Dejar de ser homosexual

El psicoterapeuta estadounidense y experto en terapia para personas con atracción hacia el mismo sexo, con 23 años de experiencia en este campo, Richard Cohen, explicó que las personas no nacen así y por

ACIPRENSA

Se puede dejar de ser gay porque no se nace así, afirma experto psicoterapeuta

tanto es posible que los homosexuales dejen de serlo.

En una amplia entrevista concedida a ACI Prensa el 1 de febrero, Cohen cuenta, entre otras cosas, su testimonio personal como exgay, lo que dice la ciencia sobre la homosexualidad y cómo ha ayudado a muchísimas personas a salir de ella.

Relata además que ahora vive felizmente casado, es padre de 3 hijos, no reprime su sexualidad y no se considera «homófobo» ni «antigay»; pues ama y tiene una especial empatía para con los homosexuales. Cuenta asimismo que ha escrito otro libro sobre este complejo tema.

El experto también responde a las críticas del lobby homosexual que lo ha atacado, especialmente en España, presionando para retirar su libro «Comprender y sanar la homosexualidad» (2004), que sin embargo generó un aumento en la demanda y que Cohen visite ese país del 7 al 10 de febrero, invitado por la editorial Libroslibres.com, que ha reeditado el texto con un tiraje de 7 mil ejemplares.

A continuación ACI Prensa presenta la entrevista completa con Richard Cohen:

ACI Prensa: ¿Cómo explica el éxito de su libro?

Cohen: no soy solo un psicoterapeuta profesional, también soy un exhomosexual y comprendo cómo se sienten

Quiero dejar de ser homosexual

Joseph Nicolosi

las personas que experimentan la atracción hacia el mismo sexo no deseada. Mi libro no es solo teoría, es real, ¡y funciona! Si alguien quiere dejar de ser homosexual para ser heterosexual, es posible. Yo lo hice y he ayudado a miles a hacer lo mismo. Las personas pueden visitar nuestro sitio web www.ComingOutLoved.com (Saliendo amados).

ACI Prensa: una de las cosas de las que lo acusa el lobby LGBT (gay) es que usted dice que la homosexualidad es algo que puede curarse. ¿Cómo explica esto?

Cohen: sigo a la ciencia. Sigo la verdad sin importar adonde lleve. Según la American Psychological Association, esencialmente las personas no nacen con atracción hacia el mismo sexo:

«Pese a que se ha hecho mucha investigación sobre las posibles influencias genéticas, hormonales, sociales, culturales y del desarrollo en la orientación sexual, no se ha encontrado datos que permitan a los científicos afirmar que la orientación sexual esté determinada por un factor o varios factores en particular. Muchos creen que la naturaleza y la alimentación cumplen roles complejos, muchas personas experimentan casi nada o nada del sentido de elección sobre su orientación sexual» American Psychological Association © 2008 http://www.apa.org/topics/sexuality/orientation.aspx (página 4).

Más de 80 años de literatura científica ha demostrado que hay muchas razones predecibles por las cuales las personas experimentan sentimientos homosexuales. Lo sé por mi propia vida y las vidas de los cientos con los que he trabajado como terapeuta, y con los miles que he visto en nuestros seminarios de sanación y las clases por teleconferencia.

ACI Prensa: si la homosexualidad es algo que se puede curar, ¿por qué no hay suficientes médicos que se dediquen y por qué esto no es muy difundido?

Cohen: los activistas homosexuales han trabajado duro para evitar que las profesiones médicas y de la salud mental ofrezcan ayuda a quienes experimentan la atracción hacia el mismo sexo no deseada. La razón por la que lo han hecho es porque los homosexuales experimentan mucho prejuicio.

Todo lo que quieren es ser amados y aceptados. Por lo tanto, desarrollaron una teoría innata e inmutable: se nace gay y no se puede cambiar. Pero eso es científicamente impreciso.

Que yo diga que alguien puede cambiar de homosexual a heterosexual amenaza a las lesbianas, los gays, los bisexuales y los transgéneros, hombres y mujeres. Entiendo su dolor porque experimenté la discriminación y el prejuicio cuando viví como gay.

Amo tanto y tengo mucha empatía por todos los homosexuales hombres y mujeres, los que viven una vida gay, y aquellos que buscan el cambio para vivir una vida heterosexual.

Somos libres para decidir la vida que queremos vivir. Respetémonos mutuamente en el espíritu del amor y la verdad. Este es asunto de derechos humanos, autodeterminación y libre expresión.

ACI Prensa: con su pasado tiene una perspectiva más profunda de la realidad de los homosexuales. Con esto en mente, ¿contra qué cosa cree que es más difícil luchar en la terapia en cuanto al estilo de vida gay?

Cohen: en mis 23 años de consejería con personas que experimentan sentimientos homosexuales no deseados, he encontrado cuatro tipos de personas:

1) Los jóvenes que tienen una lucha interna o están confundidos por su sexualidad.

2) Los hombres y mujeres que vivieron el estilo de vida gay, tratando de encontrar al señor o a la señora «indicada» y

no lo lograron.

3) Hombres y mujeres casados que aman a sus esposos pero están atraídos al mismo sexo; y

4) Los que creen que la conducta homosexual es incompatible con sus creencias espirituales/religiosas. La cuarta categoría puede relacionarse a cualquiera de las otras tres.

Ya que viví como gay y luché contra los sentimientos homosexuales no deseados por muchos años, puedo ver la relación con cualquiera de estas personas. Entiendo lo que genera sentimientos homosexuales, entiendo las causas que llevan a alguien a tener atracción hacia el mismo sexo.

Por lo tanto, tengo mucho éxito ayudando a hombres, mujeres y adolescentes a resolver sus conflictos interiores y cumplir sus sueños (heterosexuales).

ACI Prensa: algunas personas creen que usted solo reprime su homosexualidad. ¿Qué les diría?

Cohen: esta pregunta me parece muy graciosa y me la hacen frecuentemente. ¡No saben lo que se siente estar en mi pellejo! Cuando curé las causas que originaron mi atracción hacia el mismo sexo, mis sentimientos homosexuales se disiparon, verdaderamente dejaron mi fisiología y mi psicología.

Hoy en día soy un hombre heterosexual pleno, casado casi por 20 años con mi hermosa esposa con la que tengo tres hijos maravillosos. Estoy viviendo el sueño. Es fantástico y amo mi vida.

ACI Prensa: usted ha dicho que siempre hay una historia dolorosa detrás de una persona homosexual ¿A qué se debe eso?

Cohen: enfrentémoslo, todos tenemos nuestros problemas, homosexuales y heterosexuales por igual. Nadie

vive sin problemas. Tendemos a mirar a los homosexuales y a señalarlos. ¡Pero cuando lo hacemos, tres o cuatro dedos se levantan hacia nosotros!

Necesitamos amar a todos los hombres y mujeres homosexuales, escuchar sus historias y convertirnos en agentes de amor verdadero para ellos. El cambio es el resultado de la sanación y el amor. El amor es la gran medicina para curar el dolor.

ACI Prensa: ¿cuál sería su mensaje personal para las personas homosexuales?

Cohen: sé como se sienten. Los amo. Viví la vida gay por muchos años. Elegí un camino diferente para buscar el cambio y ser heterosexual. Respetémonos mutuamente. Abracémonos y optemos por el amor.

ACI Prensa: ¿Qué va a hacer en España y por qué España?

Cohen: muchos editores no tienen las agallas para publicar un libro como «Comprender y Sanar la Homosexualidad». Estoy muy agradecido a Libros Libres por llevarme a España para compartir la verdad sobre la homosexualidad: si alguien verdaderamente quiere cambiar de gay a heterosexual, de homosexual a heterosexual; puede hacerlo.

Además, no somos ni antigay ni homofóbicos. De hecho, siempre defenderé los derechos de mis hermanos y hermanas gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros.

ACI Prensa: ¿Va a algún otro país, cuáles y para qué?

Cohen: acabo de terminar un programa de capacitación en consejería en Ciudad de México. Hemos capacitado a 30 terapeutas de México, Venezuela y Colombia para ayudar a quienes experimentan la atracción hacia el mismo sexo no deseada y sus familiares. Son muchos los padres, hermanos y amigos que no saben cómo amar y ayudar a sus familiares y

amigos homosexuales.

He escrito otro libro que detalla 12 principios para ayudar a los homosexuales y sus familiares que se titula Gay Children, Straight Parents (Hijos gays, padres heterosexuales).

Mi corazón desea entrenar terapeutas en todo el mundo que quieran ayudar a hombres y mujeres que experimentan la atracción hacia el mismo sexo no deseada, así como a sus familiares y amigos. Estoy muy emocionado por ir a España. La considero una cultura hermosa y excepcional. ¡Nos vemos pronto por allá!

Comprender y sanar la homosexualidad

Richard Cohen, autor de Comprender y sanar la homosexualidad:

Detrás de cada persona con atracción homosexual hay un niño herido, una persona que sufre; lo que esperan de nosotros es comprensión y aceptación, no que los juzguemos ni que nos alejemos de ellos. Éstas son las bases del libro Comprender y sanar la homosexualidad (ed. LibrosLibres), que ya ha alcanzado su 10a edición.

Su autor, el norteamericano Richard Cohen, conoce por su propia experiencia el sufrimiento de la homosexualidad, así como la liberación que supone el recorrido hacia un comportamiento heterosexual. Hoy,

Alfa y Omega

«Ellos nos necesitan»

está casado y es padre de tres hijos, y lleva décadas ayudando a cientos de personas y a sus familias a solucionar un problema que tiene salida

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

En los testimonios que recoge en su libro siempre hay un niño que sufre. ¿Es una pauta que se repite en todas las personas con tendencia homosexual?

Absolutamente. La homosexualidad comprende dos elementos: dolor y heridas en el corazón, que no han sido curados ni resueltos; y una necesidad de afecto y de amor, que no ha sido satisfecha. Nadie nace con esta inclinación, por naturaleza.

Pero hay quien defiende que la conducta homosexual es natural…

No es nada natural, como tampoco lo es que un hombre consuma pornografía, o que mantenga relaciones sexuales con muchas mujeres, o que una mujer mantenga relaciones sexuales con muchos hombres, o que personas casadas tengan relaciones fuera de su matrimonio. Todos tienen herido el corazón, pero su dolor y sus carencias se manifiestan de forma distinta. No es natural este tipo de

Quiero dejar de ser homosexual

Joseph Nicolosi

conductas. Por debajo de ellas siempre encuentras dolor y una insatisfecha necesidad de amor. Buscan sexo para satisfacer esa necesidad. Pero ese vacío no se llena con sexo.

