Acertar en el noviazgo

Ideas para acertar en el noviazgo… y en el matrimonio

Entrevista con Rafael Hernández Urigüen, autor de un libro sobre el tema

Fuente: SAN SEBASTIÁN, lunes, 18 agosto 2008 (ZENIT.org).-

Si se cultivan los pasos del noviazgo, el éxito del matrimonio, de algún modo, está garantizado por ese aprendizaje en el amor. Es la tesis que sostiene el sacerdote Rafael Hernández Urigüen en su nuevo libro: «Noviazgo: ¿Seguros? Ideas para acertar».

El volumen, que está prologado por el psiquiatra Enrique de Rojas, acaba de ser publicado por EIUNSA (Ediciones Internacionales Universitarias).

El autor trabaja desde 1996 como capellán y profesor en ISSA (Instituto Superior de Secretariado y Administración de la Universidad de Navarra en San Sebastián), y forma parte del equipo de Capellanía del Colegio mayor Ayete, también en la capital donostiarra.

Ha conversado con Zenit acerca del noviazgo.

–Si el amor es un misterio, ¿cómo pueden haber «ideas» o «recetas» para un noviazgo?

–Rafael Hernández: El libro «Noviazgo: ¿seguros? Ideas para acertar» trata efectivamente del misterio del amor. El amor, que siempre tiene su fuente en Dios (Dios es Amor), sin dejar de ser un misterio inefable, se encarna personalmente.

Las mujeres y los hombres amamos, y en cada biografía humana se encuentra una historia de amor.

Por tanto, los diálogos de este libro giran alrededor de historias reales de universitarios y otros jóvenes que participaron a lo largo de diez años en un seminario interdisciplinar. A su vez relatan  historias de amor (y de desamor) de otras personas.

En esas historias reales, con nombres ficticios por privacidad, se descubren planteamientos certeros que han llevado a un amor fiel, respetuoso y comprometido, junto a planteamientos erráticos que desembocan en fracasos estrepitosos. El libro no ofrece recetas, sino testimonios e ideas que iluminan para decidir bien sobre el amor.

–Aquello de que «el amor es ciego»… ¿cómo lo interpreta?

–Rafael Hernández: Siguiendo la mejor tradición filosófica que considera al amor como una pasión. En las pasiones el mundo afectivo de la persona comienza llevando las riendas de la motivación. Si no intervienen pronto la razón y la voluntad, las pasiones y afectos pueden mover hacia decisiones equivocadas.

En este libro se analizan con ejemplos prácticos situaciones reales en las que la «maraña» de los sentimientos confunden a quienes experimentan de primeras el flechazo o el «fall in love» del que ya habló C.S. Lewis.

El doctor Rojas resume también en su prólogo esta idea: «Cuando el amor llega puede ser ciego, pero cuando se va es muy lúcido. De ahí la importancia de acertar en la elección y éste me parece un asunto central». Resulta novedosa en esta obra la importancia que se da al estudio de los diversos temperamentos humanos que ya desde el noviazgo han de tenerse en cuenta para acertar bien y no quejarse más tarde por la «incompatibilidad de caracteres». Finalmente se ofrecen pistas para crecer en lo que se ha denominado desde hace tiempo «inteligencia emocional».

–¿Cuál es la premisa básica que presentaría a unos novios?

–Rafael Hernández: El libro: «Noviazgo: ¿seguros?» sostiene la tesis de que un noviazgo bien vivido configura, más de lo que habitualmente se piensa, el futuro del matrimonio.

Viene a afirmarse: «lo que decidas que sea tu noviazgo será tu futuro matrimonio». Como premisa básica considero que convendría corregir algunas patologías.

El noviazgo se mira muchas veces como un periodo previo al matrimonio, pero de mera transición, sin entidad propia, incluso se trivializa, quedándose en sólo flirt (juego insustancial de amor).

Por el contrario, es una etapa importantísima de conocimiento mutuo entre la mujer y el hombre, en la que existen unas reglas no escritas de sinceridad, respeto, amor verdadero, paciencia, conocimiento profundo, que muchas veces se pasan por alto y marcan para siempre la futura relación matrimonial.

Si se descuidan aparecerán en el futuro patologías que llevan a crisis muy difíciles de superar cuando una mujer y un hombre ya están definitivamente comprometidos. Si se cultivan los pasos del noviazgo, el éxito del matrimonio, de algún modo, está garantizado por ese aprendizaje en el amor.

Por tanto, el libro afirma que «más vale un trauma en el noviazgo, que un matrimonio traumático». Me explico: si durante el noviazgo se comprueba que aquella relación no «va en serio» encaminada al compromiso matrimonial, conviene romper con ella cuanto antes, asumiendo el dolor momentáneo como terapia, incluso si se es cristiano llamémosle cruz, evitando así un futuro desastroso de separaciones o rupturas matrimoniales.

Finalmente considero que, cuando se hayan conocido lo suficiente como para saber que por su compatibilidad de caracteres, valores, y proyecto de matrimonio, ese amor proyectado en el futuro será un matrimonio de verdad.

–¿Es verdad que hoy la gente ya «no aguanta», como se decía antaño?

–Rafael Hernández: Aquí cuenta mucho la decisión. En los últimos años, las mujeres echan en falta que el hombre se decida a proponerles la fecha de la boda, y esta patología del hombre se refleja en algunas de las historias de mi libro. Para los cristianos, la oración la frecuencia de sacramentos, y una formación prematrimonial profunda, constituyen ayudas que propician decisiones acertadas.

En el Himno a la Caridad  (1 Corintios 12, 31) de san Pablo se afirma que el amor «todo lo aguanta». Sin duda el amor cristiano está vertebrado por el sacrificio y no vivimos tiempos de afición a la Cruz.

De todas formas, en el mismo texto de la Carta a los Corintios, San Pablo describe características del amor en las que primero los novios y después los esposos han de poner de su parte: paciencia, afabilidad; magnanimidad; humildad; educación, generosidad; mansedumbre; olvido de los agravios; sinceridad…

Si uno de los dos no está dispuesto a cultivar estas actitudes durante el noviazgo, cuanto antes disuelvan su falsa relación mejor.

Por eso mi libro explica con historias reales en la importancia de conocerse bien y cultivar un amor paciente, detallista y respetuoso que todavía no es definitivo, pero que tiene un horizonte de compromiso.

–Hay «teorías» o cosmovisiones cristianas sobre el matrimonio, ¿las hay también sobre el noviazgo?

–Rafael Hernández: Esa misma pregunta me la formulaba hace ahora doce años un joven musulmán. Por entonces estudiaba detenidamente dos preciosos documentos de la Iglesia católica que aconsejo meditar y difundir. «Sexualidad humana: verdad y significado. Orientaciones educativas en familia», (8 diciembre 1995) y «Preparación al sacramento del Matrimonio», (13 de mayo de 1996). Los dos están editados por el Consejo Pontificio para la Familia.

En mi libro dialogo con los jóvenes sobre muchas de sus ideas. Entre ellas se afirma que los padres han de proponerse educar a sus hijos para el amor desde la infancia. Se anima también a que los padres introduzcan en la vida y el amor a los niños, y las madres a las niñas.

Hay referencias valiosas para evitar el machismo cultural y conseguir que el hombre respete a la mujer desde su primera infancia valorando lo que Juan Pablo II denominó «genio femenino».

Con el libro también he tratado de explicar por qué la visión cristiana desaconseja del todo a los novios mantener relaciones prematrimoniales.

Hay razones humanas, psicológicas y desde la antropología que fundamentan esta doctrina sobre la castidad en el noviazgo. Un capítulo del libro aborda este tema con argumentos profundos y contundentes bajo el título: «Los novios con futuro duermen bajo distinto techo».

Las relaciones prematrimoniales encierran la falacia de que un chico y una chica se entregan sus cuerpos sin entregarse definitivamente las personas por el previo compromiso matrimonial. Entregar el cuerpo sin comprometerse es siempre una relación falsa que acostumbra en el futuro a no entregarse verdaderamente y del todo en el matrimonio.

Las estadísticas que aparecen en el libro demuestran también que hay más porcentaje de separaciones y rupturas matrimoniales entre las parejas impacientes, que entre las que llegan vírgenes a la boda.

Un buen resumen de todo esto se encuentra en el Catecismo de la Iglesia: «Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia. En esta prueba han de ver un descubrimiento del mutuo respeto, un aprendizaje de la fidelidad y de la esperanza de recibirse el uno y el otro de Dios. Reservarán para el tiempo del matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal. Deben ayudarse mutuamente a crecer en la castidad» (n. 2350).

En definitiva, me permitirá que evite utilizar la expresión «teorías cristianas» sobre el matrimonio o el noviazgo, pues la verdad cristiana sobre el amor, como nos recordó Benedicto XVI en su primera encíclica recupera sus valores más genuinos sin quitarle nada de su belleza: «Hace falta una purificación y maduración, que incluyen también la renuncia. Esto no es rechazar el eros ni « envenenarlo», sino sanearlo para que alcance su verdadera grandeza» (Deus Caritas est, n. 5).

La gracia purifica las escorias del amor librándolo del egoísmo y permitiéndole recuperar su original belleza y fuerza. La visión cristiana, permítame la expresión, ofrece una ecología del amor en su más genuina autenticidad.

Por Miriam Díez i Bosch

Informe sobre la eutanasia

El informe sobre la Eutanasia

 

Interview de Klaudia Schank y Michel Schooyans

 

por Agnès Jauréguibéhère

para L’Homme Nouveau

Paris, junio de 2002

 

 

Klaudia Schank es Licenciada en Derecho y Licenciada en Relaciones Internacionales. Michel Schooyans, muy conocido por nuestros lectores, es Profesor Emérito de la Universidad de Lovaina. Ambos respondieron a las preguntas que les formulamos en relación a la obra inquietante que acaban de publicar sobre la eutanasia en Éditions Le Sarment.

 

 

¿Quiénes son los autores de esta obra?

 

El libro que tradujimos1 es la obra del jurista Karl Binding y del psiquiatra Alfred Hoche; la primera edición data de 1920; la segunda de 1922. Binding, nacido en 1841 en Francfort-an-Main, era un eminente profesor de derecho. La imponente obra que dejó al morir en 1920 suscita todavía hoy un gran interés. Hoche, nacido en 1865 en Wildenhain, era profesor de psiquiatría. Se dedicó a escribir al final de su vida y se suicidó en 1943. La obra de estos autores se inscribe en la lógica de la evolución de las ciencias con su resultante concepción del hombre. Reducido a su dimensión corporal, el hombre deviene un ser unidimensional, desprovisto de toda apertura a la trascendencia.

 

 

¿Por qué un libro como ese en Alemania en 1922?

 

Es principalmente en Alemania que se desarrollan, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, diferentes movimientos científicos que contribuyen al surgimiento del nacionalsocialismo. Uno de los principales orígenes de estos movimientos se encuentra en la teoría de la evolución expuesta en la obra de Charles Darwin. Aplicada por Darwin a los seres vivos, la idea de la evolución es poco a poco aplicada también a la sociedad. Esta es comparada a un organismo en el cual el hombre es reducido a ser sólo un miembro. En este contexto nace la idea según la cual el hombre tiene una responsabilidad personal en la evolución. Toda acción que se oponga al principio de la lucha por la vida y de la selección de los más aptos conduce inevitablemente a la degeneración de la especie humana y en consecuencia a la de la cultura alemana.

Para luchar contra esta degeneración, y prevenirla, los «higienistas» de la raza alemanes proponían medidas destinadas al mejoramiento del patrimonio hereditario. Rápidamente, sus proposiciones fueron transformadas en reivindicaciones eugénicas y raciales.

Solamente aquellos que eran juzgados aptos tenían el derecho de reproducirse. Influenciados por la ciencia de la raza, con su postulado sobre la superioridad de la raza nórdica, estos «higienistas» limitaban su misión a la conservación del pueblo alemán.

 

 

¿Cuáles fueron las grandes líneas de la argumentación desarrollada?

 

La exigencia de Binding y Hoche intentando liberalizar la destrucción de una vida indigna de ser vivida constituye una prolongación de las ideas que acabamos de recordar. Ellos también se otorgaban el derecho de juzgar el valor de un ser humano y de relativizar su dignidad.

Según Binding, el hombre es el soberano de su vida. De donde proviene la legitimación moral y jurídica del suicidio, lo que, según Binding, conduce lógicamente a la liberalización de la eutanasia. Esta liberalización, debe en primer lugar aplicarse a la «eutanasia pura», que remplaza simplemente la causa de la muerte por otra, luego a la eutanasia de los enfermos incurables que piden con insistencia ser librados de sus sufrimientos, y finalmente a la eutanasia de los deficientes mentales. La decisión de proceder a la destrucción, tomada por un Comité de Liberalización, se funda en un deber legal de compasión. La eventualidad de una decisión tomada por error, casi no preocupa a los autores. Hay tanta gente que muere por error que una persona más o menos no pesa en el balance…

Hoche, por su parte, desarrolla toda una argumentación dirigida principalmente a justificar medicinalmente el homicidio de discapacitados mentales. Para ello coloca a estos últimos en el mismo nivel que los animales. Según Hoche, los discapacitados mentales no pueden consecuentemente atribuirse un derecho subjetivo a la vida. Hoche los caracteriza sin dudar de «existencias-lastre y caparazones humanos vacíos».

 

 

Según ustedes, una gran parte de la argumentación de los partidarios actuales de la eutanasia figura ya en el informe de 1922. ¿Podrían darnos algunos ejemplos?

 

Casi todos los argumentos invocados hoy a favor de la eutanasia ya se encuentran bajo una forma u otra en la obra de Binding-Hoche. Un gran número de «razones» invocadas por estos autores son reutilizadas hoy: autonomía, libertad, dignidad, curación, compasión, inutilidad económica, peso para la sociedad, calidad de la especie, etc.

 

 

Para ustedes, al dar una justificación jurídica y médica de la eutanasia, Binding y Hoche tienen una parte de responsabilidad en el establecimiento de la «solución final» por el Tercer Reich. ¿Los nazis se referían explícitamente a esta obra?

