha llegado a ser un problema internacional.

Se llama violación la agresión sexual de otra persona.
España entera se conmocionó ante el asesinato, después de violarlas, de tres adolescentes de Alcácer (Valencia). Pero no fueron las únicas. Antes las precedieron: Sonia en Plasencia, Laura en Burgos, Olga en Villalón, Ana en Huelva, Leticia en Viana, Mari Carmen en Villalba, etc. 10 En cinco años fueron violadas y asesinadas doce adolescentes. 11

Esto es horrible; pero es la consecuencia de la campaña de libertinaje sexual, patrocinada por el gobierno socialista, con una televisión indecente y unos folletos repartidos en las escuelas públicas enseñando a gozar del sexo. Estamos haciendo maníacos sexuales. No nos extrañemos de sus tristes consecuencias. Esta degradación del hombre animalizando el sexo está dando lugar a auténticos psicópatas sexuales, pensando siempre en el sexo, buscando continuamente mayores y nuevas sensaciones, dedicados a las prácticas sexuales más sofisticadas y a las perversiones sexuales más degradantes.

En la habitación 541 del hotel Miguel Ángel de Madrid, David B. Noyes, cortó los pechos, que tiró al W.C., a una prostituta llamada Rufina Sanz. Luego la rajó de la vagina al ombligo, y después tiró el cuerpo por la ventana. 12 Un auténtico «Barba Azul» se llevaba a su casa a las chicas que encontraba en bares y discotecas, y allí las violaba, asesinaba y luego descuartizaba. La policía encontró en su frigorífico trozos de cuerpos humanos. 13,

En seis Estados Norteamericanos se castiga a los violadores con la castración. 14
Pero no todas las violaciones son a base de fuerza física. También se viola engañándola, prometiéndole mil cosas, y cuando queda embarazada, el otro se quita de en medio. ¿Y esto es la liberación de la mujer? ¡Todo lo contrario! Es su degradación. Muchas chicas ceden su virginidad por amor a un chico, y después se quedan defraudadas, vacías, desilusionadas, y quizás hasta con un trauma de asco para la vida sexual. La moral sexual católica es la que libera a la mujer de la instrumentalización del hombre y la dignifica, exigiendo para ella el máximo respeto.

La Iglesia quiere que el acto sexual vaya unido al amor no a la violencia. Por eso una mujer que está en peligro de ser violada puede, en defensa propia 15, usar medios anticonceptivos no abortivos. Manteniendo firme su voluntad de no consentir en el acto que se le impone violentamente. Es la opinión generalizada entre los moralistas, y así respondieron, al ser interrogados, tres eminentes moralistas de Roma como son: Pietro Palazzini, entonces secretario de la Sagrada Congregación del Concilio y posteriormente cardenal, Francesco Hürt, profesor de Teología moral de la universidad Gregoriana, y Ferdinando Lambruschini, profesor de la misma materia en la universidad Lateranense. 16

Por eso la Iglesia permitió tomar la píldora a unas monjas que estaban en peligro de ser violadas cuando la revuelta de Lumumba en el Zaire y cuando la desaparición de Yugoslavia. Comentando esta licitud el Obispo de Segorbe-Castellón, Juan Antonio Reig, Presidente de la Comisión Familia y Vida, de la Conferencia Episcopal Española, dijo en una rueda de prensa que «esta licitud no se debe a un criterio de anticoncepción, sino que es un acto de defensa personal

ante una agresión sexual». 17 Y Mons. Juan José Asenjo, secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, declaró que en peligro inminente de violación la Iglesia Católica admite el uso de anovulatorios por cualquier mujer lo mismo que autorizó la píldora anticonceptiva a religiosas, en la misma situación, durante los conflictos bélicos de África. 18

Lo que no se dice de la píldora del día después

Lo que no se dice sobre la píldora del día después: es abortiva en un 30% de los casos y aumenta bastante el riesgo de embarazo ectópico.

Por el Dr. Carlos Valenzuela Yuraidini
Publicado en http://www.med.uchile.cl/2006/septiembre/2085-sobre-el-levonorgestrel.html

Sobre el levonorgestrel Píldora del Día Después (levonorgestrel de emergencia =LNGE) y Ética.

El LNGE detiene la ovulación, pero no la de los folículos grandes a punto de ovular; entonces, es probable que no actúe como anti-ovulatorio desde antes de las 12 Hrs. pre-, durante y post- ovulación1.
Como anti-ovulatorio exclusivo, LNGE, dado de 0 a 24 Hrs. (1 día) post-coito (po-c) en cualquier día del ciclo menstrual, no podría tener más efectividad que 65% en prevenir un embarazo (calculando la probabilidad de embarazo con la ventana de los días fértiles de un ciclo menstrual promedio); pero, tiene según la OMS2, en ese periodo po-c, 95% de efectividad.

El 30% de efectividad adicional se debe a efectos post-ovulatorios, es decir, a cigotos o embriones que abortaron antes o llegando al útero. LNGE dado entre 25 y 48 Hrs. po-c (2 días), tendría efectividad (como anti-ovulatorio exclusivo) de 45%, pero tiene según OMS 85% (40% de efecto post-ovulatorio).
Entre 49-72 Hrs. po-c (3 días) el par esperado-observado de efectividad es 30-58% (28% de efecto post-ovulatorio). La OMS3 extendió el estudio a LNGE dado 73-96 Hrs (4 días) y 97-120 Hrs (5 días) po-c y encontró en ambos periodos una efectividad preventiva de embarazo de 60%, esperándose 20 y 10% respectivamente, es decir, 40 y 50% de actividad preventiva de embarazo post-ovulatoria.
Si LNGE dado 5 días po-c previene el 60% de los embarazos es porque tiene efectos post- ovulatorios (aún considerando la capacitación espermial hasta el 4 día po-c).

En sus estudios la OMS encontró que se previno entre 6 y 23 embarazos cuando LNGE fue dado durante o pasada la ovulación. La crítica que las madres calcularon mal su ovulación 14 días antes de su menstruación próxima, no es válida, porque se aplica tanto para más o menos que 14 días; además, la OMS presenta el estudio en relación al día del coito, siendo que LNGE se dio entre 0 y 72 Hrs. po-c y debe agregarse, entonces, un día y medio más para calcular la efectividad real de LNGE.

Si se hace esta corrección y se supone (a favor de LNGE) que las mujeres tuvieron su ovulación 13 días antes de la menstruación próxima, igualmente quedan 23 a 30 embarazos evitados post-ovulatoriamente.
Ambos resultados independientes muestran concluyentemente que LNGE tiene efectos post- ovulatorios y debe actuar retardando el tránsito del cigoto o embrión por las trompas de Falopio (oviducto), produciendo su muerte por no llegar a tiempo al útero o por su implantación oviductal que es inviable y termina en aborto.

