Educación sexual hedonista

LA “EDUCACIÓN” SEXUAL HEDONISTA ES CONTRARIA AL DERECHO NATURAL.

Lic. Marlene Gillette Ibern

Abogada de Puerto Rico y colaboradora de VHI

En un artículo escrito por el Padre Paul Marx, PhD, OSB, fundador de HLI [1], éste sintetizó de modo claro la ausencia de valores en la educación sexual: “La educación sexual que se imparte actualmente en las escuelas enfatiza solamente el aspecto físico-biológico de la sexualidad, sin hacer mención de los valores morales y del llamado a la santidad” [2].

Se ha documentado, y se continúa documentando, el fracaso de la “educación” sexual, con una consistente alta tasa de jóvenes con daños a nivel físico y emocional, en todo el mundo [3].

Ante esta desolación que ha causado la “educación” sexual, la Iglesia Católica ha sido la única institución que consistentemente ha dicho que la educación a los jóvenes sobre la sexualidad humana, tiene que estar fundamentada en una enseñanza sobre la castidad.

Mediante las enseñanzas de la Iglesia Católica, se entiende que la castidad opera como el escudo con el que se protege la persona contra todo mal uso de su identidad y capacidad sexual. Toda persona, independientemente de su vocación en la vida, está obligada a preservar su castidad, al igual que a respetar la castidad del prójimo:

“La castidad significa la integración lograda de la sexualidad en la persona, y por ello en la unidad interior del hombre en su ser corporal y espiritual….. Esta integridad asegura la unidad de la persona; se opone a todo comportamiento que la pueda lesionar” [4].

La castidad tiene perfecta cabida dentro de la ley natural. Se puede definir el derecho natural como el conjunto de derechos y deberes inherentes e inmutables de la naturaleza humana, que quedaron implantados en nosotros al momento de ser creados por Dios [5]. Como bien se ha dicho:

“La Ley Natural….se pone al servicio de la persona…” [6] Seremos más felices si todos respetamos la Ley Natural…que ignorándola o transgrediéndola…” [7]

Se han dado a conocer los resultados sorprendentes de unos estudios llevados a cabo en la Universidad de Yale en EEUU en torno al comportamiento y discernimiento entre el bien y el mal en los bebés de menos de 1 año de edad. Los sicólogos de infantes que realizaron las pruebas, entienden que estos bebés demuestran una moral innata. A modo de ejemplo, se relatan los resultados de uno de los experimentos:

“Uno de los experimentos estaba moldeado a modo de una obra de teatro de un solo acto con enseñanzas morales. En la escena, había un juguete con la figura de un perrito que está tratando de abrir un cajita. Los investigadores descubrieron que los bebés preferían escoger al juguete con la figura de un osito que ayudaba al perrito a abrir la cajita, por encima del otro osito que se sentaba encima de la cajita, lo que impedía al perrito abrir la cajita” [8].

Queda por mencionar otro estudio interesante. Un médico especialista en sicología prenatal a cargo de la Oficina de Pastoral de la Familia de la Conferencia Católica de Obispos de Croacia, señala que las ondas cerebrales en los bebés durante su crecimiento fetal apenas muestran diferencias con las ondas cerebrales en los bebés ya nacidos, y ello durante algunos años. Incluso, el médico señala que cuando la persona entra en estado de oración con Dios, se ha

detectado que las ondas cerebrales son las mismas que cuando era un bebé, bien sea antes o después de nacer [9].

Esto significa, sin que haya duda alguna, que el ser humano está consciente de sí mismo durante toda su existencia, y que tiene capacidad para el pensamiento y el discernimiento. En otras palabras, el ser humano es el mismo, ayer, hoy y siempre.

Es claro, por tanto, que no existe tal cosa como nacer con una mente en blanco, alegándose que el ser humano carece de una dirección moral innata en su ser. Esta afirmación se promulga para sostener que el bien y el mal son cuestiones relativas; o sea, lo que es bueno para mí puede ser malo para ti. Esto es falso, tal como queda ampliamente demostrado con los trágicos resultados de la “educación” sexual.

Lo que sí nos toca hacer es continuar profundizando sobre esos derechos y deberes de nuestra ley natural, y pasar esos conocimientos a nuestros jóvenes, para confirmarlos en la castidad, de modo que puedan alcanzar una verdadera felicidad.

Notas:

[1]. El Padre Paul Marx falleció el sábado 20 de marzo de 2010, dejándonos como legado una organización sin par que defiende en todo el mundo la vida y la familia en consonancia con la doctrina católica. In Memoriam: Padre Paul Marx OSB – 1920-2010,

http://www.vidahumana.org/news/Marx_index.html.

[2]. Educación sexual y castidad; Padre Paul Marx, http://www.vidahumana.org/vidafam/edusex/edusex_castidad.html.

[3]. El fracaso de la educación sexual hedonista 1; Magaly Llaguno; VHI, http://www.vidahumana.org/vidafam/edusex/fracaso-edusex.html; El fracaso de la educación sexual hedonista 2; Magaly Llaguno; http://www.vidahumana.org/vidafam/edusex/edusex_fracaso.html.

Cosas de la vida – capítulo 11: Educación sexual y dispensarios escolares; Brian Clowes, PhD, http://www.vidahumana.org/catalogo/ebooks/EBOOKS_index.html.

[4]. Catecismo de la Iglesia Católica; secciones 2337-2338; 8 de septiembre de 1997; La Santa Sede; Ciudad Vaticano. http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c2a6_sp.html.

[5]. Catecismo de la Iglesia Católica; secciones 2070-2072; 8 de septiembre de 1997; La Santa Sede; Ciudad Vaticano, http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2_sp.html.

[6]. Criterios de bioética desde una perspectiva humanista: Conceptos básicos; Elisa Fajardo Pérez; Cuadernos de divulgación; Fondo Editorial Universitario; página 81; 2005; México.

[7]. Ibíd., p. 83.

[8]. Yale Study Says Babies Have Built-In Developing Sense of Morality; Peter Smith; lunes 10 de mayo de 2010; Lifesitenews.

http://www.lifesitenews.com/ldn/2010/may/10051009.html. Ver: The Moral Life of Babies; Paul Bloom; lunes 3 de mayo de 2010; The New York Times, http://www.nytimes.com/2010/05/09/magazine/09babies-t.html?pagewanted=all.

[9]. Missionary Trip to Croatia-December 2009: Pro-Life Doctor’s Specialty is Prenatal Psychology; Joseph Meaney; HLI Mission Report; Mission Report 303; página 2; marzo 2010; HLI,

http://www.hli.org/files/Mission%20Report%20Mar%202010.pdf.

