Padres, ¡No Claudiquen en la educación sexual de sus hijos!

Autor: Remiedios Falaguera | Fuente: Sontushijos.org

Padres, ¡No Claudiquen en la educación sexual de sus hijos!

Nadie duda, y los padres somos conscientes de ello, que la sexualidad es una parte muy importante de la vida del ser humano que no podemos ignorar

Padres, ¡No Claudiquen en la educación sexual de sus hijos!

Nadie duda, y los padres somos conscientes de ello, que la sexualidad es una parte muy importante de la vida del ser humano que no podemos ignorar. De ahí que los padres debemos poner todos los medios a nuestro alcance para encontrar, y poner en práctica, el autentico y más adecuado programa de educación sexual.

¡Manos a la obra ya!

En los últimos años, la preocupación de los padres, abrumados por las innumerables publicaciones de educación sexual que reducen todo al puro placer, ha ido en aumento.

Necesitamos un programa de educación claro, verdadero y completo; gradual y equilibrado. Con una visión de la sexualidad integral e integradora, conforme a los principios antropológicos fundamentales de la naturaleza y la dignidad de la persona humana.

Un programa que enriquezca las facultades del hombre –inteligencia y voluntad–, y que nos capacite en el desarrollo libre, razonado e integral de nuestra personalidad al servicio de una sexualidad sana y responsable.

Dicho esto, y bajo el amparo no solo de la legislación española, sino también de la jurisprudencia europea, los padres no debemos claudicar de nuestras libertades y derechos avalados por la Constitución, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Carta Europea de los Derechos del Niño.

Hablamos de un derecho pero también de una responsabilidad que son prioritarios intransferibles, innegociables, indelegables e insustituibles. Por lo tanto, los padres tenemos la obligación de ejercer nuestro derecho y nuestra responsabilidad en la educación de la sexualidad: Son las manos infinitamente cuidadosas de los padres, y no ningunas otras, por sabias que sean, las que tienen la máxima eficacia para llevar a cabo la iniciación sexual (Dr. Marañón).

A pesar de que muchos padres se sientan confusos ante esta responsabilidad, no pueden dudar de su privilegiada capacidad de amar, conocer y comprender las necesidades en el desarrollo armónico y equilibrado de sus hijos, incluida, la dimensión humana de la sexualidad. En efecto, los padres, movidos por el amor, el cariño y la comprensión por cada uno de sus hijos, son los protagonistas principales, irreemplazables, necesarios y los más adecuados protagonistas en su educación integral.

“Estamos en familia…”

La familia es el ámbito natural y más apropiado para el desarrollo de la personalidad, el espacio privilegiado donde, en un ambiente de amor y confianza, pueden plantearse sin traumas los interrogantes sobre la sexualidad. Los primeros años en familia, y la manera en que el niño los interpreta, contribuyen a la formación de actitudes, valores y comportamientos que tienden a persistir durante la vida adulta.

Es verdad que la familia no es la única fuerza modeladora en la vida de un niño: el colegio, los amigos y las instituciones de enseñanza superior, a lo que podríamos añadir las normas y costumbres que profanan el verdadero significado de la sexualidad y que son alentadas por los

medios de comunicación como televisión, internet, videos, películas, libros y revistas, también influyen en las actitudes y valores. Pero como acertadamente dijo Mercedes Arzú de Wilson, nada tiene mayor impacto en un niño que su experiencia familiar.

De ahí la importancia de la libertad de los padres a la hora de elegir un centro educativo acorde a sus convicciones, preferencias morales, religiosas, filosóficas y pedagógicas, como señala el art.14 de la Declaración de Derechos fundamentales de la Unión Europea.

Padres y profesores deben estar coordinados en el proyecto y finalidad de la tarea educativa. Porque los educadores, llamados a formar personas con su quehacer profesional, pueden articular un programa de formación que ofrezca valores y criterios sólidos de discernimiento para orientar el comportamiento humano responsable en este campo.

El papel del estado

La dejación de estos derechos y responsabilidades de los padres, por ignorancia, comodidad y, muchas veces, por ingenuidad, deja la puerta abierta a una invasión del Estado en la tarea educativa de nuestros hijos.

Un asedio, institucional y obligatorio, que pretende secuestrar la conciencia y las actitudes de nuestros hijos, cuestionando las convicciones morales, religiosas, y afectivas de las familias, con un único objetivo: introducir una nueva concepción del hombre y de la dimensión humana de la sexualidad con la que poder manipular las mentes de nuestros hijos e imponer su doctrina.

Los padres, como primeros y principales educadores de nuestros hijos, no podemos permitir esta usurpación de derechos. Es más, es nuestra responsabilidad encontrar soluciones lo más inmediatas posibles, para recuperar, mediante la educación y el ejemplo, los auténticos valores éticos y morales que ensalcen la dignidad de la persona humana.

¿Qué podemos hacer?

¿Cómo hablar con nuestros hijos del arte de un amor auténtico? ¿Cuándo es el momento oportuno para resolver sus inquietudes? ¿En qué objetivos vamos a centrar nuestras propuestas es eficaz: la espera, el respeto del otro, la madurez, el amor verdadero,….? ¿Cómo ayudarles a prevenir todas aquellas situaciones que puedan perjudicar su desarrollo personal?