1 Croxatto HB y Cols. Contraception 2002; 65: 121-8
2 WHO. Task Force Postovulatory Methods of Fertility Regulation. Lancet 1998; 352: 428-33. (nótese que éste es un grupo de trabajo sobre métodos post-ovulatorios de regulación de la fertilidad).
3 von Hertzen H y Cols. Lancet 2002; 360: 1803-10

Si es así, se predice que cuando LNGE fracasa como anticonceptivo, aumenta la frecuencia de embarazo ectópico en el oviducto. Esto se probó científicamente con tres estudios publicados, que permiten estimar la tasa de embarazo ectópico.
Los tres muestran una tasa de embarazo ectópico cercana a 4,5%, siendo la habitual de 1,6%4; aumento que es significativo. Es importante, si se quiere generar una política de población tener conciencia que al fracasar LNGE (20% promedio de fracaso, en comparación con 2% de fracaso del dispositivo intrauterino de emergencia) produciría aumento del embarazo ectópico.

Desde un punto de vista ético la situación es todavía más insostenible. Supongamos que no se sabe si LNGE tiene o no efectos post-ovulatorios (e-p-o). La verdad es que o tiene e-p-o o (exclusivo) no tiene e-p-o.
Si es verdad que tiene e-p-o, estamos en el caso ya analizado previamente y es cigoticida o embricida en el oviducto o por no-implantación en el útero. Si sólo actúa previniendo la ovulación antes de las 12 Hrs. pre-ovulación, no tiene efecto posterior a ese tiempo. Entonces, LNGE será inútil, como anticonceptivo, los 15 días antes de la menstruación próxima; en este caso será un crimen dar un fármaco que se cree que es inútil para prevenir el embarazo, haciendo creer a la joven, que ha sido violada o que ha tenido un coito desprotegido en ese periodo premenstrual, que se le da un fármaco seguro para evitar el posible embarazo.

El Ministerio de Salud de Chile, si realmente cree que LNGE no tiene efecto cigoticida o embricida y que sólo actúa pre-ovulatoriamente, tiene que anunciar a todas las mujeres bajo riesgo que no consuman LNGE 15 días antes de la próxima menstruación. De otra forma está cometiendo una grave infracción ética al engañar a las jóvenes con un fármaco que él mismo cree inútil. Ningún fabricante de LNGE hace esta precaución obligatoria, por lo que se concluye que todos suponen que LNGE tiene realmente efectos post-ovulatorios, cigoticidas y embricidas.

Sobre el autor :
Dr. Carlos Valenzuela Yuraidini
Profesor Titular de Genética, Etica y Epistemología
Facultad de Medicina, Universidad de Chile,
Independencia 1027, Fono 9786302, e-mail cvalenzu@med.uchile.cl

4 Valenzuela CY. Rev Med Chile 2005;133: 612-3

inferno

Inferno

Inferno

 ADOLFO TORRECILLA, Aceprensa  27.MAY.2013

Tras el éxito de El Código da Vinci, cada nueva novela del norteamericano Dan Brown se convierte en la apoteosis del marketing. Solamente en España, la

primera edición sale a la calle con un millón de ejemplares, y no se han regateado esfuerzos promocionales que incluyen la visita a España del autor en una espectacular campaña.
Dan Brown es un maestro en la construcción de best sellers. Sus novelas son de mucha acción, entretenidas, deliberadamente polémicas, políticamente correctas, fáciles de seguir, que incluyen además un protagonista original y unos argumentos que plantean cuestiones apocalípticas. Los lectores de sus libros buscan entretenimiento aunque, por los conocimientos “académicos” sobre algunas cuestiones que aparecen desperdigados a lo largo del texto, pueden acabar pensando que por el mismo precio se les han desvelado secretos ocultos y fundamentales para el futuro de la humanidad. El catedrático David Viñas analizó

bien estos ingredientes en su estudio El enigma best-seller.
Las novelas de Dan Brown tienen escasos vuelos estilísticos, mediocres recursos literarios y muchos elementos prefabricados

Inferno es la cuarta novela en la que Dan Brown (1964) utiliza como protagonista a Robert Langdon, catedrático de iconología y simbología religiosa en la Universidad de Harvard. En estas novelas, algunos de los hilos conductores han sido los conocimientos enciclopédicos de su protagonista y el sistemático (y reiterado, visto el éxito de ventas) ataque a la Iglesia católica. Gracias a estos ingredientes, ha logrado que a la hora de criticar sus novelas se hable más de otras cosas que de literatura.

Y es que la crítica literaria no ha recibido calurosamente a Dan Brown, por muchos

millones de ejemplares que haya vendido. Como otros muchos libros de éxito, los suyos tienen escasos vuelos estilísticos, mediocres recursos literarios y muchos elementos prefabricados y programados. Son novelas diseñadas para que gusten al mayor número posible de lectores y no cuestionen los valores políticamente correctos más predominantes a escala mundial.

Dante y el apocalipsis de la población

En Inferno, Robert Langdon se ve envuelto en una peligrosa aventura en la que un famoso bioquímico ha diseñado un plan que puede poner en peligro a la humanidad. Bertrand Zobrist, multimillonario suizo e investigador de éxito, es uno

de los principales defensores de la Ecuación del Apocalipsis de la Población, teoría que habla del colapso al que está abocado el mundo si no detiene drásticamente su crecimiento. Las teorías malthusianas de Zobrist han dado pie a la creación del “movimiento transhumanista”. Harto de sus advertencias, por las que le han tildado de visionario y loco, Zobrist diseña un alambicado plan para propagar una

plaga que ponga coto al crecimiento desmesurado de la población.

A la hora del desenlace, la intriga se disuelve como un azucarillo con soluciones de chiste, precipitadas, con algún as en la manga

Todo lo ha preparado apoyándose en ideas y personajes que aparecen en La Divina Comedia, de Dante Alighieri, obra y autor que se convierten en uno de los principales ingredientes de esta novela. Zobrist ha desplegado una serie de

trampas eruditas basadas en la lectura de “Infierno”, uno de los tres bloques en los que se divide la obra de Dante. Solo Langdon, acompañado en esta ocasión de la joven doctora Sienna Brooks, es capaz de aceptar el reto y de resolver los numerosos enigmas que van apareciendo, pues el profesor es también un conocido experto en la obra del escritor florentino. Langdon es contratado por Elizabeth Sinskey, directora de la Organización Mundial de la Salud, quien pone a su disposición todo el apoyo logístico y militar.
Como en las anteriores novelas, hay momentos muy conseguidos, sobre todo aquellos en los que Langdon despliega sus múltiples conocimientos iconográficos, históricos, literarios y artísticos para solucionar los complejos acertijos a los que está siendo sometido para evitar una catástrofe sideral, aunque a veces comete significativos errores interpretativos. En este proceso, tienen también un importante papel los secretos que guardan algunos monumentos históricos de Florencia, Venecia y Estambul, que Dan Brown incorpora con habilidad a la trama, a menudo forzando las cosas.