Fuente: http://www.vidahumana.org/news/27mayo2010.html#1

La educación en España

Educación en España, a la cola de Europa. Tal vez la libertad sea la clave.

26-10-2010 – de Javier Restán

A pesar de las habituales interpretaciones optimistas a las que nos tiene acostumbrado el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, una y otra vez los informes de la OCDE (el último Education at a glance) y las propias estadísticas nacionales ponen al sistema educativo español ante sus graves limitaciones.  Y pese al “buenismo” del que hacen gala los responsables del gobierno nacional, cunde una cierta sensación de impotencia que apenas disfraza el activismo del ministro de educación (antes Rector de la Universidad Autónoma de Madrid) Ángel Gabilondo.

Este mismo verano, Lucía Figar máxima responsable de educación en la Región de Madrid, gobernada por el Partido Popular,  afirmaba en el Meeting de Rimini que “la situación pésima de la educación española es consecuencia de la visión que ha inspirado las leyes educativas de los últimos 25 años». Según Figar, esa visión “se ha corregido en otros países mientras que en España aumenta de peso».

Efectivamente, todas las leyes educativas de la democracia española después de Franco han sido leyes socialistas con una cultura subyacente común: un modelo pedagógico “comprensivo” y constructivista ligado a una gran desconfianza respecto de la idea y la práctica de la libertad de educación. Leyes con una fuerte carga ideológica, orientadas explícitamente a la transformación de la sociedad.

El resultado de esta legislación ha sido una bajada drástica de los rendimientos del sistema, una adaptación de alumnos y profesores a los mínimos exigidos, una falta de expectativa del sistema escolar respecto de las posibilidades de los niños y jóvenes. En definitiva se ha degradado el concepto mismo de aprendizaje como tarea y objetivo propio de la escuela.

Esta ideología educativa dominante ha afectado al aprendizaje de las destrezas básicas elementales que se deben adquirir en la educación primaria: leer, escribir, hacer cuentas básicas. Y en la educación secundaria ha producido una fuerte devaluación de los contenidos culturales básicos. Y esto constituye un problema verdaderamente serio para el futuro del país.

La educación española se ha contagiado de esa grave enfermedad que consiste en la dificultad para transmitir los contenidos fundamentales de la propia tradición, de la propia cultura. La ideología de las leyes educativas y de muchos profesores y maestros, manifiesta un malestar con el propio pasado, y por tanto con la transmisión de los contenidos de nuestra tradición y nuestra historia. Un ejemplo muy práctico de cómo esta tendencia sigue avanzando e incluso se ha acelerado con el gobierno de Rodríguez Zapatero, es la implantación de nuevas asignaturas como Ciencias del Mundo contemporáneo y la Educación para la ciudadanía, ambas de corto contenido académico y larga intencionalidad adoctrinadora. Y todo ello en detrimento de la transmisión sólida de la tradición literaria, filosófica, científica y religiosa española, europea y occidental.

Tal vez la libertad sea la clave

Los pactos constitucionales alcanzados en el periodo de Transición española del franquismo a la democracia, a finales de los años 70, han permitido la existencia de un sistema llamado de “conciertos educativos” a través del cual la Administración financia en su práctica totalidad a los centros de iniciativa privada que lo solicitan, sometiéndose a su vez a una normativa de escolarización, financiación y otros aspectos.

No obstante los defectos que plantea este sistema, que son muchos (excesivo control por parte del Estado, los centros están a merced de las Administraciones educativas, progresiva asimilación de este sector privado a la “cultura” funcionarial…) lo cierto es que los conciertos educativos han garantizado un amplio espacio de libertad, gozan de prestigio y gran demanda entre las familias y por tanto hace, que hoy por hoy, su estatus sea bastante incuestionable.

Actualmente las escuelas de titularidad estatal en España representan más o menos el 67 %, las escuelas privadas “concertadas” un 27 % y el 6% son escuelas privadas sin apoyo económico por parte del Estado.  Pero pocas Regiones, a pesar de todo, han propiciado un verdadero crecimiento de la iniciativa social en educación desde hace 20 años. La excepción, según reconoce el propio sector educativo en varios informes, es la Comunidad de Madrid, donde la libertad de creación de centros y por tanto la pluralidad de oferta educativa se ha visto drásticamente incrementada en los últimos años.

Ni que decir tiene que las ideologías comprensivas y constructivistas a las que nos hemos referido antes han hecho mucho más daño en la enseñanza pública que en la de iniciativa social, pues en esta última ha existido siempre una flexibilidad mayor frente a los aspectos más nocivos de estas ideologías pedagógicas. Esta es sin duda una clave para la mejora de la escuela española en el futuro inmediato: para introducir una dinámica de cambio es necesario dotar al sistema de mayores cotas de libertad.

A falta de una ley de educación que permita esta mayor libertad a nivel nacional, hay que tener en cuenta que la gestión de la Administración educativa en España está completamente descentralizada en las llamadas Comunidades Autónomas (Regiones). Tanto es así que cada vez puede hablarse menos de un “sistema español” de educación, pues las facilidades para la iniciativa privada, las políticas de evaluación, e incluso un porcentaje importante del contenido del plan de estudios (hasta un 45 % en algunos casos), dependen de la Región en donde un alumno estudie.

Es por tanto en las Regiones donde debe trabajarse para cambiar la situación educativa española. ¿En qué dirección?

En la dirección contraria a la dominante hasta ahora. Efectivamente en España se ha recorrido el camino más equivocado: nuestro sistema educativo está muy centrado en el control de los procedimientos, pero ha desatendido la evaluación de los resultados, no ha propiciado un control riguroso de los resultados ni ha exigido una mejora de los mismos. En cambio, el camino adecuado puede transcurrir en dirección contraria: una gran autonomía y libertad para los centros educativos en todos los aspectos formales, de procedimiento, organización, metodología y por supuesto ideario propio y, al mismo tiempo, un riguroso control de los resultados académicos por parte de la Administración educativa.

Así pues, este podría ser el programa de una política educativa: libertad para poner en marcha proyectos educativos propios y diferenciados, favorecer la implicación de las familias, una amplia autonomía de los centros educativos, un plan de estudios básico con estándares académicos más altos y un sistema de evaluación general con resultados públicos. Estas pueden ser las claves para la mejora global del sistema educativo español, y seguramente no sólo para el español. Eso sí, se necesita valentía.