En el tema de la educación de la sexualidad, como sucede cuando se aprende a leer, escribir, o incluso a comer, se necesita un cierto entrenamiento gradual e integral. Si no educamos nuestras emociones y sentimientos, nuestros deseos y apetencias; si no educamos nuestra capacidad de amar, nuestro carácter, nuestras miradas o gestos, en una relación de libertad, respeto, autodominio y entrega, estaremos reduciendo nuestro cuerpo y el de los demás, la grandeza de la sexualidad y nuestra capacidad de amar, a un mero trámite en el que los instintos gobiernan nuestro corazón, en lugar de ser al contrario.

De ahí, la importancia de una educación que ponga las bases del amor humano y verdadero desde el momento que surge la primera chispa que atrae a dos personas, pasando por el sentimiento profundo de satisfacción de estar con el otro (qué bien me siento contigo), hasta llegar al verdadero amor que apunta a descubrir la totalidad del otro y buscar su bienestar, su felicidad y la posibilidad de formar entre ambos un vínculo, una relación muy profunda (siempre te volvería a escoger a ti y solo a ti). En definitiva: una educación en valores que ayude a redescubrir el único camino que nos llevará a la felicidad personal y comunitaria.

No nos dejemos arrastrar por el pesimismo y la indiferencia. No es tarea fácil y lo sabemos. Pero, si la escalera no está apoyada en la pared correcta, cada peldaño que subimos es un paso más hacia un lugar equivocado (Stephen Covey).

¿Cómo podemos hacer?

Seamos honestos, claros y veraces en nuestras conversaciones y actitudes. De esta manera, nuestros hijos no solo nos respetarán como autoridad a seguir, sino que confiarán en nuestro consejo sobre sexo, valores y relaciones sanas. Demostrémosles que no se trata de una cuestión tabú, y que pueden acudir a nosotros para consultar sus legítimas dudas.

Debemos tratar de promover una cultura de la vida y del amor basada en unos valores éticos y morales, que son la razón de ser de la dignidad y el respeto del ser humano y promover, asimismo, el respeto al derecho a la vida y a la integridad moral y física.

Para ello, los padres debemos buscar tiempo para la educación y el cuidado de nuestros hijos, para que se sientan amados y aceptados en la familia, para charlar, divertirnos, compartir alegrías y penas, cuidarlos y que nos cuiden, ayudarnos, comprendernos…en definitiva, para dar y darse. Las comidas familiares son un buen momento para conversar y conocer en profundidad a nuestros hijos, los cuales han de sentir que son importantes para sus padres.

Hemos de hablarles de la libertad – compromiso – felicidad – reciprocidad del amor (relación de ida y vuelta), hacerles crecer en responsabilidad y autoestima, fomentar el valor de solidaridad que les obligue a salir de sí y a compartir. Para todo ello es de extrema importancia el ejemplo de los padres; fortaleza, audacia, unidad de vida, coherencia, hacerles atractivo el amor.

Pongamos especial interés en educar el maravilloso valor de la amistad. Abrir las puertas de tu casa a los amigos de tus hijos para estudiar, jugar, hacer fiestas,…. Hacer hincapié en las relaciones desinteresadas: no vales por lo que tienes sino por lo que eres.

No nos olvidemos de incidir en la importancia de la intimidad y el pudor. Hacerles comprender que hay que evitar extravagancias, vulgaridades y exhibiciones que puedan molestar a los demás.

Dialogar, dialogar y dialogar. Poner los medios para que sus hijos adolescentes cuenten con ustedes y no con cualquier persona e informarles adecuadamente de las enfermedades de transmisión sexual. Explicarles la diferencia entre amor y emoción, la anticoncepción, las mentiras del sexo seguro, la teoría de género… Enseñarles que para amar hay que conocerse y tratarse.

Debemos enseñarles cómo y por qué decir que no. Transmitirles de forma clara el respeto de uno mismo y el autocontrol. Hacerles comprender la verdad y el significado de la sexualidad: hombre y mujer son diferentes y complementarios, el nacimiento de los hijos es un regalo lleno de responsabilidad…

Tratemos de prevenir los contenidos televisivos perniciosos, enseñándoles a ver una televisión de calidad y fomentando un espíritu crítico ante la programación, además de inculcarles un uso moderado de la misma.

Conviene educar a nuestros hijos en el buen uso de las nuevas tecnologías (NNTT), que no solo sirven para estar en contacto, para hacer nuevos amigos, para buscar información, escuchar música y en general, para desarrollar su propia cultura, sino para mejorar las relaciones personales, familiares y sociales. Para ello, tenemos la obligación de conocerlas y saber manejarlas. Como dicen por la red, el problema no es la máquina sino el hombre que la usa. Todo depende del tiempo que se dedique y la capacidad crítica que se ejerza a la hora de saber situarlas en su justo lugar.

Nunca debemos olvidarnos de respetar su libertad: Debemos encontrar el equilibrio adecuado

entre libertad y disciplina estando siempre atentos a ayudarles a corregir ideas y decisiones equivocadas. En cambio, lo que nunca debemos hacer es secundarlos en sus errores, fingir que no los vemos o, peor aún, que los compartimos como si fueran las nuevas fronteras del progreso humano.

Considero fundamental saber tomarse la vida con buen humor, no asustarse nunca ante los comentarios y preguntas de nuestros hijos. Saber mantener a cierta distancia los problemas que se nos presentan, máxime cuando estos sean de gran calado, cuidándonos de que no nos atrape en sus redes la tristeza, la desesperación, el miedo e incluso, la depresión.

El amor no es cosa que se aprenda, ¡y, sin embargo, no hay nada que sea más necesario enseñar! (Juan Pablo II).

