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José J. Castellanos
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Fuente: www.yoinfluyo.com
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Benedicto XVI: la familia, primera escuela de virtudes humanas y sociales
Destaca el compromiso de la Iglesia en la educación en Belice
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 9 de junio de 2011 (ZENIT.org).- En el discurso que dirigió el jueves por la mañana a Henry Llewellyn Lawrence, nuevo embajador de Belice ante la Santa Sede, el Papa Benedicto XVI subrayó que la familia está en la base de todo tipo de educación, y que representa el primer lugar en el que la persona aprende las virtudes humanas y sociales.
Recibiendo al diplomático con ocasión de la presentación de sus cartas credenciales, el Pontífice recordó el compromiso de la Iglesia en varios frentes del país caribeño, citando sobre todo el sector educativo, “en cooperación con el Estado”.
“La educación prepara a los individuos y obtiene lo mejor de ellos para que ellos contribuyan voluntariamente en el ámbito social, cultural y económico a la sociedad en su conjunto”, observó.
La educación, añadió, “da sus frutos cuando se basa en la virtud enraizada en la familia, célula primaria de la sociedad humana y primer campo de entrenamiento para las relaciones armoniosas a todos los niveles de la coexistencia, humana, nacional e internacional”.
La educación religiosa, la educación católica en particular, “da su propia contribución al bienestar de vuestra gente”, preparando a las nuevas generaciones “a considerar a los demás como sus hermanos y hermanas, con los que están llamados a caminar y a trabajar juntos, y así se sientan miembros vivos de una gran familia humana”, prosiguió el Papa.
El papel de la Iglesia en el sector educativo fue reconocido también por el embajador en su saludo al Pontífice, en el que citó en particular el caso de la Escuela Superior “Nuestra Señora de Guadalupe”, en la capital de Belice, Belmopan, cuyos estudiantes se han beneficiado de un nuevo edificio escolar.
“Auguramos otras colaboraciones similares en el futuro”, añadió el diplomático, según informa L’Osservatore Romano.
Libertad religiosa
Benedicto XVI recordó también las “cordiales relaciones” que la Iglesia católica mantiene con las autoridades civiles de Belice, “en una atmósfera propicia para llevar a cabo la misión confiada a ella por el Señor”.
“Este ambiente se debe en gran parte, a los fundamentos que Belice estableció, una base que se apoya en los valores tradicionales cristianos y reconoce el valor perenne de los derechos humanos auténticos y de las libertades fundamentales políticas y civiles que promueven el respeto por la persona humana, la armonía social y el progreso de la sociedad en su conjunto”, reconoció.
Entre las leyes aprobadas en el país, citó en particular las relativas al derecho a la libertad religiosa y a la libertad de culto.
El derecho a la libertad religiosa, subrayó el Pontífice, “se basa en la misma dignidad de la persona humana, cuya naturaleza trascendental no puede ser ignorada o pasada por alto”.
“La libertad religiosa y la libertad de culto permite a los creyentes prosperar como individuos y contribuir positivamente y completamente a la vida del país en todos los ámbitos de actividad humana”, concluyó, augurando que Belice “sea un ejemplo a este respecto para sus vecinos y a aquellos que busquen disminuir las consecuencias de tales derechos y sus correspondientes valores”.
Benedicto XVI: Como perdonar
Hoy en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO; miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- A continuación ofrecemos el discurso que el Santo Padre Benedicto XVI ha dirigido a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, durante la Audiencia General, continuando con el ciclo de catequesis sobre la oración.
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Queridos hermanos y hermanas,
leyendo el Antiguo Testamento, una figura destaca entre otras: la de Moisés, como hombre de oración. Moisés, el gran profeta y guía en el tiempo del Éxodo, ejerció su función de mediador entre Dios e Israel, haciéndose portador, hacia el pueblo, de las palabras y mandatos divinos, conduciéndolo hacia la libertad de la Tierra Prometida, enseñando a los israelitas a vivir en la obediencia y en la confianza hacia Dios, durante la larga estancia en el desierto, pero también, sobre todo, rezando. Reza por el Faraón cuando Dios, con las plagas, intentaba convertir el corazón de los egipcios (cfr Ex 8–10); pide al Señor la curación de la hermana María, enferma de lepra (cfr Nm 12,9-13), intercede por el pueblo que se había rebelado, aterrorizado por el informe de los exploradores (cfr Nm 14,1-19), reza cuando el fuego estaba devorando el campamento
(cfr Nm 11,1-2) y cuando serpientes venenosas estaban haciendo una masacre (cfr Nm 21,4-9); se dirige al Señor y reacciona protestando cuando el peso de su misión se hizo demasiado pesado (cfr Nm 11,10-15); ve a Dios y habla con Él “cara a cara, como uno habla con su amigo”
(cfr Ex 24,9-17; 33,7-23; 34,1-10.28-35).
También cuando el pueblo, en el Sinaí, pide a Aarón hacer un novillo de oro, Moisés reza, explicando de modo emblemático su propia función de intercesor. El episodio está narrado en el capítulo 32 del Libro del Éxodo y tiene un relato paralelo en el Deuteronomio en el capítulo 9. Es en este episodio donde quisiera detenerme en la catequesis de hoy, en particular en la oración de Moisés que encontramos en la narración del Éxodo. El pueblo se encontraba a los pies del Monte Sinaí, mientras Moisés, en la cima del monte, esperaba el don de las Tablas de la Ley, ayunando durante cuarenta días y cuarenta noches (cfr Ex 24,18; Dt 9,9). El número cuarenta tiene un valor simbólico y significa la totalidad de la experiencia, mientras que con el ayuno se indica que la vida viene de Dios, es Él el que la sostiene. El hecho de comer, de hecho, implica la asunción del alimento que nos sostiene; por esto ayunar, renunciando a la comida, adquiere, en este caso, un significado religioso: es un modo de indicar que no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca del Señor (cfr Dt 8,3). Ayunando, Moisés, indica que espera el don de la Ley divina como fuente de vida: esta desvela la voluntad de Dios y nutre el corazón del hombre, haciéndole entrar en una Alianza con el Altísimo, que es fuente de vida, es la vida misma.