¿Entonces qué cura esas heridas?

El sexo no cura ni a los homosexuales ni a los heterosexuales. La necesidad de afecto y de amor que todos tenemos es la misma necesidad de amor que tiene un niño. Dentro de un homosexual hay un niño herido, que necesita ser amado. Todos necesitamos amor auténtico, amor de verdad.

¿Cómo ha influido la revolución sexual en la aceptación social de las conductas homosexuales?

Yo viví los años 60. Los homosexuales querían ser libres, aceptados y amados. Ninguno de los lugares en los que debían haber encontrado la solución a sus problemas –la Iglesia, el sistema educativo, las instituciones sociales y, por supuesto, la familia– logró mostrarles el amor que necesitaban, sino que los juzgaron y los rechazaron. El movimiento homosexual es, en realidad, el resultado del fracaso, en este ámbito, de estas instituciones. Hoy comprobamos que la revolución sexual, después de tantos años, ha fallado. Hay que buscar un nuevo modelo. Si siguen las reivindicaciones acerca del matrimonio homosexual, de la posibilidad de adopción por parejas gay…, nada va a funcionar realmente. Conseguirán lo que quieren, pero no lo que realmente necesitan.

¿Cree que la sociedad entiende bien el problema y el dolor de las personas con tendencia homosexual?

Sentirse amenazado por la homosexualidad es una reacción biológica: Dios ha puesto en nosotros ese instinto de protegerme a mí y a mi familia. Sin embargo, uno debe acercarse e intentar aprender de esas personas. Ellos sufrieron mucho en su infancia y adolescencia. Hablo de conocernos y comprendernos, para luego poder querernos.

Entonces no hay que juzgar…

Nosotros mismos somos la solución al problema homosexual. Ellos necesitan que les enseñemos el amor tal como es de verdad. Hay que intentar ser amigos, hermanos y padres de estos hombres y mujeres que están tan necesitados de nosotros. No estoy diciendo que haya que aprobar su conducta, sino que debemos intentar mostrarles el verdadero amor. Cristo se encontró con la samaritana en el pozo, se dirigió a ella y habló con ella, algo que se suponía no debía hacer. Probablemente, la samaritana era una prostituta, pero Cristo no se lo echó en cara, no la insultó, no le llamó la atención por vivir en pecado, ni nada de eso. Él vio la persona herida que había en su interior, y le mostró un amor increíble. No la juzgó, en absoluto. Y todo su comportamiento inapropiado lo cubrió de amor. Nosotros debemos ser la imagen de Jesucristo para los demás; debemos querer a los demás como Él lo hace. Si no, esa aceptación la buscarán en el mundo gay.

¿Qué podemos hacer?

Conozco una familia con dos hijas lesbianas. Cuando el padre se enteró, les recriminó que era algo horrible, que se iban a condenar, etc. Al cabo de un tiempo, el padre y la madre vinieron a solicitar mi ayuda. Y yo le dije al padre: Necesitas arrepentirte y pedir perdón a tus hijas; ponte de rodillas y pídeles perdón por todas esas cosas tan horribles que les dijiste. Y luego le pedí que invitara a sus hijas y a todas sus amigas lesbianas a cenar a casa, y que les diera un auténtico banquete. Imagina la escena: al padre le encanta el vino, y sirvió su mejor vino a todas y cada una de sus invitadas lesbianas. Cuando volvimos a hablar, me dijo: Nunca en mi vida me he sentido tan cerca de cómo se sentía Jesús. Y reconocía: He podido sentir el amor que Dios tiene por cada una de estas chicas. Después, los padres siguieron mi programa de terapia, sobre todo la madre, para poder llegar al dolor interior de sus hijas. Hoy, ambas están casadas, y cada una tiene dos hijos.

Aborto: del feminismo radical a la “solución final”

Aborto: del feminismo radical a la “solución final”, por M. A. Ortega

Publicado por

http://blogs.hazteoir.org/opinion/2009/03/23/aborto-del-feminismo-radical-a-la-%e2%80%9csolucion-final%e2%80%9d-por-m-a-ortega/

23 Marzo 2009

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“La igualdad feminista radical significa no simplemente igualdad bajo la ley, sino mas bien que las mujeres no tengan que dar a luz. La destrucción de la familia biológica permitirá la emergencia de mujeres y hombres nuevos, diferentes de cuantos han existido anteriormente”

Alison Jagger

«Political philosophies of woman`s liberation». 1977

 

Emanciparse de la esclavitud de la maternidad es un pilar básico del pensamiento feminista más radical, sin el cual no se entiende la revolución que el feminismo socialista está imponiendo en España a golpe de Decreto y propaganda. Si bien es cierto que para una gran mayoría de la sociedad española resulta inconcebible, por irracional, que una adolescente de dieciséis años pudiera abortar sin permiso paterno (mientras que no puede tomar una cerveza o ponerse un piercing sin el citado consentimiento), es igual de evidente que esta aberración abortista radical está asumida por el feminismo socialista desde Simone de Beauvior. Según la compañera sentimental del filósofo que concebía la vida como náusea y pasión inútil “el feto es un invasor extraño que le roba a la mujer su individualidad frente al considerado por los médicos como una entidad sagrada para definir la identidad de la mujer. La lucha de la mujer será, por tanto, la lucha entre los intereses de la especie y los de la mujer individual” (Simone de Beauvior. El segundo sexo. Citado en La Revolución silenciosa. Libroslibres. Jesús Trillo Figueroa).

 

El 14 de marzo de 2004 el Partido Socialista Obrero Español gana las Elecciones Generales y España se constituye en el único país de Occidente donde el feminismo radical alcanza la cumbre del Poder Ejecutivo aliado con el socialismo de corte posmoderno. El cambio es cualitativo pero la batalla ideológica se venía gestando desde, al menos, las dos últimas décadas. Celia Amorós y Amelia Valcárcel hacen un verdadero trabajo de “orfebrería ideológica” en el ámbito universitario. El fruto maduro de esta tarea (nunca improvisada) es un caldo de cultivo de pensamiento generalizado que se va empapando de una ideología de género que pasa desapercibida para la mayoría de la sociedad. Foucauld ya había concebido un arma desconocida hasta entonces: la manipulación del lenguaje era la antesala del dominio generalizado de las conciencias. Una dictadura perfecta digna del 1984 orwelliano.

 

¿Qué tiene que ver el aborto en esta reflexión y por qué incluir la misma en el apartado de “Ciencia con Conciencia” de nuestro blog? Creo que esta ley del aborto, made in Spain, ya se ha extralimitado claramente de la reflexión científica y filosófica. La prueba es que hubiera sido el Ministerio de Sanidad el que habría liderado este proyecto antinatalista y eugenésico. Pero lo cierto es que ha sido el Ministerio de Igualdad el que formalmente ha capitaneado este engendro de verdadera ingeniería social. ¿Por qué? Los defensores de este proyecto totalitario no están por la labor de rebatir argumentos científicos o filosóficos (“cuestiones religiosas” las denomina la ministra Aído) porque para ellos es una cuestión puramente ideológica.

 

Gádor Joya, la coordinadora de Derecho a Vivir, se preguntaba esta semana cómo era posible que la “Comisión de estudio” del Proyecto de Ley no citara en el Congreso a alguno de los muchos científicos españoles que están bien dispuestos a dar buenas razones sobre la evidencia de que el embrión y el feto humano son, sin ningún género de dudas, vida humana y, además, constituyen un verdadero individuo humano.

 

            El radicalismo feminista y la ideología de género constituyen la matriz de pensamiento omnicomprensivo y cerrado en virtud del cual se “entiende” el último por qué de este magno Proyecto Totalitario y Exterminador de seres humanos. No hay lugar a la posibilidad de debate ni espacio para la reflexión. Pareciera que no solamente se hubiera decretado, de forma interesada,  la muerte de Montesquieu sino que la Razón Ilustrada también se hayara en trance de ser inmolada para mayor gloria de la utopía que traerá, indudablemente, la definitiva felicidad a todos y todas los ciudadanos y ciudadanas. El feminismo radical que surge a partir del 68 es “opción política que con el tiempo ha evolucionado hasta convertirse en una ideología política cerrada y con aspiraciones totalitarias”, según Jesús Trillo Figueroa.

 

Una última reflexión: existe otro ámbito de la Administración Pública que realiza una labor insustituible y fundamental para los intereses de este nihilismo posmoderno “seducido por la muerte”. Me refiero al Ministerio de Educación dirigido por la Sra. Cabrera. El gravísimo problema suscitado con la imposición intolerable de Educación para la Ciudadanía y la consiguiente respuesta heroica de los padres objetores se enmarca perfectamente en toda esta deriva totalitaria. Es condición sine qua non para el éxito del Proyecto socialista que las próximas generaciones conciban el aborto como la “interrupción voluntaria del embarazo” a la que toda mujer tiene derecho en virtud de un supuesto “derecho reproductivo”. No lo olvidemos: aquí ya no “pintan” nada ni el varón, ni el médico, ni la familia ni el resto de la sociedad. Es una elección absolutamente libre de la mujer contra ese feto que, recordémoslo, es “el invasor extraño que le roba a la mujer su individualidad”.

 

MIGUEL ÁNGEL ORTEGA.

PROFESIONALES POR LA ÉTICA-MADRID

 

Abusos sexuales

Psicología y abusos sexuales por parte del Clero
Entrevista con Gerard van den Aardweg

HAARLEM, jueves 29 de abril de 2010 (ZENIT.org).- El comportamiento pedófilo – como en el caso de abusos sexuales de niños por parte del clero – no se puede equiparar con la homosexualidad, pero la investigación revela que ambos tampoco están desconectados, dice un psicoterapeuta católico.

Gerard van den Aardweg ha trabajado como terapeuta durante casi 50 años en su patria, Holanda, especializándose en casos de homosexualidad y de problemas conyugales. Ha enseñado en todo el mundo, y ha escrito mucho sobre la homosexualidad y la pedofilia, así como la relación de estos temas con otros temas: la atracción homoerótica en el sacerdocio, la «Humanae Vitae», y los efectos de la paternidad homosexual.

Los libros publicados por él incluyen: Battle for Normality: Self-Therapy of Homosexuality y On the Origins and Treatment of Homosexuality.