Padres exhaustos, hijos híper protegidos

Firmado por Juan Meseguer Velasco

Fuente: Aceprensa 19 Febrero 2010

El exceso de proteccionismo sobre los hijos está creando una generación de padres exhaustos que han de ingeniárselas para llegar a todo. Da la impresión de que educar bien a un hijo es llenar cada minuto de su tiempo libre.

Hace unos años, en las escuelas de Estados Unidos triunfó el concepto de los “padres helicóptero”, llamados así porque se lanzaban en picado al mínimo problema. Bastaba que un chaval se presentara en casa con un suspenso imprevisto, un arañazo o una cara larga para que los padres aterrizasen en el colegio a pedir explicaciones. Contra el exceso de proteccionismo se han rebelado Gever Tulley y Julie Spigler, fundadores de Tinkering School. Se trata de una escuela de verano que pretende fomentar la creatividad de los chavales. Allí aprenden a hacer manualidades e inventos. También hay tiempo para realizar actividades de riesgo, supervisadas siempre por monitores.

Pese a las dificultades que han tenido para encontrar editor, Tulley y Spigler han recogido en un libro algunas de esas experiencias. Escrito con una buena dosis de provocación, Fifty Dangerous Things (you should let your children do) es una guía de juegos “peligrosos” que ofrecen alternativas de ocio a la televisión y los videojuegos.

En realidad, los juegos no son más peligrosos que aquellos a los que seguramente jugaron muchos de los padres de estos chavales: encender una hoguera con una lupa, trepar por un árbol, jugar al fútbol bajo una granizada, etc.

Para desdramatizar el asunto, los autores han optado por un estilo humorístico. Los títulos de los capítulos son deliberadamente provocativos: “Fabrica un explosivo”, “Súbete a un tejado”, “Aprende a jugar con fuego” (“eso sí, fuera de casa”, advierten)…

Al libro no le faltan ideas disparatadas. Pero, al menos, tiene el mérito de poner el dedo en una de las llagas contemporáneas: la obsesión por la seguridad y por evitar a los hijos cualquier mal rato.

El culto al niño

En Gran Bretaña también se está hablando estos días sobre la protección de los hijos. Pero aquí el debate ha comenzado con mal pie. Ante el aumento del vandalismo callejero, a Sir Al Aynsley-Green –comisario de la infancia– se le ocurrió echar la culpa a los padres. Pero no a los padres de los jóvenes que delinquen, sino al resto.

 

 

 

La tesis de Aynsley-Green es que Gran Bretaña es uno de los países del mundo donde la gente se preocupa menos por los hijos de los demás. A su juicio, si un adolescente quema un contenedor o rompe una ventana es porque los adultos del barrio no se implican lo suficiente.

La columnista Judith Woods cree que este reproche es injusto. “¿Cómo vamos a ocuparnos de otros niños, si estamos agotados de cuidar a los nuestros?”, se pregunta en el Daily Telegraph (4-02-2010).

“Nuestra preocupación por los niños roza la histeria. Los padres que conozco tratan a sus hijos como si fueran diosecillos. Los mimamos a cuerpo de rey, alimentamos cuidadosamente sus egos, los llevamos de aquí para allá en Volvos repletos de dispositivos de seguridad…”.

Woods recuerda con agradecimiento el margen de libertad que le daban sus padres: “La diversión era un asunto que debíamos resolver mis cuatro hermanas y yo, normalmente en el jardín. A veces fabricábamos deslumbrantes pelucas con las hojas de los árboles; otras veces, vestíamos al gato; y otras, simplemente nos peleábamos”.

Woods se lamenta de no haber seguido los pasos de sus padres. “Ahora me dedico –admite– a cuidar de mis dos hijos como una loca”. Además de acabar exhausta, se pregunta si eso es lo mejor: “El día de mañana, ¿me querrán más mis hijos por mi dedicación?”

“Me gustaría pensar que sí, pero tengo mis dudas. Lo que las generaciones anteriores veían como un maravilloso privilegio –que los adultos te hagan caso, que se preocupen por ti, que te apoyen–, nuestros hijos lo ven como derechos innegociables. Y así es difícil agradecer las cosas”.

La protección razonable

Cuando se habla sobre los excesos de la hiperprotección, cabe el riesgo de pasarse al extremo contrario: la indiferencia olímpica. No se trata de eso. La prudencia llevará a discernir, en cada caso, lo que de verdad representa una amenaza para los hijos y lo que no lo es.

No deja de ser una imprudencia, por ejemplo, dejar a un niño o a un adolescente que pasen un fin de semana en casa de otro amigo sin enterarse antes del plan (real) que van a hacer o si los padres van a estar en casa. Lo cual exigirá, en la mayoría de los casos, una breve llamada a los padres del amigo anfitrión.

 

 

 

 

 

También es razonable enterarse de lo que hacen los hijos en Internet. Además de establecer filtros, los expertos recomiendan a los padres que supervisen el empleo que hacen los niños de las redes sociales .En la misma línea, es útil aconsejarles que no faciliten datos personales ni difundan sus fotos por la red. Según una encuesta de la Anti-Bullying Alliance de Gran Bretaña, el 20,5% de los niños de 10-11 años han sufrido hostigamiento, amenazas o insultos a través de Internet o del teléfono móvil. En el caso de la red, la vía principal fue las redes sociales, que son usadas por el 59% de los niños.

La televisión es otro campo para ejercitar una protección razonable. Tras analizar diversos estudios que revelan los efectos que el exceso de televisión produce en niños y adolescentes, la Academia de Pediatría Americana lleva años recomendando entretenimientos alternativos. Asimismo, ha desaconsejado que haya aparatos de televisión en las habitaciones de los niños.