Pero, mientras el Señor, sobre el monte, da a Moisés la Ley, a los pies del mismo el pueblo la desobedece. Incapaces de resistir en la espera y la ausencia del mediador, los israelitas piden a Aarón: Fabrícanos un Dios que vaya al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto” (Ex 32,1). Cansado de un camino con un Dios invisible, ahora que Moisés, el mediador, ha desaparecido, el pueblo pide una presencia tangible, palpable, del Señor, y encuentra en el becerro de metal fundido hecho por Aarón, un dios que se hace accesible, manipulable, al alcance del hombre. Esta es una tentación constante en el camino de la fe: eludir el misterio divino construyendo un dios comprensible, que corresponda a los propios esquemas, a los propios proyectos. Todo lo que sucede en el Sinaí muestra toda la necedad y vanidad ilusoria de esta pretensión porque, como afirma irónicamente el Salmo 106, “así cambiaron su Gloria por la imagen de un toro que come pasto” (Sal 106,20).
Por esto el Señor reacciona y ordena a Moisés que descienda del monte, revelándole lo que el pueblo está haciendo y terminando con estas palabras: “Por eso, déjame obrar: mi ira arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré una gran nación” (Ex 32,10). Como con Abraham con respecto a Sodoma y Gomorra, también ahora Dios desvela a Moisés lo que pretende hacer, como si no quisiese actuar sin su consentimiento (cfr Am 3,7). Dice: “mi ira arderá contra ellos”. En realidad, este “mi ira arderá contra ellos” lo dice para que Moisés intervenga y le pida que no lo haga, revelando así que el deseo de Dios es siempre de salvación. Como para las dos ciudades en tiempos de Abraham, el castigo y la destrucción, con los que se expresa la ira de Dios como rechazo del mal, indican la gravedad del pecado cometido; al mismo tiempo, la petición del intercesor pretende manifestar la voluntad de perdón del Señor. Esta es la salvación de Dios, que implica misericordia, pero que siempre denuncia la verdad del pecado, del mal que existe, así el pecador, reconociendo y rechazando el propio mal, pueda dejarse perdonar y transformar por Dios. La oración de intercesión hace operativa de esta manera, dentro de la realidad corrupta del hombre pecador, la misericordia divina, que encuentra su voz en la súplica del que reza y se hace presente a través de él donde hay necesidad de salvación.
La súplica de Moisés se centra en la fidelidad y la gracia del Señor. Este se refiere primero a la historia de redención que Dios ha comenzado con la salida de Israel, para después recordar la antigua promesa hecha a los Padres. El Señor ha logrado la salvación liberando a su pueblo de la esclavitud egipcia; ¿por qué entonces -pregunta Moisés-“tendrán que decir los Egipcios: ‘El los sacó con la perversa intención de hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra?’” (Ex 32,12). La obra de salvación que se ha comenzado debe ser completada; si Dios hiciese perecer a su pueblo, esto podría ser interpretado como el signo de una incapacidad divina de llevar a cumplimiento el proyecto de salvación. Dios no puede permitir esto: Él es el Señor bueno que salva, el garante de la vida, es el Dios de misericordia y de perdón, de liberación del pecado que mata. Y así Moisés apela a Dios, a la vida interior de Dios contra la sentencia exterior. Pero entonces, argumenta Moisés con el Señor, si sus elegidos perecen, aunque si son culpables. Él podría parecer como incapaz de vencer al pecado. Y esto no se puede aceptar. Moisés ha tenido una experiencia concreta del Dios de salvación, y ha sido enviado como mediador de la liberación divina y reza con su oración, se hace intérprete de una doble inquietud, preocupado por la suerte de su pueblo, pero además está también preocupado por el honor que se debe al Señor, por la verdad de su nombre. El intercesor quiere, de hecho, que el pueblo de Israel se salve, porque es el rebaño que se le ha confiado, pero también para que en esa salvación se manifieste la verdadera realidad de Dios. Amor por los hermanos pero también por Dios que se complementan en la oración de intercesión, son inseparables. Moisés, el intercesor, es el hombre dividido entre dos amores, que en la oración se unen en un único deseo de bien.
Después, Moisés apela a la fidelidad de Dios, haciéndole recordar sus promesas: “Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, a quienes juraste por ti mismo diciendo: ‘Yo multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda esta tierra de la que hablé, para que la tengan siempre como herencia’” (Ex32,13). Moisés hace memoria de la historia fundadora de los orígenes, de los Padres del pueblo y de su elección, totalmente gratuita, en la que sólo Dios había tenido la iniciativa. No por sus méritos, ellos recibieron la promesa, sino por la libre elección de Dios y de su amor” (cfr Dt 10,15). Y ahora, Moisés pide que el Señor continúe fiel a su historia de elección y de salvación perdonando a su pueblo. La intercesión no excusa el pecado de su gente, no enumera presuntos méritos ni del pueblo ni suyos, pero si apela a la gratuidad de Dios: un Dios libre, totalmente amor, que no cesa de buscar al que se aleja, que permanece siempre fiel a sí mismo y que ofrece al pecador la posibilidad de volver a Él y convertirse, con el perdón, en justo y capaz de ser fiel. Moisés pide a Dios que se muestre más fuerte que el pecado y que la muerte, y con su oración provoca esta revelación divina. Mediador de vida, el intercesor se solidariza con el pueblo; deseoso sólo de la salvación que Dios mismo desea, el renuncia a la perspectiva de convertirse en un nuevo pueblo agradecido al Señor. La frase que Dios le había dirigido, “de ti, en cambio, suscitaré una gran nación”, no es, ni siquiera, tomada en consideración por el “amigo” de Dios, que sin embargo está preparado para asumir, no sólo, la culpa de su gente, también todas sus consecuencias. Cuando, después de la destrucción del becerro de oro, vuelva al monte de nuevo, a pedirle la salvación de Israel, dirá al Señor: “¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar
de esto…! Y si no, bórrame por favor del Libro que tú has escrito” (v.32). Con la oración, deseando el deseo de Dios, el intercesor entra cada vez más profundamente en el conocimiento del Señor y de su misericordia y se hace capaz de un amor que llega hasta el don total de sí mismo. En Moisés, que está en la cima del monte cara a cara con Dios y que se hace intercesor por su pueblo, se ofrece a sí mismo – “bórrame” -, los Padres de la Iglesia han visto una prefiguración de Cristo, que en la alta cima de la cruz realmente esta delante de Dios, no sólo como amigo sino como Hijo. Y no sólo se ofrece – “bórrame” -, sino que con su corazón traspasado se hace “borrar”, se convierte, como dice el mismo san Pablo, en pecado, lleva consigo nuestros pecados para salvarnos a nosotros: su intercesión no es sólo solidaridad, sino que se identifica con nosotros: nos lleva a todos en su cuerpo. Y así toda la existencia de hombre y de Hijo es el grito al corazón de Dios, es perdón, pero un perdón que transforma y renueva.