Van den Aardweg ha sido miembro del Comité Científico Asesor de la Asociación Nacional para la Investigación y Terapia de la Homosexualidad, desde que la organización fue fundada en 1992. Es también el editor europeo de la revista Empirical Journal of Same-Sex Sexual Behavior.

En esta entrevista concedida a ZENIT, habla de las formas en que los medios de comunicación pueden estar distorsionando los hechos sobre el abuso sexual de menores y los datos empíricos acerca de la pedofilia y la homosexualidad.

La segunda parte de esta entrevista se publicará en el servicio de mañana viernes.

-Las noticias recientes en Europa se han centrado en los casos de abuso sexual de menores por sacerdotes. En su opinión como psicólogo, ¿por qué ha habido un brote semejante en el sacerdocio?

Van den Aardweg: La idea de un más o menos reciente brote de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes pueden ser sugeridos por los medios de comunicación, pero no hay que tragárselo.

El brote real del que somos testigos está en la atención de los medios sobre el tema. No debemos confiar en los medios de comunicación en esta materia, sobre todo en los periódicos y en los canales de televisión de tendencia izquierdista y liberal, porque explotan estos escándalos para su propia agenda.

Sin duda, el escandaloso de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes y religiosos se produjo, en el pasado, con demasiada frecuencia, y más de lo que muchos han pensado o creído, y todavía ocurre. Sin embargo, la situación mejora claramente, y el pico de los abusos se sitúa aproximadamente entre 1965 y 1990, es decir, hace 20 años.

Eso no es sorprendente, porque la revolución sexual en el mundo secular no se detuvo en la puerta de la Iglesia. Sin embargo, eso no quiere decir que ese comportamiento fuese típico de los sacerdotes y frailes, o que ocurrieron con mayor frecuencia en las parroquias y en los institutos educativos católicos que en otros lugares.

Sin ninguna intención de comprobar su validez, las acusaciones, maduras o no, se emiten indistintamente, como si fuesen verdad probada, en un tono agresivo de “justa indignación”, a menudo comentadas de una manera hostil a la Iglesia. Día tras día se recalca el mismo mensaje.

Parece un condicionamiento pavloviano de la opinión pública: La asociación entre «sacerdote católico» y «abusador de niños» se refuerza en la mente del lector o del oyente, e implícitamente, también, la asociación entre la “doctrina moral católica sobre la sexualidad» y la «hipocresía».

-¿Hasta qué punto es fiable la información divulgada por los medios de comunicación en la actualidad sobre el abuso de menores en la Iglesia?

Van den Aardweg: La verdad se encuentra en el medio.

Es cierto que muchos casos graves fueron minimizados o encubiertos en el pasado.

Por otra parte, el cuadro negro actual de los medios de comunicación está bastante exagerado, una parte de las acusaciones tiene más carácter de rumores que de hechos concretos; en Holanda se hacen acusaciones sobre acontecimientos que habrían sucedido hace más de medio siglo – ¿la mayoría de la gente esperaría todo ese tiempo si hubiese sufrido una injusticia grave?

Y no se hace distinción entre los actos abusos graves, como los de sacerdotes o religiosos que coaccionaron física o psicológicamente a un niño vulnerable en una relación sexual durante un periodo largo de tiempo, lo que a menudo tiene profundos efectos en la víctima, y un contacto ocasional o un intento que no deja esos rastros.

Como ejemplo de esta última categoría, un sacerdote muy popular que enseñaba en una escuela secundaria trató de imponerse sexualmente en varias ocasiones a una serie de adolescentes, pero simplemente no lo tomaron en serio, algunos incluso le dieron una palmada en la cara cuando él llegó a ser demasiado molesto, y era objeto de bromas.

En un estudio británico con jóvenes adolescentes, el 35% de ellos dijo que había sido solicitado por un adulto homosexual (miembro de la familia, profesor, líder juvenil, etc) y que sólo el 2% de ellos había accedido.

Este es también un aspecto del problema. El comportamiento del maestro-sacerdote que acabo de mencionar, por supuesto, fue muy reprochable, pero no puede ser igualado con el de un sacerdote o religioso en un internado que hace el papel de padre cariñoso con un niño solo de un hogar destruido, y que luego abusa de su posición de poder para hacer que su afecto dependa de que el muchacho realice sus sucios deseos.

En Holanda, uno o dos internados tenía mala fama en este sentido, es evidente que algunos miembros del personal influyentes no eran buenos (y tendían a atraer a otros de su calaña), pero en muchos – probablemente la mayor parte – de los demás, las molestias sexuales fueron la excepción.

-Usted menciona la relación entre las personas con tendencias homosexuales y las personas que abusan de los niños. Algunos líderes de la Iglesia han sido criticados por hacer una conexión entre los dos grupos y otros han salido con declaraciones públicas acerca de que ambos están completamente separados y sin relación. Como psicólogo, ¿qué diría al respecto?

Van den Aardweg: Los datos sobre las denuncias de abuso sexual por sacerdotes en Estados Unidos, donde este tipo de escándalo ha sido mejor investigado, indican que el 14% de las quejas se referían a niños hasta 11 años de edad, el 51% afectaba a preadolescentes, y el 35% a adolescentes entre 15-17 años de edad. Podríamos decir que aproximadamente el 20% de las reclamaciones en general afectaba a niños, o, si queremos ser más liberales en nuestra definición, podemos estimar que un tercio de los casos técnicamente implican comportamiento pedófilo. En cualquier caso, no son la mayoría.

Para los países europeos, las estadísticas no están todavía disponibles, pero toda la información parcial de que disponemos apunta a un patrón similar. Además, este modelo se confirma para otros grupos de abusadores de niños del mismo sexo y adolescentes, en otras palabras, para los profesores, líderes juveniles, o el personal de los institutos educativos.

Ahora bien, la seducción y el abuso de los muchachos adolescentes no suele ser el negocio de los «pederastas».

Los pedófilos, en general, ya no se interesan en los niños después de que estos entren en la fase de la pubertad y desarrollan sus primeros rasgos masculinos; es el cuerpo y la psique infantil lo que les atrae.

Supongamos que también en Europa, alrededor del 20% o más – lo que no es muy probable – de las víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes estuviesen claramente por debajo de la edad de la adolescencia, y que todos estos sacerdotes abusadores fuesen realmente pederastas. Incluso entonces, la mayor parte de los crímenes deben ser atribuidos a sacerdotes y religiosos que no eran «pedófilos», sino de hecho personas con una orientación homosexual ordinaria.

Eso no es sorprendente. Porque es un hecho universal que muchos homosexuales autoidentificados se centran en los adolescentes – el término es efebófilos – y, si manifiestan sus sentimientos, muchos de ellos sienten la tentación de seducir a un adolescente si la ocasión se presenta.

-Usted dijo que su impresión es que sólo unos pocos sacerdotes son pedófilos homosexuales, es decir, se dirigen a chicos jóvenes, entre 8 y 11 años de edad. ¿Cómo se cuentan estos pocos hombres en la estimación de los cerca de 20% de los casos de abuso sexual de niños varones?

Van den Aardweg: Un pederasta activo puede hacer que muchas de las víctimas, por lo que causa muchas quejas.

Pero entonces, volviendo a la relación entre la homosexualidad «normal» y la pedofilia homosexual, muchos hombres que se identifican como homosexuales activos en ocasiones puede también haberse interesado en un chico que todavía es un niño o un preadolescente.

Aproximadamente una cuarta parte de los hombres homosexuales activos han informado de relaciones sexuales con chicos de 16 años y de menor edad, incluyendo con chicos prepúberes. Casi la mitad de los hombres homosexuales activos, según un estudio, informaron sobre algún interés en jóvenes de apenas 12 años de edad. Este porcentaje se puede suponer también para los sacerdotes homosexuales activos.

Esta es una zona gris, también porque, por razones comprensibles, a los hombres que se centran principalmente en los adolescentes – los homosexuales técnicamente efebófilos – no les gusta admitir que, en ocasiones, pueden tener sentimientos hacia niños aún más jóvenes.

Si el tabú sobre este tipo de contactos fuese menos estricto, yo esperaría mucho más comportamiento «en el límite de pedofilia» y claramente pedófilo por parte de los varones que se interesan por los adolescentes.

Esto lo sugieren también las declaraciones de una organización oficial gay conocida como Dutch COC (Club de Cultura y Ocio). En 1980 proclamó que «al reconocer la afinidad entre la homosexualidad y la pedofilia, el COC ha hecho muy posiblemente que sea más fácil para los adultos homosexuales volverse más sensibles a los deseos eróticos de los miembros más jóvenes de su sexo, ampliando así la identidad gay».

Por lo tanto, afirmaba, «la liberación de la pedofilia debe considerarse un asunto gay», y «la edad de consentimiento debe ser abolida».

–Volviendo a los problemas en el clero, ¿diría que el abuso ha aumentado porque hombres con tendencias preexistentes fueron admitidos en el sacerdocio, o hay factores que contribuyeron a este tipo de comportamiento con el paso del tiempo?

–Van den Aardweg: Un joven que es psicológica y emocionalmente maduro cuando se le admite en el seminario nunca acabará interesándose por la homosexualidad o la pedofilia. Si se siente excitado sexualmente y da rienda a sus sentimientos, buscará una mujer.

La «orientación» hacia niños o adolescentes en los sacerdotes que han abusado de los jóvenes nunca se ha originado durante los años de seminario o durante el sacerdocio.

En algunos casos, inicialmente puede haber sido más o menos latente, débil, pero siempre está esta laguna en sus sentimientos, la falta de sentimientos normales heterosexuales.

En determinadas circunstancias, al enfrentarse con jóvenes, o durante un período de desilusión o soledad, el dormido anhelo homosexual puede inflamarse.

Otros sacerdotes quizá siempre han sido conscientes de su atracción por los hombres, pero se las arreglan para vivir con ella sin exteriorizarla. Sin embargo, cada vez que se siente incapaz de hacer frente a las demandas o desilusiones de su profesión, en un mal momento podría comenzar ya sea hojeando revistas pornográficas – en nuestros días, en un sitio pornográfico en Internet – o empezar a consumir alcohol, a consolarse a sí mismo y entregarse a las fantasías sexuales, con lo que va de mal en peor.

La homosexualidad es más que un problema sexual.

