La inteligencia emocional es un descubrimiento científico pedagógico reciente, que ilustra la conexión entre la lógica y las emociones en la toma de decisiones, y la insuficiencia de la inteligencia tal como se entendía hasta la fecha (índice de coeficiente intelectual) para explicar el nivel de éxito y de felicidad personal que alcanzamos en la vida. Educar a los hijos no solo en aptitudes lógicas, sino en sociales y emocionales, resulta de máxima importancia en el mundo complejo de hoy.
Desarrollar la inteligencia emocional nos ayuda también a los adultos a saber cómo manejar mejor los conflictos conyugales y familiares, evitar y paliar situaciones de depresión, estrés y otras situaciones negativas, y de abrirnos al punto de vista de los demás. Inicialmente desarrollado en el entorno de la empresa, la teoría de la inteligencia emocional se está demostrando altamente eficaz. Y pretendemos aprovecharlo para dar pautas prácticas para su aplicación en el ámbito educativo y de las relaciones familiares.