Creo que debemos meditar esta realidad. Cristo está delante del rostro de Dios y reza por mí. Su oración en la Cruz es contemporánea a todos los hombres, contemporánea a mí: Él reza por mí, ha sufrido y sufre por mí, se ha identificado conmigo tomando nuestro cuerpo y el alma humana. Y nos invita a entrar en su identidad, haciéndonos un cuerpo, un espíritu con Él, porque desde la alta cima de la Cruz, Él no ha traído nuevas leyes, tablas de piedra, sino que se ha traído a sí mismo, su cuerpo y su sangre, como nueva alianza. Así nos hace consanguíneos a Él, un cuerpo con Él, identificado con Él. Nos invita a entrar en esta identificación, a estar unidos a Él en nuestro deseo de ser un cuerpo, un espíritu con Él. Oremos al Señor para que esta identificación nos transforme, nos renueve, porque el perdón es renovación y transformación.
Querría terminar esta catequesis con las palabras del apóstol Pablo a los cristianos de Roma: “¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? […]ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados […] ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Rm 8,33-35.38.39)
[En español dijo]
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los de la parroquia de San Juan Evangelista, de Madrid, así como a los demás grupos provenientes de España, Argentina, Ecuador, México y otros países latinoamericanos. Que el Señor nos ayude a comprender en la oración su designio gratuito de salvación, que ha llegado a su culminación en el don de su Hijo, Jesucristo, para que siguiendo su ejemplo demos la vida por los demás, sin esperar nada a cambio. Muchas gracias.
[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez
De la Visa oro al “low cost”
Las crisis económicas como la actual despiertan tendencias contradictorias. Muchas familias, ante la incertidumbre del empleo, reducen sus gastos por necesidad o precaución. Pero los gobiernos quieren impulsar el consumo para que la maquinaria económica no se frene. En cualquier caso, gastos que antes parecían imprescindibles, ahora dejan de ser necesarios.
Durante los últimos diez años, la globalización económica ha generado un crecimiento acelerado en los países ricos y en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, algunos de los pilares de este sistema se han desmoronado, al intentar soportar un peso para el que no estaban diseñados. El consumismo desmedido ha impulsado un exceso de los créditos bancarios que resulta insostenible.
Según el Instituto Nacional de Estadística de España (INE), ha aumentado un 263,8% el número de empresas y familias que se declaran insolventes, comparando los números del tercer trimestre de 2007 y 2008. Muchos analistas coinciden en que la crisis se debe a un abuso de las herramientas que habían favorecido el crecimiento económico. Hace tres años se percibía ya con claridad el sobreendeudamiento de grandes sectores sociales. Al auge de las hipotecas inmobiliarias en Europa y Estados Unidos, se le unió la proliferación de las visas oro y de los créditos directos de consumo. Este tipo de préstamos –por lo general de entre 2.000 y 5.000 euros– se ha concedido, en muchos casos, sin avales y sin estudio de riesgo; aunque, eso sí, a un interés que ronda el 20% anual.
La generalización de los pagos a plazo suele deparar situaciones incómodas. La acumulación de deudas conlleva una escalada crediticia y un aumento del coste de los gastos habituales, lo que compromete seriamente la capacidad económica de las familias. A esta dinámica se debe añadir el furor por una pretendida exclusividad, o la adicción a las tiendas y el desembolso superfluo. Publicaciones como Cosmopolitan y series como Sexo en Nueva York consagran el “irse de tiendas” como la terapia femenina por excelencia.
El “low cost”, valor en alza
Esta situación tan desorbitada obliga a muchas familias a modificar de manera abrupta hábitos de consumo. A tenor de un estudio en 800 establecimientos y 53 ciudades, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) detecta algunos cambios significativos. Por ejemplo, la cadena Caprabo (propiedad de la cooperativa de distribución Eroski) se diferencia de sus competidoras debido a una bajada de precios de hasta el 6%. Asimismo, las familias que recurren a los productos etiquetados por el distribuidor (“marcas blancas”) ya suponen el 39% de los hogares. La OCU asegura que se puede conseguir un ahorro del 50%, dependiendo del tipo de marca y supermercado.
Durante un simposio en la sede del IESE de Madrid (30-10-2008), Marc Sachon, director académico del Centro Internacional de Investigación Logística, pronosticó que las empresas caracterizadas por sus bajos precios aumentarán su cuota de mercado. La cadena Lidl tiene previsto abrir mil nuevas superficies en Alemania. La compañía sueca Ikea ha crecido un 19% en este año.
Josep-Francesc Valls, profesor de la ESADE Business School, describe en Fenómeno Low Cost (Ediciones Deusto, 2008) que el ajuste de precios inspira por completo el perfil de muchas empresas, en particular las de viajes, de manera que ha dejado de ser un mero factor del producto o servicio. La política de precios bajos responde a un diseño encorsetado al milímetro, que incluye un ahorro de costes obsesivo. En este sector, los precios varían notablemente en función de diversos factores. Por ejemplo, Zara evita repetir modelos, procurando sacar a tienda prendas nuevas en ciclos muy cortos. Además, esta compañía textil vende barato en España, pero caro en los demás mercados.
El sector de los productos exclusivos también nota la crisis, sobre todo porque desde hace quince años ha tenido un gran crecimiento gracias a las compras de las rentas medias, que ahora recortan gastos. En España los coches de lujo han registrado una notable bajada de sus ventas con respecto a 2007. Ferrari baja un 21,4%; Lexus, 30,9%; Bentley, 42,1%; Rolls Royce, 66,7% (El País, 28-11-2008). Sin embargo y en conjunto, el mercado del lujo tiene mejores expectativas que el mercado generalista, aunque básicamente debido al mantenimiento de consumo por parte de su nicho de multimillonarios. En otro nivel, la última edición del prestigioso Salón Náutico de Barcelona ha constatado que muchos astilleros de barcos deportivos no consiguen encontrar clientes.
Aparte de los precios bajos, las maneras de ahorrar y olvidarse de pequeños caprichos se aprecian en otros detalles cotidianos. Aumentan las visitas a las páginas web que informan sobre promociones, muestras gratuitas, descuentos, regalos y gangas. Algunos de estos portales han registrado un 77,5% más de tráfico mensual.