La moraleja de la novela destaca la importancia del control de la natalidad para evitar así los peligrosos efectos de la superpoblación

Calculada moralina

A la hora de escribir sus novelas, Brown sabe que van a publicarse a la vez en todo el mundo. Por ello aborda cuestiones muy generales y controla al máximo sus

mensajes para ofender solo a los que puedan dar propaganda y rentabilidad a su novela. En esta ocasión, además de las puntuales y simplonas críticas a la Iglesia católica, algo habitual en sus novelas, destaca la negativa imagen que proporciona de Filipinas, presentando a Manila como la capital de la miseria, la corrupción moral y la prostitución infantil. Sin embargo, nada negativo se dice de otros lugares, como Italia y Turquía, evitando así posibles efectos colaterales.

Los thrillers de Dan Brown, además, no se quedan sin más en la acción, por muy esperpéntica que pueda llegar a ser. En sus novelas aparecen siempre “grandes ideas” que justifican la trama y la aparición de las todopoderosas fuerzas ocultas.

No es lo más importante de Inferno, pero Dan Brown no pierde ocasión para introducir mucha moraleja: en esta novela, destaca la importancia del control de la natalidad para mejorar la salud mundial y evitar así los peligrosos efectos de la superpoblación.
Alaba la campaña de Melinda y Billy Gates para proporcionar anticonceptivos gratis a millones de personas desfavorecidas y defiende el trabajo que realiza la Organización Mundial de la Salud también en esta dirección, posición que lleva al ataque directo a la Iglesia católica, que desde posicionesoscurantistas se opone con sus misioneros y con las inversiones del Vaticano a esta
labor filantrópica yhumanitaria.
Lo malo de estos best sellers globales es que la receta debe servir igualmente para

países como Italia, donde ya hay más muertes que nacimientos, que para Filipinas, con una tasa de fecundidad de 3,1 hijos por mujer.

Solo efectos especiales

Lo complicado de las novelas de Dan Brown es encajar todos estos ingredientes – Dante, la OMS y una pandemia– en una trama verosímil y en unos personajes que se salgan del tópico y del estereotipo. En esta ocasión, la novela hace agua en su planteamiento, en su estructura y en las soluciones a algunos enigmas del argumento, pues uno tiene la sensación de que Brown ha estado entreteniendo a los lectores con elaborados efectos especiales sin saber muy bien a dónde van a llevar.

De hecho, a la hora del desenlace, cuando salen a relucir todas las verdades que esconden los personajes protagonistas, el misterio se acopla a la fuerza, sin que lo sucedido tenga mucho sentido. La intriga se deshace como un azucarillo con soluciones de chiste, precipitadas, mediocres, con algún as en la manga y con la proliferación de innecesarias y espectaculares escenas que ya han sido pensadas para su más que previsible adaptación cinematográfica.

Si Dante hubiera conocido el fenómeno de los autores de best sellers apocalípticos, seguro que hubiera imaginado en su infierno un lugar especial para Dan Brown y compañía, obligados a leer sin descanso sus propias obras

Legalizar la prostitución

¿Legalizar la prostitución?

Una investigación en Australia responde a la pregunta

ROMA, domingo, 24 abril 2011 (ZENIT.org).- Legalizar la prostitución es un tema que se ha planteado con frecuencia en los últimos años. Quienes lo proponen sostienen que es mejor regularla, para volverla más segura y evitar los abusos, una postura calificada como minimización de daños.

Sin embargo, la legalización está lejos de ser la solución perfecta, como dejan claro los hechos ocurridos en la zona en que se sitúa la capital de Australia, Canberra, el Territorio de la capital de Australia (ACT). La prostitución ha sido legal en el ACT desde 1992. La muerte en 2008, debido a una sobredosis, de una prostituta de 17 años, Janine Cameron, ha suscitado preocupación.

La asamblea legislativa del ACT está ahora llevando a cabo una investigación. Se han recibido hasta 50 documentos escritos y están teniendo lugar audiencias públicas.

«No se puede tener sexo con 10 ó 15 hombres diferentes cada día sin que esto te afecte a ti y a cómo te valoras a ti misma, y a cómo valoras el sexo, y a cómo construyes una intimidad con otro ser humano», decía en la investigación Julie (un pseudónimo).

Según un reportaje del 8 de abril de ABC News, Julie comenzó a trabajar en un burdel cuando tenía 17 años. Después de 18 meses se fue, pero señalaba que no era fácil cuando se está en una industria en la que hay mucho crimen y corrupción.

Se vio a sí misma luchando para llevar una vida normal. «Era muy difícil seguir adelante y tener una relación íntima normal con una persona», decía.

Violación de la dignidad humana

En su documento presentado en la investigación, la archidiócesis católica de Canberra explicaba que la Iglesia considera la prostitución como una violación de la dignidad humana. Las prostitutas dañan su dignidad porque se reducen a ser instrumentos del placer sexual, mientras que quienes pagan por sus servicios son culpables de una grave ofensa.

Entre otras cosas el documento precisaba una serie de argumentos sobre el daño causado por la prostitución.

— Las prostitutas son objetivos fáciles de crímenes violentos y corren el riesgo de recibir daños físicos de sus clientes y chulos.

— Es bien conocido el hecho de que muchas mujeres implicadas en la industria de la prostitución lo hacen para poder seguir con su adicción a las drogas o conseguir dinero por otras necesidades acuciantes.

— El uso de prácticas sexuales sadomasoquistas, que incluyen la violencia contras las mujeres con látigos, bastones y torturas es especialmente degradante para las mujeres.

— La prostitución aumenta notablemente los riesgos graves para la salud de las mujeres, sobre todo los riesgos de contraer enfermedades de transmisión sexual como el VIH, el herpes y la hepatitis C.

— La prostitución está estrechamente ligada a la esclavitud y al tráfico sexual de mujeres.

— Cuando se legaliza o se despenaliza la prostitución, se crea una cultura de la prostitución, que tiene efectos perjudiciales en las vidas no sólo de las mujeres que se prostituyen, sino de todas las mujeres que viven dentro de esa cultura.

— La prostitución perjudica las relaciones heterosexuales y a las familias. La esposa o novia de un hombre que utiliza servicios sexuales se ve notablemente afectada. Si la utilización de la prostitución por un hombre se guarda en secreto, hay una ruptura en los fundamentos de la confianza y honestidad de su relación. Si la utilización de la prostitución se sabe, puede llevar a una ruptura de su relación.

— La presencia de la industria de la prostitución perjudica el ideal de relaciones igualitarias entre hombres y mujeres y tiene un impacto negativo en la familia y en la vida en sociedad en general.