Fuente: http://www.vanthuanobservatory.org

Edad de inicio de relaciones sexuales

Arch Sex Behav
DOI 10.1007/s10508-011-979-4

Media de edad de inicio de relaciones sexuales: ¿Saben lo que queremos decir?

Jokin de Irala a, b, *, Alfonso Osorio b, c, Silvia Carlos a, b, Miguel Ruiz-Canela b, d, Cristina López-del Burgo a, b.

  1. a  Dpto. Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Navarra. Irunlarrea 1, 31008. Pamplona, España
  2. b  Instituto Cultura y Sociedad. Universidad de Navarra. Pamplona, España
  3. c  Dpto. Educación. Universidad de Navarra. Pamplona, España
  4. d  Dpto. Humanidades Biomédicas. Universidad de Navarra. Pamplona, España

* Contacto: jdeirala@unav.es

Traducido por Esperanza Coll. Asociación Española Profesores Planificación Familiar Natural (fertilidad@renafer.org, fpvc@provida.org)

La edad de inicio de las relaciones sexuales es una variable particularmente importante para los que diseñan políticas de salud pública. Se asocia con determinados comportamientos arriesgados, como el tener la primera relación sexual sin “protección”, el mal uso del preservativo o tener múltiples parejas (concurrentes o a lo largo de la vida) (Kaestle, Halpern, Miller & Ford, 2005; Louie y col, 2009). Estos comportamientos pueden llevar a una mayor tasa de infecciones de transmisión sexual (ITS), de embarazos en la adolescencia y tener consecuencias psicológicas adversas, como sentimientos de decepción y arrepentimiento (Campbell, 2008, CDC, 200; Eshbaugh & Gute, 2008; Ma y col. 2009; Vaccarella y col, 2006; Wight y col, 2008).

A la luz del papel que ha desempeñado el retraso en la primera relación sexual y la monogamia mutua en la disminución de las epidemias por ITS (Halperin y col, 2001; Potts y col., 2008) el Programa de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA) ha introducido cambios en sus informes anuales sobre la epidemia global del SIDA: además del uso del preservativo, ahora se refieren a la edad de inicio de relaciones sexuales y la multiplicidad de parejas en diferentes países como una manera de realizar un seguimiento más global de todos los determinantes de la epidemia (ONUSIDA, 2006, 2008).

Sin embargo, la información sobre la edad de inicio de relaciones sexuales puede ser transmitida de formas diversas. Por ejemplo, ONUSIDA normalmente se refiere a la “proporción de la población entre 15 y 19 años que ha tenido relaciones a los 15 años” (ONUSIDA, 2008), mientras que otras fuentes utilizan la “media de edad de inicio de relaciones sexuales” sola o en combinación con “la proporción de los que han tenido relaciones sexuales, a determinadas edades” (Avery & Lazdane, 2008; Kaestle y col 2005; Manlove, Ikramullah, Mincieli, Holcombe & Danish, 2009; Rosenbau, 2009). Las medias de edad de la primera relación sexual son datos que carecen de precisión para

www.unav.es/ics/eash (http://bit.ly/iHuKc6)

1

describir la extensión de la experiencia sexual a diferentes edades. Son influenciables por los valores extremos y los rangos de edad de las personas incluidas en el estudio. Por ejemplo, una posible interpretación errónea de la afirmación de que “la media de edad de inicio de las relaciones sexuales es de 15 años” es que “la mayoría” de los jóvenes de 15 años está manteniendo relaciones, cuando de hecho lo contrario puede ser lo cierto. La media de edad de inicio de relaciones sexuales obtenida de estudios epidemiológicos publicados sobre sexualidad, es habitualmente transmitida por los medios de comunicación de una manera que no necesariamente refleja los matices que subyacen en dichos datos. El público al que se dirige los medios de comunicación, como la población general y desde luego los jóvenes, pueden por tanto hacerse una idea equivocada. Afirmaciones sobre la media de edad tales como “comparado con anteriores generaciones, los jóvenes entre 16 y 20 años tuvieron las primeras relaciones sexuales a una edad más temprana, de media a los 16,5 años” (Avery & Lazdane, 2008), no especifican cuántos de ese grupo de edad tuvieron, de hecho, relaciones. Estas interpretaciones confusas de los datos epidemiológicos producen impresiones erróneas y pueden frenar intervenciones educativas y de salud pública dirigidas a retrasar la iniciación sexual en los jóvenes (Halperin y cl. 2004). Tal como afirmó Rose hace años (1992), “no tiene mucho sentido pretender que los individuos se comporten de manera diferente a sus iguales; es más apropiado cambiar las normas generales de comportamiento y las circunstancias que facilitan dichos cambios”.

Para mostrar que esta confusión es posible se han utilizado los datos de un estudio internacional en marcha que examina lo que la juventud piensa y siente sobre las relaciones, el amor y la sexualidad (Proyecto YOURLIFE). Los detalles sobre el proceso de recogida de datos están descritos en otra publicación (de Irala y col 2009). Brevemente, el proyecto YOURLIFE es un estudio transversal que se está implementando en diferentes países a través de un muestreo multi-etápico de “clusters” representativos de colegios públicos y privados de los países participantes. Se utilizó un cuestionario para recoger información sobre datos socio-demográficos, características sobre el grupo de amigos, uso del tiempo libre, acceso y exposición a los medios de comunicación, sentimientos, opiniones y fuentes de información sobre relaciones, amor, sexualidad y metas en la vida.

Para comparar la “media” de edad de la primera relación sexual y la “proporción” de jóvenes sexualmente activos a diferentes edades, se utilizaron datos de El Salvador, Perú y España (N= 7011; ver Tabla 1). Las “medias de edad de inicio de relaciones sexuales” se presentan junto con su correspondiente “proporción de jóvenes que han mantenido relaciones sexuales a diferentes edades” para mostrar cómo se pueden transmitir diferentes interpretaciones cuando se utiliza una u otra. Las medias de edad se estimaron utilizando tres rangos de edad diferentes para permitir un análisis de sensibilidad: (1) los rangos de edad realmente disponibles en cada lugar de estudio, (2) los rangos más próximos al rango 15-19 utilizado por ONUSIDA y (3) el rango de edad común a los tres países cuyos datos se utilizaron.

En todas las estimaciones de la media de edad de la primera relación sexual que se presentan en la tabla, el valor medio real es compatible con el hecho que la mayoría de los jóvenes con edades próximas a ese valor medio aún no han mantenido relaciones.