Algunos padres creen que estas medidas son exageradas. A su juicio, es preferible que los chavales tengan autonomía suficiente para experimentar y equivocarse, también en estos ámbitos. Así, aprenderán a discernir lo bueno de lo malo, lo conveniente de lo que no lo es.

Cuando se trata de proteger a los hijos, hay que saber que hay ámbitos donde los padres tendrán que implicarse más y otros en los que habrán de quitarse de en medio.

Contra la sexualización

Esta es una de las ideas que está detrás de la propuesta realizada por David Cameron, líder del Partido Conservador británico, para proteger a los niños de la creciente oleada de contenidos sexuales en la televisión o en la red.

Cameron, padre de dos hijos, no es ingenuo. Sabe que es muy difícil impedir que los niños tropiecen de pronto con reclamos eróticos. Lo que sí es posible, dice, es adoptar medidas concretas para ayudar a los padres a proteger a sus hijos en este terreno.

“Deberíamos ser capaces –dice Cameron– de garantizar que nuestros hijos viven de verdad la infancia. No queremos que estén expuestos desde pequeños a una innecesaria e inapropiada publicidad ni a la sexualización”.

De momento, el líder tory ha propuesto dos medidas. La primera consiste en penalizar a las empresas publicitarias acusadas de hacer anuncios inapropiados para niños, negándoles la posibilidad de contratar con la Administración durante tres años.

La segunda es crear mecanismos de denuncia on line para que los padres protesten por anuncios o programas con contenido sexual. Además, la nueva web permitiría ver las quejas de los demás padres. “De esta forma –concluye Cameron–, comprobarán que no están solos en esta batalla”.

 

Cómo educar a los hijos frente a la TV, internet y videojuegos

COMO DEBEN ACTUAR LOS PADRES ANTE LOS HIJOS POR LA TV, INTERNET Y VIDEOJUEGOS

Revelaciones de nuevos estudios

ALEXANDRIA, Virginia, martes, 13 enero 2008 (ZENIT.org).- ¿Ver imágenes de sexo y de violencia en televisión y en los vídeo juegos introduce a los adolescentes en las relaciones sexuales sexo y les lleva a ser más agresivos en la vida real? Dos estudios publicados por la revista de la Asociación Estadounidense de Pediatría responden afirmativamente.

Los resultados del estudio «¿Ver sexo en televisión puede predecir el embarazo adolescente?», llevado a cabo por la Rand Corporation, y «Efectos longitudinales de los vídeo juegos violentos sobre la agresión en Japón y en Estados Unidos», de Craig A. Anderson, director del Centro para el Estudio de la Violencia de la Universidad Estatal de Iowa, aparecieron en noviembre en «Pediatrics».

Ambos estudios mostraban una correlación entre los comportamientos contemplados en la televisión o en los vídeo juegos y un cambio de comportamiento en los adolescentes.

Kristen Fyfe, redactora del Culture and Media Institute, ha analizado dichos estudios y ha compartido con ZENIT algunas advertencias para los padres.

–En su informe «Sexo y Agresión: el Impacto de los Medios en los Niños», usted analiza dos estudios recientes e iluminadores que enlazan el contenido de los programas de televisión con el embarazo adolescente. ¿Por qué son tan significativos estos dos estudios?

–Fyfe: Los informes son significativos por muchas razones, sobre todo porque son longitudinales, en otras palabras los mismos grupos de chicos han sido estudiados durante un periodo de varios años. Muchos estudios, igualmente válidos, no miden los resultados durante el tiempo sino que son más bien una especie de «flashes». Estos estudios, por el contrario, se articulan en el crecimiento/desarrollo y maduración de los chicos estudiados. Además, por lo que se refiere al embarazo infantil, este es uno de los primeros estudios que plantean una relación entre los contenidos sexuales que se ven –incluyendo el contenido insinuado/poco explícito– con el embarazo adolescente. Por otro lado, estos estudios analizan a chicas y chicos, pues las chicas que se quedan embarazadas, pero los chicos ayudan a que esto ocurra.

Con relación al estudio sobre los vídeo juegos y la violencia, el otro aspecto que lo hace especialmente significativo es el componente intercultural. Los investigadores estudiaron a niños/adolescentes en Estados Unidos y en Japón. El hecho de que la cultura japonesa es, en general, menos agresiva que la cultura norteamericana es significativo, porque en este estudio los niños japoneses tienen los mismos resultados que sus coetáneos norteamericanos.

–¿Qué necesitan saber los padres sobre el impacto de los medios en las vidas de sus hijos y familias?

–Fyfe: Los padres necesitan saber que el tipo y la cantidad medios de comunicación que consumen los chicos tiene un impacto negativo verdadero. Hay un nuevo informe, un meta análisis –un estudio de estudios– sobre la influencia de los medios en el que se muestra de modo concluyente que hay una fuerte correlación entre una exposición mayor a los medios y los resultados adversos en la salud –incluyendo cambios en la forma en que se desarrolla el cerebro, obesidad, aumento de la agresión, aumento de la actividad sexual, consumo de drogas y alcohol o bajo resultados académicos. Sobre este estudio se puede leer el artículo del New York Times (www.nytimes.com).

–Como madre católica que es usted, ¿qué conclusión sacó usted de estos estudios?