 

La argumentación de Binding y Hoche tuvo un impacto considerable en el curso de la historia. La responsabilidad directa de estos universitarios en la elaboración y puesta en ejecución de los programas de exterminación de discapacitados, adultos y niños, no deja ninguna duda. De esta manera, abrieron ampliamente la vía al holocausto y a la banalización del «don de la muerte» por motivo de incorrección política o de no conformidad biológica. Con la llegada del nazismo al poder, se desencadena en Alemania un debate público sobre la eutanasia. Es en la revista Ethik donde los diferentes protagonistas toman la palabra. Los partidarios de la eutanasia, entre los cuales un teólogo llamado Rose, se refieren frecuentemente a la obra de Binding y Hoche. El mismo Hoche interviene personalmente en el debate. Dado que está establecido que toda esta discusión era seguida de cerca por la Administración y el Estado nazi, podemos afirmar sin recelo que los dos autores prepararon a los burócratas, a los médicos y psiquiatras no solamente para la aceptación, sino también para la ejecución de las muertes en masa a partir de 1939, e incluso antes.

 

 

¿Y la eutanasia hoy?

 

Todas las ideas que hemos evocado, persisten en el centro del debate sobre la eutanasia. Sin caer en un reduccionismo ciego, formulémonos ciertas preguntas. ¿Cuáles son actualmente los peligros que resultarían de una legitimación política de la eutanasia? ¿Esta legitimación estaría totalmente exenta de motivaciones económicas y sociales? ¿Esta legitimación no nos colocaría sobre una pendiente peligrosa? ¿No estamos siendo arrastrados, a pesar nuestro, a incontables situaciones que nos llevan a emitir un juicio sobre la dignidad humana? ¿No se llega así a crear categorías de hombres en las cuales la vida ya no se beneficia del derecho de una protección legal? En Bélgica, por ejemplo, ¿no consideran algunos ya el debate sobre la eutanasia en los casos de deficiencia grave?

 

 

¿Cuál consideran ustedes entonces el corazón del problema?

 

Se debe plantear claramente la cuestión de la definición de un acto de eutanasia. Un médico que administra analgésicos con el único fin de aliviar los dolores de un moribundo, cumple su deber de médico. Cuando la enfermedad se vuelve incontrolable, no se mata; el acto terapéutico cambia de objeto y se concentra en controlar el dolor. El médico toma ciertamente el riesgo de acortar así la vida, pero lo que quiere y lo que hace, es elegir la medicación adecuada para calmar el dolor, no para matar. En este caso, por lo tanto no hay eutanasia. La eutanasia es una muerte dada intencionalmente, reputada sin sufrimiento, por medio de técnicas médicas. Es la Tötung de Binding-Hoche. Ahora bien, ¿quién soy yo para declarar que una vida humana no vale la pena de ser vivida y en consecuencia que puede ser libremente destruida?

Queda por saber la significación real de la compasión. El pedido de eutanasia traduce una profunda angustia, un sentimiento de abandono, y por lo tanto el fracaso dramático de una comunicación, gracias a la cual, si fuese realizada, el enfermo percibiría que su dignidad continúa a ser percibida por los otros. Lo que les falta sin duda a los moribundos es el afecto: una comunicación en el seno de la cual el paciente se descubre amado. ¿La mejor forma de ayudar a alguien a morir con dignidad consistiría en darle la muerte?

 

Traducción a cargo de la Dra Beatriz de Gobbi.

 

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  1. La referencia de esta obra es: Klaudia SCHANK y Michel SCHOOYANS, Euthanasie. Le dossier Binding-Hoche, Traduction de l’allemand, présentation et analyse, Paris, Éditions Le Sarment, 2002.

 

Familia sin futuro, sociedad sin futuro

Entrevista Familia sin futuro es sociedad sin futuro Entrevista al presidente del Instituto de Política Familiar

MADRID, miércoles 14 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- España registró en 2010 tres rupturas por cada cuatro matrimonios. El Instituto de Política Familiar ha alertado recientemente que si continúa la tendencia a aumentar el número de rupturas familiares y a disminuir el número de bodas, pronto habrá tantas rupturas como matrimonios.

Su presidente en España, Eduardo Hertfelder, advierte, en la siguiente entrevista concedida
a ZENIT, que el país avanza hacia una “sociedad egoísta e individualizada”. “Familias fuertes y estables implica sociedad fuerte y estable; familia sin futuro es sociedad sin futuro”, afirma.

También destaca la vitalidad del movimiento familiar en España en los últimos diez años, así como la falta de voluntad política para ayudar a la familia y las actuaciones contrarias a ella realizadas por el Gobierno en los últimos ocho años, “según un proyecto de imposición del relativismo, del laicismo y de la ideología de género”.

– ¿En unos años podrían producirse realmente en España tantas rupturas como matrimonios?

Eduardo Hertfelder: La tendencia es que cada vez hay menos matrimonios. Hemos pasado de 220.000 a 170.000 en los últimos 20 años. Desde el año 2000, hemos perdido 45.000 matrimonios. Por otra parte, está aumentando la ruptura familiar como los divorcios.

Por lo tanto, en estos momentos ya estamos hablando de 170.000 matrimonios y 125.000 rupturas.

Si no cambian esas dos tendencias, a disminuir los matrimonios y aumentar las rupturas, van a converger las dos líneas. De hecho, en Canarias ya se produjeron más rupturas que matrimonios en el año 2010.

– ¿Qué consecuencias tiene el aumento de la tasa de ruptura por matrimonio?

Eduardo Hertfelder: Consecuencias nefastas para los cónyuges: la ruptura produce un drama, les causa problemas psicológicos, …

Es un drama para los hijos, que pasan a vivir en familias desestructuradas. Los estudios nacionales e internacionales indican que los mayores perjudicados son los niños.

A partir de ese momento, los niños empiezan a ver que la fidelidad, la entrega, el sacrificio no tiene validez, porque las personas que más quieren, sus padres, no lo han vivido, y no consideran que esos serán valores para dar mañana a otra persona.

Si no han vivido ni la fidelidad, la entrega,… no lo harán mañana cuando tengan un proyecto de vida.

Después, conlleva consecuencias negativas para la sociedad, porque vamos viviendo en una sociedad más desestructurada, más individualizada, en la que cuando no tengo relaciones, porque las familias están rotas, me preocupo más del yo y del tú, una sociedad cada vez más egoísta.

Vamos hacia una sociedad con problemas para los padres, los hijos y sociales de una sociedad egoísta e individualizada.

– ¿A qué se debe, en su opinión, esta tendencia?

Eduardo Hertfelder: Hay muchas causas, sería muy simplista reducirlo a una sola causa.

En primer lugar está la causa de tipo cultural: se ha transmitido unas ideas que han calado, como que ante la crisis la única solución es la ruptura; no está el darse una segunda oportunidad.

Se nos ha transmitido también que la fidelidad y la indisolubilidad son una utopía, que el matrimonio es una cuestión de afectividad exclusivamente y cuando se termina, puedo cambiar, que es un contrato, que en un momento dado puedo anular.

De hecho, actualmente en España resulta más fácil anular ese contrato matrimonial que el de una telefonía móvil.

Hay que permanecer 18 meses de fidelidad a una compañía telefónica, por ejemplo, mientras que con la ley del divorcio exprés puedo divorciarme en tres meses.

Además de las causas de índole cultural, están las de índole jurídica: en España no hay ley de familia, de prevención y mediación familiar, ni de natalidad pero sí una ley que potencia la ruptura.

No tenemos legislaciones de apoyo a la familia, sino regresivas, legislaciones antifamiliares.

En España hay problemas estructurales, laborales, hay un déficit de conciliación de vida familiar y laboral en que los horarios laborales son cada vez más extensos.

A menudo los dos cónyuges trabajan, llegan tarde a casa y no hay tiempo para comunicarse con los hijos ni entre ellos, hay una falta cada mayor de comunicación en la pareja.

Por otra parte, existen cuestiones de índole económica: España es el país de los 27 países de la Unión Europea que menos ayuda a la familia en todos los sentidos: económico, estructural, de leyes, de medidas,..

En conclusión, causas culturales y de tipo legislativo, económico y laboral están incidiendo en que haya cada vez menos matrimonios y más rupturas.

– ¿Qué propuestas plantean para luchar contra esta tendencia?

Eduardo Hertfelder: Incidir en primer lugar en la derogación de la ley del divorcio exprés por su carácter regresivo y potenciar los centros de orientación familiar serían las dos grandes medidas.

Una ley tiene que resolver problemas y ésta lo que ha hecho es en apenas cinco años duplicar el número de divorcios en España, pasando de cincuenta mil a cien mil.

Es una ley absolutamente mala. No tiene parangón en todo el mundo occidental porque introduce tres características: la posibilidad del divorcio de una forma unilateral, sin ninguna causa e inmediata. Se ha legalizado el derecho al repudio en España.

Respecto a los centros de orientación familiar (COF), ayudan a las familias a superar los conflictos. Pero hasta ahora, a excepción de los centros de iniciativa privada como los COF diocesanos, ha habido una dejación a nivel público, de administración.

Se ha hecho caso omiso de las recomendaciones del Consejo de Europa que lleva más de treinta años instando a crear estos organismos.

– ¿Por qué luchar por el matrimonio?

Eduardo Hertfelder: Porque es la base de la sociedad. Pensemos sólo en una sociedad sin familia, sin matrimonios: sería una sociedad de individuos solos, amorfa, en la que no habría relación entre las personas y sólo el Estado educaría, legislaría y determinaría lo bueno y lo malo según sus intereses.

La historia demuestra que la familia es la célula básica de la sociedad, la que transmite vida, la primera escuela. Lo primero que dice un niño es “papá” y “mamá”, no dice «Zapatero» ni «Aznar».

En la familia se enseñan los valores, las virtudes, la generosidad, le entrega, la donación y gracias a eso se aprende a estar en la sociedad.

Decir familia es decir futuro; sin ella no habría futuro ni sociedad. Familias fuertes y estables implica sociedad fuerte y estable. Familia sin futuro es sociedad sin futuro.

– ¿Cómo está afectando la crisis económica a la política familiar en España?

Eduardo Hertfelder: En primer lugar, la política familiar en España casi no existe. Las distintas Administraciones no habían apostado por la familia, no había una voluntad política de apoyo a la familia, sólo había algunas medidas puntuales o aisladas sin política familiar.

Como consecuencia de la falta de voluntad política para apoyar a la familia, cuando ha habido una crisis, rápidamente se han eliminado esas poquísimas ayudas a la familia que había.

Hemos llegado a la situación aberrante de que cuando más necesita la familia, en una situación de crisis económica, no sólo no se le ayuda más, sino que se le quitan las pocas ayudas que tenía.

– ¿Qué ayudas continúan pudiendo solicitar las familias en España, después de la desaparición del cheque-bebé?

Eduardo Hertfelder: Hay una ayuda, que es ridícula. En estos momentos la principal ayuda a la familia que hay en España es la prestación por hijo a cargo: una ayuda que reciben unas pocas familias desde que el hijo nace hasta que cumple los 18 años.

Digo que es ridícula primero porque es de 24 euros al mes, cuando la media de la Unión Europea son 125 euros al mes. Es un quinto de la media europea.

Además, mientras en la Unión Europea esa ayuda es universal, independientemente del nivel de ingresos, en España se limita a las familias con unos ingresos de 11.000 euros brutos al año entre los dos cónyuges.

Si ganan el salario mínimo interprofesional, ya superaría ese límite. El 90% de las familias que tienen un hijo no pueden acceder a esa medida porque superan el límite de ingresos.

Además, la cuantía de la ayuda está congelada desde el año 2000. El poder adquisitivo no es el mismo hace diez años que ahora.

Eso es lo máximo que da la Administración central española.

– ¿Algunas autonomías proporcionan más ayudas?

Sí, alguna por nacimiento,… Pero no hay voluntad política de ayudar y las dotaciones presupuestarias que dedican son muy pequeñas porque no creen en ello.

– En estos momentos, en España, según sus análisis y su interpretación, ¿qué factores o entidades están promoviendo la familia y cuáles la están perjudicando?

Eduardo Hertfelder: La Iglesia está haciendo sus documentos de pastoral y está llevando a cabo en las diócesis una labor familiar estupenda, a pesar de los pocos recursos que tiene.

Después, el movimiento familiar en España ha emergido mucho: hay unas instituciones como el Foro Español de la Familia, asociaciones de familias numerosas, la Federación Provida, plataformas como Hazte Oír, asociaciones como Profesionales por la Ética y E-cristians,…

La mayoría de ellas hace diez años no existían y han dado un nuevo impulso a la familia; han empezado a exigir a las Administraciones, a demandar sus derechos y se han empezado a movilizar.

Antes, el movimiento familiar español era casi inexistente y ahora es un movimiento digno de mención y está siendo ejemplo para otros países.

Eso está haciendo que algunas Administraciones o partidos políticos poco a poco empiecen a introducir algunas medidas, más todavía por presión de este movimiento familiar que por convencimiento de lo que supone ayudar a la familia.

Por el contrario, hay una serie de instituciones que llevan muchos años actuando en contra de la familia y de la vida, como el IPPF y sus ramificaciones en España que promocionan el aborto, los anticonceptivos, …

El lobby gay está promoviendo una agenda política de apoyo a todo lo que sea la difusión de la ideología gay en todas partes.

Y una serie de grupos de feminismo radical y de ideología de género intentan impulsar la ideología de género en las Administraciones, los colegios y la sociedad en general.

Por otra parte, hemos estado viviendo un Gobierno que en ocho años ha impulsado un proyecto de transformación radical de España sin precedentes.

Se han generado casi veinte proyectos de ley sin calado social sobre libertad religiosa, ataque a la familia,… jamás vistos según un proyecto de imposición del relativismo, del laicismo y de la ideología de género.

Esos tres pilares han sido fundamentales preconizados por Zapatero en estos ocho años. Y ha apoyado a foros con subvenciones con ayudas, dándoles cancha para que puedan llevar a cabo este proyecto de transformación de la sociedad.

– ¿Cuáles son las principales amenazas de los matrimonios y las familias hoy en España?

Eduardo Hertfelder: En primer lugar, el Gobierno que tenemos. Y si mañana cambia de manos el Gobierno, el nuevo Gobierno que no quite ni derogue las numerosas leyes perniciosas y las mantenga.

Siempre, históricamente, la izquierda ha desarrollado un proyecto de transformación social y cuando la derecha ha llegado, no ha quitado esas leyes regresivas y al no quitarlas, las ha dado por válidas y las ha consolidado.

El problema está en que si mañana sigue el Gobierno, persistirá el proyecto de transformación social. Si cambia de manos y no hace nada, consolidará estas casi veinte leyes que se han implementado en los años de legislatura socialista.

También que el movimiento familiar que ha nacido en los últimos 10 años nos durmamos en los laureles ante un posible cambio de Gobierno y creamos que ya podemos “volvernos a nuestras casas” y no seguir trabajando por y para la familia.

Y que los padres que toman conciencia de sus responsabilidades se duerman y dejen de tomar conciencia de sus responsabilidades.