El uso de valores medios podría estar, por tanto, transmitiendo un mensaje erróneo. De hecho, en todos los países que aparecen en la tabla, menos del 25 % de los jóvenes con edades cercanas a la media de edad de inicio de relaciones sexuales habían

www.unav.es/ics/eash (http://bit.ly/iHuKc6)

2

comenzado a tenerlas. La media de edad de la primera relación sexual se estimó, utilizando únicamente sujetos que ya habían mantenido relaciones sexuales, mientras que la proporción de jóvenes que ya habían iniciado las relaciones sexuales se obtuvo utilizando como denominador el total de jóvenes de cada grupo de edad. En todos los casos, la información más exacta y menos engañosa para conocer el alcance de la iniciación sexual a una edad determinada, parece ser la proporción de jóvenes sexualmente activos a diferentes edades.

Tabla 1. Edad de la primera relación sexual en los jóvenes de El Salvador, Perú y España (Proyecto YOURLIFE) utilizando diferentes cálculos

País

El Salvador (N=2,810)

Perú (N=3,399)

España (N=802)

Porcentaje de jóvenes sexualmente activos a

Media y Mediana de edad de la primera relación sexual utilizando diferentes rangos b

diferentes Edad (%)

13 (6.7) 14 (13.8) 15 (20.9) 16 (26.6) 17 (32.0) 18 (38.0) 19 (45.5)

13 (4.4) 14 (9.6) 15 (17.0) 16 (21.4) 17 (29.4) 18 (40.0)

16 (21.7) 17 (34.8) 18 (62.9) 19 (78.0) 20 (79.5)

edades a

Rango de cada país de estudio (rango de edad)

(13-19) Media: 14.8 Mediana: 15

(13-18) Media:14.3 Mediana: 15

(16-20) Media: 16.3 Mediana: 16

Rango más próximo a 15-19c
(rango de edad)

(15-19) Media: 15.2 Mediana: 15

(15-18) Media: 14.5 Mediana: 15

(16-19) Media: 16.2 Mediana: 16

Rango común a los tres países (rango de edad)

(16-18) Media: 15.3 Mediana: 15

(16-18) Media: 14.8 Mediana: 15

(16-18) Media: 15.8 Mediana: 16

a Porcentaje calculado en cada grupo de edad utilizando a todos los jóvenes en el denominador (sexualmente activos o no) b Calculado solamente utilizando a los jóvenes que ya hayan tenido relaciones sexuales
c Rango de edad de 15-19 años, habitualmente utilizado por ONUSIDA

Algunos autores utilizan la media de edad de inicio de sexual con intervalos de edad más cortos (Ma y col., 2099). Esto tiene la ventaja de obtener medias de edad más cercanas a las edades examinadas en el intervalo de edad, pero no elimina el efecto engañoso de transmitir que “la mayor parte” de los jóvenes de esas edades han tenido relaciones sexuales cuando lo contrario es cierto, como en el caso de los datos españoles de la tabla, con intervalos cortos de edad.

El uso habitual de la media de edad de inicio sexual en la literatura científica y, consecuentemente, en los medios de comunicación, sugiere que no se están teniendo en cuenta adecuadamente estas posibles interpretaciones erróneas. Los estudios que utilizan la media de edad de inicio sexual utilizan habitualmente rangos de edad que no

www.unav.es/ics/eash (http://bit.ly/iHuKc6)

3

incluyen a aquellos que se inician sexualmente a edades superiores o que nunca se han iniciado. Esto sesga la interpretación de dichos valores medios.

Los datos presentados en la tabla muestran claramente que la proporción de jóvenes sexualmente activos puede ser muy baja en edades cercanas a la media de edad de inicio sexual y confirman que el uso de esta media puede inducir a error. La mala interpretación de los datos es verdaderamente real cuando se utilizan dichas medias de edad de inicio sexual. Este hallazgo es consistente y no se modificó cuando se utilizaron diferentes rangos de edad para estimar las medias. Los datos utilizados para estimar estos porcentajes y las medias no eran artificiales, y provenían de diferentes países en los que se utilizó una metodología similar. Además, estos datos eran representativos de los estudiantes de los respectivos países. Sin embargo, la proporción de jóvenes sexualmente activos siempre tenderá a ser bajo, a edades cercanas a la edad media de la primera relación sexual, con cualquier dato utilizado habitualmente en estudios epidemiológicos sobre los jóvenes. En el contexto de dichos estudios, la distribución de la edad media de la primera relación sexual siempre estará sesgada. Por tanto, la edad media de la primera relación sexual nunca será consistente con que “la mayoría de jóvenes cercanos a esa edad hayan tenido ya relaciones sexuales”.

Que nosotros conozcamos, nadie ha mostrado, utilizando datos reales, que el uso de la media de edad de inicio sexual puede inducir a error, especialmente cuando esta información es transmitida sin especificar, a la vez, el porcentaje de personas sexualmente activas de cada grupo de edad. Si los datos sobre inicio sexual se transmiten a la población de una manera más precisa y clara se ayudará mejor a los especialistas de políticas sanitarias y a los responsables de educación sanitaria que intentan transmitir la importancia de retrasar la iniciación de la actividad sexual entre los jóvenes. Por tanto, nosotros recomendamos usar los porcentajes de jóvenes, que a diferentes edades, han iniciado las relaciones sexuales, en lugar del uso de medias de edad. Esto reducirá la confusión, ayudará a evitar interpretaciones erróneas y proporcionará una fuente adicional, muy necesaria, de apoyo a los jóvenes. Todo ello otorga a políticas de salud pública una mayor posibilidad de éxito.

Agradecimientos: Este trabajo fue financiado parcialmente por Intermedia Consulting (Italia), Concultura (El Salvador), la Universidad de Piura (Perú), la Universidad de Navarra y el Gobierno de Navarra [proyecto 24/2007] (España). Agradecemos a Matthew Hanley, por revisar la versión inglesa de esta carta, y al Profesor Miguel Delgado Rodríguez por sus contribuciones.

Acceso Abierto: Este artículo se distribuye bajo las condiciones de la Creative Commos Attribution Noncommercial License, que permite cualquier uso no comercial, distribución y reproducción en cualquier medio, siempre que se acredite el autor/es original/es y la fuente.

El artículo se puede citar así:
De Irala J, Osorio A, Carlos S, Ruiz-Canela M, López-del Burgo C. Mean age of first sex: Do they know what we mean? Arch Sex Behav 2011. DOI 10.1007/s10508-011- 9779-4

www.unav.es/ics/eash (http://bit.ly/iHuKc6)

4

Bibliografía

Avery, L., & Lazdane, G. (2008). What do we know about sexual and reproductive health of adolescents in Europe? European Journal of Contraception Reproductive Health Care, 13, 58–70.