–Fyfe: Como madre católica, estos estudios no hacen más que reforzar mi convicción de que Dios nos ha dado la responsabilidad de guiar a nuestros hijos a través de un campo minado a nivel cultural que busca socavar lo mejor de Dios para ellos. Cuando doy conferencias en las escuelas y hablamos sobre «el culto a los falsos dioses», les desafío con la idea de que cualquier cosa a la que dedican una cantidad excesiva de tiempo y energía se convierte en un ídolo –especialmente si Dios queda en segundo lugar tras dicha obsesión–. Y les pregunto: «¿pasan más tiempo pensando en Dios o escuchando su iPod, jugando a vídeo juegos, viendo la televisión?» Se sienten incómodos ante la pregunta.

Además trato de ser consciente de que la realidad en la que mis hijos van a tener que navegar es este campo de minas mediático y no puedo protegerlos de él simplemente quejándome o prohibiéndoles ver/jugar/escuchar. Les tengo que equipar para tomar decisiones correctas y reconocer los valores profanos promovidos en mucho de lo que ello ven. No creo que en la sociedad de hoy los padres hagan un favor a sus hijos blindándolos completamente de los medios. Están rodeados por ellos y necesitan dominarlos para poder moverse como adultos. Sin embargo, podemos enseñarles, fijar límites y desafiarles para que sean consumidores críticos. Y sí, podemos hacerlo incluso cuando son pequeños.

–Considerando lo que revelan estos estudios, ¿hay algunos temas en particular de los que los padres deberían ser conscientes cuando piensan regalar vídeo juegos, películas o determinadas clases de teléfonos o aparatos electrónicos?

–Fyfe: Es necesario que los padres hagan sus deberes y que no se lo crean todo. Deben estar atentos a los sistemas de calificación de los vídeo juegos. Si están calificados con «M» (maduros) hay una razón para ello. Utilice los buenos recursos que proporcionan las asociaciones de padres o familiares para investigar el contenido de los vídeo juegos, así como las buenas publicaciones. Cuando se trata de móviles y de iPods dése cuenta de que cualquier cosa que tenga acceso a Internet se convierte en un vehículo a través del que se puede visionar todo tipo de contenidos. Hoy, muchos más chicos ven la televisión a través de aparatos móviles y ordenadores que a través de los viejos aparatos de televisión. Finalmente, no compre una televisión u ordenador para la habitación de su hijo. Existen muchas investigaciones que muestras que los chicos con estos aparatos en sus habitaciones sufren en su rendimiento académico. En pocas palabras: ¡sea un padre o una madre!

–Un estudio del Barna Group publicado hace un año mostraba que, a pesar de la preocupación que los padres cristianos tienen sobre la influencia de los medios, todavía se sienten presionados a comprar vídeo juegos cuestionables u otros productos mediáticos. ¿Ha cambiado esto?

–Fyfe: No lo creo. Se vuelve otra vez a la idea de que, algunas veces, ser padres significa tomar decisiones impopulares. Cuando me enfrento al dilema suelo preguntar: ¿permitiría a sus hijos que se arrojaran a la promiscuidad sexual, al consumo de drogas, al narcisismo, a compañías violentas? Esto es exactamente lo que está haciendo cuando permite a sus hijos malas influencias. No podemos enseñar a nuestros hijos a hacer frente a las malas influencias si nosotros, como padres, no estamos dispuestos a hacer frente a la presión de comprar un producto cuestionable sólo porque es popular. En serio, ¿si se tratara de otra cosa que no fuera productos mediáticos (juegos, películas, música, libros) dudaríamos a la hora de adoptar decisiones duras?

–¿Cree que los padres están empezando a tomarse este tema más en serio antes de llegar a las tiendas?

–Fyfe: Creo que los padres cada vez están más educados y, si hay alguna bendición en esta desgraciada crisis económica, puede ser el hecho de que los padres están siendo más exigentes ante lo que compran. Pero en realidad hasta que los medios – y me refiero a los medios de noticias, en la publicidad – no hagan hincapié en el mensaje de los efectos perjudiciales (como se hace con el tabaco), los padres no van a prestar atención y no se lo tomarán en serio.

–¿Puede dar algunos consejos a los padres sobre medios positivos en el mercado actual? ¿Alguna recomendación?

–Fyfe: Cuando se trata de video juegos, es necesario ver la etiqueta que garantiza que es un juego seguro. Los productos del sistema de juegos de la Wii que logran que los chicos se levanten del sofá son también muy buenos. ¡Puedes sudar jugando al tenis en la Wii!

En cuanto a los DVDs «Narnia II: el Príncipe Caspian» está ahora en DVD, así como «The Longshots», «Fly Me to the Moon» y «Wall-E».

Realmente, si quisiera ir a comprar artículos positivos, probablemente dejaría de lado los grandes almacenes y pensaría en la tienda cristiana de mi barrio.

Por Teresa Tomeo, traducción de Justo Amado

Obama apuesta por la muerte

OBAMA, APUESTA POR LA MUERTE

El nuevo Presidente de EEUU, Barak Obama, que ha conseguido una impresionante victoria en las presidenciales norteamericanas, suscitando un entusiasmo sin precedentes desde hace años, está despreciando esta inmensa popularidad para hacer el bien. Frente a decisiones populares y esperadas como el cierre de Guantánamo, y la condena de la tortura, ha decidido apostar por el aborto, aun sabiendo que no cuenta con apoyo popular para ello. ¡Qué valor tienen los que siegan vidas, en contraste con la cobardía de nuestros políticos para defenderla!