Ante una cultura de imposición de la ideología de género, hay que crear una cultura de perspectiva de familia, una cultura de la vida, en que se considere socialmente que la familia es el elemento básico de la sociedad, que se revitalice la familia, la maternidad, los hijos, el matrimonio, que no se vea de manera peyorativa sino que revitalice su función social.

Por Patricia Navas

Seguir educando en vacaciones

En vacaciones seguimos educando

En vacaciones seguimos educando

Si durante el período de trabajo hemos tenido mucha preocupación para conciliar el trabajo y la vida de familia, tenemos 30 días para recuperar, sin agobios, un mes magnífico para vivir con serenidad.

Ha llegado, pues el momento de disfrutar de los hijos con tranquilidad y aprovechar el tener a mano la posibilidad de darse personalmente sin prisas, buscando el mejor tiempo para que el verano de este año sea un verano que quede en la memoria de los nuestros.

Procuremos ¡esto si!: con mayor flexibilidad, seguir viviendo en casa la obediencia. Es normal relajarse y descansar pero es necesario no perder todo lo que hemos logrado anteriormente. Es también el momento de revisar la lista de encargos y hacer cambios. Seguir con la idea de la participación de los hijos en las tareas del hogar, con la motivación de poder ampliar el abanico de diversiones será beneficioso para todos.

El ocio de nuestros hijos ha de ser considerado como reparador de fuerzas, de descanso del estudio, así como para los adultos es un descanso del trabajo. Este es un aspecto importante del ocio, actividad relacionada con el espíritu, que se opone radicalmente al negocio –negación del ocio– y que no busca ningún provecho material. Es bueno que los hijos adolescentes comenten con los padres que actividades les gustaría hacer, a partir de cierta edad pueden elegirlas libremente, con orientación nuestra. Al ser el ocio de nuestros hijos, fruto de lo que ellos han querido escoger, podrán ejercitar su iniciativa, creatividad, inventiva e imaginación.

No olvidemos estas pequeñas recomendaciones.
Alegría y el buen humor en el ambiente en vacaciones:

Para evitar problemas es aconsejable organizar actividades divertidas y atractivas; y especialmente elegir lugares de verano en que podamos encontrar otras familias ocupadas de la formación de sus hijos y unirnos para encontrar diversiones -las excursiones y el deporte siempre son las calificadas con más “estrellas”- y mejorarnos, padres e hijos, a través del trato social. Vivir la amistad con más intensidad y la sociabilidad son dos valores propios del tiempo de verano.

Dar mayor importancia al diálogo:

En tiempo de vacaciones las conversaciones pueden y deben ser más relajadas y aprovechar el tiempo de descanso para tratar temas más profundos como las consecuencias de la movida nocturna, adicciones, sexualidad, el uso del móvil, el de Internet, etc.… y escuchar lo que piensan nuestros hijos. Igual que en medicina con el diagnóstico precoz, en educación también se trata de prever. Si escuchamos sin mirar el reloj entenderemos mejor las inquietudes y la forma de ser de nuestros hijos.

No olvidar a los abuelos:

Algunos padres se reúnen con otras familias en casa de los abuelos. Se trata de organizarse de manera que los abuelos estén descansados para transmitir raíces, memorias y cultura de la vida sin estar agobiados. La mejor manera es ponerse de acuerdo con ellos antes de empezar la estancia en su hogar. Es una ocasión de oro para los nietos convivir pacíficamente con los progenitores de sus padres. Con orden se puede hacer de abuelo o de abuela (lo digo por mi experiencia) con toda la capacidad de amar que dan los años y el sentimiento de cariño que reedita la juventud del corazón de los que tenemos el privilegio de ser abuelos.

 

Fuente: www.catholic.net

El sentido de la sexualidad humana

EXTRACTO DEL DOCUMENTO DE LA CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE

PONTIFICIO CONSEJO SOBRE LA FAMILIA

SEXUALIDAD HUMANA: VERDAD Y SIGNIFICADO

VI LOS PASOS EN EL CONOCIMIENTO

64. A los padres corresponde especialmente la obligacion de hacer conocer a los hijos los misterios de la vida humana, porque la familia es » el mejor ambiente para cumplir el deber de asegurar una gradual educacion de la vida sexual. Cuenta con reservas afectivas capaces de llevar a aceptar, sin traumas, aun las realidades mas delicadas e integrarlas armonicamente en una personalidad equilibrada y rica «.1 Esta tarea primaria de la familia, hemos recordado, implica para los padres el derecho a que sus hijos no sean obligados a asistir en la escuela a cursos sobre temas que estén en desacuerdo con las propias convicciones religiosas y morales.2 Es, en efecto, labor de la escuela no sustituir a la familia, sino » asistir y completar la obra de los padres, proporcionando a los ninos y jovenes una estima de la «sexualidad como valor y funcion de toda la persona creada, varon y mujer, a imagen de Dios» «.3

Al respecto recordamos cuanto ensena el Santo Padre en la Familiaris consortio: » La Iglesia se opone firmemente a un sistema de informacion sexual separado de los principios morales, tan frecuentemente difundido, que no es sino una introduccion a la experiencia del placer y un estimulo para perder la serenidad, abriendo el camino al vicio desde los anos de la inocencia «.4

Es necesario, por tanto, proponer cuatro principios generales y seguidamente examinar las diversas fases de desarrollo del nino.

Cuatro principios sobre la informacion respecto a la sexualidad

65. 1. Todo nino es una persona unica e irrepetible y debe recibir una formacion individualizada. Puesto que los padres conocen, comprenden y aman a cada uno de sus hijos en su irrepetibilidad, cuentan con la mejor posicion para decidir el momento oportuno de dar las distintas informaciones, segun el respectivo crecimiento fisico y espiritual. Nadie debe privar a los padres, conscientes de su mision, de esta capacidad de discernimiento.5

66. El proceso de madurez de cada nino como persona es distinto, por lo cual los aspectos tanto biologicos como afectivos, que tocan mas de cerca su intimidad, deben serles comunicados a través de un dialogo personalizado.6 En el dialogo con cada hijo, hecho con amor y con confianza, los padres comunican algo del propio don de si, y estan en condicion de testimoniar aspectos de la dimension afectiva de la sexualidad no transmisibles de otra manera.

67. La experiencia demuestra que este dialogo se realiza mejor cuando el progenitor, que comunica las informaciones biologicas, afectivas, morales y espirituales, es del mismo sexo del nino o del joven. Conscientes de su papel, de las emociones y de los problemas del propio sexo, las madres tienen una sintonia especial con las hijas y los padres con los hijos. Es necesario respetar ese nexo natural; por esto, el padre que se encuentre solo, debera comportarse con gran sensibilidad cuando hable con un hijo de sexo diverso, y podra permitir que los aspectos mas intimos sean comunicados por una persona de confianza del sexo del nino. Para esta colaboracion de caracter subsidiario, los padres podran valerse de educadores expertos y bien formados en el ambito de la comunidad escolar, parroquial o de las asociaciones catolicas.

68. 2. La dimension moral debe formar parte siempre de las explicaciones. Los padres podran poner de relieve que los cristianos estan llamados a vivir el don de la sexualidad segun el plan de Dios que es Amor, en el contexto del matrimonio o de la virginidad consagrada o también en el celibato.7 Se ha de insistir en el valor positivo de la castidad y en la capacidad de generar verdadero amor hacia las personas: este es su mas radical e importante aspecto moral; solo quien sabe ser casto, sabra amar en el matrimonio o en la virginidad.

69. Desde la mas tierna edad, los padres pueden observar inicios de una actividad genital instintiva en el nino. No se debe considerar como represivo el hecho de corregir delicadamente estos habitos que podrian llegar a ser pecaminosos mas tarde, y ensenar la modestia, siempre que sea necesario, a medida que el nino crece. Es importante que el juicio de rechazo moral de ciertos comportamientos, contrarios a la dignidad de la persona y a la castidad, sea justificado con motivaciones adecuadas, validas y convincentes tanto en el plano racional como en el de la fe, y en un cuadro positivo y de alto concepto de la dignidad personal. Muchas amonestaciones de los padres son simples reproches o recomendaciones que los hijos perciben como fruto del miedo a ciertas consecuencias sociales o de publica reputacion, mas que de un amor atento a su verdadero bien. » Os exhorto a corregir con todo empeno los vicios y las pasiones que en cada edad os acometen. Porque si en cualquier época de nuestra vida navegamos despreciando los valores de la virtud y sufriendo de esta manera constantes naufragios, tenemos el riesgo de llegar al puerto vacios de toda carga espiritual «.8

70. 3. La educacion a la castidad y las oportunas informaciones sobre la sexualidad deben ser ofrecidas en el mas amplio contexto de la educacion al amor. No es suficiente comunicar informaciones sobre el sexo junto a principios morales objetivos. Es necesaria la constante ayuda para el crecimiento en la vida espiritual de los hijos, para que su desarrollo biologico y las pulsiones que comienzan a experimentar se encuentren siempre acompanadas por un creciente amor a Dios Creador y Redentor y por una siempre mas grande conciencia de la dignidad de toda persona humana y de su cuerpo. A la luz del misterio de Cristo y de la Iglesia, los padres pueden ilustrar los valores positivos de la sexualidad humana en el contexto de la nativa vocacion de la persona al amor y de la llamada universal a la santidad.

71. En los coloquios con los hijos, no deben faltar nunca los consejos idoneos para crecer en el amor de Dios y del projimo y para superar las dificultades: » disciplina de los sentidos y de la mente, prudencia atenta para evitar las ocasiones de caidas, guarda del pudor, moderacion en las diversiones, ocupacion sana, recurso frecuente a la oracion y a los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristia. Los jovenes, sobre todo, deben empenarse en fomentar su devocion a la Inmaculada Madre de Dios «.9

72. Para educar a los hijos a valorar los ambientes que frecuentan con sentido critico y verdadera autonomia, y habituarlos a un uso independiente de los mass-media, los padres han de presentar siempre modelos positivos y los medios adecuados para que empleen sus energias vitales, el sentido de la amistad y de solidaridad en el vasto campo de la sociedad y de la Iglesia.

En presencia de tendencias y de comportamientos desviados, para los cuales se precisa gran prudencia y cautela en distinguir y evaluar las situaciones, recurriran también a especialistas de segura formacion cientifica y moral para identificar las causas mas alla de los sintomas, y ayudar a las personas con seriedad y claridad a superar las dificultades. La accion pedagogica ha de orientarse mas sobre las causas que sobre la represion directa del fenomeno,10 procurando también -si fuera necesario- la ayuda de personas cualificadas como médicos, pedagogos, psicologos de recto sentir cristiano.

73. Uno de los objetivos de los padres en su labor educativa es transmitir a los hijos la conviccion de que la castidad en el propio estado es posible y genera alegria. La alegria brota de la conciencia de una madurez y armonia de la propia vida afectiva, que, siendo don de Dios y don de amor, permite realizar el don de si en el ambito de la propia vocacion. El hombre, en efecto, unica criatura sobre la tierra querida por Dios por si misma, » no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de si mismo a los demas «.11 » Cristo ha dado leyes comunes para todos… No te prohibo casarte, ni me opongo a que te diviertas. Solo quiero que tu lo hagas con templanza, sin obscenidad, sin culpas y pecados. No pongo como ley que huyais a los montes y a los desiertos, sino que seais valientes, buenos, modestos y castos viviendo en medio de las ciudades «.12

74. La ayuda de Dios no falta nunca si se pone el empeno necesario para corresponder a la gracia de Dios. Ayudando, formando y respetando la conciencia de los hijos, los padres deben procurar que frecuenten conscientemente los sacramentos, yendo por delante con su ejemplo. Si los ninos y los jovenes experimentan los efectos de la gracia y de la misericordia de Dios en los sacramentos, seran capaces de vivir bien la castidad como don de Dios, para su gloria y para amarlo a El y a los demas hombres. Una ayuda necesaria y sobrenaturalmente eficaz es frecuentar el Sacramento de la reconciliacion, especialmente si se puede contar con un confesor fijo. La guia o direccion espiritual, aunque no coincide necesariamente con el papel del confesor, es ayuda preciosa para la iluminacion progresiva de las etapas de maduracion y para el apoyo moral.

Son muy utiles las lecturas de libros de formacion elegidos y aconsejados para ofrecer una formacion mas amplia y profunda, y proponer ejemplos y testimonios en el camino de la virtud.

75. Una vez identificados los objetivos de la informacion, es necesario precisar los tiempos y las modalidades comenzando desde la edad de la adolescencia.

4. Los padres deben dar una informacion con extrema delicadeza, pero en forma clara y en el tiempo oportuno. Ellos saben bien que los hijos deben ser tratados de manera personalizada, de acuerdo con las condiciones personales de su desarrollo fisiologico y psiquico, teniendo debidamente en cuenta también el ambiente cultural y la experiencia que el adolescente realiza en su vida cotidiana. Para valorar lo que se debe decir a cada uno, es muy importante que los padres pidan ante todo luces al Senor en la oracion y hablen entre si, para que sus palabras no sean ni demasiado explicitas ni demasiado vagas. Dar muchos detalles a los ninos es contraproducente, pero retardar excesivamente las primeras informaciones es imprudente, porque toda persona humana tiene una natural curiosidad al respecto y antes o después se interroga, sobre todo en una cultura donde se ve demasiado también por la calle.

76. En general, las primeras informaciones acerca del sexo que se han de dar a un nino pequeno, no miran la sexualidad genital, sino el embarazo y el nacimiento de un hermano o de una hermana. La curiosidad natural del nino se estimula, por ejemplo, cuando observa en la madre los signos del embarazo y que vive en la espera de un nino. Los padres deben aprovechar esta gozosa experiencia para comunicar algunos hechos sencillos relativos al embarazo, siempre en el contexto mas profundo de la maravilla de la obra creadora de Dios, que ha dispuesto que la nueva vida por El donada se custodie en el cuerpo de la madre cerca de su corazon.

Las fases principales del desarrollo del niño

77. Es importante que los padres tengan siempre en consideracion las exigencias de sus hijos en las diversas fases de su desarrollo. Teniendo en cuenta que cada uno debe recibir una formacion individualizada, los padres han de adaptar los aspectos de la educacion al amor a las necesidades particulares de cada hijo.