Campbell, A. (2008). The morning after the night before: Affective reactions to one- night stands among mated and unmated women and men. Human Nature, 19, 157- 173.

Centers for Disease Control and Prevention. (2008). Nationally representative CDC study finds 1 in 4 teenage girls has a sexually transmitted disease. Retrieved June 29, 2010 from www.cdc.gov/stdconference/2008/press/release-11march2008.htm.

De Irala, J., Osorio, A., López del Burgo, C., Belen, V.A., de Guzman, F.O. Calatrava, M., et al. (2009). Relationships, love and sexuality: What the Filipino teens think and

feel. BMC Public Health, 9, 282.
Eshbaugh, E.M., & Gute, G. (2008). Hookups and sexual regret among college women.

Journal of Social Psychology, 148, 77-89.
Halperin, D.T., Steiner, M.J., Cassell, M.M., Green, E.C., Hearst, N., Kirby, D., et al.

(2004). The time has come for common ground on preventing sexual transmission

of HIV. Lancet, 364, 1913-1915.
Kaestle, C.E., Halpern, C.T., Miller, W.C., & Ford, C.A. (2005). Young age at first

sexual intercourse and sexually transmitted infections in adolescents and young

adults. American Journal of Epidemiology, 161, 774-780.
Louie, K.S., de Sanjose, S., Díaz, M., Castellsague, X., Herrero, R., Meijer, C.J., et al.

(2009). Early age at first sexual intercourse and early pregnancy are risk factors for

cervical cancer in developing countries British. Journal of Cancer, 100, 1191-1197. Ma, Q., Ono-Kihara, M., Cong, L., Xu, G., Pan, X., Zamani, S., et al. (2009). Early initiation of sexual activity: A risk factor for sexually transmitted diseases, HIV infection, and unwanted pregnancy among university students in China. BMC

Public Health, 9, 111.
Manlove, J., Ikramullah, E., Mincieli, L., Holcombe, E., & Danish, S. (2009). Trends in

sexual experience, contraceptive use, and teenage childbearing: 1992-2002. Journal

of Adolescent Health, 44, 413-423.
Potts, M., Halperin, D.T., Kirby, D., Swidler, A., Marseille, E., Klausner, J.D., et al.

(2008). Reassessing HIV prevention. Science, 320, 749-750.
Rose, G. (1992). The strategy of preventive medicine. Oxford: Oxford University Press. Rosenbaum, J.E. (2009). Patient teenagers? A comparison of the sexual behavior of

virginity pledgers and matched nonpledgers. Pediatrics, 123(1), e110-e120. UNAIDS. (2006). 2006 Report on the global AIDS epidemic. Retrieved June 29, 2010,

from http://www.unaids.org/en/KnowledgeCentre/HIVData/GlobalReport/2006/

default.asp.
UNAIDS. (2008). 2008 Report on the global AIDS epidemic. Retrieved June 29, 2010,

fromhttp://www.unaids.org/en/KnowledgeCentre/HIVData/GlobalReport/2008/

2008_Global_report.asp.
Vaccarella, S., Franceschi, S., Herrero, R., Munoz, N., Snijders, P. J., Clifford, G. M., et

al. (2006). Sexual behavior, condom use, and human papillomavirus: Pooled analysis of the IARC human papillomavirus prevalence surveys. Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention, 15, 326–333.

Wight, D., Parkes, A., Strange, V., Allen, E., Bonell, C., & Henderson, M. (2008). The quality of young people’s heterosexual relationships: A longitudinal analysis of characteristics shaping subjective experience. Perspectives on Sexual and Reproductive Health, 40, 226–237.

www.unav.es/ics/eash (http://bit.ly/iHuKc6)

5

La importancia del ejemplo

Echa una mirada a tu vida

Cuando se trata de formar, lo que vale es lo que somos, y lo que nos esforzamos en ser, más que lo que decimos.

 

La importancia del ejemplo
Si es doloroso ver cómo se pierde un chico por una mala compañía, quizá lo sea aún más ver cómo se deteriora –de forma lenta y sutil, pero igualmente destructora– cuando sus padres no pueden servirle de guía por carecer de virtudes, puesto que nadie da lo que no tiene.
Nada es más triste que un padre o una madre que, cuando pretende enseñar, tiene que decir que no se fijen en la vida de quien habla.
El niño tiende enormemente a la imitación, también en esta edad. Imita la forma de hablar de su padre, la forma de escribir del profesor en la pizarra, el modo de vestirse de un compañero, las reacciones de su hermano mayor ante algo que le ha contrariado, los gestos y expresiones de un cantante famoso en la televisión…, todo.
Atribuirá a las cosas el valor y la importancia que les den las personas a quienes más aprecia, que son el modelo en que se mira: normalmente, su familia. Es cierto que sobre el chico recaen también otras muy poderosas influencias, pero los padres cuentan desde el principio con un gran prestigio y un mayor ascendiente, porque son el modelo natural más cercano y querido que tienen.
Algunos padres deberían fiar más en el ejemplo y menos en sus palabras. Recurrir menos a esos mandos discursos sobre cómo se hacían las cosas «cuando yo tenía tu edad». Son las dichosas experiencias de los padres sabelotodo que tanto cansan a los chicos. Padres que hablan demasiado, que agotan a sus hijos con reflexiones trasnochadas, pero que difícilmente pueden mostrar un ejemplo de su vida actual que arrastre a nadie. La educación no entra a voces en las personas, sino –como la semilla– sin hacer ruido al caer en tierra.

 

Cuando se trata de formar, lo que vale es lo que somos, y lo que nos esforzamos en ser, más que lo que decimos.
Importa mucho el ejemplo de esforzarse por mejorar

Objeción de conciencia Educación para la Ciudadanía

Descarga aquí el monográfico:

Dossier_EpC

El paternalismo

“El paternalismo, los modelos fáciles que proyecta la tele y un falso mito de

igualdad” hacen difícil animar a padres e hijos a esforzarse, dice el profesor

de Filosofía

Educar en valores no es tarea fácil dados los tiempos que corren. Transmitir a nuestros

hijos, por ejemplo, la idea de que el esfuerzo es necesario para su formación

integral, para construir su personalidad, se estrella en demasiadas ocasiones con el

modelo de sociedad que proyectan los medios de comunicación -especialmente la

televisión- y fomentan incluso las administraciones.

Se trata de un modelo basado en no renunciar a nada, vivir sin complicarse la

vida y esquivar el esfuerzo, que es la mejor forma de medir la felicidad en términos

de placer inmediato, aunque lleve aparejados la pereza, el egoísmo y, a la larga, el

fracaso.