Vivir más con menos
Desde principios de siglo ha cobrado cada vez más aceptación la idea de aprovechar los recursos, en vez de malgastarlos como si fueran ilimitados. La constante prédica sobre el “cambio climático”, la gestión del agua, el transporte público, las energías renovables y el reciclaje, han servido para recordar la importancia de valores como la sobriedad y la mesura. Durante este verano, las campañas institucionales invitaban a mantener el aire acondicionado en los 25 grados, a fin de ahorrar energía. El concepto de “sostenibilidad” gana adeptos. De hecho, en algunos bancos se ha recalcado una imagen sobria como garantía de honestidad y profesionalidad. Es el caso del Banco Santander o de Lloyds, que desde hace bastantes años establece que sus empleados se abstengan de alcohol y postre en las comidas con clientes.
Pero existe un sector de la sociedad que desconoce la austeridad: las nuevas generaciones. En este sentido, The International Herald Tribune (21-10-2008) recoge algunos testimonios de ingleses criados en las privaciones de la posguerra y los contrapone a la actitud consumista y despreocupada de los más jóvenes.
Por su parte, Marilyn Gardner (The Christian Science Monitor, 14-10-2008) traslada una visión constructiva del retorno a la austeridad. Pone como ejemplo a la familia Maksymuik (de Florida), que ahora come más veces en casa, y toma libros en préstamo de la biblioteca, en vez de comprarlos. Además, se benefician de las actividades para niños que organiza la biblioteca. Los Maksymuik venden juguetes y ropa usada en un rastrillo que organizan en su cochera, y compran en tiendas de segunda mano, donde suelen encontrar prendas que aún conservan el etiquetado de fábrica. Esta familia también participa en actividades de voluntariado, como el banco de alimentos o la recogida de basuras. Una experiencia parecida es la de los Hartsock (de Tejas), que inculcan a sus hijos el valor del ahorro uniéndolo a la solidaridad con los más necesitados. Tras el huracán Ike, cada uno de los Hartsock donó 10 dólares, el precio de un DVD.
Surgen comunidades que abogan por un desenvolvimiento austero y sin pretensiones, como Wise Bread, cuyo lema es “vivir más con menos presupuesto”. Lori Mackey, fundadora de Prosperity 4 Kids y madre de una niña y un niño, aconseja que se transmita a los hijos la sensación de que los padres pueden protegerlos frente a la crisis. “Mi sugerencia es la de no crear miedo e inseguridad acerca de esta situación, sino buscar soluciones que permitan enseñar a los hijos mejores costumbres”, dice Mackey, quien ha colaborado desde Prosperity 4 Kids con ING Direct. Según sus propias palabras, la cuestión no estriba en que los hijos aprendan trucos para gastar menos, sino que adquieran la conciencia y los valores que inspiran una forma de vida que prescinde de lo superficial.
Autor: José María Sánchez Galera
Fecha: 6 Enero 2009
Fuente: Aceprensa
Eutanasia en Holanda: Fuera de control
ACEPRENSA 14.OCT.2013
La en Holanda sigue creciendo en número y se aplica por motivos más amplios. Ahora se ha sabido que en 2012 una mujer de 70 años que se había quedado ciega pidió y obtuvo la eutanasia, alegando que la
eutanasia
cada vez
ceguera le estaba provocando un sufrimiento “insoportable y continuo”, que son las características exigidas por la ley.
Ha sido el primer caso en el que la ceguera ha sido considerada como sufrimiento insoportable. Uno de los especialistas que han llevado el caso, Lia Bruin, ha explicado que se trataba de un caso excepcional ya que “se había convencido de su sufrimiento, lloraba casi todos los días, aunque no tenía depresión” y, entre otras cosas, “estaba obsesionada por la limpieza y no podía soportar no ver las manchas en su ropa”.
En 2012 el número de eutanasias en subió a 4.188, un 13%
en 2011. En los años anteriores, creció anualmente a una media del 15%.
Las asociaciones pro-vida defienden que la ceguera es una enfermedad no extraordinaria en personas mayores y es normal que en momentos de depresión tengan el deseo de acabar con sus días. Sin embargo, mantienen que lo que esa persona necesitaba no era una ayuda a morir, sino asistencia psicológica para poder superar la situación. Peter Saunders, promotor de la campaña “Care not killing Alliance UK”, afirma que en Holanda “la eutanasia ya está fuera de control”. A pesar de que se necesita el informe favorable de dos médicos, casi cualquier supuesto empieza a ser aceptado como caso válido para la práctica de la eutanasia. Otro militante pro-vida, Anthony Ozimic, ha recordado que millones de personas en son ciegos, sesenta mil solo en Holanda, y no van buscando la eutanasia.
que
Holanda
más
todo el mundo
La misma deriva hacia la eutanasia para enfermos no terminales se observa en Bélgica donde ha tenido gran eco en la prensa la reciente eutanasia de una persona después de que le practicaran varias operaciones de cambio de sexo, de mujer a hombre, con no quedó satisfecho.
las que
Entre patología psiquiátrica y satanismo cultural (I)
Entrevista al presidente de la Asociación Italiana de Psicólogos y Psiquiatras Católicos
ROMA, lunes 23 febrero 2009 (ZENIT.org).- Al día de hoy, entre las diversas formas de desviación juvenil, se asiste a la expansión del cada vez más preocupante fenómeno del satanismo cultural, con la complicidad de la fácil disponibilidad de contenidos esotéricos en internet y la falta de valores fuertes en la familia.
Está convencido de ello el doctor Tonino Cantelmi, psiquiatra y presidente de la Asociación Italiana de Psicólogos y Psiquiatras Católicos (www.aippc.net), coautor con la psicoterapeuta Cristina Cacace del libro en italiano «El libro negro del satanismo» («Il libro nero del satanismo», editorial San Paolo), que habla de una verdadera invasión de los llamamientos a la cultura satánica a través de libros, revistas pero sobre todo la blogosfera y el cine.
Cantelmi pone en guardia en concreto sobre los nuevos dramáticos escenarios que esperan al hombre en el próximo decenio, y que no serán ya paraísos opiáceos sino temáticos: Second Life, los ‘chat’, internet, facebook, etc proyectan una perspectiva de humanidad deprimidida, más compulsiva.
En esta entrevista concedida a ZENIT, Cantelmi explora el confín entre posesiones demoníacas y psicopatologías.