— La prostitución no puede separarse de la cuestión del estatus y dignidad de las mujeres. La legalización de la industria de la prostitución significa que el gobierno y la sociedad en general están dispuestos a aceptar la deshumanización y cosificación de las mujeres.

El caso de Suecia

Una de las recomendaciones del documento de la Iglesia católica sometido a la comisión era la adopción del modelo sueco. En 1998 Suecia aprobó una legislación que penalizaba la compra, pero no la venta de servicios sexuales. Las mujeres y niños víctimas de la prostitución no corren el riego de sanciones legales, pero la compra de tales servicios es un delito penal.

Otras propuestas sometidas a la investigación de Canberra recomendaban también el modelo sueco. La propuesta se ha visto respaldada por un informe oficial, publicado el 2 de julio de 2010, que evaluaba la legislación, desde sus inicios en 1999 hasta el 2008.

El informe descubrió que los cambios han logrado el efecto deseado y que la penalización de la compra de sexo es un instrumento importante en la lucha tanto contra la prostitución como contra el tráfico con fines sexuales.

El informe señalaba que la prostitución callejera en Suecia se había reducido a la mitad desde que se introdujo la prohibición en 1999. Antes de los cambios la presencia de la prostitución callejera era más o menos la misma en las tres capitales de Noruega, Dinamarca y Suecia.

Desde 1999 la prostitución callejera en Noruega y Dinamarca ha aumentado de forma dramática. En el 2008, el número de personas que se prostituía en las calles de Noruega y Dinamarca se estimaba que era el triple que en Suecia, explicaba el informe.

«A la luz de las grandes similitudes que, en muchos aspectos, existen entre estos tres países, económica y socialmente, es razonable asumir que la reducción en las prostitución callejera en Suecia es resultado directo de la penalización», concluía.

Además, no ha ocurrido que la prostitución simplemente se haya trasladado a otro lugar, como consecuencia de los cambios en Suecia. El informe descubría que la prostitución como resultado de un contacto a través de Internet es más frecuente en los países vecinos de Suecia. Así que la prohibición de la prostitución callejera en Suecia no la ha trasladado a Internet.

Por otro lado, el informe señalaba que no hay signos de que la prostitución en salas de masaje, clubs de sexo y en restaurantes y discotecas haya aumentado en los últimos años. No hay en

general pruebas que sugieran que las prostitutas explotadas antes en las calles estén ahora involucradas en la prostitución en locales.

El informe decía también que, según la Policía Criminal del país, la prohibición contra la compra de servicios sexuales actúa como un desincentivo para los traficantes de personas y los proxenetas que se establecen en Suecia.

La información de la experiencia sueca ha reforzado también lo que muchos habían dicho tanto en este tema como en otros debates sobre la legalización de prácticas polémicas. Ha dejado claro que el prohibir la compra de servicios sexuales ha tenido un efecto normativo y que, tras la legislación, ha habido un cambio relevante en la actitud del público ante la compra de servicios sexuales. Ha significado un elemento eficaz de disuasión para quienes compran sexo.

Opresión

Otro de los documentos sometidos a la investigación de Canberra provenía de Collective Shout, que se describe a sí mismo como «un movimiento con campañas a pie de calle preocupado por la cosificación de las mujeres y la sexualización de las jóvenes en los medios, la publicidad y la cultura popular».

Observaban que, en nombre de la minimización de daños, se legalizaron en la década de los noventa algunos sectores de la industria sexual en Australia y en países como Holanda y Alemania.

No se logró, sin embargo, el efecto deseado, y el documento presentado ante la comisión afirmaba que hay evidencias claras, tanto de estudios académicos como de los gobiernos, de que la postura de minimización de daños es en sí misma errónea al intentar regular la industria sexual.

Un ejemplo claro de esto estaba en relación con el uso de menores en la industria de la prostitución. Victoria fue el primer estado australiano en legalizar la prostitución.

Un estudio, que examinaba la información de 471 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que trabaja con niños en Australia, mostraba que más de 3.100 niños australianos de entre 12 y 18 años habían tenido relaciones sexuales a cambio de dinero para sobrevivir, y Victoria tenía la cifra más alta de la nación con 1.200.

Otro de los puntos presentados fue que muchas mujeres prostituidas habían sufrido abusos sexuales en la infancia, abusos físicos, violencia doméstica y abuso de drogas.

«El modelo de minimización de daños – o legalización de la prostitución – permite, en esencia, la explotación de las personas más vulnerables de la sociedad», afirmaba Collective Shout. «Es el momento de reconocer que la ‘profesión más antigua del mundo’ es en la actualidad la ‘opresión más antigua del mundo'».

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

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Entrevista de Michel Schooyans por Carlos Neuenschwander

1. ¿Por qué la bioética y la vida son temas de actualidad?

Lo primero que hay que señalar es que hoy en día ha habido un cambio radical en el contexto en que se plantean los problemas de bioética. El punto central sigue siendo el respeto de la vida humana. Pero lo que sucede es que cuando nos referimos a la problemática de hace unos 25 años, el problema se planteaba en términos de derogación. Así, por ejemplo, la ley francesa que legalizó el aborto en 1975 lo admitía como una excepción. Era una derogación al principio general sembrado a guisa de preámbulo, en el articulo 1° de la ley. Según este principio general, la ley protege a todos los seres humanos desde el inicio de la vida. Entonces el aborto era una excepción prevista por la ley. En inglés se diría «release», en alemán «Freigabe». Es como un permiso. Esa era la problemática de hace 25 años.

Hoy la problemática se ha deteriorado radicalmente desde que en los ambientes de la ONU se requiere, con insistencia cada vez mayor, que el aborto sea proclamado como un «nuevo derecho» humano. Ya no se trata de una derogación, de un permiso, de una excepción, de un gesto que se tolera mas del cual se sabe en realidad que no es bueno. Ahora se trata de un «nuevo derecho», que, por cierto, no es el único, desde que también se promueve el «derecho» a la homosexualidad, a la esterilización, a la eutanasia, etc. De modo que la gran «novedad» es que ahora disponer de la vida de un ser humano en su pequeñez, en su inocencia, puede ser presentado como un «nuevo derecho» humano. La gran preocupación, a pocas semanas de la reunión Beijing+5 en Nueva York y a pocas semanas de la Asamblea del Milenio en setiembre, es que el aborto sea allí proclamado como un «nuevo derecho». Esto significaría una revolución funesta, fatal, desastrosa en la historia de los derechos humanos.

2. ¿Podría explicarnos porque la Santa Sede se

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opone a estos supuestos «derechos» que promueve la ONU?

Desde hace unos cuarenta años, a través de algunas de sus agencias especializadas, la ONU lanzó un programa internacional de control de la natalidad, nítidamente maltusiano. Entre estas agencias, figuran, por ejemplo, el FNUAP (Fondo de las Naciones Unidas para la Población); la OMS (Organización Mundial de la Salud); el Banco Mundial, el PNUD (Programa de las Naciones para el Desarrollo), y varias otras, incluso ONG como el IPPF. El punto focal de este programa es que, a través de su plan de acción, la ONU quiere proponer el control de la natalidad como una meta o condición previa — según ella — para el desarrollo de los pueblos.