Es parte de una variante más bien específica de la inmadurez de la personalidad, y entre sus síntomas más frecuentes están la falta de fuerza de carácter, la soledad interior, las dificultades para la formación de vínculos de amistad madura, la ansiedad y la depresión. Así, el estrés, en todas sus formas, puede debilitar la resistencia del hombre a entregarse a sus deseos.

Otros factores importantes que disminuyen el umbral de resistencia son la falta de apoyo personal y la dirección espiritual regular que tanto necesitan; la laxitud en la vida interior, espiritual, el abandono de la confesión regular, el mal ejemplo de otros sacerdotes en su entorno que llevan una doble vida, y el estar expuesto a teorías morales permisivas sobre la sexualidad en general y sobre la normalidad de la homosexualidad.

En este sentido, la actitud crítica de muchos teólogos y sacerdotes prominentes hacia el celibato y, sobre todo hacia la Humanae Vitae, ha sido un factor eficaz en el debilitamiento de la resistencia de muchos sacerdotes hacia conductas sexuales inadecuadas, seguramente en el caso de muchos con deseos homosexuales.

Como el Papa Pablo VI mismo explicaba en esta encíclica, disociar la sexualidad de la reproducción en la relación entre el hombre y la mujer tendría como consecuencia la aprobación de otras formas de sexo estéril como la homosexualidad.

Muchos de los escándalos sexuales que finalmente desencadenaron la reacción pública en los Estados Unidos, que está actualmente continuando en Europa, y que sirve de tan abundante material para la propaganda anti-católica, son una consecuencia lógica de décadas de rechazo abierto y de ignorar tácitamente la Humanae Vitae y la visión cristiana de la sexualidad que subyace en ella por parte de importantes sacerdotes, moralistas y obispos.

No se puede esperar que muchos sacerdotes y religiosos con debilidades, como los deseos homosexuales – y en ocasiones pedófilos – perseveren en su lucha interior por la castidad cuando constantemente escuchan decir que casi todo es correcto en la vida heterosexual, matrimonial o no: «¿Por qué debo ser el único al que no le está permitido sólo ocasionalmente darse un inocente placer sexual si no hace daño a nadie?».

–Los medios de comunicación rara vez se centran en el papel de la psicología en estos casos de abuso sexual, pero ¿no han estado por lo general los terapeutas implicados tanto en el tratamiento de sacerdotes agresores como en la asesoría a las autoridades de la Iglesia para tratar con estos problemas? ¿Qué diría usted sobre el papel de la psicología en estos casos?

–Van den Aardweg: A pesar de toda la crítica actual, no hay pruebas de que la mayoría de los casos de mala conducta sexual por parte de sacerdotes en el pasado más remoto, e incluso entre 1960-1980, se manejaran mal y de manera irresponsable.

A menudo se buscó un compromiso prudente entre la necesidad de proteger a los menores, la «resocialización» del delincuente, y el control de los daños sobre la parroquia, la diócesis, el instituto y la orden o congregación.

La terapia – o, en todo caso, las series de conversaciones con los profesionales – ha sido una de las medidas estándar. Este enfoque no ha sido diferente al utilizado en casos similares en las instituciones laicas, salvo que el castigo era eclesiástico.

Mirando hacia atrás, este manejo puede haber sido adecuado en muchos casos, pero a menudo no lo era. Una de las razones de la insuficiencia de estos procedimientos fue la ingenuidad de las autoridades de la Iglesia ante las desviaciones sexuales.

La tendencia fue subestimar la gravedad de los delitos, y creer que un delincuente con buenas intenciones, que, por otra parte, había ido a confesarse y había prometido corregirse, merece caridad y confianza más que cualquier otra cosa, y había que darle una segunda oportunidad.

Sobre todo, las autoridades de la Iglesia – no menos que las autoridades judiciales laicas – compartían una confianza demasiado optimista en las pujantes ciencias psicológicas y psiquiátricas. Encomendar un caso de abuso sexual a un psiquiatra o psicólogo era visto como la garantía más sólida contra la reincidencia.

Esto definitivamente no era una garantí, y sigue sin serlo. El efecto a largo plazo de la psicoterapia o la medicación en muchos casos de delincuentes sexuales es mínima, también porque la motivación de una persona para luchar la dura batalla consigo mismo puede ser bastante artificial y dependiente de la presión de las circunstancias.
Por otra parte, parece que, más o menos desde finales de los años 60, la respuesta a estos delitos se convirtió en muchos sectores de la Iglesia – no en todos – cada vez en más insuficiente, débil, negligente.

La tendencia laica de la psicología era la de enfatizar el aspecto de enfermedad mental de los delincuentes en general – pacientes, víctimas de la educación, etc. – en vez de en su responsabilidad ante su comportamiento inmoral.

El elemento de disciplina y castigo – en el caso de los sacerdotes y religiosos, la penitencia – era impopular, y esto se añadió frecuentemente a una flagrante falta de consideración de los sufrimientos y las necesidades de las víctimas de estos delitos.

La psicología tiene una gran responsabilidad sobre esta visión distorsionada e ideológica, y sin ninguna duda afectó profundamente en la forma en que las autoridades de la Iglesia reaccionaron ante las acusaciones de abusos sexuales que se les presentaron, en su conducta ante los miembros del clero que cometieron abusos sexuales, y en la actitud de muchos conocidos hombres de Iglesia y teólogos hacia homosexuales en general y sacerdotes homosexuales en particular.

Un factor importante en esto fue también el miedo a los medios de comunicación, a la opinión pública; si uno no se mostraba como «liberal» en este asunto y parecía «intolerante», podía suscitar reacciones hostiles en los medios y en ambientes de la misma Iglesia.

De todos modos, con frecuencia, las autoridades miraron a otro lado cuando se les presentaron casos de «pedofilia» o de otras conductas homosexuales de sacerdotes y, si tomaron medidas, con mucha frecuencia lo hicieron con «el encubrimiento de la caridad»: no se adoptaron castigos, quizá se les colocó en algún centro terapéutico, y en esos casos sin verificar los efectos.

 

–Algunos critican a la Iglesia porque, en el pasado, se ha permitido a sacerdotes que habían cometido abusos regresar al ministerio, tras haber participado en sesiones de psicoterapia. ¿Cree usted que los terapeutas pensaban que esos sacerdotes podían curarse realmente, y que se les podía confiar el cuidado de niños o adolescentes?

–Van den Aardweg: Esta crítica está justificada. A las autoridades, en esos casos, se les puede recriminar el hecho de que no tuvieron la prudencia para esperar unos dos años, verificar los resultados del tratamiento, y que no siguieron personal y críticamente el caso. Sus reacciones demasiado débiles fueron, en ocasiones, el camino más fácil.

También es verdad que, en general, los psicoterapeutas tenían, y siguen teniendo, demasiada confianza en sus ideas y métodos.

De hecho, la psicoterapia puede ayudar a un pequeño número de personas con inclinaciones sexuales anormales, como la homosexualidad, a cambiar radicalmente y, a un porcentaje más elevado, les puede apoyar para que sus sentimientos pierdan intensidad y su carácter obsesivo, de manera que toda su estabilidad emocional aumente de una manera considerable. Pero eso con frecuencia requiere años, y los mejores resultados los experimentan quienes se someten a la terapia por su propia iniciativa y no forzados por una situación externa.

Asimismo, un cliente que se somete a terapia puede reaccionar mejor durante la misma, y esto puede ocasionar el que el terapeuta considere prematuramente que está listo para regresar a su situación precedente; de ese modo, al ser sometido a una mayor presión interna y externa no disminuyen las posibilidades de que vuelva a caer en sus antiguos comportamientos.

Esto no sólo lo vemos en los casos de personas con problemas sexuales, sino también en otros casos de neuróticos y delincuentes. De todos modos, la prudencia exige que no se coloque nunca a una personas con estos comportamientos pasados en la antigua situación, al menos durante muchos años, pues sigue siendo vulnerable.

–¿Cuál es la actual relación entre las autoridades de la Iglesia y los psicólogos a la hora de trabajar con sacerdotes pederastas u homosexuales? ¿Ha cambiado con el pasar del tiempo?

–Van den Aardweg: Depende de las diferentes personas con autoridad, pero también de la posibilidad de poder contar con psicólogos católicos preparados. En Europa, ya sólo unos pocos psicólogos trabajan terapéuticamente con personas atraídas por el mismo sexo, dado que esta rama de la terapia está casi fuera de la ley en la Unión Europea, que ha adoptado oficialmente la ideología homosexual.

La terapia de las desviaciones sexuales es casi vista como una violación de los derechos humanos; las universidades sólo transmiten una visión basada en eslóganes políticamente correctos, se aísla a quienes podrían ofrecer cursos de terapia para profesionales. Sólo hay unos cuantos terapeutas cristianos especializados en este argumento.

Por lo que se refiere a la Iglesia, está aumentando el interés de cooperar con psicólogos y psiquiatras cristianos/católicos en particular por parte de aquellos obispos, superiores de seminarios, sacerdotes o teólogos que apoyan la mora sexual de la Iglesia.

Otros que se sienten inseguros en sus opiniones sobre esta materia, o que tienen miedo de enfrentarse a los medios de comunicación, a los sacerdotes y fieles liberales, o a sus propios teólogos, prefieren dejar sin trabajo a los psiquiatras y psicólogos que tratan la homosexualidad como un desorden. Pero creo que algo está cambiando para mejor en este sentido, aunque de manera lenta.

Por una parte, cada vez más jóvenes psicólogos y psiquiatras se interesan en lo que llamamos «psicoterapia cristiana o católica», es decir, métodos basados en una visión cristiana del ser humano, del matrimonio y la sexualidad, y de las desorientaciones sexuales, y que reconocen el valor terapéutico del «factor religioso», la conversión, la importancia de una vida interior espiritual, del ejercicio de las virtudes, y de la lucha contra los vicios, para beneficio de la salud y de la estabilidad de carácter.

Por otra parte, cada vez más obispos, teólogos y sacerdotes apoyan la promoción, explicación, aplicación y defensa de toda la doctrina católica sobre la sexualidad y el matrimonio, o simplemente hacen de la «Humanae Vitae» una parte esencial de sus actividades de reevangelización. Claro está, tratan de buscar el consejo y asistencia de psicólogos cristianos/católicos, y eso está llevando aquí y allá a promover una cooperación fecunda.