Entre los días 30 de enero y 1 de febrero Gallup ha realizadouna encuesta telefónica a una muestra de más de mil ciudadanos norteamericanos acerca de las siete principales decisiones tomadas por el presidente Barack Obama en los diez primeros días de su mandato. Tres de cada cuatro consultados (76%) aprueban el nombramiento de enviados especiales a Afganistán, Pakistán y Oriente Próximo, así como el establecimiento de criterios éticos más rigurosos para el personal que trabaja en la Administración. En proporción casi igual (74%), los estadounidenses alaban los límites impuestos a las técnicas de interrogatorio a prisioneros y la orden para que los automóviles contaminen menos. Dos de cada tres encuestados están a favor de la ley que facilita las demandas por discriminación laboral.

En cambio, el levantamiento del veto a la financiación federal para organizaciones que promueven el aborto en el extranjero (ver Aceprensa, 27-01-2009) sólo obtiene el apoyo del 35% de los encuestados. Es la medida más impopular de las siete, con un 58% de opiniones contrarias. La otra que tampoco recibe aprobación mayoritaria (44% a favor y 50% en contra) es la orden de cerrar la prisión de Guantánamo en el plazo de un año.

En estas encuestas, la medida proabortista es aprobada por el 59% de los demócratas, el 8% de los republicanos y el 33% de los independientes.

Se puede ver más detalles en la web de Gallup.

Imperialismo homosexual

CÓMO INFILTRARSE EN LA POLÍTICA PARA PROMOVER LEYES CONTRA EL MATRIMONIO

El imperialismo cultural de Obama gasta

millones en formar a activistas homosexuales

en todo el mundo

Dedica once millones de dólares en enseñar cómo tienen que infiltrarse en la política para someter al país a su agenda homosexual. Es parte de una estrategia mayor en la que participan las Naciones Unidas, las embajadas de EEUU y el Departamento de Estado. Un artículo de Family Research Council, que recoge LifeNews, se cuestiona que si el presidente Obama no respeta las opiniones de los propios Estados Unidos de América sobre el matrimonio, qué haría pensar que lo iba a hacer en el resto de países.

En el pasado mes de abril, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se embarcó en uno de los abusos económicos más escandalosos con el dinero de los contribuyentes de los últimos cinco años.

Con la ayuda de la Fundación Levi Strauss y del millonario Tim Gill, el Gobierno de EEUU está gastando once millones de dólares en la capacitación de activistas homosexuales en otros países.

Según la USAID, la primera fase del programa se centraen los países con una fuerte influencia católica como Ecuador, Honduras, Guatemala y otros países en desarrollo que defienden firmemente la familia y el matrimonio y se oponen a cualquier equiparación del mismo con las uniones homosexuales.

Esta semana la primera de una serie de ‘capacitaciones de activistas homosexuales’ ha tenido lugar en Colombia, según publica Family Research Council. Y según la propia Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional sus objetivos son enseñar cómo hay que infiltrarse en el proceso político y abogar por leyes a favor del lobby gay.

Pero esto es sólo una parte de la estrategia de Obama, que también refuerza su política de activismo homosexual con presiones intimidatorias a otras naciones. A través de las Naciones Unidas, las embajadas de Estados Unidos o el Departamento de Estado, el presidente Barack Obama está liderando el esfuerzo para coaccionar a los países pobres a que acepten su agenda que promueve la homosexualidad.

Fuente: Infocatolica.com

Adolescentes sin rumbo

 

Adolescentes sin rumbo: Cada 10 días toca emborracharse

 

Empiezan antes de los 14, están “financiados” por sus padres y “el panorama es desolador”, advierten los profesionales de la medicina

 

Los jóvenes empiezan a beber, de media, a los 13,7 años y un 50 por ciento confiesa haberse emborrachado en alguna ocasión. De hecho, el número medio de borracheras es de una cada 10 días: “Un panorama desolador”, reconocen los profesionales de la medicina, que advierten de que se trata de adolescentes sin rumbo “financiados” por sus padres.

 

 

Las conclusiones extraídas por un grupo de expertos en alcoholismo que participaron en una jornada sobre El consumo de alcohol en adolescentes, coordinada por la Organización Médica y celebrada recientemente en su sede de Madrid, no son nada optimistas.

 

 

A los datos mencionados cabe añadir que el 65 por ciento de los escolares reconoce haber bebido alcohol en el último mes y casi el 28 por ciento se ha emborrachado en los últimos 30 días.

 

 

Según los médicos participantes, el consumo de alcohol por parte de los menores se ha convertido en un problema de salud pública de tal envergadura que o se ataja de raíz o se corre el riesgo de contar con unas generaciones futuras enfermas.

 

 

“No podemos asistir con impotencia y extrañeza al espectáculo de ver cómo la sociedad asume las consecuencias de todo tipo que la mezcla explosiva de alcohol y adolescencia representa”, aseguraron en sus conclusiones los participantes a la jornada sobre alcoholismo.

 

Implicar a los padres

 

 

Los médicos piden al Gobierno que intervenga y tome medidas, como, entre otras, incrementando de manera notable los precios de las bebidas alcohólicas y de los impuestos. Pero, también piden la colaboración de los profesionales de la medicina, para que impliquen a los verdaderos responsables del menor, o sea a sus familias.

 

 

“Los adultos no perciben el riesgo, ¿cómo entonces lo van a asumir los menores?, se pregunta el psiquiatra bilbaíno Javier Aizpiri, quien califica la situación actual del consumo de alcohol en menores en “fase de catástrofe”.

 

 

El experto considera que la actual forma de beber de los adolescentes es peligrosa y, además, están “financiados” por sus padres, señala el psiquiatra.

 

 

El adolescente se ha convertido en un objeto de la sociedad de consumo. Este aspecto, unido al hecho de que los padres son cada vez más permisivos y dan dinero a sus hijos, sin pedirles explicaciones, a pesar de que saben que en muchos casos es para consumir alcohol, es una autentica bomba de relojería, asegura Aizpiri.