Esta postura merece algunas consideraciones. Lo primero en lo que hay que ser enfático es que científicamente nunca ha sido demostrado que exista una relación entre el efectivo de la población de un país y el desarrollo. Hay países poco poblados que son desarrollados, como Australia, y otros poco poblados que son subdesarrollados, como es el caso de los países de África Central. Inversamente hay países muy poblados que son desarrollados, como Holanda, que tiene más de 400 personas por kilómetro cuadrado, y hay países muy poblados y subdesarrollados como el Bengladesh. Quiere decir que no hay relación entre las dos cosas; depende de cada caso.

Pero la ONU se comporta como si hubiera una relación determinante entre las dos cosas y dice a los países: «Controlen su población y van a desarrollarse». Pero los países pobres lo que necesitan son remedios, escuelas, saneamiento de las aguas, hospitales, etc. Recursos que realmente favorezcan su desarrollo y no un control de la población. La Iglesia no puede y no quiere aprobar, y mucho menos promover, una política de desarrollo basada en una mentira científica; en una hipótesis que nunca fue demostrada, es decir la ideología maltusiana.

Pero hay otro motivo por el que la Iglesia no puede admitir las posturas de la ONU. Resulta obvio que es poco simpático y poco admisible decir: «Los ricos debemos contener el crecimiento de las poblaciones pobres». Por lo tanto, se busca utilizar un lenguaje mentiroso, ideológico: el lenguaje de los derechos humanos: «Ustedes los pobres tienen derecho a la contracepción, al aborto, a la eutanasia. Estos son los «nuevos derechos» humanos. Nosotros, los ricos, queremos ayudarlos a ejercer este derecho nuevo y vamos a ayudarlos a desarrollarse mandándoles métodos anticonceptivos, dispositivos intrauterinos y aparatos para realizar abortos con equipos especializados…». La Iglesia no puede admitir este tipo de política.

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Quisiera mencionar aquí una cosa que muchas veces no está siendo muy bien explicada al público: además de las consideraciones de ética privada, personal, la Iglesia se opone a estas campañas y prácticas por motivos de ética social, política. La Iglesia no puede permitir una explotación de los pobres y mucho menos una especie de colonización mental donde se dicta a los pobres lo que deben hacer o querer para su supuesto desarrollo.

3. Por lo tanto la Iglesia se opone porque defiende la dignidad de cada persona…

Exactamente, y en nuestra sociedad, en el contexto actual, esta cuestión de la dignidad de todo ser humano merece ser especialmente destacada. Cuando vemos los primeros años del pontificado de Juan Pablo II, vemos que el gran problema era entonces la negación de la dignidad de todos los seres humanos por parte del sistema comunista . Para éste, el hombre era apenas una rueda en la máquina productiva, en el Estado líder del Internacionalismo. El hombre era un instrumento al servicio del Partido y lo que valía en él era su capacidad de servir la Causa del Partido. Felizmente este régimen ha caído.

Gracias al impulso decisivo del Papa Juan Pablo II, conseguimos revelar la mentira de esa ideología; pero actualmente en el contexto de la ideología neoliberal encontramos una situación a primera vista muy diferente mas que en realidad es muy parecida. En el sistema neoliberal, lo que importa es que el hombre produzca, que sea un consumidor; el hombre vale lo que hace y lo que consume.

La dignidad humana no es honrada en ninguno de los dos casos. La Iglesia no puede admitir una visión totalmente utilitarista del hombre, que se sitúa perfectamente en la línea del liberalismo puro y duro de Adam Smith del S. xviii, que pasa por Malthus, por Bentham y que continúa siendo muy peligroso en la actualidad.

Como Jesús, no podemos adherirnos sin discernimiento cuidadoso a las verdades que están de moda y que dominan una época. Y en este sentido, pienso que debemos redescubrir algunas frases del Evangelio donde Jesús aparece como una señal de contradicción. Los cristianos hoy debemos ser aquellos que proclaman que disponer de la vida del inocente es una cosa escandalosa; que eso trastorna el corazón humano y trastorna también la razón humana. El cristiano es aquel que no puede admitir la colonización ideológica por la que se considera como bueno lo que es malo y como

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verdadero lo que es falso.

4. ¿No se puede alcanzar la verdad a través de la mayoría?

La crisis que estamos viviendo es realmente una crisis de valores, es la crisis de la Verdad. Por eso considero que, además de varias otras encíclicas, una de las más importantes del pontificado de Juan Pablo II es la Encíclica Veritatis Splendor. Este documento toca la cuestión del relativismo: la verdad no puede resultar de un voto de la mayoría. La regla de la mayoría es una simple regla de funcionamiento práctico de una sociedad, pero no es una regla que puede proporcionar la verdad. Antes que se utilice esta regla de la mayoría, hay que reconocer, constatar ciertos valores fundamentales. Es a partir de estas constataciones, de las «declaraciones», que la regla de la mayoría podrá funcionar al servicio de los valores reconocidos. Es justamente lo que no hace la sociedad actual porque hace depender los valores de un voto.

5. ¿Cómo se vincula el tema de la globalización con estos desafíos?

Cuando en la actualidad se habla de «globalización» en realidad se está tocando dos temas. El de la «mundialización» y el de la «globalización» propiamente dicho. Yo quisiera distinguirlos — aunque estén muy ligados entre sí — pues me parece que la distinción ayuda a comprender con más profundidad este fenómeno de dos facetas. Ambos temas tienen en común el hecho de que el mundo se hace más pequeño y que las comunicaciones son más fáciles. Significan también que hay intercambios de todo tipo, cada vez más intensos y numerosos. Es un hecho que, en si, es neutro y incluso bueno.

Pero cuando uno habla de «mundialización» en general se insinúa que estamos caminando hacia un gobierno mundial, hacia una sociedad soñada por algunos autores o políticos famosos. Podría mencionar a unos de ellos: Zbigniew Brzezinski, consejero de varios presidentes de los Estados Unidos; Willy Brandt, que fue canciller de Alemania; o Jan Tinbergen, un holandés que ganó el Premio Nobel de Economía en 1969. Ellos desarrollaron esta idea de la mundialización. Con diversos matices, para ellos la época de las

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naciones soberanas ya pasó. Conviene que poco a poco la ONU se torne en un gobierno mundial y que sus agencias se transformen en los ministerios de este gobierno.

Esto es una cosa peligrosa, porque así como en los países hay regiones con características variadas y organizaciones de distintos tipos, así también las naciones tienen su identidad. Hay que respetar la diversidad de la familia humana, de las personas, de las comunas, de las provincias, de los países. No vamos a querer una especie de capa impuesta a todo el universo bajo el gobierno de un centro único de poder, de decisión.