[Por Genevieve Pollock, traducción del inglés por Inma Álvarez]

Fuente: Zenit.org

Masturbación: FAQ

PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA MASTURBACION

  • Se han utilizado las diversas fuentes:
    • Documento Persona humana.
    • Apartado “masturbación” del capítulo “Jesús y los problemas de la vida sexual”, del libro de Mons. André Leonard, obispo de Namur (Bélgica) publicado por MC, Madrid 1994: La Moral sexual explicada a los jóvenes.
    • Algunos párrafos –adaptados- del apartado “Autoerotismo” del libro Educación de la sexualidad de José Antonio López Ortega, Eunsa. Bastante recomendable.
    • Adaptación de algunos textos de Consideraciones pastorales, de M. A. Monge, en Medicina Pastoral, Eunsa, 2002.
    • Adaptación del apartado “masturbación” de Teología Moral de Aurelio Fernández, Burgos 1996.
    • Adaptación de Compendio de la Moral Católica de Jean Marie Aubert, Edicep, 1987.
Estas preguntas y respuestas se dirigen fundamentalmente a los jóvenes cristianos que se esfuerzan por vivir la virtud de la Pureza y deben explicar a sus amigos, en un contexto pagano, este aspecto de la virtud de la castidad.

  • En los libros y documentos que se han citan se encuentran muchos más matices y consideraciones, que los confesores tienen habitualmente en cuenta.

Documento Persona humana:

  1. C. Malicia intrínseca de la masturbación

Con frecuencia se pone hoy en duda, o se niega expresamente, la doctrina tradicional según la cual la masturbación constituye un grave desorden moral.

Se dice que la psicología y la sociología demuestran que se trata de un fenómeno normal de la evolución de la sexualidad, sobre todo en los jóvenes, y que no se da falta real y grave sino en la medida en que el sujeto ceda deliberadamente a una autosatisfacción cerrada en sí misma (ipsación); entonces sí que el acto es radicalmente contrario a la unión amorosa entre personas de sexo diferente, siendo tal unión, a juicio de algunos, el objetivo principal del uso de la facultad sexual.

Tal opinión contradice la doctrina y la práctica pastoral de la Iglesia Católica.

La razón principal es que el uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice esencialmente a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine. Le falta, en efecto, la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero.

A esta relación regular se le debe reservar toda actuación deliberada de la sexualidad.

Las encuestas sociológicas pueden indicar la frecuencia de este desorden según los lugares, la población o las circunstancias que tomen en consideración. Pero entonces se constatan hechos. Y los hechos no constituyen un criterio que permita juzgar del valor moral de los actos humanos.

La frecuencia del fenómeno en cuestión ha de ponerse indudablemente en relación con la debilidad innata del hombre a consecuencia del pecado original; pero también con el olvido del pudor, custodio de la castidad.

Ayuda a ver cómo la inmadurez de la adolescencia, que a veces puede prolongarse más allá de ella, el desequilibrio psíquico o el hábito contraído pueden influir sobre la conducta, atenuando el carácter deliberado del acto, y hacer que no haya siempre falta subjetivamente grave.

Sin embargo, no se puede presumir como regla general la ausencia de responsabilidad grave. Eso sería desconocer la capacidad moral de las personas.

En el ministerio pastoral deberá tomarse en cuenta, en orden a formar un juicio adecuado en los casos concretos, el comportamiento de las personas en su totalidad; no sólo en cuanto a la práctica de la caridad y de la justicia, sino también en cuanto al cuidado en observar el precepto particular de la castidad.

Se deberá considerar en concreto si se emplean los medios necesarios, naturales y sobrenaturales, que la ascética cristiana recomienda en su experiencia constante para dominar las pasiones y para hacer progresar la virtud.

  • ¿Qué se entiende por masturbación?

 

  • Darse a sí mismo el placer sexual, en solitario, por excitación voluntaria de las partes genitales.

 

En el autoerotismo, la sexualidad aparece como la posibilidad de un placer, de una descarga tension-distensión que restablece un equilibrio en la persona: se estructura así la percepción subjetiva del impulso sexual como una necesidad coactiva y cíclica.

Tal percepción, y el uso que de ella se hace en la masturbación, carece de un elemento directa y realmente personal, que, al máximo, puede ser simplemente figurado en la propia fantasía: esto es, la finalización del impulso sexual no encauza a una salida de si mismo para dirigirse a otra persona, sino a simular la causa neurofisiológica que produce la descarga de tensión con una estimulación genital.

Pero una acción así no puede hacer referencia a una motivación de sentido último, a la realidad de una excelencia de plenitud: está vacía de realidad verdaderamente humana, de una reciprocidad en la que el hombre puede encontarr verdadera compañía.

Por ello, se trata de una acción que, independientemente de la últerior intencionalidad subjetiva que tenga el sujeto y de su responsabildad, no ordena a la persona a una plenitud de vida, sino que la cierra en su soledad.

Actuando así, se desvirtúa el sentido humano de la sexualidad, considerando el cuerpo como objeto de placer y no como sujeto de amor, que en su mismo dinamismo corporal está refiriendo a la búsqueda de una comunión».

José Noriega, El destino del eros, 85

 

  • ¿Cómo la juzga la Iglesia?
  • Enseña que es siempre objetivamente una grave ofensa a Dios.
  • La Congregación para la Doctrina de la Fe, en su Declaración Persona Humana, nº 9 explica la razón principal por la que la considera una ofensa grave: porque
    • “el uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice esencialmente su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine”.
    • Y señala que le falta “la relación sexual requerida por el orden moral, aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero”.
    • Y no sólo es el Magisterio de la Iglesia. Se ha pronunciado así el sentido moral de los fieles y de personas de tantas culturas a lo largo de los siglos. Por eso la Iglesia enseña:
      “Tanto el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado”. Declaración Persona Humana, nº 9.
  • ¿Por qué la Iglesia la reprueba?
  • Porque la Iglesia quiere preservar el verdadero amor:
    • Porque es un acto fuertemente egoísta, que no está al servicio del amor, ni de la vida. Implica un erotismo narcisista. Todo egoísmo es falta de amor a Dios, y aleja de la madurez y de la capacidad de entregarse totalmente a los demás.
    • Porque contradice el sentido cristiano de la sexualidad, vivida como futura alianza de amor entre dos personas.
    • Porque choca frontalmente contra la interrelación hombre-mujer, que es lo que define el sexo.
    • Porque utiliza la facultad sexual de un modo que va en contra de su finalidad natural: los órganos genitales tienen su función dentro de una relación de entrega íntima que solo es plenamente humana cuando se da en el entorno del matrimonio, donde unos e entrega totalmente al otro. Las entregas parciales, no comprometidas, o auto-entregas, son simulaciones y mentiras.
    • Porque sobrevalora el goce sexual independientemente del amor.
    • Porque en este caso el ejercicio de la vida sexual no es fruto del encuentro amoroso entre el hombre y la mujer, sino que cada uno se cierra en sí mismo, sin relación al otro.
    • Y porque en ella el sujeto se repliega sobre sí mismo, en un disfrute egoísta de sí.

En conclusión, la Iglesia considera que el único lugar donde debe practicarse la sexualidad es en el matrimonio: sólo en él la sexualidad es legítima y realiza su finalidad.

  • Pero esta valoración no sirve para los no cristianos…
  • Sirve para todos los hombres, ya que esta valoración no depende de la fe religiosa, sino de una verdad natural.
  • Pues muchos no le dan ninguna importancia.
  • Sí; pero no es bueno banalizar el problema, como si masturbarse fuese algo tan inocente como rascarse la naríz.
    • Hay dos actitudes:

      Una que no le da importancia a la masturbación, porque considera la relación hombre-mujer, casi de modo exclusivo, como una fuente pasional y egoísta de placer. Se acaba justificando cualquier modo de ejercicio sexual.

      Una actitud que integra la sexualidad en la concepción global de la persona, en el amor.

  • Entonces, ¿el cristianismo está en contra del placer?
  • No; y dejando claro que esta reprobación no es algo específico dell cristianismo, conviene recordar que el cristianismo acepta y ensalza el sentido satisfactorio del ejercicio sexual, cuando se realiza respetando su verdadero fin: el encuentro en el amor entre un hombre y una mujer, que se entregan mutuamente.
  • Es decir: la masturbación es un acto de egoísmo.
  • Todo esto debe valorarlo el confesor. Hay situaciones en las que intervienen otros factores:
    • falta de una educación adecuada desde la infancia.
    • influencia negativa por parte de otras personas, etc.
    • Habitualmente suele ser síntoma de otros problemas más profundos.
  • ¿Cómo cuales?

  • Cada persona es distinta, pero hay algunas causas que se dan con cierta frecuencia:
      • En ocasiones, procede de conflictos internos diversos.
      • Otras veces son fruto de una visión egótica de la sexualidad, que no ha superado el nivel genital.
      • O puede ser consecuencia de una inmadurez afectiva, de fracasos personales, de situaciones propias no aceptadas, de una huída de la realidad, etc.
      • Esos problemas pueden haber provocado una tensión sexual que el sujeto busca superar recurriendo a ese comportamiento, que le conduce muy pronto al vacío y al disgusto. 
  • Hay algunos jóvenes que la consideran conveniente y positiva
  • No hay que olvidar que el demonio es “mentiroso y padre de la mentira” y que seduce a muchos jóvenes –también cristianos- sugiriéndoles que la masturbación no es un pecado: ¡incluso que es algo bueno!
    • Evidentemente, no es el pecado más grave que se pueda cometer: es mucho más grave cometer un asesinato; pero eso no debe hacer olvidar su gravedad; porque, cuando se convierte en un hábito (es decir, en una costumbre muy arraigada, muy frecuente), acaba por esclavizar a la persona, a la que acostumbra a una sexualidad egoísta, asfixiando en ella la vida espiritual.
    • Recuerda Leonard que «las culpas sexuales no son sin duda las más graves, puesto que el pecado por excelencia es el pecado de orgullo y el rechazo del amor.

      Pero el pecado de impureza es, sin embargo, quizá el más neurálgico, aquel cuyas consecuencias son más perturbadoras, porque alcanza al hombre o a la mujer en su propio cuerpo, es decir en ese nudo de nuestra condición propiamente humana, a la vez espiritual y carnal, que es nuestro cuerpo.»