–¿Nuestra sociedad hipertecnológica está de verdad tan fascinada por el satanismo?
–Cantelmi: La verdadera cuestión es: ¿nos encontramos ante crueles aduladores de Satanás o ante frágiles hijos de los tiempos actuales? Según nuestros cálculos, en Italia hay unas cinco mil personas que están afectadas directamente con un tema satanista, pero estamos asistiendo a un satanismo cultural y al desarrollo de un satanismo ateo, en el que Satanás es la ocasión para un ulterior encubrimiento, es una evolución.
Si hasta el otro día el satanismo se escondía tras las sombras de las ciudades o en pueblos, hoy, en red, el satanismo ha adquirido pleno derecho de ciudadanía: se ha convertido en un producto de consumo.
Nuestros jóvenes son atraídos por una serie de creencias, sectas, religiones diferentes. En el muestrario examinado, en el 76% de los casos, se interesan por la magia, cartomancia, ritualismo, iniciación, esoterismo; mientras que el contacto con material satánico es facilísimo en el 78%, sobre todo a través de la música, cinematografía, libros e internet.
Respondiendo a preguntas más específicas, más de la mitad de los jóvenes confiesa que tiene curiosidad por el satanismo; un joven de cada tres declara sentirse atraído; el 10% dice que si Satanás le asegurase la felicidad no tendría dificultad para seguirle. Signo este de infelicidad y del sufrimiento que hay en el mundo actual. Una frase muy difundida en la red, en todas las páginas introductorias de sitios satánicos, es de John Milton extraída de «Paraíso Perdido»: «Mejor soberanos en el infierno que siervos en el paraíso».
–¿Se puede hablar por un lado de fenómenos sobrenaturales y por otro de patologías psiquiátricas? ¿Existe una zona gris de confín en la que estos elementos se confunden?
–Cantelmi: En un estudio llevado a cabo entre una decena de personas, entre las cuales –según exorcistas– había seguramente fenómenos sobrenaturales, emergieron también problemas psiquiátricos. La tarea se complica muchísimo si el problema es distinguir entre personas que sufren enfermedades psiquiátricas y las que viven experiencias sobrenaturales. Lamentablemente la fragilidad psíquica es un modo de entrada extraordinario de sufrimientos de todo tipo.
Esto indica que psiquiatras y exorcistas deben colaborar. Muchos psiquiatras son indiferentes, relegan el mundo del exorcismo al de la superstición; la psiquiatría y la psicología son ciencias relativamente jóvenes que han tenido que luchar para definir sus propios estatutos epistemológicos y que tienen muchas áreas fronterizas. Ya sólo establecer lo que es normal y lo que es patológico exige aportaciones de la antropología y de la filosofía.
Freud, que para nosotros es como prehistórico, categoriza el fenómeno religioso dentro de los problemas neuróticos; tiende a no ver en ellos consistencia, realidad; tiende a ver su aspecto de vivencia neurótica. Precisamente en estos momentos estoy denunciando la discriminación que los pacientes creyentes sufren en las psicoterapias porque sus valores son a menudo ridiculizados por muchos terapeutas o en la mayoría de las veces ignorados.
En 1999, fundamos la Asociación Italiana de Psicólogos y Psiquiatras Católicos con el objetivo de ayudar a la psicología y a la psiquiatría dialogar con otras ciencias, con la antropología y con la teología, convencidos de que una psicología honesta puede enriquecerse con aportaciones diferentes.
Una cosa que hay que combatir son los sincretismos, es decir los «psicosantones», los psiquiatras, los psicólogos que bendicen, que rezan con sus pacientes. ¡El psiquiatra debe ser psiquiatra!
Creo, además, que nosotros los psiquiatras no podemos explicar toda la realidad humana. He descubierto que los exorcistas son personas muy avanzadas. Logran señalar el sufrimiento psíquico y a encomendar con confianza sus pacientes al tratamiento del psiquiatra. Los exorcistas están absolutamente abiertos a la aportación de los psiquiatras.
–¿Qué tipo de problemas psíquicos puede simular la posesión demoníaca?
–Cantelmi: Entrando en lo especifico de la psiquiatría, se abren ante nosotros dos grandes ámbitos: el delirio y las alucinaciones. Llamamos delirio al trastorno del pensamiento, mientras que las alucinaciones son un trastorno de las percepciones. Son dos áreas psicopatológicas desde el punto de vista psíquico: el pensamiento es un proceso mental que comporta la manipulación de símbolos; se da a través de la formación de conceptos, de mecanismos de abstracción, de generalización, del razonamiento, procesos elaborados que usan reglas para llegar a resultados concretos.
Los psiquiatras distinguen dos grandes áreas de síntomas en lo que se refiere a los trastornos del pensamiento: los de contenido que se refieren a las ideas y empeñan toda el área del delirio, y los formales que se refieren al modo en el que estas ideas se unen.
¿Cómo se identifica el delirio? Ante todo hay que decir que el delirio es inmodificable, no se puede superponer a la crítica, se caracteriza por un contenido no coherente con la realidad. Hay delirios fácilmente detectables y otros en cambio mucho más consistentes y mucho más difícilmente detectables.
El delirio puede ser estrambótico, privado de lógica, o sistemático, y por tanto con una lógica interna. El delirio puede ser de varios tipos: de influencia, de referencia, de persecución, de grandeza, de celos — el cónyuge es un traidor–, erotomaníaco –una persona importante está enamorada de mí– , hipocondríaco, somático –siento que mi hígado es de cristal–, místico, de culpa, de ruina, nihilismo –el paciente está convencido de que está muerto–.
El delirio es un síntoma de varias patologías, por ejemplo, a la excitación maníaca y aquí las cosas se complican porque el paciente en este estado es un paciente inteligente, activo, propositivo, que quizá tiene un delirio de grandeza y que quizá tiene incluso alucinaciones, ve cosas, oye voces, se construye una realidad, la articula y la explica bien. Puede ser convincente y puede resultar muy difícil captar estos aspectos. En un delirio de influencia, el sujeto siente que en su cabeza se meten pensamientos, está convencido se ser teledirigido.
Gran parte de los delirios son de persecución: el sujeto interpreta que acontecimientos y hechos tienen lugar contra él. Otra característica es que este contenido es siempre interpretado como autorreferencial: pasa un coche y toca la bocina, para mí, si estoy delirando, es una señal, confirma lo que estoy pensando, es decir refiero a mí mismo una serie de experiencias casuales.