Además, esta «mundialización» merece una atención mayor aún porque — como ya lo comentamos — las ideologías muchas veces sobreviven a los regímenes en los que se encarnaron. En concreto, en esta «mundialización» veo una nueva tentativa de instaurar la famosa «Internacional» soñada por los marxistas del siglo XIX. Los marxistas del siglo pasado (Lenin, Stalin, Mao Tse Tung, Castro, etc.) no consiguieron imponerla. Pero hoy día, con los ataques a las personas, a las familias, a los Estados, observamos una reviviscencia preocupante del internacionalismo de inspiración marxista, y esto podría llevar a una situación desastrosa.

La «globalización» es un poco la misma cosa, pero en la perspectiva de ideología liberal. El mundo es visto como un inmenso mercado que debemos integrar. El problema se da cuando a través del control de las cosas, de las materias primas, de las industrias, etc. se llega al control de los hombres. Este es el peligro de la globalización: al controlar, a través de un centro de decisión mundial, todo el sistema económico, desde la materia prima hasta la producción más sofisticada, se acaba controlando toda la comunidad humana, incluso la producción de la ciencia y de las técnicas. Esto abre una perspectiva terrible porque en una sociedad que se globaliza bajo la inspiración del liberalismo desmedido, son necesariamente los más «vivos», los más poderosos — económica, técnica y científicamente — los que van a explotar a los pequeños. Y se va caminando en este proceso hacia una jerarquización de la humanidad donde habrán hombres que, en la mejor de las hipótesis, serán capaces de extraer minerales, producir plantas, etc., encima de los cuales habrán otros capaces de hacer una primera transformación industrial. Pero los mas dotados y astutos van a ser aquellos que aplican una plusvalía muy alta a productos naturales. Se podría llegar a un sistema que paralice la movilidad entre las naciones y al interior de las naciones fijando, petrificando, por así decirlo, a los pobres en su situación de pobreza, imposibilitando la salida de la pobreza y «legitimando» la explotación de los más pobres bajo el rótulo del mercado o de la libre circulación de los bienes.

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6. ¿Cómo explica la asociación de ciertas teologías con el feminismo, la ecología u otras agendas relacionadas a las políticas de la ONU, y con el problema de la globalización en los términos en que los ha descrito ahora?

La cuestión del feminismo, o la cuestión del género, se tornaron cruciales y ambas son motivo de muchas preocupaciones. Desde la conferencia de Beijing en el 95, estos temas aparecen en todas las reuniones de la ONU. Se trata de una reinterpretación de la lucha de clases. Marx tenía un colaborador, Engels, el cual dio una interpretación de la lucha de clases distinta de la de Marx. Para Marx la lucha de clases opone el capitalista y el proletario; pero para Engels es primordialmente la lucha que opone al hombre y a la mujer en el matrimonio monogámico. Conviene, por consiguiente, acabar con el matrimonio monogámico, y liberar a la mujer de los cargos de la familia, de la maternidad, del marido, etc. para que pueda dedicarse a la producción en la sociedad industrial.

Esta temática reaparece hoy. Se dice que los papeles del hombre y de la mujer son el producto de una historia, de una cultura. Los dos tienen papeles que son intercambiables. Las diferencias genitales entre el hombre y la mujer no tienen significado real, tanto es que cada uno puede escoger su sexo.

Entonces las feministas actuales desarrollan mucho esta temática para decir que las mujeres deberían librarse del peso de la maternidad, de la familia, del marido, etc. a fin de afirmar su libertad. El matrimonio, la unión sexual monogámica y heterosexual, serian apenas uno de los casos de unión sexual. En realidad habría muchos otros tipos de unión: homosexuales, lesbianas, familias monoparentales, travestismo, etc. Habría varios «modelos» de uniones y uno, entre muchos otros, sería la unión heterosexual monogámica. El matrimonio así pierde su carácter específico y único. Podemos ver ya una afirmación provocadora de este tipo de mentalidad en el PACS (Pacto de asociación civil y de solidaridad), que fue aprobado en Francia. En realidad, es una manera de rebajar al matrimonio, aprovechando todas las ventajas civiles del matrimonio pero sin ninguno de sus apremios o obligaciones.

Este tipo de feminismo es espantoso porque justamente diluye la identidad Page 6

y especificidad femenina. Así mismo, esta ideología del género tiene adeptos incluso dentro en la Iglesia. Conocen-se algunos casos de religiosas que militan en esta línea. Infelizmente, estas mujeres no se dan cuenta que son «inocentes útiles». No perciben que se trata de una ideología desarrollada en el ambiente de la ONU, que en realidad desprecia a la mujer, la destruye y además destruye lo más bonito que la mujer tiene: su capacidad de hacer que las relaciones de amor prevalezcan sobre las relaciones de fuerza. De hecho, desde la noche de los tiempos, las mujeres tuvieron el cuidado de proteger su ventaja comparativa fantástico: transmitir y proteger la vida con amor. Este es el privilegio de la mujer; el privilegio de la bondad, de la maternidad, de la ternura, de la belleza. Mentalmente reprogramadas por la ideología del género, las feministas radicales se alienan de la ventaja comparativa inherente a su identidad. Estas mujeres se auto-deprecian; a veces llegan a descuidar de su hermosura; se auto-destruyen y acaban favoreciendo la homosexualidad.

7. ¿Esta ideología feminista del género tiene una relación con la ecología?

El tema de la ecología también es muy importante; es típico del New Age y rechaza totalmente el antropocentrismo cristiano y de la tradición occidental. De acuerdo con esta tradición, el hombre emerge del mundo ambiente; es un ser creado, encarnado, pero tiene un estatuto específico, una capacidad de raciocinio, una voluntad libre. Es imagen de Dios, lo que las otras criaturas no son. Al hombre fue confiada la tierra para que sea buen administrador de la creación gracias a su trabajo, a su inteligencia, a su sociabilidad. Pero de acuerdo con la ideología del ecologismo radical, somos una partícula en el universo, un mero producto de la evolución, un ser efímero. Así como aparecimos, vamos a desaparecer definitivamente y a reintegrar este mundo ambiente del que salimos.

Lo que se está poniendo aquí en cuestión es el estatuto único del hombre en el mundo y en la historia. El hombre es interpretado desde una perspectiva monística, panteística. En este caso, la única ética que se impone al hombre es inmanentista y fatalista : si somos una partícula en el medio ambiente, debemos conformarnos a esta situación, y si esta lo exige, vamos a sacrificar hombres a la supervivencia del medio ambiente. Es la temática del «desarrollo sostenivel» ya desarrollada en Río de Janeiro en 1992 en la reunión «Cumbre de la Tierra». Pero es una ideología que sigue desarrollándose y que somete al hombre al medio ambiente. La ética aparece como una sumisión a la madre Gaia, la tierra endiosada.