    • Además, cuando se convierte la masturbación se convierte en hábito acaba disminuyendo la libertad y enturbiando los sentimientos, generando una gran falta de dominio de sí; y si no se supera a tiempo, tiende a prolongarse cuando una persona ha contraido matrimonio.
  • ¿ Qué postura debe adoptar un joven cristiano?
  • Un joven que quiera vivir rectamente -y en concreto, un joven cristiano- debe tener el coraje de enfrentarse a las falsedades.
  • La experiencia muestra, como escribe Leonard, que «el desorden sexual estropea el corazón humano, ahoga la vida espiritual, embota el gusto de las cosas de Dios y paraliza a la persona en su capacida de relación con el Señor y con los otros, replegándose sobre sí misma.

    La impureza es un lodazal del cuerpo y del corazón. Es una perversión del cuerpo y del corazón, de ña que sólo te podrá librar un amor mñas grande».

  • No faltan quienes dicen: si uno no se masturba, acabará liberando de todas formas el exceso de esperma por medio de una polución nocturna. ¿Qué más da, entonces, hacer lo que la naturaleza va a hacer de todos modos?
  • A los que argumentan con estos y parecidos argumentos hay que mostrarles que no siempre es bueno usar la libertad para hacer lo que la biología realiza de forma casi mecánica y espontánea.

    Una polución nocturna inconsciente no lleva a ningún repliegue egoísta sobre uno mismo; y no tiene alcance moral; mientras que la masturbación voluntaria, con las imágenes obscenas que la suelen acompañar, es un gesto egoísta que oscurece el alma y turba el corazón.

    En consecuencia, la inmoralidad de la masturbación no nace de la pérdida de semen humano, dado que la naturaleza es muy pródiga en este aspecto. La inmoralidad proviene del vano uso del sexo que obstaculiza la integración de la sexualidad en la unidad de la persona.

 

  • Algunos preguntan dónde se condena en el Nuevo Testamento.
  • La Iglesia enseña sobre este pecado que “la tradición de la Iglesia ha entendido, con justo motivo, que está condenado en el Nuevo Testamento, cuando en él se habla de “impureza”, de “lascivia” o de otros vicios contrarios a la castidad y a la continencia”. (Persona humana, 8)

 

  • Otros dicen que es un fenómeno normal.
  • No conviene confundir frecuencia con normalidad. «Es un desorden serio -recuerda Leonard- que contradice gravemente el sentido humano y cristiano de la sexualidad y del amor».
  • Si por normal se entiende lo que se da mucho desde el punto de vista estadístico, estamos de acuerdo. Pero la injusticia y la pobreza se dan mucho en nuestro mundo, y nadie las considera como un bien.
  • Conviene recordar que el cuerpo está hecho para el Señor, que es nuestra norma. Somos libres en Cristo, pero el que se entrega a la impureza deja de ser libre y acaba esclavizado por sus instintos.
  • ¿Qué influye en ella?

  • Muchos factores. Influye, sobre todo, la debilidad producida por el pecado original y el olvido del pudor por parte de la sociedad actual, como fruto de una cultura fuertemente erotizada.

 

  • ¿Causa enfermedades físicas o psíquicas?

 

  • En sí, no causa especiales enfermades físicas ni psíquicas (otra cuestión es todo lo que pueda depender del temperamento y la propensión anímica y psicológica de cada sujeto), pero –tratándose de un fenómeno de inmadurez— no puede decirse que sea sólo un simple desahogo psicológico.

 

  • ¿Cómo la supera un cristiano, especialmente cuando se ha convertido en hábito?

 

  • Poniendo los medios sobrenaturales y humanos que recomienda la Iglesia:

 

    • Pidiéndole a Dios, con fe y perseverancia, la virtud de la pureza con humildad.
    • Recurriendo a la oración frecuente, a la Eucaristía y a la intercesión de la Virgen.

      Leonard: «Esperarlo todo de la Eucaristía: ¡Cuerpo de Cristo, sálvame! Que este sea también tu grito en las horas de la tenación o del pecado».

    • Acudiendo a la Virgen Inmaculada.
    • Acudiendo todas las veces que sean necesarias al Sacramento de la Reconciliación. Es fundamental el recurso frecuente a este sacramento, confiando en la misericordia del Señor, sin desanimarse: Leonard: confesarte regularmente es «dar a tu Dios la oportunidad de amarte tal comoeres, de perdonarte tus faltas, y de curar las heridas de tu corazón y de tu cuerpo».
    • Cultivando la sinceridad, que lleva no sólo a decir la verdad, sino toda la verdad de nuestra vida, yendo a las raíces, reconociéndote pecador ante tu Señor, sin dejarte descorazonar por tu fargilidad, pues el amor de Dios es mñás grabde que nuestro pecado. Cristo es el Cordero de Dios que lava los pecados del mundo.
    • Abriéndose a los demás, con generosidad, saliendo de uno mismo.
    • Ejercitando el dominio de sí mismo en cosas lícitas; para fortalecerse en el dominio de si mismo en las ilícitas.
    • Esforzándose por dominar la curiosidad y la dispersión mental.
    • Evitando con fortaleza y perseverancia las ocasiones de pecar: determinada publicidad, determinados periódicos, libros, revistas, etc; determinados programas de televisión; determinadas páginas web y uso del ordenador; determinados juegos en la play-station o en el móvil, canciones, etc.; determinadas situaciones, en determinados sitios y a determinadas horas, etc.
    • Esforzándose en vivir la sobriedad, especialmente en la comida y en la bebida, en sus diversos aspectos.
    • Haciendo obras de misericordia.
    • Aprovechando el tiempo, con un trabajo esforzado y diligente.
    • Cultivando el orden, sin caer en el desorden de trabajos y actividades agotadoras y frenéticas que producen grandes cansancios.
    • Poniendo esfuerzo por adquirir una afectividad generosa y madura.
    • Rechazando las tentaciones de susceptibilidad, enfado, tristeza y pesimismo; de queja interior; de vuelta obsesiva sobre los propios problemas.
    • Ocupándose en actividades ilusionantes, y cultivando ideales humanos nobles, culturales, espirituales, artísticos, etc.
    • Haciendo deporte y esfuerzo físico.
¿Cómo liberarse?

Además de los medios espirituales, de la ayuda de los Sacramentos, etc, Leonard recomienda:

La masturbación consiste en un repliegue sobre sí mismo. Contribuirás a liberarte desarrollando en tu vida los comportamientos que te descentran de ti mismo y te abren a Dios, al mundo, a los demás, a tus tareas.

Todo lo que estimula el sentido del trabajo, del compromiso y de la relación, te ayudará mucho.

Además, una vida equilibrada en la que no se duerme ni demasiado ni muy poco, en la que se deja un justo puesto al descanso y al deporte, te dispensará de recurrir a la excitación sexual a título de desahogo o de sonmífero.

En cuanto a las debilidades pasajeras, a las complicidades oscuras con las excitaciones espontáneas que puedes experimentar, sobre todo en periodos de fatiga o de angustia, deberás confiarlas a la misericordia del Señor.

 

  • Todo esto se integra en la unidad de la persona. Por esa razón, conviene poner todos los medios y al mismo tiempo: tanto los naturales como los sobrenaturales.

 

Noriega ofrece a los padres y educadores estas reflexiones:

«Conviene estar atentos a las situaciones que llevan al autoerotismo: la tristeza, el fracaso, la soledad, la dificultad de relacionarse con los demás y afrontar los retos de la vida.

La tristeza suele ser ocasión de impureza, ya que la persona busca salir de ella y encientra un sucedáneo fácil y complaciente en una experiencia vacía en la que se enroca para evitar enfrentarse con la realidad. No en vano el autoerotismo suele configurarse como una experiencia compensatoria.

El proceso de la tentación suele desencadenarse a partir de un corto circuito representativo y simbólico, que dificulta a la razón práctica el gobernar su propio dinamismo corporal, obsesionándose con la satisfacción sexual, hasta el punto de desencadenarse un proceso compulsivo.

En ocasiones puede ayudar el desenmascarar ese corto circuito representativo y hacer ver la inconsistencia de la necesidad con la que se presenta.

Cuando se ha hecho hábito en la persona, es preciso enseñar a luchar de dorma muy indirecta: por un lado, fomentando aquellas actividades en las que la persona pueda encontrar una satisfacción noble y humana, amistades sinceras que le permitán salir de sí misma y descubrir en ello el gozo de amar a los demás y serles útiles.

Por otro, ofrecer elementos narrativos indirectos, como pueden ser determinadas lecturas, películas, obras de arte que le ayuden a recomponer la imagen simbólica de la sexualidad a través de la mediación de la afectividad.

José Noriega, El destino del eros, 86

 

  • ¿Y en los casos en los que una persona tenga fuerte inmadurez, es tan grave?
  • Son los confesores los que deben dar una valoración moral a cada caso.
  • La Iglesia enseña en el documento “Persona humana” que la psicología “ofrece diversos datos válidos y útiles en el tema de la masturbación para formular un juicio equitativo sobre la responsabilidad moral y para orientar la acción pastoral. Ayuda a ver cómo la inmadurez de la adolescencia, que a veces puede prolongarse más allá de ella, el desequilibrio psíquico o el hábito contraído pueden influir sobre la conducta atenuando el carácter deliberado del acto y hacer que no siempre haya falta subjetivamente grave.
  • Sin embargo –concluye el Magisterio– no se puede presumir como regla general, la ausencia de responsabilidad grave. Eso sería desconocer la capacidad moral de las personas”.
  • En ese mismo sentido dice el Catecismo: “Para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales que pueden atenuar o tal vez reducir al mínimo la culpabilidad moral” (2352).
  • Por esta razón conviene acudir al confesor, que dará los consejos oportunos en cada caso, aconsejando al penitente los medios para vencer, tras considerar el comportamemiento de cada persona en su totalidad, y ver si vive los medios naturales y sobrenaturales recomendados por la experiencia ascética cristiana para superar las tentaciones

 

Efectos secundarios graves de la píldora

Plaga de efectos secundarios graves de la píldora anticonceptiva

Bayer: ¿Una marca de confianza? Fuente: www.zenit.otg
Por E. Christian Brugger

WASHINGTON, D.C., miércoles 6 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Es bueno saber que la productora de confianza de aspirinas, la Bayer, está pensando en nuestras hijas. La productora de anticonceptivos orales como Yaz, Beyaz y Yasmin fue citado en 2008 por la FDA por no tratar adecuadamente los restos de la hormona activa de las píldoras, drospirenona, la llamada “cuarta generación” de píldoras anticonceptivas.