¿Cómo ejercer entonces una pedagogía del esfuerzo cuando los valores fundamentales

para la formación de nuestros hijos son devaluados por aquéllos que deberían

promoverlos? La respuesta no es fácil y requiere de buenas dosis de voluntad y

paciencia.

Por otra parte, cuando los pequeños se esfuerzan en realizar una actividad concreta y

fracasan en el intento, con demasiada frecuencia los padres tendemos a solucionar

el problema al que se enfrentan, en lugar de animarles a que sigan intentándolo.

Aprender sin esfuerzo, una quimera

Sin embargo, el esfuerzo es un elemento básico en el proceso de educación de los

jóvenes. Aprender sin esfuerzo es, sencillamente, una quimera. ¿Cómo abordará

el niño con éxito su próximo desafío sin haber superado por él mismo el anterior? Sólo

con esfuerzo y una cierta renuncia a los „cantos de sirena‟ se puede lograr un objetivo

medianamente serio en la vida.

Todo esto lo sabe bien Francesc Torralba i Roselló, profesor catedrático de Filosofía de

la Universidad Ramon Llull y miembro colaborador del Instituto Borja de Bioética,

quien, además de sus actividades académicas, ofrece conferencias en centros

escolares sobre la importancia de la cultura del esfuerzo.

El pasado 24 de enero, en la Escola Grèvol, centro escolar concertado del Front

Marítim (Poblenou, Barcelona), Torralba subrayó en una de esas conferencias que “los

frutos que se derivan de una pedagogía del esfuerzo son frutos profundos”.

Sin embargo, advirtió el profesor de Filosofía y padre de familia numerosa, para educar

a los hijos en una cultura del esfuerzo, lo que él denomina como un “impulso

continuado a lo largo del tiempo”, se han de superar tres grandes obstáculos.

Cabe recordar aquí que la Escola Grèvol es pionera en Europa en impartir la asignatura

„Emprendedores‟, a través de la cual los alumnos, mediante esfuerzo y buenas dosis de

imaginación, realizan un viaje iniciático al para ellos aún complejo lenguaje de la

economía, los negocios, la política y la expresión en público en inglés. Se organizan en

grupos, con lo que se potencia el trabajo en equipo y pueden ver plasmados en

proyectos que llevan a la práctica el resultado de sus esfuerzos.

“Ya te lo haré yo”

El primero de esos obstáculos, considera Torralba, “es el paternalismo, el „ya te lo

haré yo‟ que los padres solemos exclamar cuando nos domina la impaciencia por

resolver una situación que es el hijo quien ha de resolver […]. Antes que pasar por ver

cómo nuestro hijo se hace un lío para cocinar una simple tortilla preferimos hacérsela

nosotros”.

Ese paternalismo entra en una evidente contradicción: “queremos que se esfuercen,

pero les resolvemos los problemas. Vemos que se esfuerzan y no consiguen su

objetivo, así que se lo hacemos nosotros”, añade.

Torralba, autor de libros como El arte de saber escuchar; ¿Otro mundo es posible?

Educar después del 11 de septiembre; o Padres e hijos, la aventura de encontrarse

hoy, asegura que, mientras tanto, el adolescente es consciente de que “alguien me lo

hace siempre”.

“La cara luminosa, no el Gólgota”

El segundo obstáculo, dice Torralba, son los modelos que niños y adolescentes ven

proyectados en la tele, o sea, “jóvenes que lo consiguen todo, mientras sus padres

son, en muchas ocasiones, unas personas más o menos grises que se matan para

pagar una hipoteca”.

“Ven el modelo, como un Fernando Alonso, pero no ven todo el esfuerzo que cuesta

llegar a ello. Y es que, culturalmente, los medios muestran la cara luminosa, pero

no el „Gólgota‟, el tremendo esfuerzo que hay detrás de ese triunfo”, advierte el

catedrático.

Un mito ingenuo

Para este experto en educación, el tercer obstáculo se encuentra en el mito según el

cual “todo el mundo puede hacerlo todo si se esfuerza”. Torralba considera que

“ésta es una idea ingenua”.

“Tú, hijo, algunas cosas y con dificultad”. “Salvo excepciones, esa es la realidad

cotidiana”, y no ese “falso mito de igualdad”, plantea el profesor de filosofía.

Sin embargo, no se trata de proyectar en nuestros hijos nuestras propias

frustraciones, sino que Torralba cree que el mensaje para ese hijo debe incidir más en

que “todo no, pero tienes tus propias capacidades y eso puede hacer que llegues

a realizarte consiguiendo aquello para lo que estás capacitado”. Para ello, es necesario

“observar atentamente cuáles son sus potencias y aconsejarles desarrollar

aquello para lo que valen”.

“¿Cómo vencer estos tres obstáculos?”, se pregunta Torralba, quien sugiere algunas

estrategias para hacerles frente.

“Es importante intentar inculcarle la motivación o „impulso‟, porque si puede hacerlo

sin esforzarse, mejor para él”; pero “no son buenas las amenazas del tipo: „si no

lees…‟; es una vía negativa. Al final, acaba por odiarse la lectura”, advierte.

Pedagogía de la contrariedad

Pero, entonces, “¿qué tipo de motivación podemos dar? Pues la vía más pragmática, o sea hacerle ver que ese esfuerzo tendrá sentido en su vida, en su formación. El esfuerzo es básico para poder desarrollarse”.

Otra buena estrategia es “mostrarle los beneficios del esfuerzo con ejemplos cercanos, que conozcan o que admiren, siempre insistiendo en que a esos triunfadores no les han regalado nada, quedetrás de lo „luminoso‟ hay siempre un gran esfuerzo”, insiste.

Y es muy importante practicar la “pedagogía de la contrariedad”. Que el niño o adolescente se encuentre con contrariedades que le estimulen a esforzarse.

“Confrontar las contrariedades en el proceso de aprendizaje le ayudará a salir adelante. Si no se esfuerza en solucionarlas nadie lo hará por él y esa es la realidad que hay fuera del „nido‟. Si no encuentra obstáculos en el camino no aprenderá nunca a superarlos”, asegura el catedrático.

Torralba recurre al ejemplo de la bicicleta: “Cuando son pequeñitos, primero van en triciclo y luego pasan a la bicicleta con dos ruedas pequeñas de soporte. Pero, será necesario que los padres se dejen los riñones aguantando el sillín mientras corren detrás de la bici y que ellos se despellejen las rodillas de vez en cuando para que aprendan a ir a dos ruedas”.