1. Los años de la inocencia

78. Desde la edad de cinco anos aproximadamente hasta la pubertad -cuyo inicio se coloca en la manifestacion de las primeras modificaciones en el cuerpo del muchacho o de la muchacha (efecto visible de un creciente influjo de las hormonas sexuales)-, se dice que el nino esta en esta fase, descrita en las palabras de Juan Pablo II, como » los anos de la inocencia «.13 Periodo de tranquilidad y de serenidad que no debe ser turbado por una informacion sexual innecesaria. En estos anos, antes del evidente desarrollo fisico sexual, es comun que los intereses del nino se dirijan a otros aspectos de la vida. Ha desaparecido la sexualidad instintiva rudimentaria del nino pequeno. Los ninos y las ninas de esta edad no estan particularmente interesados en los problemas sexuales y prefieren frecuentar a los de su mismo sexo. Para no turbar esta importante fase natural del crecimiento, los padres tendran presente que una prudente formacion al amor casto ha de ser en este periodo indirecta, en preparacion a la pubertad, cuando sea necesaria la informacion directa.

79. Durante esta fase del desarrollo, el nino se encuentra normalmente satisfecho del cuerpo y sus funciones. Acepta la necesidad de la modestia en la manera de vestir y en el comportamiento. Aun siendo consciente de las diferencias fisicas entre ambos sexos, muestra en general poco interés por las funciones genitales. El descubrimiento de las maravillas de la creacion, propio de esta época, y las respectivas experiencias en casa y en la escuela, deberan ser orientadas hacia la catequesis y el acercamiento a los sacramentos, que se realiza en la comunidad eclesial.

80. Sin embargo, este periodo de la ninez no esta desprovisto de significado en términos de desarrollo psico-sexual. El nino o la nina que crece, aprende, del ejemplo de los adultos y de la experiencia familiar, qué significa ser una mujer o un hombre. Ciertamente no se han de despreciar las expresiones de ternura natural y de sensibilidad por parte de los ninos, ni, a su vez, excluir a las ninas de actividades fisicas vigorosas. Sin embargo, en algunas sociedades sometidas a presiones ideologicas, los padres deberan cuidar también de adoptar una actitud de oposicion exagerada a lo que se define comunmente como » estereotipo de las funciones » . No se han de ignorar ni minimizar las efectivas diferencias entre ambos sexos y, en un ambiente familiar sano, los ninos aprenderan que es natural que a estas diferencias corresponda una cierta diversidad entre las tareas normales familiares y domésticas respectivamente de los hombres y las mujeres.

81. Durante esta fase, las ninas desarrollaran en general un interés materno por los ninos pequenos, por la maternidad y por la atencion de la casa. Asumiendo constantemente como modelo la Maternidad de la Santisima Virgen Maria, deben ser estimuladas a valorizar la propia feminidad.

82. Un nino, en esta misma fase, se encuentra en un estadio de desarrollo relativamente tranquilo. Es de ordinario un periodo oportuno para establecer una buena relacion con el padre. En este tiempo, ha de aprender que su masculinidad, aunque sea un don divino, no es signo de superioridad respecto a las mujeres, sino una llamada de Dios a asumir ciertas tareas y responsabilidades. Hay que orientar al nino a no ser excesivamente agresivo o estar demasiado preocupado de la fortaleza fisica como garantia de la propia virilidad.

83. Sin embargo, en el contexto de la informacion moral y sexual, pueden surgir en esta fase de la ninez algunos problemas. En ciertas sociedades, existen intentos programados y predeterminados de imponer una informacion sexual prematura a los ninos. Sin embargo, estos no se encuentran en condiciones de comprender plenamente el valor de la dimension afectiva de la sexualidad. No son capaces de entender y controlar la imagen sexual en un contexto adecuado de principios morales y, por tanto, de integrar una informacion sexual que es prematura, con su responsabilidad moral. Tales informaciones tienden asi a perturbar su desarrollo emocional y educativo y la serenidad natural de este periodo de la vida. Los padres han de evitar en modo delicado pero a la vez firme, los intentos de violar la inocencia de sus hijos, porque comprometen su desarrollo espiritual, moral y emotivo como personas en crecimiento y que tienen derecho a tal inocencia.

84. Una ulterior dificultad aparece cuando los ninos reciben una informacion sexual prematura por parte de los mass-media o de coetaneos descarriados o que han recibido una educacion sexual precoz. En esta circunstancia, los padres habran de comenzar a impartir una informacion sexual limitada, normalmente, a corregir la informacion inmoral erronea o controlar un lenguaje obsceno.

85. No son raras las violencias sexuales con los ninos. Los padres deben proteger a sus hijos, sobre todo educandolos en la modestia y la reserva ante personas extranas; ademas, impartiendo una adecuada informacion sexual, sin anticipar detalles y particulares que los podrian turbar o asustar.

86. Como en los primeros anos de vida, también durante la ninez, los padres han de fomentar en los hijos el espiritu de colaboracion, obediencia, generosidad y abnegacion, y favorecer la capacidad de autoreflexion y sublimacion. En efecto, es caracteristico de este periodo de desarrollo, la atraccion por actividades intelectuales: la potencia intelectual permite adquirir la fuerza y la capacidad de controlar la realidad circundante y, en un futuro no lejano, también los instintos del cuerpo, y asi transformarlos en actividad intelectual y racional.

El nino indisciplinado o viciado tiende a una cierta inmadurez y debilidad moral en el futuro, porque la castidad es dificil de mantener si la persona desarrolla habitos egoistas o desordenados y no sera entonces capaz de comportarse con los demas con aprecio y respeto. Los padres deben presentar modelos objetivos de aquello que es justo o equivocado, creando un contexto moral seguro para la vida.

2. La pubertad

87. La pubertad, que constituye la fase inicial de la adolescencia, es un tiempo en el que los padres han de estar especialmente atentos a la educacion cristiana de los hijos: es el momento del descubrimiento de si mismos » y del propio mundo interior; el momento de los proyectos generosos, en que brota el sentimiento del amor, asi como los impulsos biologicos de la sexualidad, del deseo de estar con otros; tiempo de una alegria particularmente intensa, relacionada con el embriagador descubrimiento de la vida. Pero también es a menudo la edad de los interrogantes profundos, de las busquedas angustiosas e incluso frustrantes, de desconfianza en los demas y del repliegue peligroso sobre si mismo; a veces también el tiempo de los primeros fracasos y de las primeras amarguras «.14

88. Los padres deben velar atentamente sobre la evolucion de los hijos y a sus transformaciones fisicas y psiquicas, decisivas para la maduracion de la personalidad. Sin manifestar ansia, temor ni preocupacion obsesiva, evitaran que la cobardia o la comodidad bloqueen su intervencion. Logicamente es un momento importante en la educacion a la castidad, que implica, entre otros aspectos, el modo de informar sobre la sexualidad. En esta fase, la exigencia educativa se extiende al aspecto de la genitalidad y exige por tanto su presentacion, tanto en el plano de los valores como en el de su realidad global; implica su comprension en el contexto de la procreacion, el matrimonio y la familia, que deben estar siempre presentes en una labor auténtica de educacion sexual.15

89. Los padres, partiendo de las transformaciones que las hijas y los hijos experimentan en su propio cuerpo, deben proporcionarles explicaciones mas detalladas sobre la sexualidad siempre que -contando con una relacion de confianza y amistad- las jovenes se confien con su madre y los jovenes con el padre. Esta relacion de confianza y de amistad se ha de instaurar desde los primeros anos de la vida.

90. Tarea importante de los padres es acompanar la evolucion fisiologica de las hijas, ayudandoles a acoger con alegria el desarrollo de la feminidad en sentido corporal, psicologico y espiritual.16 Normalmente se podra hablar también de los ciclos de la fertilidad y de su significado; no sera sin embargo necesario, si no es explicitamente solicitado, dar explicaciones detalladas acerca de la union sexual.

91. Es muy importante también que los adolescentes de sexo masculino reciban ayudas para comprender las etapas del desarrollo fisico y fisiologico de los organos genitales, antes de obtener esta informacion de los companeros de juego o de personas que no tengan recto criterio y tino. La presentacion de los hechos fisiologicos de la pubertad masculina ha de hacerse en un ambiente sereno, positivo y reservado, en la perspectiva del matrimonio, la familia y la paternidad. La instruccion de las adolescentes y de los adolescentes, ha de comprender una informacion realista y suficiente de las caracteristicas somaticas y psicologicas del otro sexo, hacia el cual se dirige en gran parte su curiosidad.

En este ambito, a veces sera de gran ayuda para los padres el apoyo informativo de un médico responsable o de un psicologo, sin separar nunca tales informaciones de la referencia a la fe y a la tarea educativa del sacerdote.

92. A través de un dialogo confiado y abierto, los padres podran guiar las hijas no solo a enfrentarse con los momentos de perplejidad emotiva, sino a penetrar en el valor de la castidad cristiana en la relacion de los sexos. La instruccion de las adolescentes y los adolescentes debe tender a resaltar la belleza de la maternidad y la maravillosa realidad de la procreacion, asi como el profundo significado de la virginidad. Asi se les ayudara a oponerse a la mentalidad hedonista hoy tan difundida y, particularmente, a evitar, en un periodo tan decisivo, la » mentalidad contraceptiva » por desgracia muy extendida y con la que las hijas habran de enfrentarse mas tarde, en el matrimonio.

93. Durante la pubertad, el desarrollo psiquico y emotivo del adolescente puede hacerlo vulnerable a las fantasias eroticas y ponerle en la tentacion de experiencias sexuales. Los padres han de estar cercanos a los hijos, corrigiendo la tendencia a utilizar la sexualidad de modo hedonista y materialista: les haran presente que es un don de Dios, para cooperar con El a » realizar a lo largo de la historia la bendicion original del Creador, transmitiendo en la generacion la imagen divina de hombre a hombre «; y les reforzaran en la conciencia de que » la fecundidad es el fruto y el signo del amor conyugal, el testimonio vivo de la entrega plena y reciproca de los esposos «.17 De esta manera los hijos aprenderan el respeto debido a la mujer. La labor de la informacion y de educacion de los padres es necesaria no porque los hijos no deban conocer las realidades sexuales, sino para que las conozcan en el modo oportuno.

94. De forma positiva y prudente los padres realizaran cuanto pidieron los Padres del Concilio Vaticano II: » Hay que formar a los jovenes, a tiempo y convenientemente, sobre la dignidad, funcion y ejercicio del amor conyugal, y esto preferentemente en el seno de la misma familia. Asi, educados en el culto de la castidad, podran pasar, a la edad conveniente, de un honesto noviazgo al matrimonio «.18

Esta informacion positiva sobre la sexualidad sera siempre parte de un proyecto formativo, capaz de crear un contexto cristiano para las oportunas informaciones sobre la vida y la actividad sexual, sobre la anatomia y la higiene. Por lo mismo las dimensiones espirituales y morales deberan prevalecer siempre y tener dos concretas finalidades: la presentacion de los mandamientos de Dios como camino de vida y la formacion de una recta conciencia.

Jesús, al joven que lo interroga sobre lo que debe hacer para obtener la vida eterna, le responde: » si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos » (Mt 19,17); y después de haber enumerado los que miran al amor del projimo, los resume en esta formula positiva: » ama el projimo como a ti mismo » (Mt 19,19). Presentar los mandamientos como don de Dios (inscritos por el dedo de Dios, Ex 31,18) y expresion de la Alianza con El, confirmados por Jesús con su mismo ejemplo, es decisivo para que el adolescente no los separe de su intima relacion con una vida interiormente rica y libre de los egoismos.19

95. La formacion de la conciencia exige, como punto de partida, mostrar el proyecto de amor que Dios tiene por cada persona, el valor positivo y libertador de la ley moral y la conciencia tanto de la fragilidad introducida por el pecado como de los medios de la gracia que fortalecen al hombre en su camino hacia el bien y la salvacion.

Presente » en lo mas intimo de la persona, la conciencia moral » -que es el » nucleo mas secreto y el sagrario del hombre «, segun afirma el Concilio Vaticano II-,20 » le ordena, en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las elecciones concretas, aprobando las buenas y denunciando las malas. Atestigua la autoridad de la verdad con referencia al Bien supremo por el cual la persona humana se siente atraida y cuyos mandamientos acoge «.21

En efecto, » la conciencia moral es un juicio de la razon por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, esta haciendo o ha hecho «.22 Por tanto, la formacion de la conciencia requiere luces sobre la verdad y el plan de Dios, pues la conciencia no debe confundirse con un vago sentimiento subjetivo ni con una opinion personal.

96. Al responder a las preguntas de sus hijos, los padres deben dar argumentos bien pensados sobre el gran valor de la castidad, y mostrar la debilidad intelectual y humana de las teorias que sostienen conductas permisivas y hedonistas; responderan con claridad, sin dar excesiva importancia a las problematicas sexuales patologicas ni producir la falsa impresion de que la sexualidad es una realidad vergonzosa o sucia, dado que es un gran don de Dios, que ha puesto en el cuerpo humano la capacidad de engendrar, haciéndonos participes de su poder creador. Tanto en la Escritura (Ct 1-8 Os 2 Jr 3,1-3 Ez 23, etc. ), como en la tradicion mistica cristiana23 se ha visto el amor conyugal como un simbolo y una imagen del amor de Dios por los hombres.