 

 

El médico considera que, para encontrar una solución, los padres han de implicarse totalmente en su educación. De lo contrario, deben saber que sus hijos se están destruyendo con la bebida y con su total consentimiento. “Hay que establecer límites”, concluye el experto.

 

Fuente: Víctor Ruiz (Forum Libertas)

No educar es pecado grave

No educar, un pecado grave. ¿Y qué es educar?

Respuesta:

Quisiera responderle remitiéndome a lo que nos enseña el Magisterio de la Iglesia.

  1. La educación de los hijos, no es sólo un acto de generosidad sino un deber de los padres.

“Con razón la Iglesia pregunta durante el rito del matrimonio: ‘¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?’ 1. El amor conyugal se manifiesta en la educación, como verdadero amor de padres. La ‘comunión de personas’, que al comienzo de la familia se expresa como amor conyugal, se completa y se perfecciona extendiéndose a los hijos con la educación. La potencial riqueza, constituida por cada hombre que nace y crece en la familia, es asumida responsablemente de modo que no degenere ni se pierda, sino que se realice en una humanidad cada vez más madura” 2.

  1. Obran mal los padres que no cumplen su deber educativo, o no lo cumplen como deberían.

Por ejemplo, refiriéndose a la educación en la castidad, dice un documento de la Iglesia: “Si de hecho no imparten una adecuada formación en la castidad, los padres abandonan un preciso deber que les compete; y serían culpables también, si tolerasen una formación inmoral o inadecuada impartida a los hijos fuera del hogar” 3.

  1. El no ejercer como corresponde su tarea de educadores puede repercutir en la misma madurez de los esposos.

Al hacerse educadores los padres también son educados por sus hijos: “Esto es un dinamismo de reciprocidad, en el cual los padres-educadores son, a su vez, educados en cierto modo. Maestros de humanidad de sus propios hijos, la aprenden de ellos. Aquí emerge evidentemente la estructura orgánica de la familia y se manifiesta el significado fundamental del cuarto mandamiento” 4.

  1. Los esposos son colaboradores de Dios no sólo en la procreación sino también en la educación de los hijos.

“Si en el dar la vida los padres colaboran en la obra creadora de Dios, mediante la educación participan de su pedagogía paterna y materna a la vez. La paternidad divina, según san Pablo, es el modelo originario de toda paternidad y maternidad en el cosmos (cf. Ef 3,14-15), especialmente de la maternidad y paternidad humana. Sobre la pedagogía divina nos ha enseñado plenamente el Verbo eterno del Padre, que al encarnarse ha revelado al hombre la dimensión verdadera e integral de su humanidad: la filiación divina. Y así ha revelado también cuál es el verdadero significado de la educación del hombre. Por medio de Cristo toda educación, en familia y fuera de ella, se inserta en la dimensión salvífica de la pedagogía divina, que está dirigida a los hombres y a las familias, y que culmina en el misterio pascual de la muerte y resurrección del Señor. De este ‘centro’ de nuestra redención arranca todo proceso de educación cristiana, que al mismo tiempo es siempre educación para la plena humanidad” 5.

  1. La educación debe apuntar a la autoeducación

“El proceso educativo ­­­–dice el Papa Juan Pablo II– lleva a la fase de la autoeducación, que se alcanza cuando, gracias a un adecuado nivel de madurez psicofísica, el hombre empieza a ‘educarse él solo’. Con el paso de los años, la autoeducación supera las metas alcanzadas previamente en el proceso educativo, en el cual, sin embargo, sigue teniendo sus raíces. El adolescente encuentra nuevas personas y nuevos ambientes, concretamente los maestros y compañeros de escuela, que ejercen en su vida una influencia que puede resultar educativa o antieducativa” 6.

  1. Esto se relaciona directamente con el cuarto mandamiento de la ley de Dios

“Sobre esta perspectiva se perfila, de manera nueva, el significado del cuarto mandamiento: ‘Honra a tu padre y a tu madre’ (Ex 20,12), el cual está relacionado orgánicamente con todo el proceso educativo. La paternidad y maternidad, elemento primero y fundamental en el proceso de dar la humanidad, abren ante los padres y los hijos perspectivas nuevas y más profundas. Engendrar según la carne significa preparar la ulterior ‘generación’, gradual y compleja, mediante todo el proceso educativo” 7.

“El mandamiento del Decálogo exige al hijo que honre a su padre y a su madre; pero, como ya se ha dicho, el mismo mandamiento impone a los padres un deber en cierto modo ‘simétrico’. Ellos también deben ‘honrar’ a sus propios hijos, sean pequeños o grandes, y esta actitud es indispensable durante todo el proceso educativo, incluido el escolar. El ‘principio de honrar’, es decir, el reconocimiento y el respeto del hombre como hombre, es la condición fundamental de todo proceso educativo auténtico” 8.

  1. Educar implica “ser exigentes”.

“Los padres han de atreverse a pedirles y exigirles más. No pueden contentarse con evitar lo peor –que los hijos no se droguen o no comentan delitos– sino que deberán comprometerse a educarlos en los valores verdaderos de la persona, renovados por las virtudes de la fe, de la esperanza y del amor: la libertad, la responsabilidad, la paternidad y la maternidad, el servicio, el trabajo profesional, la solidaridad, la honradez, el arte, el deporte, el gozo de saberse hijos de Dios y, con esto, hermanos de todos los seres humanos, etc.” 9.