Algunos delitos se esconden, hay gente que delira y se lo guarda. Hoy la sociedad competitiva desarrolla más delirios de persecución, de amenaza, de agresión, pero el punto importante es que el delirio no está sólo, se acompaña con trastornos de las percepciones, que en general confirman el delirio. Por ejemplo, en el delirio de envenenamiento (hay alguien que me está envenenando), cuando pruebo cierto alimento noto el sabor del veneno, tengo una alucinación gustativa, percibo su olor. Tuve un paciente que echó abajo una pared porque tenía una alucinación olfativa, olía a azufre y estaba convencido de que en aquella pared estaba el demonio.
Las alucinaciones visivas pueden ser de dos tipos: veo que se me aparece la Virgen o no la veo, pero mi cerebro construye una imagen, tiene alucinaciones olfativas, gustativas, visuales, táctiles…
Los más frecuentes son los delirios auditivos, es decir, cuando oigo voces que comentan mi actuación, que me ofenden, que me agreden, que no me dejan en paz, que me mandan hacer algo, voces teológicas que me dan el sentido de lo que estoy haciendo, voces que interpretan a los demás, voces que indican un comportamiento. Entonces, puedo sentirme perseguido por una persona, siento que su mirada me está diciendo muchas cosas, oigo que es una voz varonil, es la voz de Dios.
Entre las perturbaciones del pensamiento está también la ensalada de palabras, el hablar asociando ideas y conceptos por asonancia, sin ni siquiera conocer su sentido. En la esquizofrenia, el sujeto inventa palabras, neologismos, habla con ritmo y parece que verdaderamente habla otra lengua, aún no teniendo ninguna pertinencia con otra lengua.
Los trastornos formales del pensamiento pueden también ser positivos: el sujeto habla mucho, de manera detallada; se da también el fenómeno de la fuga de las ideas, es decir, se bloquea porque las palabras no logran ya seguir su pensamiento, que va velocísimo. O la incapacidad para hacer asociaciones mentales (el sujeto parte de un punto y no llega nunca a decir lo que tiene que decir). Está luego la glosolalia, es decir la expresión de mensajes reveladores, con palabras incomprensibles, típico de los esquizofrénicos, cuando el sujeto está convencido de tener un anuncio para la humanidad. O la ecolalia, es decir la imposibilidad de hablar si no es repitiendo lo que otros dicen. Se da también un eco de los gestos, cuando las personas no hacen otra cosa que repetir los gestos que ven hacer.
Luego están los trastornos negativos, como el bloqueo de las ideas: el sujeto responde siempre del mismo modo, tiene pobreza de elocución. El punto álgido de los trastornos formales del pensamiento es el trastorno obsesivo que se caracteriza por pensamientos, impulsos, imágenes que yo siento como extraños y trato de alejar, pero sin lograrlo, y para hacerlo tengo que recurrir a ritos, compulsiones. Tengo un paciente obsesivo que mientras recita Laudes por la mañana, empieza a pensar en una persona. El pensamiento obsesivo, que es un pensamiento incluso mágico, se le insinúa y le dice: «Aquella persona hoy morirá», «soy responsable de la muerte de esa persona», «si me sucede en este salmo, lo repetiré nueve veces», piensa mi paciente.
Muchas personas obsesivas sienten a menudo el impulso de reír en un funeral y blasfemar en una iglesia. En realidad, el paciente obsesivo no lo hace nunca, no cede, pero sufre por ello y lo combate. porque luego su vida está hecha de impulsos que son la cara comportamental de las obsesiones. La vida de un obsesivo se transformará con el tiempo en una vida terrible y dolorosa de compulsiones. Desde siempre este tipo de psique que ya Freud definía como «parásita» ha penetrado en la humanidad y desde siempre la obsesividad ha sido considerada una locura lúcida pero de gran sufrimiento.
Por Mirko Testa, traducido del italiano por Nieves San Martín
Publicado en Church Forum 2.0 beta (http://www.churchforum.org) |
Aprender a amar… ¿educación sexual? Aprender a amar… ¿educación sexual? Retomando un diálogo entre un experto en educación y una señora,(1) ésta le hizo a aquel la siguie nte pregunta: ?¿Cuándo debo empezar a educar a mi hijo??. Él le preguntó por la edad del niño y la señora le informó que tenía 18 meses de vida. Entonces él le dijo: ?¡Señora, ha perdido usted año y medio!?. La respuesta surgió espontánea y clara: ?Enséñelo a amar?. ?No lo dudo, pero una cosa es que usted lo ame y otra que él se sienta amado. Para el niño, sentirs e amado y respetado es tan indispensable como estar bien alimentado, por eso son de vital importancia los momentos que sus padres pasan con él cargándolo y apapachándolo; en fin, sentirse amado, para el ni ño es una necesidad real. ?Y ¿está seguro que así aprenderá a amar? ?Claro, el aprender a amar es cosa natural, instintiva, y el niño demuestra que aprendió a amar cuando, de bebé por ejemplo, recarga su cabeza en el hombro de su mamá o de su papá y se relaja totalmente; e so no lo hace con una persona extraña? Es necesario reconocer que existe una importante interacción entre los factores genéticos, psicológicoys sexuales en cuanto al sexo, pero la sexualidad debe ser incluida en un serio compromiso de educación que recae esencialmente en la madre y el padre, y que se llama: educación de la afectividad. Los padres enseñarán, mediante el ejemplo, la importancia del amor en las relaciones sexuales. Saben qu e puede haber un matrimonio sin amor, como también amor sin matrimonio, porque en el fondo no es el amor |
pasajero la causa que produce un matrimonio, sino que es el acto libre de la voluntad ?que se emite en el consentimiento? el que da origen al vínculo matrimonial.
Sin embargo, sólo es el amor el auténtico motivo por el que alguien contrae matrimonio. El tipo de amor conyugal se llama amor esponsal y se desarrolla a partir de la atracción física-impulso sexual, y finalmentees concreta en la responsabilidad hacia la persona del otro cónyuge.
El amor entre las personas ha de ser abarcante, es decir, ha de conjuntar un ?todo interpersonal? fundado en la mutua integración. Por el contrario, la concupiscencia busca la satisfacción en el cuerpo y en el sexo rpo medio del deleite.