97. Ya que durante la pubertad los adolescentes son particularmente sensibles a las influencias emotivas, los padres deben, a través del dialogo y de su modo de obrar, ayudar a los hijos a resistir a los influjos negativos exteriores que podrian inducirles a minusvalorar la formacion cristiana sobre el amor y sobre la castidad. A veces, especialmente en las sociedades abandonadas a las incitaciones del consumismo, los padres tendran que cuidar -sin hacerlo notar demasiado- las relaciones de sus hijos con adolescentes del otro sexo. Aunque hayan sido aceptadas socialmente, existen costumbres en el modo de hablar y vestir que son moralmente incorrectas y representan una forma de banalizar la sexualidad, reduciéndola a un objeto de consumo. Los padres deben ensenar a sus hijos el valor de la modestia cristiana, de la sobriedad en el vestir, de la necesaria independencia respecto a las modas, caracteristica de un hombre o de una mujer con personalidad madura.24

3. La adolescencia en el proyecto de vida

98. La adolescencia representa, en el desarrollo del sujeto, el periodo de la proyeccion de si, y por tanto, del descubrimiento de la propia vocacion: dicho periodo tiende a ser hoy -tanto por razones fisiologicas como por motivos socio-culturales- mas prolongado en el tiempo que en el pasado. Los padres cristianos deben » formar a los hijos para la vida, de manera que cada uno cumpla en plenitud su cometido, de acuerdo con la vocacion recibida de Dios «.25 Se trata de un empeno de suma importancia, que constituye en definitiva la cumbre de su mision de padres. Si esto es siempre importante, lo es de manera particular en este periodo de la vida de los hijos: » En la vida de cada fiel laico hay momentos particularmente significativos y decisivos para discernir la llamada de Dios … Entre ellos estan los momentos de la adolescencia y de la juventud «.26

99. Es fundamental que los jovenes no se encuentren solos a la hora de discernir su vocacion personal. Son importantes, y a veces decisivos, el consejo de los padres y el apoyo de un sacerdote o de otras personas adecuadamente formadas -en las parroquias, en las asociaciones y en los nuevos y fecundos movimientos eclesiales, etc.- capaces de ayudarlos a descubrir el sentido vocacional de la existencia y las formas concretas de la llamada universal a la santidad, puesto que » el sigueme de Cristo se puede escuchar a través de una diversidad de caminos, por medio de los cuales proceden los discipulos y testigos del Redentor «.27

100. Por siglos, el concepto de vocacion habia sido reservado exclusivamente al sacerdocio y a la vida religiosa. El Concilio Vaticano II, recordando la ensenanza del Senor -» sed perfectos como perfecto es vuestro Padre celestial » (Mt 5,48)-, ha renovado la llamada universal a la santidad:28 » esta fuerte invitacion a la santidad -escribio poco después Pablo VI- puede ser considerada como el elemento mas caracteristico de todo el magisterio conciliar y, por asi decirlo, su ultima finalidad «;29 e insiste Juan Pablo II: » El Concilio Vaticano II ha pronunciado palabras altamente luminosas sobre la vocacion universal a la santidad. Se puede decir que precisamente esta llamada ha sido la consigna fundamental confiada a todos los hijos e hijas de la Iglesia, por un Concilio convocado para la renovacion evangélica de la vida cristiana.30 Esta consigna no es una simple exhortacion moral, sino una insuprimible exigencia del misterio de la Iglesia «.31

Dios llama a la santidad a todos los hombres y, para cada uno de ellos tiene proyectos bien precisos: una vocacion personal que cada uno debe reconocer, acoger y desarrollar. A todos los cristianos -sacerdotes y laicos, casados o célibes-, se aplican las palabras del Apostol de los gentiles: » elegidos de Dios, santos y amados » (Col 3,12).

101. Es pues necesario que no falte nunca en la catequesis y en la formacion impartida dentro y fuera de la familia, no solo la ensenanza de la Iglesia sobre el valor eminente de la virginidad y del celibato,32 sino también sobre el sentido vocacional del matrimonio, que nunca debe ser considerado por un cristiano solo como una aventura humana: » Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y a la Iglesia «, dice san Pablo (Ep 5,32). Dar a los jovenes esta firme conviccion, trascendental para el bien de la Iglesia y de la humanidad, » depende en gran parte de los padres y de la vida familiar que construyen en la propia casa «.33

102. Los padres deben prepararse para dar, con la propia vida, el ejemplo y el testimonio de la fidelidad a Dios y de la fidelidad de uno al otro en la alianza conyugal. Su ejemplo es particularmente decisivo en la adolescencia, periodo en el cual los jovenes buscan modelos de conducta reales y atrayentes. Como en este tiempo los problemas sexuales se tornan con frecuencia mas evidentes, los padres han de ayudarles a amar la belleza y la fuerza de la castidad con consejos prudentes, poniendo en evidencia el valor inestimable que, para vivir esta virtud, poseen la oracion y la recepcion fructuosa de los sacramentos, especialmente la confesion personal. Deben, ademas, ser capaces de dar a los hijos, segun las necesidades, una explicacion positiva y serena de los puntos esenciales de la moral cristiana como, por ejemplo, la indisolubilidad del matrimonio y las relaciones entre amor y procreacion, asi como la inmoralidad de las relaciones prematrimoniales, del aborto, de la contracepcion y de la masturbacion. Respecto a estas ultimas, contrarias al significado de la donacion conyugal, conviene recordar ademas que » las dos dimensiones de la union conyugal, la unitiva y la procreativa, no pueden separarse artificialmente sin alterar la verdad intima del mismo acto conyugal «.34 En este punto, sera una preciosa ayuda para los padres el conocimiento profundo y meditado de los documentos de la Iglesia que tratan estos problemas.35

103. En particular, la masturbacion constituye un desorden grave, ilicito en si mismo, que no puede ser moralmente justificado, aunque » la inmadurez de la adolescencia, que a veces puede prolongarse mas alla de esa edad, el desequilibrio psiquico o el habito contraido pueden influir sobre la conducta, atenuando el caracter deliberado del acto, y hacer que no haya siempre falta subjetivamente grave «.36 Se debe ayudar a los adolescentes a superar estas manifestaciones de desorden que son frecuentemente expresion de los conflictos internos de la edad y no raramente de una vision egoista de la sexualidad.

104. Una problematica particular, posible en el proceso de maduracion-identificacion sexual, es la de la homosexualidad, que, por desgracia, tiende a difundirse en la moderna cultura urbana. Es necesario presentar este fenomeno con equilibrio, a la luz de los documentos de la Iglesia.37 Los jovenes piden ayuda para distinguir los conceptos de normalidad y anomalia, de culpa subjetiva y de desorden objetivo, evitando juicio de hostilidad, y a la vez clarificando la orientacion estructural y complementaria de la sexualidad al matrimonio, a la procreacion y a la castidad cristiana. » La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atraccion sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psiquico permanece en gran medida inexplicado «.38 Es necesario distinguir entre la tendencia, que puede ser innata, y los actos de homosexualidad que » son intrinsecamente desordenados «39 y contrarios a la ley natural.40

Muchos casos, especialmente si la practica de actos homosexuales no se ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia apropiada. En cualquier caso, las personas en estas condiciones deben ser acogidas con respeto, dignidad y delicadeza, evitando toda injusta discriminacion. Los padres, por su parte, cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la adolescencia, alguna manifestacion de dicha tendencia o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y calificadas para proporcionarle todo el apoyo posible.

Para la mayoria de las personas con tendencias homosexuales, tal condicion constituye una prueba. » Deben ser acogidos con respeto, compasion y delicadeza. Se evitara, respecto a ellos, todo signo de discriminacion injusta. Estas personas estan llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Senor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condicion «.41 » Las personas homosexuales estan llamadas a la castidad «.42

105. La conciencia del significado positivo de la sexualidad, en orden a la armonia y al desarrollo de la persona, como también en relacion con la vocacion de la persona en la familia, en la sociedad y en la Iglesia, representa siempre el horizonte educativo que hay que proponer en las etapas del desarrollo de la adolescencia. No se debe olvidar que el desorden en el uso del sexo tiende a destruir progresivamente la capacidad de amar de la persona, haciendo del placer -en vez del don sincero de si- el fin de la sexualidad, y reduciendo a las otras personas a objetos para la propia satisfaccion: tal desorden debilita tanto el sentido del verdadero amor entre hombre y mujer -siempre abierto a la vida- como la misma familia, y lleva sucesivamente al desprecio de la vida humana concebida que se considera como un mal que amenaza el placer personal.43 » La banalizacion de la sexualidad «, en efecto, » es uno de los factores principales que estan en la raiz del desprecio por la vida naciente: solo un amor verdadero sabe custodiar la vida «.44

106. Es necesario recordar también que en las sociedades industrializadas los adolescentes estan interiormente inquietos, y a veces turbados, no solo por los problemas de identificacion de si, del descubrimiento del propio proyecto de vida, y de las dificultades para alcanzar una integracion madura y bien orientada de la sexualidad, sino también por problemas de aceptacion de si y del propio cuerpo. Surgen incluso ambulatorios y centros especializados para la adolescencia, caracterizados a menudo por intentos puramente hedonistas. Una sana cultura del cuerpo, que lleve a la aceptacion de si como don y como encarnacion de un espiritu llamado a la apertura hacia Dios y hacia la sociedad, ha de acompanar la formacion en este periodo altamente constructivo, pero también no desprovisto de riesgos.

Frente a las propuestas de agregacion hedonista propuestas especialmente en las sociedades del bienestar, es sumamente importante presentar a los jovenes los ideales de la solidaridad humana y cristiana y las modalidades concretas de compromiso en las asociaciones y en los movimientos eclesiales y en el voluntariado catolico y misionero.

107. Durante este periodo son muy importantes las amistades. Segun las condiciones y los usos sociales del lugar en que se vive, la adolescencia es una época en que los jovenes gozan de mas autonomia en las relaciones con los otros y en los horarios de la vida de familia. Sin privarles de la justa autonomia, los padres han de saber decir que no a los hijos cuando sea necesario45 y al mismo tiempo, cultivar el gusto de sus hijos por todo lo que es bello, noble y verdadero. Deben ser también sensibles a la autoestima del adolescente, que puede atravesar una fase de confusion y de menor claridad sobre el sentido de la dignidad personal y sus exigencias.

108. A través de los consejos, que brotan del amor y de la paciencia, los padres ayudaran a los jovenes a alejarse de un excesivo encerramiento en si mismos y les ensenaran -cuando sea necesario- a caminar en contra de los usos sociales que tienden a sofocar el verdadero amor y el aprecio por las realidades del espiritu: » sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el diablo, ronda como leon rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que estan en el mundo soportan los mismos sufrimientos. El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os restablecera, afianzara, robustecera y os consolidara » (1P 1P 5,8-10).

4. Hacia la edad adulta

109. No es objeto de este documento tratar de la preparacion proxima e inmediata al matrimonio, exigencia de formacion cristiana, particularmente recomendada por la Iglesia en los tiempos actuales.46 Se debe tener presente, sin embargo, que la mision de los padres no cesa cuando el hijo alcanza la mayoria de edad, de acuerdo con las diversas culturas y legislaciones. Momentos particulares y significativos para los jovenes son su ingreso en el mundo del trabajo o en la escuela superior, asi como el entrar en contacto -a veces brusco, pero que puede ser benéfico- con modelos distintos de conducta y con ocasiones que representan un verdadero y propio reto.

110. Los padres, manteniendo un dialogo confiado y capaz de promover el sentido de responsabilidad en el respeto de su legitima y necesaria autonomia, constituiran siempre un punto de referencia para los hijos, con el consejo y con el ejemplo, a fin de que el proceso de socializacion les permita conseguir una personalidad madura y plena interior y socialmente. En modo particular, se debera tener cuidado que los hijos no disminuyan, antes intensifiquen, la relacion de fe con la Iglesia y con las actividades eclesiales; que sepan escoger maestros del saber y de la vida para su futuro; y que sean capaces de comprometerse en el campo cultural y social como cristianos, sin temor a profesarse como tales y sin perder el sentido y la busqueda de la propia vocacion.

En el periodo que lleva al noviazgo y a la eleccion de aquel afecto preferencial que puede conducir a la formacion de una familia, el papel de los padres no debera limitarse a simples prohibiciones y mucho menos a imponer la eleccion del novio o de la novia; deberan, sobre todo, ayudar a los hijos a discernir aquellas condiciones necesarias para que nazca un vinculo serio, honesto y prometedor, y les apoyaran en el camino de un claro testimonio de coherencia cristiana en la relacion con la persona del otro sexo.

111. Se debera evitar la difusa mentalidad segun la cual se deben hacer a las hijas todas las recomendaciones en tema de virtud y sobre el valor de la virginidad, mientras no seria necesario a los hijos, como si para ellos todo fuera licito.

Para una conciencia cristiana y para una vision del matrimonio y de la familia, y de cualquier vocacion, conserva todo su vigor la recomendacion de San Pablo a los Filipenses: » cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso ocupe nuestra atencion » (Flp 4,8).

VII ORIENTACIONES PRACTICAS

112. Es tarea de los padres ser promotores de una auténtica educacion de sus hijos en el amor, en las virtudes: a la generacion primera de una vida humana en el acto procreativo debe seguir, por su misma naturaleza, la generacion segunda, que lleva a los padres a ayudar al hijo en el desarrollo de la propia personalidad.

Por tanto, recordando de modo sintético cuanto se ha dicho hasta ahora y exponiéndolo en plan operativo, se hacen las siguientes recomendaciones.1

Recomendaciones a los padres y a los educadores

113. Se recomienda a los padres ser conscientes de su propio papel educativo y de defender y ejercitar este derecho-deber primario.2 De aqui se sigue que toda intervencion educativa, relativa a la educacion en el amor, por parte de personas extranas a la familia, ha de estar subordinada a la aceptacion por los padres y se ha de configurar no como una sustitucion, sino como un apoyo a su actuacion: en efecto, » la educacion sexual, derecho y deber fundamental de los padres, debe realizarse siempre bajo su direccion solicita, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos «.3 No falta frecuentemente ni el conocimiento ni el esfuerzo por parte de los padres. Sin embargo, a veces, se encuentran muy solos, indefensos y con frecuencia culpabilizados. Tienen necesidad no solo de comprension, sino también de apoyo y de ayuda por parte de grupos, asociaciones e instituciones.

1. Recomendaciones para los padres

114. 1. Se recomienda a los padres asociarse con otros padres, no solo con el fin de proteger, mantener o completar su mision de primeros educadores de sus hijos, especialmente en el area de la educacion en el amor,4 sino también para contrarrestar formas danosas de instruccion sexual y para garantizar que sus hijos se formen segun los principios cristianos y en consonancia con su desarrollo personal.

115. 2. En el caso de que los padres reciban ayudas de otros en la educacion al amor de los hijos, se les recomienda que se informen de manera exacta sobre los contenidos y las modalidades con que se imparte tal educacion complementaria.5 Nadie puede obligar a los ninos o a los jovenes al secreto en relacion con el contenido o al método de la instruccion impartida fuera de la familia.

116. 3. Se conocen las dificultades y, con frecuencia, la imposibilidad de los padres para participar plenamente en la instruccion suplementaria fuera de casa; se reivindica, sin embargo, el derecho a que sean informados sobre la estructura y los contenidos del programa. De todas maneras, nunca se les podra negar el derecho a estar presentes durante el desarrollo de los encuentros.6

117. 4. Se recomienda a los padres seguir con atencion cualquier forma de educacion sexual que se imparte a los hijos fuera de casa, y retirarlos cuando no corresponda a sus principios.7 Esta decision de los padres nunca debera ser motivo de discriminacion para los hijos.8 Por otra parte, los padres que retiran los hijos de dicha instruccion tienen el deber de darles una adecuada formacion, apropiada al estado de desarrollo de cada nino o joven.

POLÍTICAS ANTIVIDA EN MASONES, AMNISTÍA INTERNACIONAL Y GOBIERNOS

POLÍTICAS ANTIVIDA EN MASONES, AMNISTÍA INTERNACIONAL Y GOBIERNOS

La intensa actividad abortista parece ganar por mucho a la causa a favor de la vida.