Y recuerda asimismo la anécdota de aquella señora que se dirigió a una violinista con estas palabras: “Daría la vida por tocar como usted”. La violinista contestó diciendo: “¡Qué cree que he hecho yo!”.

Pero, “cuando hablamos de contrariedades, ¿a qué nos estamos refiriendo? Pues por ejemplo a algo tan simple como hacer los bocadillos. Si nunca se pone porque „lo hace mal‟, si no empieza por lo relativamente simple, difícilmente podrá superar cuestiones u obstáculos más complejos”, aclara Torralba.

Al mismo tiempo, llegará a situaciones como la que ha fomentado el Ministerio de Educación al permitir que los alumnos de Bachillerato puedan pasar con cuatro materias suspendidas: “He pasado, soy universitario, se dirá más tarde, orgulloso de sí mismo. Pero, eso sí, no sabrá escribir correctamente”, constata el experto.

“Frutos profundos”

Por el contrario, “cuando detrás del ingreso en la universidad hay un esfuerzo, cuando se ha sudado tinta para superar todos los obstáculos que han conducido al alumno hasta ahí, los frutos que se derivan de esa pedagogía del esfuerzo son frutos profundos”, asegura Torralba.

Así, cada vez que ese joven se encuentre con alguna contrariedad, la asumirá e intentará de nuevo resolver el problema al que se enfrenta.

El resultado de la cultura del esfuerzo forja también la personalidad del adolescente y “le dota del valor de la prudencia, de manera que aprende también a decir „no‟ ante situaciones „peligrosas‟, como la ingesta de alcohol o drogas. Saber decir „no‟

cuando es conveniente es algo mucho más fácil para un joven si se ha formado en una

pedagogía del esfuerzo.

Torralba nos recuerda también la hipercompetitividad que existe actualmente en todos

los campos. “Es inmisericorde, no tiene entrañas”. “Acabar los estudios como

„pardillos‟ y enfrentarse a la „jungla‟ que hay fuera no es cosa sencilla.[…] Sabiendo

desarrollar la cultura del esfuerzo convenientemente esa prueba de fuego se supera

con más facilidad, afirma.

“Educar, cosa de padres”

Por otra parte, “el trabajo de educar es, esencialmente, un trabajo que corresponde al

padre y a la madre. Actualmente, aún reconociendo la dificultad que conlleva conciliar

la vida laboral y familiar, “hay una cierta tendencia a la dejadez y a

delegar muchas veces esa tarea a la escuela: „Pago, ahí os lo dejo‟”.

No me cansaré nunca de recordarlo: “el primer responsable de la educación de los

hijos son los propios padres”, insiste.

Torralba advierte al mismo tiempo de que no hay una relación directa entre el esfuerzo

y los resultados, de manera que suele ocurrir que lo que funcionó bien en nuestro

primer hijo no da el mismo resultado en el segundo.

Es tarea de los padres el “hacerles ver el enorme „capital‟ que tienen dentro en

potencia, a través de su recorrido vital”.

Los hijos tienen que asumir sus propias responsabilidades. Deben aprender a

preguntarse ¿por qué fracaso reiteradamente en esto? No se puede recurrir siempre a

echar la culpa a los demás. Es mejor hacerles ver que “el fracaso tiene un enorme

valor pedagógico, que forma parte de la condición humana para aprender”, dice el

experto.

Para concluir, Torralba asegura que “el resultado del esfuerzo da „felicidad‟, que

no es lo mismo que placer. Es difícil encontrar a alguien que, tras un enorme

esfuerzo y sacrificio culminado con éxito, no haya experimentado esa felicidad. Y os

animo a transmitirles eso a vuestros hijos”.

“Además, el estado subjetivo de felicidad que se deriva del esfuerzo da

impulso para realizar un nuevo esfuerzo ante un nuevo reto” recalca.

Victor Ruiz

www.forumlibertas.com

Familias comprometidas con la lectura

Publicado en Church Forum 2.0 beta (http://www.churchforum.org)

Decálogo de una familia comprometida con la lectura

Desde
hace años, viene imponiéndose la convicción de que la afición lectora es un gran bien para el que tenemos que preparar a los hijos.

Hay que conseguir que la lectura sea algo que guste hacer. Tiene
que llegar a ser una actividad deseada y libremente elegida. Esto no es posible sin la colaboración de la familia: son los padres los que
tienen un papel predominante a la hora de hacer lectores a los hijos. Es en la familia donde surge la afición lectora.

1.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que anima a leer, incluso antes de que su hijo sepa hacerlo.

Dejar a los pequeños que hojeen, investiguen, se recreen mirando las ilustraciones de los libros, es una estupenda manera de comenzar a amar la lectura.

2.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que cuenta cuentos a sus hijos,les recita pequeñas rimas, les llena sus oídos de musicalidad y belleza.

3.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que nunca fuerza a leer.

4.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que selecciona muy bien los libros de sus hijos

(hasta determinada edad), valorando el hecho de que las buenas ilustraciones ayudan a formar su gusto por el arte y por lo bello.

5.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que da ejemplo de lectura a diario.

6.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que comparte las lecturas de sus hijas e hijos, y juntos las comentan.

7.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que procura conocer los gustos de sus hijas e hijos y los respeta en lo posible.

8.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que acude con los hijos e hijas a los lugares donde están los libros

-librerías y bibliotecas-, y les anima a hacerse socios de alguna biblioteca.

9.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que
fomenta el gusto y cuidado por la biblioteca personal de su hija o hijo,y que dispone para tal efecto un espacio apropiado.

10.- Una familia comprometida con la lectura es aquella que
considera que la compra de un libro no es algo excepcional, con motivo
de una celebracióna;unque en estas ocasiones el libro tiende a estar presente como regalo, lo considera parte de los gastos de su educación.

Autor:

Desarrollo y Formación Familiar, A.C.