La educación de los padres hacia los hijos en materia de sexualidad ha de consistir en que, previniendo equívocos y difusas concepciones reductivas, conduzca al descubrimiento o redescubrimiento de los valores de la sexualidad y de una correcta escala de valores en la vida humana.
Cualquier otra elección que excluya tales vías, o todavía peor, que implique un ulterior impulsola promiscuidad sexual y/o al uso de drogas, es cualquier cosa menos prevención o educación, y presentarl como tal supone un trágico engaño.
Un ejemplo típico de tergiversación es el de todas las campañas que prometen la victoria sobre el SIDA, sÀ
Se ha visto mucha gente distinta vulnerada por la trivialización del sexo. Generalmente las culturas han distinguido siempre entre el sexo irresponsable y el sexo protegido con el matrimonio, a favor de la familia.
La responsabilidad mutua de uno a otro comprende el cuidado de un ?bien verdadero?, la quintaesencia del amor. Un amor que rehúse esa responsabilidad será su propia negación, será más bien egoísmo.
El matrimonio ante los hijos debe ser visto como algo precioso, algo que conduce a la unión y a la felicidad, a la realización de la persona. Los padres deben dar ejemplo a los hijos no sólo de ?existir uno al lado del otroo?, simplemente ?juntos?, sino de que existen recíprocamente ?el uno para el otro?.
La antropóloga S. Frayser explica que el comportamiento del padre complementa al de la madre; el niño observa a su padre y puede ver qué debe hacer para ser un hombre; puede observar a su madre y ver lo que no debe hacer para ser un hombre.
La importancia que tienen los contrastes entre los papeles del sexo y la especificación de la identidad del sexo, pueden ser pistas para la importancia psicológica que tiene la diferenciación sexual en todassla sociedades.
Las niñas que cuentan con su padre y él está involucrado en su desarrollo, son más propensas a ele gir para sí mismas buenos pretendientes y después esposos, porque tienen una norma apropiada por medio de la cual juzgar a los candidatos.
Es sumamente importante que los padres estén seguros de su fe en Dios y mantengan una permanente disposición abierta al diálogo sobre cualquier asunto delicado, por ejemplo, sobre sexualidad.
Cuando no ha habido un desarrollo correcto de la intimidad en familia, cuando los niños han sido dejados en guarderías y los padres no han tenido el tiempo suficiente para compartir con ellos cada logro y cada fracaso, la vida para el joven aparece entonces como un pozo en el que ha sido arrojado y del que no puede salir. Es
una vida sin esperanza, llena de tedio y abocada a la náusea.
Surge entonces un deseo, por ejemplo en la adolescencia, de escapar de esa insufrible cárcel interior. La fuga o evasión más radical es el suicidio, pero hay otras muchas: el sexo, el activismo, modas novedad, cambio, distracción, diversión como fin, la droga, el alcohol.
Ciertamente, al adolescente hay que prepararlo en su preadolescencia y en su niñez. Un joven, al cual le pregunté si sus padres le habían explicado sobre la sexualidad humana, me dijo: ?Si, pero lo hicieron tarde?. Esta experiencia, por desgracia, se repite con frecuencia; hay que hablar con claridad en el tiempo apropiado.
Hoy en día se ha generalizado la ?educación de la sexualidad? o ?educación sexual?; sin embargo,taes denominación puede inducir a algunas personas a olvidar que lo sexual está ligado a la educación dela afectividad, que es donde cobra una dimensión verdaderamente humana.
Se nos quiere ofrecer una imagen como algo puramente biológico, que se debe dejar manifestar con espontaneidad, y es cierto que la sexualidad es algo natural a la persona, como lo son otras cuestiones fisiológicas, porque la persona humana es sexuada. Pero lo que no se puede permitir es reducir el amor a sexo, a relaciones puramente genitales, manejar el cuerpo en función solamente del erotismo.
Por eso, es más adecuado hablar de información sexual y de educación de la voluntad como elementosde una adecuada maduración afectiva de la persona, que incluye la maduración de los sentimientos yl e encauzamiento de las pasiones.
En definitiva, si queremos que la información sexual sea realmente educativa, informar no se puede reducir a proporcionarunaexplicacióncientíficadeloscambiospsicofísicosqueseproducenenlapubertad,sinoueq deberemos darle a todo el proceso la dimensión espiritual y trascendente que posee.
Recordemos a los padres: la disposición al diálogo es muy importante. Pregunta: ¿Hay alguna cosa peor que encontrar un gusano en la manzana que estás comiendo? Sí, hay algo peor: encontrar dos gusanos.
De la misma manera: ¿Hay alguna cosa peor que tus hijos te pregunten detalles acerca de la sexualidad? S,í hay algo peor? que NO TE PREGUNTEN NADA, porque entonces quedará en claro que ni su confianza te has podido ganar.
(1) Chávez, Cony. La Dignidad del Niño. México, Minos 98.
Autor:
Norma Mendoza Alexandry
Fuente:
www.yoinfluyo.com [1]
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Análisis
Alemania, cada vez menos niños
En los últimos veinte años, más del doble de los niños nacieron fuera del matrimonio
ROMA, viernes 26 de agosto de 2011 (ZENIT.org).- “Alemania es el país más pobre en niños de Europa” (Welt Online, 3 de agosto). Roderich Egeler, director de la Oficina Federal de Estadística (Statistisches Bundesamt oDestatis), hizo esta preocupante afirmación el pasado miércoles 3 de agosto, durante la conferencia de prensa que presentaba los resultados del último
microcenso, Mikrozensus 2010.
De los datos de la investigación, tomados de los más importante periódicos alemanes y contenidos en parte en el comunicado de prensa publicado por el organismo federal, se constata que en el periodo 2000-2010 el número de niños y menores en el país ha sufrido un descenso del 14%. Mientras que en 2000 eran casi 15’2 millones, el año pasado la cifra había bajado a casi 13’2 millones, es decir 2’1 millones menos en casi una década.
En los “Länder” o estados federales de la antigua Alemania Occidental, el número de niños descendió a 11 millones, casi un 10%. Más dramático ha sido el descenso en las regiones de la antigua Alemania Oriental o ex República Democrática Alemana (DDR). De hecho, en los llamados “nuevos Länder” vivían, en 2010, unos 2’1 millones de menores, es decir 837.000 menos que en el año 2000, una caída de casi el 29%.