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Con este tipo de determinismo ético, el hombre debe admitir su situación de mortalidad definitiva e integral. No hay otra perspectiva de una vida fuera de la vida que conocemos en la tierra. Estamos encerrados en este mundo que nos oprime y debemos aceptar lo que dicen y piensan los que supuestamente entienden este medio ambiente. Por eso hay bromistas como Jack Cousteau, que, junto con varios ideólogos de este tipo, recomiendan la eliminación de 3 o 4 millones de habitantes de la tierra, justamente para que no haya «contaminación», porque el hombre es el mayor «contaminador» y predador. Mas solo locos pueden querer construir una sociedad humana basándose en una antropología suicidaría.

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Las incongruencias de aceptar el suicidio asistido

Una declaración de los obispos de EE.UU.

Las incongruencias de aceptar el suicidio asistido

ACEPRENSA

24.JUN.2011

Los cuidados paliativos, no la eutanasia ni el suicidio con cooperación médica, son la respuesta justa al sufrimiento de los pacientes terminales, subraya la Conferencia Episcopal de Estados Unidos en una declaración del pasado 16 de junio.

La creación de una categoría de personas que estarían mejor muertas origina una presión sobre los pacientes.

Rechazar el suicidio asistido –legalizado en dos estados, Oregón y Washington– no equivale, señala la declaración, a prolongar la vida con terapias fútiles o desproporcionadamente gravosas. Tampoco supone privar a los pacientes de los tratamientos contra el dolor por temor a acelerar la muerte. Hoy se dispone de medios analgésicos eficaces y se sabe cómo ajustarlos al tipo y grado de dolor que tenga el enfermo. Con ellos, y con la atención al sufrimiento psíquico y espiritual, los cuidados paliativos logran aliviar los miedos y dificultades que pueden llevar a algunos pacientes a desesperar y plantearse el suicidio.

“Unos buenos cuidados paliativos –añade la declaración– pueden también permitir

a los enfermos atender los asuntos pendientes de su vida, y alcanzar la paz con Dios, con sus seres queridos y consigo mismos. No se debe despreciar este tiempo como si fuese inútil o sin sentido. Aprender a afrontar la última etapa de nuestra vida terrena es una de las cosas más importantes y llenas de sentido que uno ha de hacer, y los cuidadores que ayudan a otros en este proceso hacen también un trabajo de enorme importancia”.

En países que han invocado la idea de autonomía personal para justificar el suicidio asistido y la eutanasia voluntaria, algunos médicos han terminado por provocar la muerte de adultos que nunca la pidieron y de recién nacidos sin posibilidad de decidir al respecto.

Para que otros no decidan por los vulnerables

Con estas bases, el documento da la réplica a los argumentos a favor de legalizar el suicidio con cooperación médica. Primero, dice, no es esa una forma de dar más libertad a los enfermos. Los supuestos beneficiarios de esas leyes son personas vulnerables. Es frecuente que quienes se plantean suicidarse en situación de

enfermedad grave sufran depresión o algún otro problema psíquico. No se puede creer sin más que desean poner fin a su vida con plena conciencia y libertad. La declaración señala que, por el contrario, las leyes de suicidio asistido no exigen que se compruebe primero si hay alguna afección psíquica en quienes lo reclaman, ni impiden que se suministren las drogas letales si se detecta un problema de ese tipo.

Los obispos advierten también que “incluso decisiones aparentemente libres pueden estar condicionadas por la influencia indebida de otras personas”. En principio, la ley protege a todos contra la inducción al suicidio, pero donde se admite la cooperación médica al suicidio se hace una excepción con una clase de personas, las que tienen una esperanza de vida corta, generalmente inferior a seis meses. Tal definición resulta necesariamente ambigua, tanto porque la estimación no puede ser exacta, como porque la esperanza de vida es mayor o menor, según los cuidados que reciba el enfermo. Por eso siempre existe el riesgo de que la categoría se extienda a pacientes no terminales.

En todo caso, la creación de una categoría de personas que estarían mejor muertas origina una presión sobre los pacientes: quienes decidan seguir viviendo hasta el desenlace natural de la enfermedad pueden verse como egoístas o irracionales, como una carga para otros. Así, “la causa del suicidio asistido favorece una noción distorsionada y estrecha de libertad, al crear una expectativa de que determinadas personas, a diferencia de otras, saldrán beneficiadas si se les

inclina a escoger la muerte”. Se pone en acción entonces una lógica perversa. “En países que han invocado la idea de autonomía personal para justificar el suicidio asistido y la eutanasia voluntaria, algunos médicos han terminado por provocar la muerte de adultos que nunca la pidieron y de recién nacidos sin posibilidad de decidir al respecto”.

En fin, dicen los obispos, hay que atenerse al principio de que el ser humano tiene unos “derechos inalienables”, de los que el primero es el derecho a la vida. “No se puede defender la libertad y la dignidad humanas devaluando la vida humana. La decisión de quitarse la vida es una suprema contradicción de la libertad, la opción de suprimir todas las opciones. Y una sociedad que devalúa la vida de ciertas personas acelerando y facilitando su muerte, al final perderá el respeto por los otros derechos y libertades”.

Por todo ello, la Conferencia Episcopal estadounidense invita a defender la dignidad de los enfermos graves y promover soluciones que afirmen el valor de la vida y alivien las penalidades de quienes sufren. El dolor humano es una llamada a la solidaridad y a la responsabilidad de cuidar. “Sostener que la „salida fácil‟ de una

sobredosis de medicamentos puede sustituir esos esfuerzos es una afrenta a los pacientes, a los cuidadores y a los ideales de la Medicina”.

Violencia de género: verdad incómoda

 

 

La violencia contra mujeres es más frecuente en parejas no casadas : realidad políticamente incorrecta.

Las estadísticas españolas muestran una diferencia de 13 a 1 con respecto a los matrimonios
Fecha: 10 Enero 2007

En España, un número desproporcionado de malos tratos a mujeres son obra de los compañeros o ex compañeros, según los últimos datos publicados por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, del Consejo General del Poder Judicial. Esto concuerda con investigaciones en otros países, donde también se ha comprobado que la violencia contra la mujer es más frecuente en uniones de hecho que en matrimonios (ver Aceprensa 101/02).

Una estadística dada a conocer por el Observatorio a finales de diciembre pasado se refiere a los casos de maltrato a mujeres llegados a los tribunales durante el segundo trimestre de 2006. La distribución de los agresores por el tipo de relación con la víctima se hace con respecto al total de órdenes de protección incoadas en el periodo. Una orden de protección es una medida cautelar que puede tomar el juez, por ejemplo para prohibir al denunciado por malos tratos que se acerque a la víctima. Los jueces conceden la mayoría de las órdenes que se incoan.