Y exigir quiere decir imponer y obligar:“No se trata de imponerles una determinada línea de conducta, sino de mostrarles los motivos, sobrenaturales y humanos, que la recomiendan. Lo lograrán mejor, si saben dedicar tiempo a sus hijos y ponerse verdaderamente a su nivel, con amor” 10.

1 Ritual del Matrimonio, Escrutinio, n. 93 (ed. l970).

2 Juan Pablo II, Carta a las Familias, n. 16.

3 Pontificio Consejo para la Familia (en adelante: PCF), Sexualidad humana: Verdad y significado, 44.

4 Juan Pablo II, Carta a las Familias, n. 16.

5 Juan Pablo II, Carta a las Familias, n. 16.

6 Juan Pablo II, Carta a las Familias, n. 16.

7 Juan Pablo II, Carta a las Familias, n. 16.

8 Juan Pablo II, Carta a las Familias, n. 16.

9 PCF, Sexualidad humana: Verdad y significado, 49.

10 PCF, Sexualidad humana: Verdad y significado, 51.

 

No abusar de los abuelos

Autor: Remedios Falaguera | Fuente: Catholic.net
¡No abusemos de los abuelos! Es verdad que los abuelos juegan un papel muy importante en la vida de los nietos. Pero, ¡no abusemos de ellos, por favor!

¡No abusemos de los abuelos!

“Amamos las catedrales antiguas, los muebles antiguos, las monedas antiguas, las pinturas antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo del enorme valor moral y espiritual de los ancianos que en definitiva son también seres humanos antiguos”.

Llevaba tiempo queriendo escribir algo sobre los abuelos, puesto que como ya dije en una ocasión, “nadie duda de la importancia que tienen los abuelos para las nuevas generaciones. No sólo por su aportación generosa de vivencias y recuerdos, que fortifican la identidad familiar, sino por el ofrecimiento de sus talentos, el ejemplo de virtudes y valores vividos que ofrecen a los suyos, como referencia espiritual y moral imprescindibles para la unidad y continuidad de las familias de hoy en día”.

¿Qué mejor ocasión para agradecer a nuestros padres la grandeza de su corazón dejándonos a sus hijos y sus nietos el mejor ejemplo de hijos agradecidos, de hermanos solícitos, de padres entregados, de abuelos jóvenes y entusiastas, de cuñados incondicionales y de tíos entrañables?

Pienso que estos tiempos nos deberían llevar a defender y favorecer su autonomía, que bien se la han ganado, y a no abusar de su tiempo y aficiones para beneficio propio.

Y es que los abuelos de ahora, los abuelos del Siglo XXI, ya no son como los de antes: Tienen su propia vida, una vida más dinámica y autónoma, son independientes económicamente y viven preocupadas por su salud y su bienestar. Es más, nuestros abuelos, tienen su vida llena de nuevas inquietudes culturales, sociales y laborales. Y eso, sin menguar ni un ápice su maravilloso apoyo a nuestras vidas, sabiendo de su disponibilidad para darnos consejos, prestarnos ayuda para ser mejores, interesarse por nuestros problemas, estar pendiente de nuestras necesidades, sonreírnos, ofrecernos miradas de complicidad que solo unos padres pueden tener con sus hijos….

Pero, muchas parejas jóvenes, se han acostumbrado, unas veces por necesidad y otras muchas por comodidad, a que sean los abuelos los que ejerzan de padres y madres de sus nietos, que sean canguros de los pequeños y compañeros de juego “obligatorios”.

A pesar de que tenemos la certeza que ellos, SIEMPRE están dispuestos a prestarnos ayuda, la calidad de vida de una familia no puede apoyarse en la “utilización” de los abuelos. Debemos acudir a ellos sólo en caso de extrema emergencia, y así, evitaremos en gran medida las quejas y la confusión sobre el rol que se espera de ellos, sobre las ideas distintas en la educación de los niños y los celos que muchos padres sienten ante la “devoción filial” que sus hijos sienten hacia los abuelos.

Es verdad que los abuelos juegan un papel muy importante en la vida de los nietos. Pero, ¡no abusemos de ellos, por favor!

Y para que esto no ocurra, no estaría de más recordar que el verdadero papel del abuelo es:

• Ejemplo y transmisor de valores.
• Mantiene el vínculo entre las generaciones haciendo de historiador de anécdotas familiares.
• Lazo de unión, estabilidad y protección.
• Modelo de serenidad ante el envejecimiento.
• Paño de lagrimas cuando el niño y/o los padres están triste
• Sus “batallitas” desarrollan en el niño no solo su imaginación, sino el sentido común del “buen hacer” y del “buen ser” en la vida.
• Es la persona perfecta para ejercer de “negociador” entre padres y nietos, ya que su experiencia puede ayudar en los momentos de crisis familiar.
• …

Y recuerden: Los padres somos los modelos de referencia en la educación de nuestros hijos .No carguemos esa mochila a los abuelos. Ellos sólo tienen que llenar la casa de paz, conciliación y estabilidad aconsejando y apoyando a sus hijos en la educación de los nietos.

“Ojala que los abuelos vuelvan a ser una presencia viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad. Por lo que respecta a la familia, los abuelos deben seguir siendo testigos de unidad, de valores basados en la fidelidad a un único amor que suscita la fe y la alegría de vivir”, dice Benedicto XVI, y apostilla: “Ellos pueden ser -y son tantas veces- los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir. Ellos dan a los pequeños la perspectiva del tiempo, son memoria y riqueza de las familias. Ojala que, bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe ante la cercanía de la muerte”.