Las cosas empeoraron hasta tal punto que la doctora Jennifer Ashton de la CBS News, juzgó la historia de interés periodístico. En el Show del 2 de junio Ashton contó que la FDA había emitido una nueva advertencia de seguridad en contra de las nuevas píldoras por miedo a un aumento del riesgo de coágulos sanguíneos peligrosos. El informe fue realizado en parte por la publicación de dos artículos en la British Medical Journal (1, 2) (BMJ) de abril de 2011, y que comparaba la seguridad de los anticonceptivos orales que usaban drospirenona con los anticonceptivos que usaban levonorgestrel (conocidos como la “segunda generación” de la progesterona sintética).

Estos dos artículos fueron publicados tras la trágica muerte, el pasado septiembre, de una joven de Nueva Jersey de 18 años de edad, Michelle Pfleger, que sufrió un infarto en la universidad, a partir de un paro cardíaco ya que tenía un gran coágulo de sangre en los pulmones, se cree que a causa de tomar Yaz. La gran farmacéutica respondió a los dos artículos diciendo que estas drogas no eran más peligrosas que otros anticonceptivos orales. Alentador. El 10 de mayo, la madre de Michelle presentó una demanda por homicidio contra Bayer, culpando a la Yaz de la muerte de su hija.

Muertes a causa de la Yaz o Yasmin no son nuevas para Bayer. Entre 2004 y 2008, la FDA recibió informes de más de 50 muertes de mujeres, algunas jóvenes de 17 años, que habían tomado los anticonceptivos de la Bayer.

En 2009, la compañía declaró que 129 demandas se habían producido por los problemáticos efectos secundarios y por problemas de comercialización de Yaz y Yasmin. Las demandas denuncian engaño en la publicidad, en la investigación y desarrollo de mala calidad, y haber comercializado las drogas a pesar de los informes post-comercialización que demostraban el riesgo de efectos secundarios potencialmente mortales.

Yasmin recibió la aprobación de la FDA en 2001. Poco después de que una asociación europea médica, la Dutch College of General Practitioners, avisó a sus médicos de que no prescribiesen esta nueva droga por causa de los múltiples casos de coágulos sanguíneos, incluyendo casos mortales de los que se había informado en Europa, ocurridos entre mujeres que tomaban el anticonceptivo oral. En 2002, una serie de informes de casos expresaron su preocupación por los

coágulos sanguíneos en las usuarias. Y hace poco más de un mes, la Agencia de Medicinas Europeas (EMA) anuncióla actualización delos anticonceptivos orales que contienen drospirenona por causa del riesgo de coágulos sanguíneos.

Mi amigo Richard Doerflinger, oyendo que la FDA estaba investigando (de nuevo) la droga de Bayer para poder plantear a las mujeres “el riesgo inaceptable de coágulos sanguíneos letales”, bromeó: “¿Quieres decir que la FDA piensa que existe un nivel aceptable de riesgo?”. Aparentemente los estudios de la BMJ concluyen que la mujer que usa anticonceptivos orales como el Yaz, tiene dos o tres veces más riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos potencialmente peligrosos que las mujeres que toman las drogas de la generación anterior.

Jennifer Ashton dijo que esto se traducía de un 8 entre 10.000 posibilidades de sufrir coágulos de sangre con las drogas antiguas a de 16 (a 32) entre 10.000 posibilidades con el tipo de drogas como el Yaz. En defensa de Yaz, Ashton dijo con dulzura: “El aumento de riesgo de un suceso raro es todavía un suceso raro”, que se lo digan a la madre de Michelle Pfleger.

¿Recuerda usted la crisis del Tylenol de 1982? Se informó de siete muertos en Chicago después de tomar tylenol extra-fuerte aparentemente relacionado con cianuro. Johnson & Johnson retiró decenas de millones de botellas con un coste de casi 100 millones de dóalres. ¿Cómo responderá Bayer a las muertes, aparentemente causadas por los anticonceptivos tipo Yaz? Colocando el siguiente aviso en la cabecera de su Web: “Beyaz y YAZ se asocian a un incremento de riesgo de efectos secundarios como coágulos sanguíneos, derrames cerebrales y ataques al corazón”.

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez] ***

E. Christian Brugger es Decano de Ética en la Culture of Life Foundation, y es profesor asociado de teología moral en el Seminario Teológico St. John Vianney en Denver, Colorado. Recibió su doctorado en Filosofía en Oxford en el año 2000.

Paternidad consciente

Paternidad consciente más que paternidad responsable

Janet Smith discute la verdadera naturaleza del sexo

ROMA, jueves, 22 enero 2009 (ZENIT.org).- ¿Cuántas veces somos plenamente conscientes de que una relación amorosa podría llevar a la impresionante responsabilidad de la paternidad? O, por poner otro ejemplo, si se tiene esta relación con otra persona, ¿nos preguntamos si podríamos ambos ser padres juntos?

Y sin embargo la conciencia de la paternidad debería ser algo central en la relación. Es una verdad que la Iglesia siempre ha enseñado, y constituye la esencia de la «Humanae Vitae». Pero la señalada encíclica de Pablo VI no siempre se ha leído en ese sentido, al menos en su traducción en español.

Según la doctora Janet Smith, profesora de teología moral en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón en Detroit, esto se debe a que la sección del documento que se centra en la «conscia paternitas» se ha traducido mal como «paternidad responsable».

«Paternidad consciente» sería una traducción más correcta, según cree ella, algo que Juan Pablo II también intentó transmitir en sus escritos, especialmente en su libro «Amor y Responsabilidad».

Hablando en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz el mes pasado, Smith afirmaba que aunque «paternidad responsable» está bien en sí, tiene un significado utilitarista en español, asociado con llevar a cabo deberes de un padre, o mantener a la familia en un tamaño manejable.

Al reemplazarlo con «paternidad consciente» se transmite mejor la verdadera naturaleza de la relación conyugal.

«Si la gente fuera consciente del hecho de que el sexo no sólo lleva a un bebé sino a ser padres con alguien, sería mucho más responsable en sus relaciones sexuales», explicaba Smith.

«Si voy a ser padre con alguien, debo amar claramente a dicha persona y debo querer estar seguro de dicha persona. Por eso escojo como futuro esposo o esposa a alguien capaz de ser padre. He escogido a dicha persona porque pienso más en sus virtudes y sus bondad que sólo en mis deseos sexuales».

Smith ponía de relieve que Juan Pablo II consideraba el deseo sexual como una parte muy importante en la búsqueda de un esposo o esposa (lo que él llamaba la parte material del amor), pero añadía que debía «comprobarse la virtud de la persona», porque los dos se podrían convertir en padres juntos.

Ser conscientes de la paternidad, afirmaba «guiará las decisiones de la pareja en materia sexual, ayudándoles a experimentar muchos bienes personales, entre ellos el crecimiento en el dominio de uno mismo y la capacidad de seleccionar a un buen esposo».

El término «paternidad consciente» también aleja la atención de uno mismo, para orientarla hacia la impresionante llamada a ser padre.

«Significa que comprendes verdaderamente lo fantástico que es ser capaz de traer a la existencia a un nuevo ser humano», continuaba Smith, «que eres básicamente lo que (Juan Pablo II) llama un procreador con Dios, que estás sacando adelante algo de valor infinito, y que has escogido a esta persona, a esta esposa o esposo, para ser con quien lo harás».

Estas enseñanzas son especialmente conmovedoras para la sociedad de hoy en la que el sexo se ha separado de su verdadero significado y propósito, convirtiéndose en un medio de entretenimiento más que de procreación.

Como muchos otros, Smith culpa de esta ruptura a la mentalidad de promoción de la anticoncepción de esta ruptura, que lleva a la errónea creencia de que tener sexo y tener hijos son dos actividades enteramente diferentes.

«La tarea de encontrar un compañero sexual es muy diversa de encontrar a un futuro padre, y así tratas a la gente de forma muy diferente», explicaba.

¿Pero qué ocurre con las parejas que no pueden tener hijos? ¿Se les aplican también estas enseñanzas? Smith dice que sí, y lo prueba, afirma, la «gran frustración» de las parejas que sufren de infertilidad.

Según la experta, la «estructura de la relación permanece igual» e «incluso aunque no puedas tener hijo, aún así tienes una suerte de lazo parental con el otro».

Smith, quien también ocupa la Cátedra para la Vida Padre Michael J. McGivney en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón, afirmaba que Juan Pablo II solía escribir que la «paternidad consciente» es el tema central de la «Humanae Vitae».

Es tan importante este tema que Smith está pensando en pedir a la Congregación para la Doctrina de la Fe que cambie la traducción de «conscia paternitas» de la encíclica en las diferentes traducciones.

En el cuadragésimo aniversario de la «Humanae Vitae», qué mejor presente para una sociedad que está obsesionada con el sexo, pero que tiene problemas para comprender todo lo que tiene que ver con él.

Por Edward Pentin, traducción de Justo Amado

No tenía brazos ni piernas

No tenía brazos ni piernas, pero su familia le acogió, fue pintor de iconos y puede llegar a santo
El ejemplo de superación y espiritualidad de Gregorio Zhuravliov sigue vivo en sus cuadros y en su testimonio impresionante.
  1. Fedótova / P. J. Ginés
ForumLibertas.com

 

El no nacido como paciente
José María Pardo
        El tercer hijo de María Zhuravliova nació en 1858. Era una cosa pequeña, un bebé que no tenía brazos ni piernas.

Su padre no estaba en casa: había partido a las guerras del Cáucaso. El pope del pueblo acudió a bautizar al bebé. Lo llamaron Gregorio. Los parientes no se lo podían explicar: los dos padres eran sanos, sus dos hermanos mayores, también. ¿Por qué este niño era así?

— Es una pregunta para los médicos –respondió el pope–. Pero yo, como hombre de Iglesia, creo que es culpa del demonio: quizá él sabía que Dios predestinaba a este niño a convertirse en un gran general u obispo, y por eso el Maligno le quitó piernas y brazos. ¿Quién sabe?

El tío del niño, que hacía de padrino, al recibir al bebé para secarlo después de ser sumergido en el agua bautismal, gruñó:

— ¡Vaya niño! Solo tiene una boca y nada más…

— No sabemos qué planes tiene Dios para él –le regañó el pope–. Por lo que a su boca se refiere, con ella también se pueden hacer grandes cosas. La boca no sólo sirve para comer. Dice la Escritura que “en el principio existía la Palabra”. Ya verás: quizá tú no le darás a él de comer, sino que será al revés.