En 2007 Amnistía Internacional decidió decantarse por el apoyo a la legalización del aborto en el mundo muy a pesar de que su fundador, el católico Peter Benenson, no apoyaba esta práctica.

Según un estudio de Life Decisions International (LDI), otra organización supranacional que se habría inclinado hacia la agenda abortistas sería Rotary International. En declaraciones del presidente de LDI, Douglas R. Scott, “Los clubes rotarios ayudan a salvar las vidas de los niños inoculándolos contra la poliomelitis.

Por otro lado, los clubes rotarios trabajan con agencias de control poblacional para promover la cultura de la muerte”. El estudio de LDI se titula “Rotary baila con la muerte. Una agenda de control poblacional y vínculos abortistas eclipsan las buenas obras”.

Pero no son únicamente las organizaciones. La que fuera por 14 años directora del Fondo de Población de la ONU, Nafis Sadik, ha estado agradeciendo a las así llamadas “católicas por el derecho a decidir”, grupo pro abortistas como ella, la labor de desprestigio de la Santa Sede ante Naciones Unidas por su postura a favor y en defensa de la vida.

El fundador de la cadena CNN, Ted Turner, es otro de los agoreros a favor de la despoblación del mundo, incluso a través de políticas como la del hijo único que se practica en China. En declaraciones a Charlie Rose de la cadena PBS del primero de abril de 2008, Turner afirmó que somos demasiados habitantes en el mundo y que por ello hay que estabilizar la población.

Algunos medios de comunicación han sido canales privilegiados que, directa o indirectamente, bajo mil pretextos, apoyan la medidas anti-vida.  A finales de 2007, el portal de videos YouTube retiró un clip colgado por Provida Valencia España titulado “Aborto, nuestro drama moral”. ¿Cuál fue la explicación? “Después de ser marcado como ofensivo por los miembros de la comunidad YouTube y tras ser revisado por el equipo de YouTube, el video ha sido retirado debido a su carácter inapropiado”. Lo paradójico es que pocos días después fue subido un video donde unas personas maltrataban a un disminuido psíquico. Ese video fue retirado hasta que el padre de la víctima hizo peligrar la imagen de Google-YouTube. Y ni qué decir de otros vídeos que continúan en exhibición como el de la agresión a un profesor en clase y el ofensivo de cariz religioso que presenta a un Cristo cantando I will survive.

En agosto de 2007 la embajada de Suecia en Managua, Nicaragua, confirmó que dejaría de apoyar económicamente a este país. La razón esgrimida no fue abiertamente la del aborto, si bien este motivo fue la gota que derramó el vaso.

Nicaragua ha sido uno de los países que han abanderado la lucha por la vida. En septiembre de 2007 legisló en contra de cualquier forma de aborto, resistiendo con fuerza a las presiones de muchos otros países. Según uno de los diputados del Partido Liberal Constitucionalista, la decisión refleja no una condena a las mujeres, sino la garantía de mejores atenciones a las madres y a los hijos. En palabras de Carlos Polo, director para América del Population Research Institute (PRI), “el triunfo de la vida en Nicaragua es un triunfo  de todos los pueblos de América Latina que están reaccionando a las presiones y ataques del poderoso lobby abortista”.

No todas son malas noticias

Pero no todo es negativo. En India, la primera presidenta mujer, Pratibha Patil, de 72 años, ha pedido acabar con los abortos selectivos por razón de sexo. En ese país asiático, tan sólo en 2006, fueron abortadas más de 500 mil niñas. En los últimos diez años han sido abortadas 10 millones de niñas en la India.

En España, un numeroso grupo de mujeres periodistas, médicos, actrices, diseñadoras y profesionales comprometidas con la sociedad, han firmado el “Manifiesto ante el aborto”. En el manifiesto proponen medidas que permitan superar esa forma de violencia contra la mujer. Entre las firmantes se encuentran la política Gotzone Mora, profesora de la universidad pública del país Vasco; la ex Miss Mundo Marisela Álvarez; la escritora María Vallejo Nájera; Mercedes Sánchez Junco, directora de la revista Hola!, y la periodista Paloma Gómez Borrero, entre muchas otras personalidades.

En Chile la causa por la vida también ha tenido algunos logros. El Tribunal Constitucional de Chile oficializó el fallo que prohibió el reparto en los centros de salud pública de la píldora del día después. Tras meses de batalla y en una enconada votación de apenas cinco a favor y cuatro en contra, la lucha por la vida se anotó un éxito más.

A inicios de noviembre de 2007, un representante de la Comisión de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, el republicano Chris Smith, mostró en el pleno del Senado un video del ultrasonido de un bebé de 10 semanas. En esa misma ocasión, denunció: “Hoy muchos países en todo el mundo están bajo el ataque de una campaña bien coordinada y financiada para revertir las políticas de naciones soberanas que protegen a las mujeres y a los niños de la violencia del aborto. Estas presiones que ponen a las madres y a sus hijos en riesgo buscan facilitar, permitir y legitimar sus actividades mortales”.

¿Quiénes financian esas campañas de las que habla Smith? Al cumplirse 35 años de la legalización del aborto en Estados Unidos, Planned Parenthood, la trasnacional dueña de la cadena de clínicas abortistas más grande del mundo, lazó la campaña One million strong (con la fuerza de un millón). La campaña consiste en comprar, si es necesario puerta por puerta, un millón de votos para candidatos pro-aborto. Para este fin, Planned Parenthood dispone de la nada despreciable cantidad de 10 millones de dólares.

Pero Planned Parenthood no está sola. Emily´s List y Naral Pro-Choice America, son otras organizaciones abortistas que prevén recaudar ingentes sumas de dinero para involucrarse en el panorama electoral estadounidense y conseguir que políticos afines logren ganar.

Ciertamente la inversión no es en balde. La cadena de clínicas abortistas precisa que el aborto se siga permitiendo para poder seguir lucrando con él. En abril de 2008, LifeSiteNews.com ofreció un informe anual sobre Planned Parenthood Federation of America. De 2006 a 2007, Planned Parenthood realizó 289 mil 650 abortos y obtuvo ganancias de 112 millones de dólares.

Consecuencias de una política anti-vida

En un documento de 1970 las Naciones Unidas reconocían  que “a pesar de que muchas mujeres justifican el aborto por razones psicológicas, estas mujeres son las que presentan mayor riesgo de sufrir desórdenes psiquiátricos”.

De acuerdo al “Informe de Evolución de la Familia Europea 2007” de la Red Europea del Instituto de Política Familiar (IPF), Europa, el continente de mayor proclive anti-vida, ha perdido 23 millones de jóvenes en los últimos 25 años. El informe también arroja datos como que cada 25 segundos se produce un aborto en Europa o que uno de cada cinco embarazos es interrumpido. En base a datos estadísticos, el informe es claro al señalar que a partir de 2025 la población en Europa se reducirá aún más.

Posiblemente el único consuelo para los europeos es China. Con la política antihumana del hijo único, el gigante asiático será presa de un desequilibrio demográfico. En 2050, un tercio de la población estará jubilada. La política del hijo único que entró en vigor en 1979, es la causa por la que 20 millones de hombres chinos no tendrán mujer. Y esto, claro está, redundará negativamente, como de hecho ya se puede observar aunque las autoridades chinas busquen ocultarlo, en un alza en las agresiones sexuales, demanda de sexo-servicio y una aceptación pasiva de la homosexualidad.

Vienen a la mente unas palabras que Karol Wojtyla anotó a propósito del tema del aborto: «El día de hoy, la opinión pública pretende de varias maneras “anular” el mal del aborto; sin embargo, generalmente la conciencia de la mujer no logra olvida haber quitado la vida al propio hijo, porque no logra borrar la disponibilidad de acoger la vida inscrita en su conciencia desde el “principio”.

Jorge Enrique Mújic

El coste de la ruptura familiar

El precio que pagan los contribuyentes por la ruptura de las familias

Advertencias sobre las drásticas consecuencias sociales y económicas

ROMA, domingo, 25 mayo 2007 (ZENIT.org).- La desintegración de la vida familiar está costando un gran parte de los impuestos. Un informe publicado en abril calcula el coste anual en 112.000 millones de dólares, sólo en Estados Unidos.

«El coste de los impuestos del divorcio y de criar a los hijos fuera del matrimonio: primeras estimaciones para la nación y otros 50 Estados», ha sido publicado por cuatro organizaciones: el Institute for American Values, el Georgia Family Council, el Institute for Marriage y la Public Policy and Families Northwest.

«Este estudio documenta por primera vez que el divorcio y el criar a los hijos fuera del matrimonio – ambas cosas malas para los niños – también están costando un montón de dinero a los contribuyentes», afirmaba David Blankenhorn, presidente del Institute for American Values, en una nota de prensa que acompañaba el informe.

El matrimonio es más que una institución moral o social, observa el mismo estudio. Es una institución económica, y cuando se rompe los costes para los gobiernos locales, estatales y federales son muy altos.

El informe calcula en 112.000 millones de dólares el coste anual – o más de 1 billón de dólares en la pasada década -, algo que los autores consideran una estimación mínima. El gobierno federal soporta la carga más pesada, 70.100 millones de dólares, seguido por los estados con 33.000 millones, y 8.500 millones a nivel local.

Estos costes vienen de diversas fuentes: aumento de los gastos provenientes de impuestos para los programas contra la pobreza, la justicia penal y los programas de educación, y una aportación menor a los impuestos por parte de individuos que, como adultos, ganan menos debido a la reducción de oportunidades, resultado de haber crecido con más probabilidad en la pobreza.

El estudio sostiene que el apoyo del gobierno al matrimonio y a la familia sería una política económica inteligente. Sólo una ligera reducción de la tasa de divorcios podría ahorrar miles de millones de dólares al año.

Algunos estados se han dado cuenta de esto y el informe cita el ejemplo de Texas, que aprobó recientemente dedicar 15 millones de dólares en los próximos dos años para educación matrimonial y otros programas. El estudio explica que si esto trae consigo un descenso de menos del 1% en las rupturas matrimoniales, tendrá un resultado real para los contribuyentes tejanos.

Cambios espectaculares

El estudio presenta una visión general de los enormes cambios de la vida familiar en las últimas décadas.

– Entre 1970 y el 2005, la proporción de niños que viven con sus dos progenitores casados ha descendido del 85% al 68%.

– Más de un tercio de los niños de Estados Unidos nacen actualmente fuera del matrimonio: el 25% de los bebés blancos no hispanos, el 46% de los hispanos, y el 69% de los afroamericanos.

– En el 2004, casi 1,5 millones de niños nacieron de madres no casadas.

– Ha habido un ligero descenso en el número de divorcios desde 1980, no obstante esto se ha compensado por el aumento del número de niños criados por parejas no casadas, por lo que el porcentaje de niños que viven con un único progenitor ha aumentado sin descanso de 1970 a 1998, con una pequeña disminución después de 1998.

– El informe admite que un tema crucial es verificar hasta qué punto hay una relación causal entre la fragmentación familiar y los costes económicos para el gobierno.

Los autores prosiguen mostrando evidencias de diversas fuentes que prueban su afirmación. Existe una amplia documentación, observan, de que el divorcio contribuye a la pobreza infantil.

El análisis sugiere que prácticamente todo el aumento en la pobreza observado entre las madres divorciadas tiene su causa en el mismo divorcio, indica el informe citando un reciente estudio.

También se han investigado con profundidad los efectos en los niños del divorcio y de ser criados por un solo progenitor. El estudio cita investigaciones académicas en las que se indica cómo el vivir estas situaciones lleva a índices de criminalidad más alto y a problemas de delincuencia.

Colapso de los ingresos

Las evidencias de otros países respaldan el informe de Estados Unidos. En Inglaterra, entre 1991 y 1997, el descenso medio de los ingresos de una madre tras la separación fue del 30%, informaba un estudio publicado por el Institute for Social and Economic Research de la Universidad de Essex.

En su reportaje del 5 de marzo sobre el estudio, el periódico Guardian observaba que en los últimos años este descenso se ha suavizado de forma sustancial. Entre 1998 y el 2004, el descenso de renta fue sólo del 12%.

No obstante, los investigadores atribuían parte de esta mejora a un incremento en el nivel de apoyo económico del estado.

Los hogares rotos también crean problemas para los colegios, informaba el 19 de marzo el periódico Telegraph. El declive de la familia tradicional está creando un «círculo vicioso» de fracaso escolar, pobreza y crimen, según la Association of Teachers and Lecturers, una organización de más 160.000 miembros.

El Telegraph indicaba que se ha manifestado esta preocupación precisamente en el momento en que se publicaban las cifras oficiales de madres solteras en Gran Bretaña que han aumentado en la pasada década en 250.000, llegando hasta casi los dos millones.

Otra consecuencia para los niños en medios de las rupturas familiares es una salud mental más pobre. El 24 de abril, el Times de Londres informaba que, según un estudio encargado por Children’s Society, más de un cuarto de los jóvenes de menos de 16 años se sienten deprimidos por las tensiones de la vida familiar, las amistades y el colegio.

Miles de niños tomaron parte en el estudio y, para muchos de ellos, la ruptura familiar era el problema.

Los apuros europeos

Europa también está sufriendo grandes cambios en la vida familiar, como apuntaba un estudio reciente publicado por la agencia de noticias Fides, la agencia misionera del Vaticano. En un dossier titulado «La Crisis de la Familia en Europa», la agencia reunía información de varios estudios y organizaciones.

La población de Europa pronto empezará a disminuir y ya está envejeciendo rápidamente, advertía Fides. Cada 25 segundos hay un aborto en los 27 países miembros de la Unión Europea, indicaba el informe, mientras que, al mismo tiempo, se cierran 3 escuelas al día debido a la escasez de niños.

Tanto hombres como mujeres posponen el matrimonio, y en el 2005, casi 1,9 millones de niños nacieron fuera del matrimonio. En algunos países cerca de la mitad de todos los nacimientos se atribuyen a madres solteras o a parejas de hecho. El número de divorcios sigue aumentando, con millones de niños afectados.

En medio de estas tendencias, Fides indicaba también que, del 27% de producto interior bruto que Europa destina a gastos sociales, sólo un parte muy pequeña se dirige a apoyar a las familias, que, según parece, no se consideran una prioridad.

De hecho, el informe establece que «las instituciones y la legislación europeas consideran la familia como un legado histórico, en vez de una institución que pueda formar parte del futuro».

Por ello, añadía, los gobiernos no apoyan de forma activa a la familia basada en el matrimonio estable entre un hombre y una mujer y, a la contra, apoyan diversas formas de cohabitación.