Resulta, pues, que en el periodo considerado, el 35,6% de las órdenes de protección se dictaron contra el marido; el 30,2%, contra el compañero; el 21,8%, contra el ex compañero, y el 12,4%, contra el ex marido. Los porcentajes son semejantes a los registrados en periodos anteriores.

Como en España el 94% de las parejas están casadas, según el censo de 2001 (ver Aceprensa 105/04), es significativo que entre los denunciados por malos tratos, los compañeros estén a tan poca distancia de los maridos. Si la violencia contra la mujer (también llamada «de género») fuera tan frecuente en los matrimonios como en las parejas de hecho, entre los agresores tendría que haber una proporción de maridos 15 veces mayor que la de compañeros. En cambio, la frecuencia de malos tratos es unas 13 veces mayor en las parejas de hecho que en los matrimonios.

Llama la atención, por otra parte, la elevada proporción de ex compañeros: más de dos tercios de la correspondiente a la de compañeros. En cambio, la de cónyuges casi triplica la de ex maridos. Esto puede indicar que la ruptura de una pareja de hecho es más conflictiva, contra lo que podría parecer. Cualquiera que sea la razón, el hecho es que la mayoría de los casos (52%) corresponde a parejas de hecho, vivas o rotas.

Casos de homicidio

Otra estadística que el Observatorio publicó a finales del mes pasado muestra resultados semejantes. Se trata de los datos sobre homicidios en casos de violencia de género y también doméstica: incluidos, por tanto, aquellos en que la víctima era varón.

En 2005, año de los datos más recientes, murieron a manos de sus parejas o ex parejas 59 personas, 52 de ellas mujeres; en la mayoría de los casos, la relación entre víctima y agresor era o había sido de hecho. Los cónyuges (la estadística no distingue los sexos en cada categoría) cometieron 21 de los 59 homicidios, y las parejas de hecho sólo tres menos. Entre los «ex» predominan los de hecho, con 8 homicidios frente a 2 de ex cónyuges. Los 10 casos restantes corresponden a noviazgos vigentes (7) o rotos (3).

A principios del nuevo año, la Delegación Especial del Gobierno contra la Violencia sobre la Mujer publicó que en 2006 murieron en España 68 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas. El recuento dio pie a que se comentara con preocupación el considerable aumento con respecto a 2005. Pero sería más exacto decir que en 2005 hubo un notable descenso, ya que en 2004 se registraron 69 muertes, y 65 en 2003, según el Observatorio. En realidad, tales oscilaciones de unos números por debajo del centenar probablemente no responden a ninguna tendencia general, pues suponen unas variaciones insignificantes de la tasa de homicidios en relación con el total de mujeres.

El Observatorio también ha publicado la estadística de casos judiciales sobre violencia doméstica durante el primer año de vigencia de la Ley Integral contra la Violencia de Género (julio 2005-junio 2006). Esta ley, que aumentó las penas y creó juzgados especiales para recibir las denuncias, ha tenido por efecto un notable aumento de las condenas. Antes eran absueltos dos de cada tres procesados por violencia doméstica; ahora se condena al 72%.

En resumen, en el primer año de aplicación de la nueva ley, llegaron a los juzgados 146.780 casos, de los que se desestimaron 25.220, el 17,2%. De los admitidos, a finales de junio pasado 64.660 seguían en fase de instrucción, 16.108 estaban instruidos y pendientes de juicio, y 40.792 se habían concluido. De estos, 29.356 (el 71,9%) terminaron en condena del acusado.

Rafael Serrano

Fuente :Aceprensa

 

La Inquisición Gay

LA INQUISICIÓN GAY

Por Juan C. Sanahuja

Otro objetivo de la internacional rosa: prohibir las terapias contra la homosexualidad. El obispo de Namur acusado de homofobia. En Brasil un pastor luterano perseguido.

La Asociación de Psicología Americana (American Psychological Association-APA), que creo recientemente una Fuerza de Tareas para Respuestas Terapéuticas Apropiadas sobre Orientación Sexual, se distingue por oponerse tenazmente a las terapias de re-orientación sexual, es decir, a los tratamientos para curar la homosexualidad.

La APA tiene una oficina especial para temas sobre homosexualidad, activamente pro-gay, (APA’s Lesbian, Gay, Bisexual, Transgender Concerns Office).

Consecuente con su ideología homosexualista la asociación creó en estos días una comisión para vigilar las terapias para dejar la práctica homosexual o superar la atracción por el mismo sexo, encargando de esta tarea a cinco activistas pro-gays, negándose a dar cabida en el seguimiento de esos tratamientos a profesionales especializados en ellos. Así, los psiquiatras de la National Association for Research & Therapy of Homosexuality (NARTH), fueron excluidos de los temas que se refieren directamente a su especialidad.

Los elegidos, según NARTH, son activistas que refuerzan lo gay -“gay-affirmative”-, hostiles a las personas con una atracción no deseada por el mismo sexo que quieren que se les ayude».

El grupo de seguimiento lo componen la Dra. Judith M. Glassgold, del comité editorial del Journal of Gay and Lesbian Psychotherapy. El Dr. Jack Dreshchner, un activista gay que, según NARTH, «es uno de los mayores enemigos de las terapias reparativas». El Dr. A. Beckstead, abiertamente escéptico respecto a la reorientación sexual y Roger L. Worthington, que recibió el premio de la LGBT Resource Center -University of Missouri-, en el 2001, por su empeño en imponer los temas LGBT (Lésbico-gays, bisexuales, transexuales).

«La APA envió zorras a cuidar el gallinero», declaró el presidente de NARTH, Joseph Nicolosi, y agregó, «la terapia de reorientación es para gente que no quiere ser gay, ¡y va a ser monitoreada por activistas gays para los que los homosexuales no tienen nada que superar!”.

Nicolosi especializado en reorientación de homosexuales sigue diciendo, «harán un informe pidiendo una declaración de la APA que afirme que la terapia reparativa/reorientadora es dañina y contraria a la ética; luego pedirán que todos los grupos psicológicos prohíban esta terapia».

Un obispo y un pastor

Mientras tanto por llamar anormales en un reportaje a los homosexuales, Mons. André-Mutien Léonard, obispo de Namur, Bélgica, ha sido acusado de homofobia, su caso fue ventilado en abril el Parlamento Europeo (NG 830) y podría ser enjuiciado en base a la ley antidiscriminatoria belga de 2003.

En Brasil, el pastor luterano Ademir Kreutzfeld corre el riesgo de ser llevado ante los tribunales por los mismos cargos -discriminación y homofobia- en base al programa gubernamental Brasil sin homofobia, porque convenció a varios comerciantes de no publicitar en un periódico que apoya la agenda homosexual.

28-06-07

Fuente: NOTICIAS GLOBALES. Es un boletín de noticias sobre temas que se relacionan con la PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA FAMILIA. http://www.noticiasglobales.org ;