El pequeño Grisha fue acogido por su familia, y también por su padre, cuando volvió de la guerra. Le hicieron un carrito especial. Sus hermanos lo llevaban a todas partes. El niño siempre estaba alegre y risueño y pronto se ganó el amor de todos los vecinos de Utiovka, a 1.200 kilómetros de Moscú, en dirección a Siberia.

El diácono del pueblo venía a casa a enseñarle a leer y escribir. El niño, apoyando el pecho contra la mesa y con un lápiz entre los dientes, con esmero escribía letras. Y, descubrieron con asombro, el pequeño Grisha también dibujaba. Sus vecinos a menudo le veían tumbado en el suelo, con un carbón en la boca, esbozando gente, animales, árboles…

Grisha, aquel niño alegre y tan especial, a menudo pedía a sus hermanos que le llevaran a la iglesia. Ellos lo elevaban allí frente a cada icono, y el pequeño miraba las imágenes sagradas, les hablaba y las lágrimas corrían por sus mejillas.

Años de formación

En 1873, Grisha era un chaval inteligente de 15 años, y sus vecinos y el gobernador de la provincia de Samara lo mandaron a estudiar con sus hermanos al colegio de la capital provincial. Les pagaban los estudios y el alojamiento. Los otros alumnos, tras vencer sus reservas contra el nuevo compañero minusválido, le amaron. Les sorprendía su constante alegría y su fuerza de ánimo, tan distintas de los altibajos de humor de los niños «normales”.

Allí, en Samara, Gregorio conoció a los pintores de iconos del taller de Alexey Seksiaev. La atmósfera del taller, lleno de imágenes santas y olores a pintura, le llenaba de alegría. Un día se atrevió a mostrar a los pintores sus esbozos. Los papeles pasaron de mano en mano y se oyeron exclamaciones de aprobación. Así Gregorio fue aceptado en el taller y empezó a aprender el duro oficio de la iconografía más fina.

Los iconos se pintaban para ser vistos a la luz de las velas, en las iglesias, y por eso se realizaban bajo una iluminación especial. El dueño del taller puso a Grisha en una mesa especial, con correas para sostener su cuerpo encima de las tablas, le dio un quinqué de tres mechas y colgó encima de la mesa una esfera de cristal llena de agua que reflejaba la luz del quinqué y lo transformaba en un rayo potente. Esa sería su luz.

El hermano de Gregorio aprendía lo que no podía hacer el muchacho sin brazos ni piernas: fabricaba las tablas, preparaba las pinturas y la amalgama de oro. A Gregorio su hermano le ponía el pincel en la boca, y el joven pintor empezaba a perfilar rostros, manos y dedos, las imágenes de los santos y la Biblia.

Espasmos musculares

Era un trabajo muy duro: la tabla tenía que estar horizontal para que no goteara la pintura, mientras que el pincel tenía que llevarse perpendicularmente a la superficie. Con los ojos tan cerca de la tabla y colgado sobre el icono, en un par de horas Gregorio estaba exhausto. Le venían espasmos musculares a la mandíbula por el esfuerzo prolongado. Para sacar el pincel le tenían que aplicar compresas calientes en la cara. Pero el dibujo salía recto, firme y fino. Otros, con las manos, no podían pintar como Gregorio con los dientes. [A la izquierda, uno de sus iconos, que representa a «San León Papa de Roma»].

Pasaron los años. Terminado el colegio y el aprendizaje en el taller, Gregorio y sus hermanos volvieron a Utiovka. Allí Gregorio siguió pintando iconos por encargo. Ahora la gente hacía cola para conseguir sus iconos. Además de su finura y belleza, se trataba de imágenes «no hechas por la mano humana», lo que les daba un toque de santidad añadida. La fe decía a los vecinos que un minusválido sin piernas ni brazos, si conseguía pintar un icono en tan duras condiciones, era por la acción de Dios.

La lista de espera para los encargos era de años enteros. Gregorio empezó a ganar dinero, organizó un pequeño taller propio, preparó a un par de ayudantes y se llevó consigo a su tío, su padrino de bautizo, viudo y envejecido para entonces. Se cumplió la profecía: el anciano tío fue alimentado por el sobrino sin brazos ni piernas.

Para el año 1885, en Utióvka comenzaron a construir un templo dedicado a la Santísima Trinidad. A Gregorio le invitaron a pintar los frescos de la nueva iglesia. Para que sostenerle debajo de la cúpula, se fabricaron unos andamios especiales, según un croquis del mismo Gregorio. Su cuerpo, colgado en correas, podía moverse así en todas las direcciones. Con él trabajaban su hermano mayor y otro ayudante que le movían, preparaban las pinturas y le daban los pinceles. Era un trabajo en posición incómoda, durante horas. Sólo una constante oración a Cristo y a la Madre de Dios le sostenía.

Llagas y dolor

Las correas le provocaron llagas en la cintura, los omóplatos y la nuca. Los labios se agrietaron, los dientes delanteros se desgastaron y su vista disminuyo muchísimo. Cuando, después de una jornada de trabajo agotador, Gregorio no podía ni tomar bocado de tanto dolor en la boca, su hermana lloraba: “Es que eres todo un mártir, Grisha”. A la solemne consagración del nuevo templo Gregorio no pudo venir por enfermedad.

Un día vino al pueblo un mensajero del gobernador con una carta muy especial: el ministro de la corte imperial le invitaba a Gregorio a San Petersburgo. Como siempre, Gregorio se puso en camino con sus hermanos. En la capital todo el mundo quería conocerle: desde los coleccionistas de arte que peleaban por encargarle iconos y médicos ansiosos de estudiar su caso de minusvalía hasta estudiantes de bellas artes y curiosas damas de la corte.

Finalmente le visitó el emperador Alexander III con su esposa la emperatriz María Fedorovna. Alexander se sentó al lago de Gregorio, y la emperatriz comentó a su marido en francés: “Que cara tan agradable de soldado tiene”. La gente que estaba con Gregorio mostró a la pareja imperial los iconos del artista y regalaron uno a la emperatriz. El zar pidió que Gregorio le dejara ver cómo trabajaba. Tras visitarlo en su taller, le besó en la frente y le regaló su reloj de oro. Al día siguiente, con un decreto especial, a Gregorio se le asignó una pensión y carruaje de por vida.

Pintar, cantar, jugar

Gregorio con sus hermanos estuvieron tres años en la capital y luego volvieron a su pueblo natal. La vida de pueblo era sencilla: a primera hora iba a la iglesia que había pintado él mismo. Recordaban los vecinos que a menudo iba rodando por la hierba desde su casa hasta el templo que estaba al lado, prescindiendo de la ayuda de nadie. Allí cantaba con su voz limpia y potente. Tenía encantados a los críos del pueblo y a menudo, para divertirles, tomaba un látigo con los dientes y lo movía produciendo chasquidos ensordecedores. Después, desayunaba y pintaba un mundo puro y santo, libre de bajezas y debilidades humanas. Así, en las tablas de tilo y ciprés, su talento regalado por Dios, daba vida a un Evangelio en colores.

Gregorio pintó muchos iconos. Fue famoso en toda Rusia y en otros países ortodoxos. Pero en 1916, durante la guerra con Alemania, enfermó y notó que su alegría de siempre le iba abandonando. En un sueño tuvo una revelación: “pronto ya nadie me necesitará ni a mí ni a mis iconos”. Murió poco después.

Llegó la Revolución, que debía liberar al hombre de la superstición religiosa. Los comunistas destruyeron el campanario y aplastaron la tumba del pintor con los vehículos-oruga de los excavadores. Los bicheros bolcheviques arrancaron los iconos de las paredes de su iglesia. Como fue habitual en la Unión Soviética, buscaron una nueva utilidad al templo: almacén de verduras.

Los iconos, para hacer colmenas

Por la noche, en secreto, los comunistas llevaron los iconos de madera de la iglesia al abejar del koljós, para fabricar colmenas. Pero se salvaron de milagro: el apicultor Dmitri Lobachiov, también en secreto, repartió los iconos entre los pueblerinos, que le trajeron un número correspondiente de tablas y escondieron las santas imágenes, pintadas sin mano humana, de la persecución comunista.

El régimen comunista que debía transformar el mundo duró 70 años. En 1989 la iglesia de la Santa Trinidad fue devuelta a la comunidad ortodoxa. La administración comarcal asignó dinero para restaurar el campanario. Trajeron ocho campanas. En la mayor de ellas, en honor al pintor, estaba escrito “Gregorio”.

Los iconos escondidos durante decenios empezaron a regresar al templo. Algunos volvieron heridos. Así, una imagen que, gracias a su decoración típica dorada había estado en un museo de colegio, llevaba marcas de profanación y tenía un aspecto lamentable. Otro, tan grande que no cabía en una pared de casa pueblerina, estaba cortado por la mitad.

Una de las vecinas más antiguas de Utiovka pudo indicar el lugar del entierro de Gregorio. Hoy en su tumba se erige una cruz ortodoxa. Los paisanos del pintor promueven su canonización. La fama de santidad ya la tiene, se está a la espera de los milagros. La voz popular ya le ha dado categoría de protector celestial de su tierra.

«La personalidad del pintor me ha movido hacia Dios»

En 2008 se celebró en Samara el 150 aniversario del nacimiento de Gregorio Zhuravliov. El escritor Serguey Zhigalov, autor de una novela encargada especialmente para dar de conocer la vida de este extraordinario hijo de la tierra de Samara, fue preguntado por el corresponsal de un periódico ruso:

— ¿Le ha causado alguna influencia su trabajo sobre el pintor de iconos sin brazos ni piernas? ¿Le ha ayudado Grigori Zhuravliov a entender más profundamente la fe?

— Sí –respondió Zhigalov–. La personalidad de Zhuravliov me ha movido hacia Dios. Como decía Leskov [un escritor ruso], me “ha hecho tocar el borde del manto de Cristo”. Sin entender la fe ortodoxa, es imposible escribir un libro así. En el proceso de trabajo, conocí a la madre Agnia, una monja del monasterio de Nuestra Señora de Iver, que es responsable del taller de iconos. Y poco a poco yo mismo empecé a frecuentar la iglesia los domingos, confesarme y comulgar, leer las vidas de los santos. Y ahora, después de haber escrito este libro, ya no puedo vivir de otra manera.

Fuente: fluvium.org