Como causa de esta visible diferencia, Egeler mencionó, no sólo el declive de la tasa de nacimientos en el Este, también el movimiento migratorio en el interior de Alemania, desde el este hacia el oeste. Como observa Christine Kensche en el Welt Online, el motivo no es la falta de servicios de asistencia a la infancia y de guardería, cuya oferta es más amplia en el este.
Mientras que a nivel nacional la llamada “Betreuungsquote” es hoy del 23,1%, en Sajonia-Anhalt el porcentaje es del 56%, lo que significa que al menos un niño menor de dos años de cada tres frecuenta una guardería en el “Land”, cuya capital es Magdeburgo. Parecida es la situación en otros dos “Länder” del este, Brandeburgo y Mecklemburgo-Pomerania Anterior, donde el porcentaje es sólo un poco menor: el 51%.
Para incentivar los nacimientos y combatir el fenómeno de las “cunas vacías”, la primera coalición, guiada por la actual canciller democristiana Angela Merkel (2005-2009), lanzó un ambicioso proyecto para triplicar, en el año 2013, el número de guarderías para niños menores de tres años. Según los planes de Berlín, la “Betreuungsquote” deberá llegar al 38% en 2013.
Con sus 13’1 millones de menores, Alemania tiene el porcentaje más bajo de niños de todos los estados europeos: constituyen, de hecho, sólo el 16’5 de la población alemana (en 2000 eran todavía el 18’8%). Mientras que en Bulgaria (el 16’7) e Italia (el 16’9%) la situación es parecida a la alemana, en la vecina Francia, que se enorgullece de una tasa de fertilidad de dos hijos por mujer, el porcentaje es mucho más alentador: casi el 22%. También en Gran Bretaña, Holanda y los países escandinavos el número de niños supera el 20% de la población. La situación es mejor en Turquía, donde casi un ciudadano de cada tres es menor de 18 años. Casi el 32% de sus más de 72 millones de habitantes es menor.
Todo indica, además, que la proporción de niños en Alemania continuará descendiendo. En el año 2000 casi un ciudadano de cinco era menor de 18 años, pero, según las estimaciones de los
expertos, en 2060 apenas un alemán de cada siete tendrá menos de 18 años. Se calcula, de hecho, que el porcentaje de menores caerá hasta el 15% en 2030 y hasta el 14% en 2060.
También la situación familiar de los niños muestra grandes diferencias entre el este y el oeste. Mientras que en los “Länder” occidentales, en el año pasado, el 79% de los niños crecía en núcleos familiares compuestos por padres casados, en la Alemania del Este el porcentaje era más bajo: el 58%. En el este el 17% de los niños vive actualmente en familias de hecho (también llamadas “Lebensgemeinschaften”), casi el triple con respecto al oeste donde el porcentaje es del 6%.
La forma de vida familiar que en el Este es la más común es la monoparental. En los “Länder” orientales casi una cuarta parte de los niños (el 24%) vive en un núcleo familiar monoparental, en el oeste el porcentaje es de un 15%. A nivel nacional, el porcentaje de personas que crían a un hijo sin la ayuda de un compañero/a aumentó del 13’5% del 2000 al 16’8% del año pasado.
En el este de Alemania la proporción de hijos únicos es también más alta: el 35% respecto al 24% de la parte occidental del país. Casi la mitad de los niños alemanes tiene un hermano o hermana menor o adulta, el 19% tiene dos y el 8% al menos tres.
El 52% de los menores alemanes vive en familias en las que ambos padres tienen ingresos. Este porcentaje desciende hasta el 28% para los niños de edad inferior a los tres años, lo que significa que en las familias con niños pequeños, uno de los padres -normalmente la madre- tiende a interrumpir temporalmente su carrera o actividad laboral. El 38% de los niños crece en una familia donde sólo uno de los padres trabaja y el 11%, en un núcleo familiar donde ninguno de los dos padres tiene una actividad laboral.
En la investigación se demuestra, además, que casi dos millones de niños alemanes (1’96%) viven en familias que dependen de los subsidios desembolsados en el marco del programa Hartz IV, es decir la debatida reforma social iniciada por la coalición rojo-verde, dirigida por el entonces canciller Gerhard Schröder, que entró en vigor en 2005.
Para las familias monoparentales, los subsidios sociales, o los llamados “Transferleistungen” (prestaciones de transferencia) son esenciales. En esta última categoría, por un niño de cada tres (el 33%) los beneficios sociales constituyen la principal fuente de ingresos de la familia.
Los niños que viven con padres solteros tienen más riesgo de pobreza que los demás. Mientras que este peligro amenaza al 15% de las familias con hijos, afecta, sin embargo, al 37’5% de los niños que viven con un padre soltero.
La Oficina Federal de Estadística, con sede en Wiesbaden (Hesse), publicó el pasado viernes 12 de agosto los últimos datos del número de niños nacidos fuera del vínculo matrimonial, un fenómeno en constante aumento en Alemania. Mientras que sólo el 15% de los niños nacidos en 1990 era “ilegítimo”, el año pasado este porcentaje aumentó más del doble, es decir casi un 33%. De hecho, los padres de 225.472 niños nacidos vivos en 2010 (de un total de 677.947) no estaban unidos en matrimonio, un 0’5% más con respecto al año anterior.
Como observa la web del Frankfurter Allgemeine Zeitung (12 de agosto), también las diferencias entre el este y el oeste son notables. En las regiones de la ex DDR, más de seis niños de cada diez (el 61%) actualmente nacen fuera del matrimonio. El porcentajes más elevado -el 64%- se registró en Sajonia-Anhalt y en Mecklemburgo- Pomerania Anterior.
En el oeste, sin embargo, esta proporción es más reducida: el 27%. Mientras que el nivel más bajo se da en la rica región de Baden-Württemberg, donde sólo el 22’1% de los niños nace de padres no casados, los “campeones” están en la parte occidental, las ciudades de Bremen (el 39%) y de
Hamburgo (el 36%). Después está Schleswig-Holstein con el 35%. En la capital Berlín, sin embargo, un niño de cada dos nace fuera del matrimonio.
Con su 33% de niños “naturales”, Alemania permanece por debajo de la media de la Unión Europea, que según los datos del Eurostat alcanzaba, en 2009, casi el 38%. El país de la UE con mayor incidencia es Estonia (el 59%). Al otro lado de la escala destaca Grecia con casi el 7%. En Francia, sin embargo, poco más de la mitad de los niños nace de padres no casados (el 53%), en Italia casi una cuarta parte (cerca de un 24%).
Por Paul De Maeye