Fuente:

Church Forum www.churchforum.org [1]
BASICO D Saber sobre Desarrollo y Formación Familiarwww.masalto.com Educar en habilidades

Bienvenidos al renovado Church Forum 2.0 beta – Church Forum nace en México en 1993 y desde 1996 es el primer portal católico en Español – Somos miembros de la RIIALwww.riial.org — Política de privacidad de Church Forum

_qoptions={ qacct:»p-92QNkyOBtneuk» };

Dirección URL (retrieved on07/08/2010 – 08:48): http://www.churchforum.org/decalogo-una-familia-comprometida-con- lectura.htm

Enlaces:

[1] http://www.churchforum.org

De la abstinencia al amor

 

 

 

De la abstinencia al amor auténtico

Un congreso internacional celebrado en Filipinas el mes pasado, ha confrontado programas dirigidos a educar mejor la afectividad juvenil

 

Aciprensa.com

Manila. La capital filipina ha sido la sede del II Segundo Congreso Internacional sobre Educación en el Amor, Sexo y Vida (19-22 de noviembre), que reunió a un millar de personas que trabajan en la formación del carácter, provenientes de doce países y de diferentes sectores y religiones. El encuentro fue organizado por la Fundación EDUCHILD, Developmental Advocacy for Women Volunteerism, e Intermedia Consulting, entidad con sede en Roma. Durante la reunión fueron presentadas una selección de iniciativas que han ayudado a los jóvenes a reducir y evitar comportamientos sexuales de riesgo.

La efectividad de estos programas ha probado que los jóvenes están dispuestos a escuchar y cambiar si padres, profesores y educadores trabajan de la mano. Entre estos programas se incluyen Protege tu Corazón (México), Educarse (Chile), Sex Respect (EE.UU.), Choicez Media (Australia), Women’s Foundation for World Peace (Taiwan), True Love Waits (EE.UU. y Filipinas), y I Am Strong (Filipinas).

En el congreso, bajo el eslogan “I Keep Love Real” (“Mantengo auténtico mi amor”), se ha lanzado una campaña dirigida a proteger a los jóvenes asiáticos de los elevados índices de embarazos de adolescentes, sexo antes del matrimonio y otros problemas asociados a comportamientos sexuales de alto riesgo.

Manuel Escueta, presidente de la Fundación EDUCHILD, explicó los métodos de esta iniciativa, que durará en principio cinco años. Durante los tres años siguientes al congreso se iniciarán o continuarán planes como los presentados. Los participantes podrán copiar cualquiera de los programas que consideren de mejor aplicación en sus países. En Taiwán y Hong Kong, por ejemplo, se pondrán en marcha sendas iniciativas inspiradas en I Am Strong. Además, se llevarán a cabo estudios e investigaciones que sirvan para conocer mejor a la juventud actual, y se evaluará continuamente cada programa para introducir mejoras.

 

 

 

 

 

Algo más que abstinencia sexual

Antonio Torralba es decano de la facultad de Ciencias y Letras de la Universidad de Asia-Pacífico en Manila. Como uno de los encargados del programa I Am Strong, explicó el énfasis en educación del carácter: “La educación en la castidad no se construye en el vacío. Tiene como premisa el esfuerzo personal para adquirir muchas otras cualidades: fortaleza, templanza, perseverancia, incluso un sentido de justicia social, y prudencia”. En cuanto a los programas basados en la abstinencia sexual que se centran solo en ayudar a los jóvenes a “evitar riesgos”, dijo que “una posible razón por la que la educación en la abstinencia falla, cuando falla, es que está centrada en el sexo y basada en negaciones antes que en afirmaciones”.

No por casualidad, el eslogan “I Keep Love Real” defiende la educación de los afectos y la voluntad como elementos esenciales de la educación del carácter. A lo largo del congreso, varios ponentes subrayaron el papel crucial de padres y madres para formar el carácter de sus hijos, para educarlos en la castidad y especialmente en el amor y la fidelidad de por vida.

Patrick Fagan, del Family Research Council (Washington), presentó unas estadísticas que mostraban que castidad y matrimonios estables están directamente relacionados. Un análisis de una encuesta nacional entre mujeres norteamericanas concluyó que de aquellas que solo habían tenido una pareja sexual en su vida, el 80% formaban parte de una relación estable. El porcentaje se reduce en el caso de aumentar el número de parejas sexuales, habitualmente previas al matrimonio.

La influencia de los padres

El papel de la religión en la familia para educar a los jóvenes no puede pasarse por alto. En la medida en que una madre practica más su religión –católica, protestante, musulmana o judía–, mejor es la relación con el marido y los hijos prosperan más. Cuando ambos padres practican, mejor es la relación y la mejora de los hijos, observó Fagan.

La relación con los padres también influye en la castidad adolescente. Otra encuesta entre adolescentes de EE.UU. señala que chicas y chicos que proceden de familias casadas intactas tienen menor número de parejas sexuales que sus compañeros que proceden de familias rotas.

Por ello, Thomas Lickona, profesor de Educación en la State University de Nueva York, afirmó que “los jóvenes necesitan sistemas adecuados de apoyo si se comprometen consigo mismos para ser castos. En un mundo hostil a una vida casta, familias, amigos, escuelas y comunidades deberían ofrecer a los jóvenes el ambiente para vivir la castidad”.

Se recordó que es vital hacer ver a los jóvenes el cuadro completo de motivos por los que deben rechazar el sexo antes del matrimonio. Colleen Mast, fundadora de Sex Respect, dijo que ese marco es el amor. Educar a los jóvenes en el amor es más que decir no al sexo fuera del matrimonio. Más bien, requiere una profunda comprensión de la persona humana, del conocimiento del sexo opuesto, y del valor del compromiso y el matrimonio. Se puede ayudar a los jóvenes a madurar en el amor enseñándoles a pensar críticamente frente a la simple respuesta a los impulsos. Los jóvenes quieren respuestas sobre el amor, la vida y el sexo, como reveló una encuesta entre jóvenes filipinos presentada en el congreso. Además, quieren que sus padres les orienten.

Fuente: Aciprensa

La juventud filipina

La encuesta se hizo con 4.000 bachilleres y universitarios de 13 a 24 años –con una media de edad de 17– de centros educativos públicos y privados. El 80% de los jóvenes filipinos encuestados consideran el sexo como un regalo especial para la persona con quien compartirán sus vidas. En otras palabras, quieren reservar el sexo para el matrimonio. De hecho, tres cuartas partes de los encuestados no habían tenido relaciones sexuales. Y una gran mayoría –80%– quieren saber cuándo están preparados para empezar a salir con jóvenes del otro sexo y cómo tener una cita sin contacto sexual, cómo pueden conocer mejor a su chico o chica, cómo manejar sus sentimientos, y cómo distinguir entre deseo, atracción sexual y amor.

Los resultados del estudio confirman la necesidad de desarrollar programas para la población joven basados en educación del carácter y no solo en información biológica. “Con demasiada frecuencia las políticas referidas a sexualidad adolescente están basadas en la agenda sobre planificación familiar de entidades internacionales”, afirmó el Dr. Torralba, codirector del estudio. Pero la agenda de “sexo seguro” no responde a la educación para el amor que reclama la juventud filipina