También hay medidas que permiten la adopción de niños por solteros, en lugar de por parejas casadas, así como permitir la adopción a las parejas de hecho y a las del mismo sexo.

Realidad fundamental

Benedicto XVI, consciente de la calamitosa situación de la familia, suele expresarse pidiendo a las autoridades públicas que apoyen el matrimonio. El respeto a la familia basada en el matrimonio es «imperativo», decía el Papa el 10 de enero al dirigirse a los representantes del gobierno local de Roma y de la región del Lacio.

«Lamentablemente, cada día constatamos cuán insistentes y amenazadores son los ataques y las incomprensiones con respecto a esta realidad humana y social fundamental», comentaba el Papa.

«Por consiguiente, es muy necesario que las Administraciones públicas no secunden esas tendencias negativas, sino que, por el contrario, ofrezcan a las familias un apoyo convencido y concreto, con la certeza de que así contribuyen al bien común», concluía.

El 16 de mayo, el Papa comentaba que muchas familias están reclamando ayuda a las autoridades civiles. Benedicto XVI hizo estas afirmaciones sobre la familia durante una audiencia con los representantes del Foro de Asociaciones Familiares y de la Federación Europea de Asociaciones Familiares Católicas, reunidos en Roma para una conferencia.

«Existe la necesidad urgente de un compromiso común para apoyar a las familiares con todos los medios disponibles, sea desde el punto de vista social y económico, como del jurídico y espiritual», afirmaba el Papa.

El Santo Padre alababa la iniciativa de movilizar a la gente para apoyar políticas fiscales de apoyo a la familia. Una iniciativa dolorosamente necesaria en muchos países del mundo.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

 

El fin justifica los medios

LA PERVERSA TEORÍA DEL FIN BUENO

Robert Spaemann

Publicado en Die Frankfurter Allgemeine

Un cálculo corrupto en el fondo del debate sobre el certificado de asesoramiento previo al aborto en Alemania.

(Por ley las mujeres que quieren abortar en Alemania, tienen que recibir un asesoramiento previo, sea de la Iglesia sea de otra institución reconocida. El aborto procede cuando la mujer tiene en mano el certificado del asesoramiento previo recibido. La Iglesia ha participado inicialmente con la esperanza de lograr que la mujer desista del aborto. Por iniciativa de Juan Pablo II la Iglesia alemana ha dejado de participar porque de alguna manera aparece como colaboradora del aborto).

En el año 1952 el Tribunal Supremo alemán condenó a dos médicos por cooperación al homicidio. Los médicos, durante el año 1941, habían tomado parte en la campaña gubernamental de eutanasia masiva para los enfermos mentales. Habían elaborado listas de enfermos, entregándolos así a la muerte. Ante el Tribunal quisieron hacer valer de forma incontestable que sólo habían cooperado en la acción homicida para salvar a una parte de los enfermos que estaban amenazados de muerte. De hecho, habían excluido de las listas, aproximadamente un 25% de enfermos, infringiendo así las disposiciones vigentes. Con su conducta habían librado de una muerte segura en la cámara de gas a otros pacientes, poniéndolos a salvo o alojándolos en establecimientos confesionales.

Estos médicos fueron absueltos en la primera instancia judicial, aceptándose las alegaciones mencionadas. Sin embargo, el Tribunal Supremo federal revocó la resolución absolutoria y fundamentó su fallo del siguiente modo: ‘Cuando están en juego vidas humanas, sostener la oportunidad de aplicar el principio del mal menor en atención a valores efectivos razonables, así como intentar hacer depender la legitimidad jurídica de la acción del resultado global de la misma desde una perspectiva social, se opone a la cultura que mantiene la enseñanza moral cristiana acerca del ser humano y su índole personal’.

Los acusados ‘no habrían actuado en desacuerdo con la opinión mantenida entonces por los médicos más responsables y serios si se hubiesen negado a participar en la matanza de enfermos mentales, al precio de ser apartados de cualquier puesto de interés decisorio dentro de la maquinaria del exterminio’. El caso es que, como el juicio puso de manifiesto, hubo muchos médicos honestos que prefirieron dejar sus puestos de especialistas clínicos antes que cooperar, aun indirectamente, en la masacre de inocentes.

Los tiempos han cambiado. Los ‘patrones culturales dominantes’ ya no están orientados por la enseñanza moral cristiana que, por su parte, tiene elementos comunes con las doctrinas judaica, griega y romana. Buena parte de los herederos de esa enseñanza, y que tienen la misión de transmitirla, renuncian precisamente a seguir haciéndolo. Los médicos que entonces se apartaron de toda cooperación en el exterminio -aun tratándose de una cooperación remota- y desistieron de cualquier intento de influir en el proceso, hoy serían censurados en Alemania por ciertos obispos católicos, pues para tales médicos es mucho más congruente con su ‘bata blanca’ esa postura ética que la de contribuir a salvar el mayor número posible de vidas amenazadas y a rebajar la cifra total de muertos. Igualmente les censuraría el ‘Comité Central de los católicos alemanes’, incluso les acusaría del delito de omisión de auxilio, por su irresponsable retirada. El Papa, uno de los últimos defensores de la vieja Ética, con dos milenios y medio de antigüedad, ha sido cuestionado por algunos obispos alemanes por el hecho de que miles de no nacidos sean abandonados a la muerte. La respuesta clásica a esta cuestión es clara. Nadie tiene responsabilidad de lo que sin su intervención sucede, siendo así que esto sólo podría evitarse haciendo algo que no le incumbe hacer.

El deber de una omisión incondicional

Todo el mundo reconoce que nadie puede ser censurado por omitir una acción que le era físicamente imposible realizar, como por ejemplo en el caso de que no tuviera manos. El modo de pensar europeo -aunque no sólo de los europeos- siempre tuvo en cuenta que existen acciones que no es posible realizar moralmente. No existe responsabilidad alguna por lo que sucede sin poderlo evitar mediante tales acciones. Los médicos que no participaron en aquel asunto de la eutanasia, se encontraron como si carecieran de manos para rellenar las listas. El viejo legislador romano tenía, para esto, la clásica fórmula: ‘Las acciones que contradicen las buenas costumbres han de considerarse como aquellas que nos es imposible llevar a cabo’ (Digesto XXVII). Se podría comparar la quintaesencia de ese pensamiento con la fórmula popular de que el fin no justifica los medios.

Esta concepción será calificada por sus nuevos adversarios como fundamentalismo ético. Según ellos, el fundamentalista ético es quien piensa que hay algo a lo que no está dispuesto, aunque esté en juego el más noble de los fines. En Europa, el arquetipo literario de dicho ‘fundamentalismo’ ha sido siempre Antígona, cuya convicción de que estaba obligada a sepultar a su hermano, fundada en una tradición inmemorial, no se subordinaba a la razón de Estado. La ética filosófica clásica, que fue integrada en el cristianismo desde su comienzo, advierte que la bondad de una acción depende no sólo de ella misma -del tipo de acción que sea-, sino también de las circunstancias, de los efectos resultantes, de las alternativas disponibles y de las intenciones subjetivas de quienes toman parte en ella. Existen, no obstante, acciones cuya intrínseca malicia es perfectamente reconocible aun sin un conocimiento previo de las circunstancias, de las intenciones y motivaciones subjetivas. Son siempre reprobables, y el propósito de alcanzar un fin bueno a través de semejantes acciones nunca puede ser un buen propósito. El fin bueno no hace bueno al mal medio.

De aquí se infiere que no son válidos los imperativos que previamente desconsideran las circunstancias y que, más bien al contrario, existen mandatos incondicionales de omisión: hay cosas que el hombre debe estar dispuesto a no hacer. ‘Ese hombre es capaz de todo’ es, ciertamente, una buena tarjeta de presentación en los regímenes totalitarios y en las bandas mafiosas. Para las personas normales, se trata de una advertencia, de una señal de peligro. Y lo mismo para la ética filosófica clásica, para Aristóteles, Tomás de Aquino, Kant o Hegel. Contraponerlas como ‘ética de la convicción’ (Gesinnungsethik) y ‘ética de la responsabilidad’ (Verantwortungsethik), en el sentido de Max Weber, es errar la puntería. La cuestión no es si asumimos una responsabilidad por las consecuencias de nuestras acciones y omisiones, sino más bien a qué se refiere esa responsabilidad y si ella nos alcanza. Por eso la noción de ‘ética teleológica’ (teleologische Ethik) resulta también inadecuada como rasgo diferenciador. Toda ética es teleológica en tanto que se refiere a acciones que son siempre teleológicas, es decir, que tienen un fin. El carácter incondicionado de ciertos deberes de omisión descansa en que tenemos una responsabilidad preferente frente a los efectos por los que se define nuestra respectiva acción, así como frente a quienes están afectados inmediatamente por tales efectos. Determinadas acciones son, sin embargo, con independencia de sus consecuencias posteriores, incompatibles con esa responsabilidad. La acción de excluir a alguien de la lista para el exterminio, en el caso de los médicos mencionados al principio, afectaba directamente a quienes habían sido seleccionados para morir. De ahí que la acción sea irresponsable, aunque la contrapartida fuera que otros pudieron salvarse por ella.

En esta distinción se fundamenta el que la omisión de una acción reprobable sea una obligación absoluta, análoga a la de evitar o combatir cierta conducta. Quien considera el aborto como algo reprobable, nunca debe prestarle su cooperación. El deber que el Estado tiene de impedirlo es ciertamente un deber de rango superior, pese a la notoria insuficiencia de nuestra legislación en este punto. No obstante, ese deber ha de considerarse como la obligación de una intervención positiva con un tipo de incondicionalidad distinto al que corresponde al deber de omisión. El deber de intervenir siempre está sujeto a una ponderación en la que se tiene en cuenta que el principio del mal menor tiene un puesto legítimo, que sin embargo no entra en juego cuando se trata del deber de omisión.

Max Weber lo expuso claramente con el ejemplo del pacifista. Quien considera reprobable cualquier muerte, incluso en tiempo de guerra, puede negarse justificadamente a prestar el servicio militar. Weber sentía mayor respeto por la ‘ética de la convicción’, frente a quienes se alinean hoy con la mayoritaria ‘ética de la responsabilidad’, mientras no se politice la cuestión. Ahora bien, quien no sólo se niega a prestar el servicio militar, sino que trata de manipular políticamente la insumisión, se hace responsable de sus consecuencias, ya que se convierte en autor de aquélla. Si consigue, aunque sólo sea debilitar las fuerzas armadas de su propio país, sin llegar desde luego a suprimirlas completamente, podrá ser también responsable del estallido de la guerra, como fue el caso de los movimientos pacifistas occidentales antes de la segunda guerra mundial. En el contexto de estas ideas radica el sentido de la distinción propuesta por Weber.

Cuando Tomás Moro renunció a su puesto de Lord Canciller y volvió a su vida privada, siguió exactamente ese mismo principio. Reprobó el cisma de la iglesia de Inglaterra; no quiso contribuir de ninguna forma a su separación de la de Roma. Pero no se sentía obligado a actuar en contra como un político activo, conociendo sobre todo lo inútil de tal intento, pues a la hora de intervenir siempre se piensa en la posibilidad de éxito. Tomás Moro no estaba interesado en un inútil comando suicida. Si finalmente fue ejecutado, al no permitírsele vivir en paz ni tan solo como una persona privada, lo fue porque se esperaba de él una confesión que no concedió por ser incompatible con su conciencia. Él no se sintió llamado a hacer de héroe, que muere entregando su vida por una causa.

Una ética estratégica no es ética

Sin embargo, él estaba preparado para morir si en ello consistía el precio por la omisión de algo que consideraba reprobable. Y tampoco se dejó arrastrar por las sugestiones de su hija, que decía que finalmente todos los obispos de Inglaterra, con excepción de unos pocos, no veían la reprobación que sí veía Moro. Éste se apoyaba en el amplio consenso alcanzado por la cristiandad en los últimos mil quinientos años, consenso que ha sido quebrado, en lo que se refiere a la definición de las acciones buenas y malas, en el campo de la ética filosófica desde hace más de cien años. En el seno de la doctrina moral católica se ha roto desde hace más tiempo incluso, y en el de la teología moral católica desde hace unas décadas. No hay lugar aquí para ocuparnos de las causas de estas quiebras. El hecho es que en el debate sobre el certificado de asesoramiento que se exige como condición del aborto legal en Alemania, ambas partes se acusan recíprocamente de falta de respeto a la vida humana -una, por cooperación a la muerte, otra por omisión de la prestación de ayuda-, lo que hace que esa fractura se manifieste abiertamente sin que las partes en litigio le den su verdadero nombre.

Quizás pueda destacarse más claramente la distinción acudiendo a Kant, si bien este autor no puede ser considerado como un representante cabal de la ética clásica. Kant propone considerar las acciones desde el punto de vista de si pueden ser representadas como parte de un orden general de la vida digno del hombre. La nueva ética, en cambio, propone preguntarse si una acción es idónea para producir un cierto estado de cosas humanamente digno. A lo que nosotros hoy denominamos buenas acciones, los griegos las llamaban ‘bellas’ acciones, es decir, aquellas que se conciben en sí mismas como justas y, por ello, como posibles partes de un orden de vida justo. La nueva ética, por el contrario, considera buena una acción si el conjunto de sus efectos resulta más deseable que el conjunto de resultados que se deriven de cualquier otra alternativa disponible.

La nueva ética juzga las acciones como parte de una estrategia. La acción moral va a ser entonces una acción estratégica. Esta forma de pensar, que en un principio se denominaba corrientemente ‘utilitarismo’, tiene su origen en el pensamiento político. Bentham, padre del utilitarismo, tenía ante los ojos la política social. Y aquí se encuentra el ámbito legítimo origen de esa forma de pensamiento. La política es siempre utilitarista, y si existen límites al utilitarismo, entonces se trata de los límites que hay que poner a la política, de límites éticos. Bentham creía asimismo disponer de un claro concepto determinante de la utilidad, el placer, y a ser posible con la mayor cantidad posible de bienestar subjetivo.

Cuando John Stuart Mill introduce criterios cualitativos en semejante concepto del bienestar, afirmando ser preferible un Sócrates infeliz que un cerdo feliz, entonces se da ya un paso más allá del utilitarismo político. Posteriormente, G.E. Moore cuestionó el principio hedonista del interés utilitario, así como el que éste hubiese asumido como objetivo de la estrategia ética el incremento del contenido axiológico del mundo. Tal ‘utilitarismo ideal’ fue el que produjo, en los años sesenta, la orientación consecuencialista en la teología moral católica, cooperando en la irrupción de una visión moral de carácter estratégico enmascarada tras el equívoco concepto de una ‘ética teleológica’.

Antes de que esta ruptura encontrara su primera expresión dramática sociológicamente relevante en el asunto del certificado alemán, ya se había hecho reconocible a los observadores a través de tímidas manifestaciones. Así, por ejemplo, en las plegarias de la Iglesia ya no se pedía a Dios, como una dádiva suya, que nos haga justos, pacíficos y valientes, sino más bien que nos ‘predisponga’ en favor de la justicia, la paz y los derechos humanos, etc., lo cual, según la nueva ética, se puede conseguir sin necesidad de poseer las virtudes antes reseñadas. A la luz de la ética estratégica, el cuidado de la propia salvación -que constituía una preocupación central, tanto para la filosofía antigua como para el Cristianismo- aparece como una forma de egoísmo espiritual.

¿Es egoísmo moral tener la bata limpia de sangre?

Jean-Paul Sartre formuló constantemente este reproche contra el ‘interés por una conciencia limpia’, y finalmente lo hizo en los inacabados Cahiers pour une morale. En todo caso, esa advertencia la había limitado a los ateos. Según él, éstos estaban obligados por el consecuencialismo radical, y nadie podía arrebatarles la responsabilidad respecto del mejoramiento del mundo. Para quien persiga ese objetivo valen las palabras de Lenin: ‘Todo nos está permitido’. Para los creyentes es válida otra cosa, añade Sartre. Ellos reconocen, en primer lugar, que el destino del mundo está en las manos de Dios. Si se empeñan, según las palabras del Apóstol Pablo, en ‘conservarse sin mancha ante el mundo’, entonces no se trata de egoísmo moral, pues ellos asumen una responsabilidad ante Dios por su propia vida. Dicha responsabilidad se confirma cuando intentan que sus acciones sean ‘bellas’ (decorosas). A mí me parece que Sartre comprendió mejor que ciertos teólogos lo que supone las consecuencias morales de la fe en Dios.

Volvamos nuevamente a los argumentos obrantes en el conflicto sobre el certificado del asesoramiento en Alemania, ejemplo actual y muy controvertido del planteamiento consecuencialista. Parece en primer lugar que se trata de salvar vidas humanas, y precisamente mediante un compromiso que se asume en relación al aborto despenalizado a través de un asesoramiento previo. Y también con el objetivo de ‘no dejar a las mujeres en la estacada’, allanándoles el camino para el aborto a las que lo deseen. Aquí están en juego, evidentemente, dos diferentes objetivos que se engarzan de manera ingeniosa. Pero, ¿dónde está escrito que la Iglesia deba estar interesada, ante todo, en evitar la muerte prematura? El primer interés de la Iglesia es la ‘salvación de las almas’, no el ‘derecho a la vida’, proteger el cual es una misión del Estado. En la medida en que se delegue esa protección en la Iglesia, ambas instituciones acaban corrompiéndose. En el asesoramiento eclesiástico de ninguna manera se pone en primer lugar a los niños, sino más bien a las mujeres. La muerte prematura no existe en ningún caso sub specie aeternitatis. Ahora bien, al matar se produce el suicidio espiritual. Deja a una mujer en la estacada quien coopera a ese suicidio espiritual. De este modo se está ya programando el futuro certificado eclesiástico para la eutanasia.

Esto es así, en todo caso, si el aborto es lo que los cristianos creen que es, algo reprobable, tanto para el cristianismo como para Sócrates, cuyo análisis filosófico se ha convertido durante dos mil años en patrimonio común, pese al hecho de que pareció escandaloso a sus contemporáneos: obrar injustamente es siempre mucho peor para los que cometen la injusticia que para quienes la padecen.

El consecuencialismo continúa siendo, hoy en día, un paradigma dominante en la teología moral católica en Alemania, a pesar de que el Papa Juan Pablo II haya hecho una crítica detallada a este tipo de ética en su encíclica Veritatis splendor, señalando además su incompatibilidad con la enseñanza cristiana. La incompatibilidad de ambas morales se puso claramente de manifiesto, de manera ejemplar, en el período en el que se proyectó un nuevo certificado de asesoramiento en el que debía hacerse constar expresamente que no podía emplearse para el aborto despenalizado. Este fue nuevamente rechazado, ya que los portadores del certificado de referencia amenazaban con demandar al Estado en el caso de que mantuviera ese texto y ya no fuera reconocido, en cuanto certificado eclesiástico, como aval para la realización del aborto. El escarnio público no se hizo esperar, pero la burla y la protesta desde casi todos los sectores tradujeron realmente el panorama trágico de la cuestión, es decir, el fracaso del intento de forzar una compatibilidad entre dos formas irreconciliables de ética.

En la discusión filosófica hubo de considerarse el consecuencialismo como algo superado desde hacía tiempo. Ese modelo no es capaz de ayudarnos a formular teóricamente nuestras intuiciones morales elementales. En este sentido, John Rawls ya demostró cómo la exigencia de justicia no puede fundarse desde el consecuencialismo. Las consecuencias de una legislación pueden ser muy ventajosas en determinadas circunstancias para la mayoría, mientras una minoría puede ser privada de sus derechos por esa legislación. La objeción de que dicha ventaja pudiera no constituir una auténtica ventaja, ya que está acompañada por una corrupción moral, no le afecta al consecuencialismo. Es decir, el consecuencialismo sólo puede incluir, según su cálculo, valores extramorales, pues de lo contrario tendría que argumentar de forma circular: moralmente bueno es todo aquello que promueve un bien moral.

Una debilidad añadida a esta argumentación estratégica reside en que descubre que no disponemos de suficiente información para poder juzgar acerca de una optimización a largo plazo. Los futurólogos, que creen saber más del futuro que las personas corrientes, tendrían que exigirles a éstas que delegaran en ellos su conciencia. Así, el consecuencialismo constituye una inhabilitación moral de las personas corrientes. De nuevo el certificado del que venimos hablando supone un buen ejemplo. La cooperación al aborto puede servir quizá para impedir otros abortos, pero con gran probabilidad la presentación del certificado obtenido de instituciones cristianas sirve para debilitar la conciencia de lo injusto y de ese modo contribuye, a la larga, a multiplicar los abortos. Y es que, precisamente por medio de ese certificado, también se le arrebata al Estado su deber de protección constitucional.

Por regla general, los consecuencialistas son, asimismo, inconsecuentes. Sencillamente rechazan de todo punto y de forma concluyente aceptar las responsabilidades por las amplias consecuencias que se producen. El consecuencialismo, entonces, no puede responder de sus propias consecuencias. Esta contradicción interna, que ha desarrollado, por ejemplo, Julian Nida-Rümelin en su Crítica del consecuencialismo (1993) con matemática precisión, supone también su refutación. Una sociedad compuesta de puros estrategas privados, que subordina su acción comunicativa y su capacidad de mantener los compromisos al cálculo optimizador, quedaría paralizada. Además, el consecuencialismo promueve la extorsión, pues un consecuencialista debe estar siempre preparado para cometer un homicidio si se le amenaza con que, en caso de negarse, morirían diez personas: solamente a un consecuencialista se le puede amenazar con esto, y en este sentido aparece nuevamente el ejemplo del certificado de asesoramiento mencionado. Se intenta extorsionar a la Iglesia con la amenaza de que sin su cooperación morirían más niños. Quien participa de la deforme concepción consecuencialista de responsabilidad, tiene que sucumbir a dicha extorsión. La realidad es que, por una parte, ningún hombre puede vivir a la larga con ese concepto de responsabilidad sin corromperse moralmente y, por otra, sin sentirse permanentemente presionado.

Si nuestro deber se limita siempre a perseguir un programa de optimización, no nos estará permitido hacer casi nada más, sencillamente porque con aquel programa nos quedamos tranquilos y toda creatividad queda ahogada en ese cálculo. De todas formas, aquí es válido el dicho de que ‘lo mejor es enemigo de lo bueno’. Si siempre mantenemos el criterio de ‘lo mejor posible’, según el punto de vista de las consecuencias, entonces dejaremos de preocuparnos más ante una reflexión tan simple.

El Apóstol Pablo condena en la Carta a los Romanos la máxima: ‘Permítenos hacer el mal de modo que salga de él algo bueno’. Los consecuencialistas no se sienten aludidos por esa condena; más bien al contrario, asumen la tesis de que lo que Pablo ahí condena no se da realmente. O sea, que ellos han redefinido lo bueno y lo malo: moralmente bueno es lo que tiene consecuencia buena. La frase de Mefistófeles: ‘Yo soy una parte de aquella fuerza que siempre quiere el mal, pero siempre procura el bien’, sería aplicable únicamente a los que no saben que están procurando el bien. Mefistófeles, que lo sabe -por eso él dice que sí- es eo ipso bueno.

Aristóteles ha introducido una distinción conceptual cuyo alcance no debe ser desestimado: la que se da entre ‘poíesis’ y ‘praxis’, entre producir y actuar. El producir posee la medida de su rectitud en algo distinto del mismo producir, en un objeto producido o en una situación causada, mientras que la rectitud del actuar, por el contrario, radica en él mismo, en su adecuación a una situación, en su inserción dentro del plexo de las relaciones morales, en su ‘belleza’. La rectitud del producir viene juzgada por el ‘arte’, que los griegos denominan techné, mientras que la rectitud del obrar viene dada por la ética. Naturalmente, todo producir se halla inscrito por su parte en un contexto práctico, y por ello tampoco está exento de una evaluación moral.

¿Qué es lo que acontece, sin embargo, cuando la ética comienza a entenderse como técnica, como estrategia, como arte de la optimización? Lo que entonces ocurre es que se suprime la instancia que pone límites a la prosecución de nuestros objetivos. Se suprime lo que para los griegos representaban esos límites, el pudor -¿qué cara se pone cuando se dice algo así?, pregunta Neoptolomeo a Odiseo cuando le propone acabar con el amigo Filoctetes mediante una mentira para salvar a los griegos de Troya-; sólo queda entonces un imperativo: perseguir los fines buenos oportunamente, por lo que, con todo ello, finalmente desaparecen las que Hegel llamaba ‘relaciones morales’. En efecto, entre el que da su palabra y el que la recibe se establece una relación de este tipo. La obligación de mantener un compromiso nace de la palabra dada, y se trata de un compromiso frente a aquel a quien se le hizo la promesa. Para los consecuencialistas sólo existen obligaciones respecto a personas individuales de un modo indirecto. El auténtico objeto de la moral sólo sería ‘lo mejor’, tomado genéricamente. La posibilidad de fiarse de un compromiso representa, no obstante, un elemento importante en la convivencia humana, y la perturbación de esa confianza perjudica ese elemento. El deber de mantener un compromiso se deriva, para los consecuencialistas, del deber de la optimización. Ésta constituye una responsabilidad para el mantenimiento de la importante institución del compromiso. Pero, por ejemplo, quien se compromete a solas ante la petición de un moribundo, puede prometer lo que quiera, dada la circunstancia de estar sin testigos, sin sentirse vinculado en todo caso por la muerte del interlocutor. Promesa y ruptura de ésta quedan, pues, sin consecuencias.

Esto no es precisamente lo que la gente corriente entiende como moral, pero el consecuencialista tiene que encontrar también correcto que la gente corriente no piense de un modo consecuencialista. Esta gente podrá pensar tranquilamente en categorías de relaciones morales y seguir unas reglas normativas como si éstas contuviesen en sí mismas alguna importancia. Esto no puede ser sino una ventaja. El filósofo o teólogo consecuencialista conoce, no obstante, el arcano de la moral, y ese conocimiento lo eleva por encima de las personas corrientes. ‘Todo le está permitido’, y las normas morales le supeditan de la misma manera que a los peatones la prohibición de cruzar el semáforo en rojo. En buena ley, deberían respetarse, pero no hace falta, si las infracciones carecen de consecuencias, por ejemplo si es de noche y se cruza la calle sin niños. Ejemplo de una regla técnica, que solamente tiene consecuencia moral de modo secundario.

Tomás de Aquino dio en su Summa Theologiae un ejemplo convincente para fundamentar las normas morales que tiene conexión con lo que he denominado ‘relaciones morales’ en Hegel. Tomás describe el caso de un hombre buscado por un delito. ¿Habrá que auxiliarle, o más bien habrá que ayudar a la policía? Tomás responde: depende de las responsabilidades concretas. El gobernante ha de pensar en la eficacia policial, y la mujer del delincuente debe ayudar a su marido a ocultarse, pues ella es responsable del ‘bienestar particular de su familia’, mientras que el gobernante, por el contrario, ha de responsabilizarse del ‘bien público del Estado’. Ambos, según y cómo, deben respetar el deber del otro; la mujer no puede convertirse en terrorista, y el juez no puede perseguirla por ‘obstrucción a la justicia’. (De este modo puede el Estado, cumpliendo con su deber, hacer disminuir el número de los abortos, y la Iglesia, cumpliendo con el suyo, no cooperar en ninguno de ellos, no poniendo en práctica ninguna de las conductas cuyo resultado es el aborto).

El derecho moderno de los Estados libres contempla, por lo demás, esa misma concepción. Ni el juez ni la mujer del delincuente antes mencionados saben lo que el consecuencialista afirma saber: que, en realidad, al final ocurrirá lo mejor para todos. Tomás dice: eso sólo lo sabe Dios. Él es el único que cuida por el ‘bien del universo’. A nadie le está permitido suplantar a Dios, pues tampoco nadie conoce lo suficiente. G.E. Moore, el fundador del ‘consecuencialismo axiológico’, ha reconocido como ningún otro de sus sucesores el carácter utópico de esta teoría, cuando dice que desconocemos fundamentalmente las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones, por lo cual, como consecuencialistas, tampoco podemos conocer lo que sea lo moralmente bueno. No nos queda más que aceptar que los resultados benéficos a corto y medio plazo también lo sean a la larga. Pero, continúa Moore, no podemos afirmar tajantemente que las cosas no puedan ser de otra forma.

Que lo bueno tenga consecuencias buenas no lo consideraban Kant y Fichte como una verdad analítica, como hacen los consecuencialistas, sino como una cuestión religiosa, de fe en un gobierno divino del mundo. En lugar de querer lo que Dios quiere que suceda -y esto únicamente lo podemos conocer a posteriori- debemos, como afirma Tomás de Aquino, querer lo que Dios quiere que queramos. Esto, a diferencia de lo primero, sí podemos conocerlo, pues la razón práctica nos ilustra sin ningún esfuerzo moral de predicción